El anuncio de Bankia que llama a «ser bankero» está a punto de convertirse en uno de los más impopulares de la era Internet. La proposición, además,  no es nada edificante pues la agencia de publicidad ha probado a invocar la codicia para conseguir accionistas. La agencia Publicis se ha lucido.

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Uno de los anuncios originales de Bankia

Alguno creerá que, en efecto, pagar 1.000 euros da acceso a las filas de uno de los sectores más impopulares de esta crisis. Porque no nos engañemos. En la conciencia colectiva ha quedado que la banca mundial persigue el interés particular frente al de la mayoría. Y a ese sector se le han achacado la mayor parte de las desgracias que ha arrastrado esta crisis en todo el mundo.

También ha quedado en la conciencia que los miembros de ese sector se han enriquecido en todos los escenarios, incluso tras ser rescatados con dinero público por los gobiernos democráticos, e incluso restringiendo sus créditos a las pequeñas empresas. Son solo generalizaciones, puede ser, pero el imaginario colectivo es así.

Pero entonces ¿a quién podría interesar tal propuesta?

 

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El anuncio ya ha sido versionado por los internautas

La agencia de publicidad,  y «Bankia», en lugar de ofrecer una respuesta a ese relato, han optado por invitar a los espectadores a la siguiente reflexión: «Ve más allá,  tu puedes ser como nosotros«.

Aunque la trampa es que la entrada te va a costar mil euros, por lo menos.

Las cuentas, así por encima, ya han sido hechas por los internautas tras conocerse lo que cobrará anualmente parte del equipo gestor.

En menéame el tema ha llegado a portada y k4rlinh0s, un usuario escribe entre los comentarios:

» después de ver el anuncio de bankia hice una cuenta rapida:
1.000 euros cada «bankero» (…) x 10.000 (bankeros) = 10.000.000 de ?
Los 10.000 primeros tipos que ingresen esos 1.000 ? para ser bankero, estarán pagando el sueldo»

Y en efecto no, uno no es banquero por comprar acciones de un banco, como tampoco es futbolista por comprar acciones del Real Madrid, y como tampoco es cineasta por comprar una entrada de cine. El lenguaje es perverso, especialmente en algunas manos.

[foto vista aquí]

El semanario francés publica una serie sobre el final de los dictadores. El primer reportaje repasa, coincidiendo con el 75ª aniversario de su golpe de estado, cómo fueron los últimos días de Francisco Franco. L´Express menciona tanto el contexto de la España de 1975 donde incluso «un Franco moribundo seguía inspirando miedo» como los intentos de los médicos por evitar lo inevitable, provocando una agonía interminable. Hay también espacio para analizar los pasos que siguió su «heredero» el Rey Juan Carlos.

Periódicos informando de la muerte de Franco
(Foto: Flickr/Iuraya)

El texto que firma Pascal Ceaux relata como el «17 de octubre de 1975, el Caudillo es víctima de un primer ataque. Y es mantenido en vida a toda costa hasta el 20 de noviembre. Entre bambalinas, los clanes se desgarran alrededor de la sucesión». Y describe los detalles de los problemas de salud que afectan al dictador y el encarnizamiento terapeútico de los médicos y políticos que tratan de prolongar su vida.

L´Epress explica que el heredero designado por Franco, el futuro Rey Juan Carlso «no convence a todos los franquista» y se establecen «dos clanes: uno quiere acelerar el ascenso al trono de Juan Carlos, y el otro se opone. Algunos abogan por el establecimiento de un poder milita. Como un triunvirato, tomarían la responsabilidad directa de los bienes del fallecido dictado. Incluso se evoca un candidato alternativo: Alfonso de Borbón Dampierre. El príncipe tiene la ventaja de ser ¡el marido de una nieta de Franco!

Los falangistas insisten por lo menos en un punto: tenemos que mantener el Caudillo vivo a toda costa, el tiempo suficiente para construir la solución. Porque Juan Carlos, también se ha preparado. Mantiene desde hace varios meses contactos secretos con representantes de la oposición democrática, a los que no oculta su deseo de acabar con el núcleo duro del régimen de Franco. El 2 de noviembre, voló a una visita improvisada en el Sahara español, un viaje saludado por la opinión pública. La gente puede ver la iniciativa de un futuro soberano.

