El diario frances hace notar que en previsión de la llegada al poder del PP tras el 20 de noviembre, España vive un importante incremento de matrimonios entre personas del mismo sexo. Le Monde explica la falta de concreción y las «contradicciones» del lider del PP sobre lo que hará con esta Ley. Una situación que ha provocado mucha incertidumbre entre el colectivo homosexual.

(Foto: Flickr/Manuelvelandia)

El texto que firma la corresponsal Sandrine Morel recoge: «A menos de dos meses de las elecciones del 20 de noviembre, España vive «una ola de matrimonios entre personas del mismo sexo», dice el presidente de la Federación Española de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, Antonio Poveda. «Este año, el número de matrimonios homosexuales ha aumentado considerablemente, y muchas personas acuden a nosotros para obtener consejos para adelantar la fecha de su unión.»

«La relación con la fecha de las elecciones no es trivial. La duda se cierne sobre los pasos que tomara el candidato a la presidencia del gobierno del Partido Popular (PP, conservador), si es elegido. Mariano Rajoy, gran favorito en las encuestas, aún no ha presentado su programa. Pero en los últimos meses, hizo muchas declaraciones que sugieren que se podría eliminar la ley que permite el matrimonio entre homosexuales.» explican.

Le Monde apunta: «El grupo tiene motivos para preocuparse. En 2005, el PP no solo votó contra la ley que permite el matrimonio entre homosexuales, también apeló al Tribunal Constitucional que, seis años después, aún no ha emitido su veredicto. En aquel momento, muchos altos cargos del partido marcharon junto a la jerarquía católica española durante las manifestaciones contra la ley. Y varios alcaldes del PP llamaron a la insumisiión, asegurando que se negagan a celebrar uniones entre personas del mismo sexo.»

«Desde entonces, el señor Rajoy no deja de contradecirse sobre sus intenciones respecto a esta ley. En octubre de 2010, dijo en una entrevista con el diario El País que su «desacuerdo está en el nombre de matrimonio. No me gusta eso y creo que no es constitucional», lo que sugiere que podría sustituirlo por una unión civil. Dos meses más tarde, regresó a sus declaraciones y dijo que «espera la resolución de la corte y luego escuchará a la gente.» En enero, esta vez claramente anunció en la radio nacional que «iba a cambiar la ley del matrimonio gay.» dice el diario.

Y destacan: «fiel a su reputación, el candidato conservador prefiere para no provocar marejadas, evitar pronunciarse categóricamente. Desde el año 2006, 23.000 matrimonios gay se han celebrado en España. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, casi el 70% de los españoles están a favor del matrimonio gay asi como el 71% de los jóvenes votantes del PP menores de 29 años».

El congreso del PP ha recibido mucha atención por parte de los medios extranjeros. Todos mencionan que Rajoy lidera con amplitud todas las encuestas antes de las elecciones y le ven como futuro presidente de España. Recogen que ha prometido «austeridad» frente a la crisis, pero sin detallar ninguna de las medidas de su programa.

(Foto: Flickr/Partido Popular)

El Internacional Herald Tribune apunta: «Dilema español: ¿osadía o prudencia? Rajoy, que es probable que sea el próximo jefe del Ejecutivo del país, no es tan críptico. Su agenda está clara. Lo que no lo está es cómo prevé llevarla a cabo. Los votantes han de adivinar si su programa será rápido y radical o si se tomará su tiempo con medidas aguadas. Desde el punto de vista político, puede tener sentido. Aunque reconoce que los primeros años serán duros, Rajoy se aferra por el momento a los objetivos generales que nadie puede discutir: reforma del sector financiero, creación de empleo, recortar lo sobrante de los Gobiernos regionales y mejorar la educación».

«Presentar propuestas espectaculares podría hacerle perder algunos votantes que necesita para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento. El riesgo de seguir con la vaguedad es que decepcionará a los votantes que creen que es precisa una reforma radical y a los que no lo creen. En su biografía, Rajoy se describe como perfeccionista y �??muy prudente�?�. Puede ser la razón por la que no se lanza a hablar inglés a pesar de que �??durante un tiempo�?� estuvo estudiándolo varias horas a la semana. Sacar a España del bache exige decisiones valientes. La esperanza estriba en que las tomará; la preocupación es que las puede retrasar.»

Süddeutsche Zeitung destaca: «Ganar sin programa. Según las encuestas de El Mundo y La Vanguardia, el PP podrá contar co al menos 192 de los 350 escaños en el Parlamento. La distancia con el PSOE del presidente del gobierno saliente, José Luis Rodríguez, es de aproximadamente un 16%. Así, el PP superaría incluso el resultado récord de José María Aznar en el año 2000. El último miedo del PP es el miedo al miedo. Muchas veces la izquierda española se ha visto movilizada por el hecho de que el miedo a la derecha profundamente arraigada en la dictadura de Franco era más grande que el malestar por su propia gente».

«Según Rajoy, no aspira a ser querido por todos. Pero: �??el PP no es el enemigo de nadie�?�. Esta afirmación también se dirigiría a destinatarios dentro del partido. De esta forma encubierta, Rajoy ha ajustado también cuentas con el ala ultraderecha del partido, que tras la derrota electoral de primavera del 2008 habría preferido deshacerse de él. Querían un jefe del partido más agresivo; papel al que no se presta Rajoy».

