El corresponsal de The Guardian valora en radiocable,com la salida de Reino Unido de la UE, sus consecuencias y las reacciones en España. Resalta que para muchos ha sido un «día triste», pero tras el referéndum cree que era «inevitable». Señala que el proceso ha sido un «divorcio bastante feo en algunos momentos» y advierte de que ahora corresponde a quienes lo quisieron -en referencia al primer ministro Boris Johnson- «arreglarlo». En cuanto a España, Sam Jones apunta que sigue percibiendo «mucha incomprensión» hacia el Brexit en la sociedad española y analiza qué sectores pueden verse más afectados por la salida británica de la Unión Europea, entre los que destaca turismo y exportaciones.

Sam Jones asegura que el viernes: «fue un día muy triste para mí y para muchos británicos que jamás quisimos salir de la UE. Pero ha sido inevitable. Hubo el referéndum de 2016 y había que respetar el voto y la voz del pueblo. Pero ha sido difícil. Ha sido un divorcio bastante feo en varios momentos. Ahora tenemos un año aún en el que vamos a seguir formando parte de esta familia europea. Pero después… ¿quien sabe? Habría que fijarse en cómo van las negociaciones. Hay mucho optimismo en el gobierno británico, pero nadie sabe cómo y cuándo se van a arreglar las cosas. Y alguien va a tener que esforzarse. Me refiero básicamente al primer ministro británico. Es lo que el quería, igual que mucha gente, pero ahora hay que arreglarlo.»

Con respecto a la división social que ha supuesto el Brexit, el corresponsal apunta: «Eso tardará muchos años en recuperarse. Hay una división bastante fuerte en la sociedad británica. Hay familias y amigos que ya no se hablan, un poco como con el tema catalán. Por desgracia tardará varios años en arreglarse». Y sobre las reacciones en España, recuerda que llegó precisamente a nuestro país el día del referéndum de 2016, señala: «Al día siguiente nadie lo podía creer. El error fue que mucha gente creyó que los partidarios de seguir en la UE iban a ganar y no fue así. Y recuerdo que pasé el día en Orihuela Costa, donde hay muchos jubilados británicos que cumplen el cliché, y ellos tampoco se lo podían creer. A pesar de que varios habían votado a favor del Brexit incluso residiendo en España,una mentalidad que cuesta entender, pero existe.»

Jones resalta que hay unos 300.000 británicos en España y ahora habrá qué ver como se resuelve su situación, pero destaca que el gobierno español ha asegurado que va a proteger sus derechos. Pero enfatiza que sigue viendo mucha incomprensión hacia el Brexit en España: «Tres años después del referéndum, cuando habló con algún español siempre me hacen la misma pregunta `¿En qué estaban pensando? No entendemos esta mentalidad, ¿porqué quieren salir de la UE?´. Y  no es raro, a mi juicio, que cueste entenderlo. Es muy difícil para mi incluso comprender lo que pasó en el verano de 2016. Va más allá de asuntos económicos, hay cierto nacionalismo también y otras cosas».

Con respecto a lo que supone el Brexit para España y en qué puede afectarle más, el periodista afirma: «Siempre se habla del sector del turismo, que es muy importante aquí. El año pasado ya se vio una caída en el número de visitantes británicos, pero fue una caída bastante pequeña y además afectó lo de Thomas Cook. Pero a muchos hosteleros y al turismo le preocupa. Aunque parece que el gobierno español tiene un plan para arreglar esta situación. Pero habrá que ver también como afecta a otros aspectos como las exportaciones de bienes y productos españoles. La gente va a tener que sentarse a hablar a ambos lados».

Sam Jones es corresponsal de The Guardian en España desde 2016. Lleva 20 años escribiendo para este diario británico y anteriormente fue reportero dedesarrollo global y asuntos religiosos. En su cobertura de la actualidad sobre España ha tratado asuntos políticos como el auge de la extrema derecha, las largas condenas del 1-O, el «cambio de cara» y tácticas del movimiento independentista, o la «sombra de Franco» y y la dificultad de España para afrontar su pasado . Y también ha escrito sobre temas sociales como la misión de investigación de la pobreza en España de la ONU, de la muerte de Samuel, el «Aylan» español o de la saturación de los servicios de acogida de solicitantes de asilo en Madrid.

 

 

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