El presidente de EE UU ha presentado este 2 de abril lo que algunos han calificado como el «próximo gran proyecto de investigación» del país al estilo del que llevó a un hombre a la Luna, dio origen a Internet o el del Genoma Humano: Se trata de un programa multidisciplinar para trazar el mapa del cerebro humano que ayude a curar el alzheimer, parkinson o epilepsia. Y el científico que ha dado origen y liderado el proyecto es un español: Rafael Yuste.
Barack Obama lo ha explicado asi: «Hoy podemos identificar galaxia a años luz, o estudiar partículas más pequeñas que el átomo, pero todavía no hemos desvelado el misterio de las tres libras (1.300 gramos) de materia que tenemos entre las orejas».
Por eso ha lanzado, con una inversión inicial de 100 millones de dólares, el plan BRAIN (acrónimo en ingles de Brain Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies, es decir, Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías Innovadoras) para componer en los próximos 15 años el mapa de toda la actividad cerebral.
Esta es una idea que nació del científico español y que ahora involucra a un centenar de expertos. Rafael Yuste es profesor de ciencias biológicas y neurociencias de la Universidad de Columbia (UC), en Nueva York y codirector del Instituto Kavly para Ciencia Cerebral de la esta universidad. Fue uno de los científicos invitados por Obama a la presentación donde el presidente habló de: «algunas de las mentes más inteligentes e inoovadoras del país».
«En el caso del cerebro, nuestro desconocimiento es tan grande que estamos todavía en párvulos. Generación tras generación hemos ido acumulando datos sobre el cerebro, pero nos falta lo esencial: cómo se ensambla todo eso. Tenemos un puzle gigante de mil piezas que no sabemos cómo encajan», ha explicado Yuste, que en su cuenta de Twitter ha contado detalles del proyecto y del acto en la Casa Blanca.
El científico de origen madrileño explica en este video que cree que la culminación del «gran progreso o avance» para la ciencia neurológica está muy cercano y compara la tarea de los científicos con la de los montañeros: «Hay que tener una meta muy alta que casi parezca imposible. Como cuando ves el Everest y te preguntas como puedes ascenderlo».
La idea de hacer el mapa de la actividad cerebral surgió en un congreso en Chicheley, un pueblo entre Londres y Birmingham, en septiembre de 2011. Sucedió durante un debate entre Yuste y George Church, genetista del mapa del genoma humano. Presionado por Church sobre qué quería hacer de verdad, Yuste contestó que le gustaría registrar la actividad de todas las neuronas a la vez, capturar todos los impulsos eléctricos con los que se comunican entre ellas.
Yuste y Church, junto con otro neurobiólogo y dos físicos, improvisaron un documento para articular la idea, que encantó a la directora de la Fundación Kavli, un grupo californiano dedicado al progreso científico. La Fundación aconsejó a la Casa Blanca apostar por el proyecto como núcleo de la agenda científica de Obama. Ahora ya es una realidad, este admirador de Ramón y Cajal será una de las piezas claves de un programa que puede revolucionar la ciencia y la medicina del futuro.