Handelsblatt se hace eco de «Los anuncios de lo conservadores. El fin de semana, el PP celebró su congreso. Las encuestas prevén su victoria en noviembre y quizás incluso una mayoría absoluta. En las seis semanas que quedan hasta las elecciones aún puede ocurrir mucho. Los debates televisivos entre los candidatos de los dos grandes partidos tendrán gran influencia. El conservador Rajoy, retóricamente muy débil, tendrá que vérselas con el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, especialmente elocuente y popular. Si los conservadores se vieran obligados a formar un gobierno de minoría, la situación será difícil. Pues el PP, que cubre todo el espectro político desde el centro hasta la extrema derecha, seguramente tendría más problemas que los socialistas a la hora de encontrar socios en el Parlamento�?�.

Liberation recoge: El candidato del Partido Popular español Mariano Rajoy, el favorito para las legistlativas del 20 de noviembre, prometió este sábado «austeridad» frente a la crisis, declarándose también «preocupado» por el desempleo record que afecta a España. Para remediar esto, el jefe de la derecha española ha llamado a «una política económica ordenada, una política basada en la austeridad y la reforma», que «aliente a los emprendedores. Queremos defender la cohesión social, el estado de bienestar y los servicios públicos, pero con una buena gestión económica». El líder conservador, que criticó a los socialistas en el poder desde 2004, y «el peor legado deejado nunca por un gobierno para el próximo», no hizo propuestas concretas»

Euronews asegura: «Rajoy critica a los socialistas españoles pero no propone nada por ahora». Explican que «a mes y medio de las legislativas anticipadas, los partidos políticos ibéricos se organizan. El Partido Popular, oposición de derechas y gran favorito para las elecciones ha prometido austeridad para sacar al país la rutina. Su líder, Mariano Rajoy incluso convocó al ex presidente Aznar para inscribirse en su paso y regresar al poder después de siete años de purgatorio. «Sí, España necesita de otro primer ministro y otro gobierno, un gobierno que esté apoyado por los españoles con un mandato claro: terminar con la crisis».

Rzeczpospolita habla de: �??España: euforia de la derecha. En el congreso del PP en Málaga el líder de la derecha española Mariano Rajoy fue festejado como un ganador aunque había advertido que después de las elecciones habría que enfrentarse a la peor herencia que ningún gobierno hubiera legado a sus sucesores. El líder del PP aseguró que su gobierno sacaría el país de la crisis pero no reveló como lo conseguiría. Tampoco reveló que intentaría hacer con las más controvertidas leyes de los socialistas como el aborto bajo petición, los matrimonios homosexuales, la enseñanza ideológica para la ciudadanía, o la arbitraria ley de la memoria histórica. Parece que el PP intenta evitar declaraciones inequívocas en las cuestiones más controvertidas para no desanimar a sus electores más radicales y más liberales.

Herald Sun asegura: «la oposición presenta duras medidas para la economía.El líder del principal partido de oposición conservadora de España prometió el sábado un riguroso programa para sacar al país de la crisis económica si es elegido en las elecciones legislativas de noviembre. Mariano Rajoy, líder del Partido Popular Mariano, candidato en cabeza para la elección, estableció las líneas generales de su política en un discurso de clausura de la convención anual de su partido en Málaga, sur de España. Prestó especial atención a los niveles record de desempleo del país, que afecta al 20,89 % de la fuerza laboral, y prometió hacer de la creación de empleo una prioridad si es elegido.»

El diario Aufait Maroc se hace eco de las ultimas encuestas que vaticinan un claro triunfo del Partido Popular el 20N y alerta de las consecuencias del cambio de gobierno para Marruecos. Destacan que en Rabat, se ve al PP como «poco cordial hacia Marruecos» y recuerdan la crisis de Perejil. Anteriormente otros diarios marroquíes como Al Alam también han mostrado su preocupación a este respecto.

(Foto: Flickr/Pedroalas6)

El texto asegura: «según una nueva encuesta del Instituto Noxa Consulting en el diario catalán La Vanguardia, el Partido Popular español (PP) ganaría con claridad las elecciones legislativas del 20 de noviembre. Esta perspectiva no debe deleitar Rabat, siendo conocido el PP por sus posiciones poco cordiales hacia Marruecos».

Aufait Maroc segura que «la posibilidad de volver a ver al PP en el poder en España, aunque previsible, no es sin embargo susceptible de alegrar a Marruecos. La sola mención del nombre del partido reaviva malos recuerdos en Rabat, como el del asunto del islote Leila (Perejil), intervenido en 2002 bajo el mandato de José María Aznar. Se añade además el hecho de que el Gobierno de Zapatero, a pesar de algunos contratiempos dpilomáticos con el vecino del sur, está más interesado en la preservación de las relaciones de buena vecindad entre los dos países».

Y citan unas declaraciones del corresponsal en Marruecos de El País Ignacio Cembrero, en las que este revela que para el PP «Marruecos es un socio importante, pero no una prioridad. Por ello, el PP va a consagrar menos esfuerzos que los socialistas en mantener una relación cordial con Marruecos. Y también abogará menos en favor de los intereses marroquíes en el seno de la Unión Europea o las instancias in ternacionales».