El pasado viernes a las 19:59 recibí una llamada de teléfono del ex-Presidente Zapatero. Decía desconocer el caso de Al Mayali que denuncia Gervasio Sánchez. Zapatero afirmó no haber leido el informe del periodista: -No me habría pasado desapercibido porque conozco su trabajo y le tengo «un gran respeto profesional -dijo.
Gervasio Sanchez, uno de los más reputados corresponsales españoles, ha denunciado en reiteradas ocasiones el maltrato que sufrió su traductor en Irak a manos de agentes del CNI español. El reportero ha contado que encargó que le fuese entregado un dossier al expresidente detallando el caso:
Gervasio Sánchez explicó: «Después de que (su traductor en Irak) Flayeh al Mayali fuese liberado y declarase en una entrevista que había sido sometido a un trato inhumano y degradante en Base España, escribí el 2 de marzo de 2005 una carta al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que le fue entregada en el aeropuerto de Zaragoza y que leyó durante su regreso a Madrid.
Después de explicarle los antecedentes le rogaba: «Tome usted las riendas de este asunto y ordene una investigación interna que aclare por qué un iraquí ha pasado 11 meses de su vida encarcelado sin que ninguna autoridad civil y militar española haya presentado cargos contra él». También le comentaba que «España podría haber violado diferentes artículos de la Convención de Ginebra (en su protocolo cuarto)». No hubo respuesta ni acuse de recibo.
Desconozco si lo que dijo Zapatero en la llamada es cierto. Es posible que ambas cosas sean compatibles. Puede que alguien diga que le entregó un informe que no entregó, en cuyo caso se cometió una seria irresponsabilidad pues la denuncia es gravísima. Puede incluso que se lo entregasen en el grueso de información que manejan los Presidentes y quedase en el montón. Puede que, en efecto, fuese entregado y leido pero haya sido olvidado o puede que Zapatero no diga la verdad. Obviamente, yo no lo sé. Ni me corresponde a mi decirlo.
Me dedico a la información política, así que no es infrecuente conversar con políticos y periodistas. Pero la llamada de Zapatero me sorprendió. Zapatero había pensado que yo podía ponerle en contacto con Gervasio. Durante la conversación, insistió en que desconocía el caso de Al Mayali, que el reportero lleva años abanderando para que no caiga en el olvido. Conversamos, le creí, llamé a la radio, pedí el teléfono de Gervasio y se lo facilité al exPresidente.
Me parecía de obligada transparencia contar esa conversación. Así que posteriormente pedí permiso al exPte y como me ha autorizado lo he contado. Tras enviar el tweet, ayer de madrugada, me puse en contacto también con Gervasio Sánchez para detallarle la conversación, pues pensé que debía conocerla.
En todo caso no debe perderse el foco. Más allá del asunto de las llamadas o los dossiers, creo que la materia que denuncia desde hace tantos años Gervasio debe ser investigada hasta sus últimas consecuencias.
Al Mayali es un traductor que trabaja en una de las zonas más conflictivas del mundo ayudando a los periodistas españoles. Sigue haciéndolo a pesar del trato degradante al que fue sometido por agentes del CNI .
Los españoles que trabajan con él tienen que seguir mirándole a la cara sin poder explicar por qué este país le trató así. Que Gervasio Sánchez lleve denunciando el caso desde entonces no sólo le honra sino que dignifica esta profesión.
El caso de los 7 agentes del CNI asesinados debería reabrirse. Para aclarar por qué se buscó un chivo expiatorio, y por qué ha quedado impune.