El diario británico publica una columna del periodista David Mathieson que considera que el derribo del monumento a la Brigadas Internacionales antifascistas de Madrid es un reflejo de la «manera intolerante, peligrosa y disfuncional de tratar el pasado» que se da en España.
The Guardian destaca: «Explicar el pasado para dar forma al futuro es un principio básico de cualquier proceso político maduro. Fuera de España, otros países europeos son cada vez más capaces de hacer frente a su propia historia oscura. Los visitantes de ciudades como Berlín, Nuremberg o Lyon, por ejemplo, se encuentran museos de clase mundial que cuentan con franqueza su papel en el siglo 20. Pero en Madrid no hay un solo punto de información o centro de visitantes que cuente la historia de la guerra civil. El gobierno del PP es incapaz de hacer frente a la diversidad de demandas sobre el pasado y prefiere bloquear cualquier discusión o debate.»
Añaden: «A pesar de las decenas de calles y plazas de Madrid, que todavía llevan los nombres de los miembros del régimen franquista, por no mencionar monumentos como el Arco de la Victoria que celebran el aplastamiento de la mitad de la población, ahora parece que presiones políticas acabarán con la única placa conmemorativa a las Brigadas Internacionales en toda la ciudad.»
El texto apunta además: «A menudo se dice que la historia la escriben los ganadores. Pero lo que pasa en Madrid no es sólo un ejercicio asimétrico de memoria histórica. Es una manera intolerante, peligrosa y disfuncional de tratar el pasado y no es fácil de casar con la imagen que a Madrid le gusta proyectar de ciudad del futuro, abierta, diversa y transparente.»
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The Guardian es un diario británico fundado en 1821 y conocido hasta 1959 como The Manchester Guardian. Su editor es Alan Rusbridger y su línea editorial es de centro izquierda. Es propiedad del Guardian Media Group que también edita The Observer que controlaba hasta 2008 The Scott Trust, una fundación sin ánimo de lucro centrada en mantener la independencia del diario. Ahora pertenece al The Scott Trust Limited, una compañía que ya no es una fundación, pero mantiene los mismos preceptos. Fue el diario que destapó el escándalo de las escuchas telefónicas en Reino Unido que provocó el cierre del tabloide News of the world. En marzo de 2012 su circulacion fue de 217.190 ejemplares pero su website es la 2ª más popular entre los medios de Reino Unido, solo por detrás de la del Daily Mail.