Y sobre la muerte de Franco explica «España aguanta la respiración, aunque el regimen guarda las apariencias. 19 de noviembre, como si nada hubiera pasado, cinco militantes de ETA son detenidos en Bilbao. El mismo día, los siete estudiantes caen en las redes de la policía en Zaragoza, siete en Madrid. Por la noche, la televisión emite documentales de vida salvaje. Uno de ellos se titula: Es difícil ser pingüino! En el el hospital de La Paz, Franco muere. Electroencefalograma plano. A las 6 h 10 am, un boletín oficial de la radio nacional anuncia la muerte».

«La calma reina en el país. Tres días más tarde, decenas de miles de españoles asisten a los funerales del Caudillo. Algunos quiza recuerden la incredulidad del padre del fallecido, cuando se enteró de que el más mediocre de sus tres hijo tomó el poder: «Dejad que me ría» El día antes del funeral, al que ningún jefe de Estado europeo de nivel asistirá, Juan Carlos fue coronado rey de España. Franco ha muerto de verdad».

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Así es como se negocia al estilo del Partido Republicano: se empieza por hacer exigencias absurdas. Se intimida a los rivales hasta que cedan la práctica totalidad de lo que se quiere. En lugar de aceptar el acuerdo, se añade un amplio abanico de exigencias radicales nuevas. Deje caer que no le gustaría que nada malo le sucediera al rehén que ha hecho – el bienestar de la nación. En la medida de lo posible, actúe y suene igual que Jack Nicholson en «El resplandor».

Esta estrategia les fue tan bien a los Republicanos que no es ninguna sorpresa que la vuelvan a utilizar, esta vez en la innecesaria lucha por lo que debería ser una subida rutinaria del umbral de endeudamiento. Esta vez, sin embargo, está sucediendo algo distinto: el Presidente Obama parece estar sacando su Robert De Niro en «Taxi Driver». En una rueda de prensa mantenida el pasado miércoles, la respuesta de Obama a los Republicanos fue, esencialmente, «¿Hablas conmigo?»

La postura desafiante de Obama parece haber pillado a los Republicanos con el paso cambiado. Ellos creían que todo lo que tenían que hacer era convencer a todo el mundo de que estaban lo bastante locos para forzar la impensable reestructuración de las obligaciones económicas del país. Ahora deben de estar preguntándose si Obama está lo bastante ido para dejarles.

No es probable que lo esté. Pero la Casa Blanca ha mantenido la presión, aduciendo que el verdadero plazo para adoptar medidas en el Congreso con el fin de evitar la reestructuración no es el 2 de agosto, como decía el Departamento del Tesoro, sino el 22 de julio; hace falta tiempo para redactar la legislación necesaria, explicaron los funcionarios. Tic, tac, tic, tac …

«Malia y Sasha acaban por lo general sus deberes un día antes», decía Obama, comparando con salero — pero eficazmente — la actividad de sus hijas con la pereza legislativa. «Es impresionante. No esperan a la noche anterior. No estiran la jornada. Tienen 13 y 10 años. El Congreso puede hacer lo mismo. Si usted sabe que tiene que hacer algo, lo hace».

La molestia y la insistencia de Obama se dirigen a los Republicanos que controlan la Cámara, y lo que quiere que «hagan» es abandonar la intransigente postura de que cualquier acuerdo de la deuda tiene que incluir sustanciales y dolorosos recortes presupuestarios pero ni un centavo de impuestos nuevos.

El presidente exige que el Congreso elimine también «las ventajas fiscales de los millonarios y los multimillonarios… las petroleras y los gestores de fondos de inversión y los particulares dueños de aviones privados». Sin estas subidas modestas de la recaudación pública, dice, la administración tendrá que recortar el gasto destinado a la investigación médica, la inspección alimentaria y el Servicio Meteorológico. Asimismo, presumiblemente, cualquier apoyo federal a los cachorros y el pastel de manzana.

