La guerra de los anuncios electorales se enfrenta a la realidad
Resulta que algunos anuncios electorales elegidos por el PSOE han provocado cierta polémica en esta convocatoria electoral.
El del niño fue uno y motivó un gran revuelo, incluso entre cierta progresía pudiente. Y eso que escenas como esa se ven todos los días en las puertas de los colegios del Barrio Salamanca de Madrid.
A mi no me disgustó nada. Es más, creo que reflejaba de forma bastante quirúrgica lo que ocurre cuando dejas morir lentamente la educación pública…Y puede afectarnos a todos, a los que lo sabemos y a los que se creen que no va con ellos; porque como dijo una vez un importante milmillonario español a su hijo: «hijo mío, ricos, ricos de verdad, en España, somos muy pocos». Y unos mandan, y los otros reciben órdenes, con o sin MBA en el bolsillo de la chaqueta.
Pero molestó. Porque la cosa es que muy poca gente está dispuesta a que le coloquen un espejo frente a las narices. Voten al partido que voten.
Otro de los vídeos polémicos ha sido este:
Tan polémico ha sido que el candidato de CiU a las elecciones generales, Josep Antoni Duran, pidió su retirada e instó al PSC a avergonzarse porque en su opinión «sobrepasaba los límites de la decencia, dignidad y democracia». Chacón accedió y dijo que no sería emitido de nuevo.
Sin embargo la realidad siempre supera la ficción. Y hoy, en portada de El Pais, nos hemos enterado de la siguiente noticia:
«Una mujer con aneurisma muere tras deambular por cuatro hospitales» La familia se querella contra responsables del Vall d’Hebron – La paciente tardó 65 horas en ser operada.
(…) Según la querella -dice el texto- , los médicos del Josep Trueta explicaron a los familiares la urgencia de la operación, pero advirtieron de que no podían realizarla porque ese hospital «se encontraba afectado por la reciente reordenación de los servicios establecida desde el departamento de Salud de la Generalitat [popularmente conocida como política de recortes sanitarios]»
Y es que, como es evidente, no se trata de los anuncios publicitarios. Se trata de recortes que nos afectan a todos y que terminan teniendo consecuencias. Pero es que los hay que siempre se quedan mirando al dedo, en lugar de mirar a la luna, que es donde está señalando.
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