Christian Poveda, un hombre de fuertes convicciones humanistas, dice RSF
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Advertencia al lector: Esta información es una nota de prensa enviada por la compañía a nuestra redacción.
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Reporteros sin Fronteras: «LA PROFESI?N PIERDE A UN HOMBRE DE FUERTES CONVICCIONES HUMANISTAS, JUNTO CON UN GRAN RIGOR PERIODÍSTICO»
En España, en Francia, en Latinoamérica y en otros lugares, toda la profesión lleva el luto de un compañero que ha pagado con su vida el precio de su trabajo al servicio de la información. Asesinado durante la noche del 2 al 3 de septiembre de 2009 en El Salvador, el documentalista franco-español Christian Poveda llevaba algún tiempo dedicando sus reportajes a las «Maras», esas pandillas ultra violentas que operan en Centroamérica y ya mataron a otros colegas. Christian Poveda realizó una película sobre el tema «La Vida Loca» (Trailer : http://www.lafemme-endormie.com/vidaloca/), cuya salida en Francia está prevista para el 30 de septiembre de 2009.
Buen amigo de Christian Poveda, el periodista Alain Mingam, miembro del consejo de administración de Reporteros sin Fronteras, recuerda:
«Christian era hijo de republicanos españoles refugiados en Francia. Sus convicciones humanistas, que siempre mantuvo, también le venían de sus orígenes. Realizó reportajes en Chile bajo la dictadura de Pinochet, en Nicaragua y en El Salvador. Estaba muy comprometido con sus temas pero no era un hombre de ideas preconcebidas. Precisamente, sus ideas humanistas iban acompañadas con un gran rigor profesional. Tenía una conducta auténtica, una facultad increíble para meterse en el universo que grababa, en unos temas tan diversos como el Sida en Francia, el colectivo Ras l’Front o las Maras salvadoreñas. Para él, la fuerza del montaje superaba la fuerza del comentario. Así era como restituía la humanidad de individuos como los ‘mareros’, por muy monstruosos que fueran sus actos. La implicación personal de Christian en su tema le permitió incluso que las bandas se acercasen a él, con la esperanza de convertirlo en un ‘mediador’.»
Sin embargo, en 2008, la guerra entre los dos principales grupos de «Maras», la «Mara 18″ y la «Mara Salvatrucha» provocó más de 3 700 víctimas a lo largo del año 2008. El nombre de Christian Poveda ya se añade a la larga lista de las víctimas de esta violencia (cf. ficha país).
Christian Poveda, de 54 años, fue encontrado sin vida, durante la noche del 2 al 3 de septiembre, con una bala en la cabeza, cerca de su vehículo, en una carretera situada entre Apopa y Tonacatepeque, en el cantón de Rosario, una región rural al norte de la capital. Según la policía, volvía de un rodaje en «La Campanera», al este de San Salvador.
Recorrido de un hombre de riesgo
Christian Gregorio Poveda Ruiz nació en Francia el 12 de enero de 1955. Fue conocido como fotoperiodista con un reportaje sobre la lucha del Frente Polisario, en el Sahara Occidental. Más tarde, publicó muchos reportajes y documentales, presentados en festivales y difundidos por varias televisiones. Christian Poveda viajó por primera vez a El Salvador en los años 1980 para cubrir la guerra civil (1980-1992), como fotógrafo para el Time Magazine y como corresponsal de prensa para varios medios de comunicación franceses y otras agencias internacionales. En los años 1990 volvió a ir, interesado por el fenómeno de las bandas armadas. A su vez, cubrió las guerras de Irán, de Irak y de Líbano.
La Vida Loca
Difundido por primera vez en 2008, el documental «La Vida Loca» dedicado a la «Mara 18″ fue realizado por Christian Poveda tras dieciséis meses tratando con las bandas del barrio «La Campanera», al este de San Salvador. Esas imágenes son ásperas, molestas: miembros de las bandas abatidos en mitad de la calle, cadáveres de adolescentes, parientes llorando encima de los ataúdes, mujeres con el rostro cubierto con tatuajes. Según los medios de comunicación locales, Christian Poveda fue testigo de siete homicidios durante el rodaje. Tres de los asesinados formaban parte de los protagonistas del documental y otros miembros de «Mara 18″, que aparecían en la película, fueron arrestados durante la realización de ésta.
«La Vida Loca» también es un testimonio crítico de los duros métodos empleados por la policía contra esa juventud perdida. Sutil, admite de las bandas aterrorizan pero también describe a los jóvenes mareros como unos seres cautivadores y representativos de las grietas de la vida familiar. Tiene como objetivo mostrar cómo las condiciones socioeconómicas, según él descuidadas, llevan a los jóvenes salvadoreños hacia el crimen. «Debemos entender por qué un niño de 12 o 13 años se une a una banda y entrega su vida por ésta», declaraba Christian Poveda en una entrevista para el diario salvadoreño en línea El Faro. Ya difundida en varios países (España, México, Argentina, Alemania y Hungría), la película nunca salió en las salas de cine en El Salvador.
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