En realidad hay quien no es millonario y nunca vuela en aviones privados y también pierde ventajas fiscales dentro de la propuesta del presidente. Y es difícil creer que lo primero que hará el estado, si el Congreso no brinda ninguna recaudación nueva, es detener las inspecciones sanitarias de la carne picada. Pero Obama tiene razón en que los recortes serán draconianos — y tiene razón al insistir en que los legisladores Republicanos afronten la realidad.

Mi opinión, para que conste, es que ahora es mal momento para hacer recortes del gasto o subidas tributarias — que es ridículo hacer algo que podría desacelerar la torpe recuperación económica, incluso mínimamente. Pero si hay que hacer recortes, entonces los Republicanos tienen que ser obligados a bajarse de la burra del discurso de que no habrá impuestos nuevos.

Hasta desplazándose un centímetro, las esperanzas del país se vuelven bastante más halagüeñas. Esta lucha es así de importante.

Cada instancia independiente y bipartidista de excepcionales que ha examinado el problema del déficit ha llegado a la misma conclusión: la diferencia entre el gasto público y la recaudación pública es demasiado considerable para cerrarse exclusivamente a base de recortes presupuestarios. Con ferviente convicción pero ninguna prueba, los Republicanos del movimiento fiscal están convencidos de lo contrario — y los Republicanos de la Institución, que saben lo que les conviene, tienen miedo a llevarles la contraria.

La difícil labor de situar al estado federal en la vía fiscal a la solvencia no puede empezar mientras la mayoría de la Cámara rechace la simple matemática por motivos ideológicos.

«Me he reunido con los líderes en múltiples ocasiones», decía Obama aludiendo al presidente de la Cámara John Boehner y al secretario de la oposición en el Senado Mitch McConnell. «En algún momento tendrán que hacer su parte». La parte a la que se refiere consiste en bajar a los Republicanos amantes de la ficción al mundo real, y hay que hacerlo.

Los riesgos son peligrosamente altos, pero Obama sí tiene una opción apocalíptica: Si todo los demás fracasa, puede anunciar que un capítulo de la Decimocuarta Enmienda — «La validez de la deuda pública de los Estados Unidos, establecida por ley… no será cuestionada» — hace inconstitucional el límite de la deuda y le obliga a tomar cualquier medida necesaria para evitar la reestructuración.

Tal vez sea ese el motivo de que, en medio de este duelo, el presidente no parezca inclinado a vacilar.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2011, Washington Post Writers Group
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Sección en convenio con el Washington Post

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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«Se ha puesto fecha – y se han elegido candidatos – a unas elecciones para ocupar el escaño del legislador caído en desgracia Anthony Weiner. Para mi decepción, ninguno de los candidatos es el propio Weiner, que es sin duda la víctima más reciente de acoso escolar del curso. Su dimisión fue exigida por Nancy Pelosi, que heroicamente antepuso la formación a los principios y, sin pararse a decidir si se había violado una ley, encontrado el cadáver o se habían vulnerado al menos las normas deontológicas del reglamento del Congreso, echó a Weiner. El presidente la apoyó, diciendo que si él fuera Weiner, dimitiría. No se mencionó que si Obama fuera Weiner, tendríamos un acuerdo presupuestario.

Weiner fue expulsado presuntamente por razones prácticas. Era una distracción de la labor que no se estaba haciendo, los acuerdos que no se estaban cerrando, un déficit presupuestario en manos de Dios y una guerra innombrable en Libia que la Cámara de Representantes financiará pero no apoya — o algo parecido.

Weiner se fue – y en un gesto idóneo para lo extraño de la situación, lo hizo en rueda de prensa. Gran parte de la prensa se agolpaba. Casi no importaba, al parecer, que Weiner hiciera sus fotografías, tan privadas y raras como pudieran ser, para enviarse a receptoras concretas. La mayoría de las mujeres solicitaron la atención de él y la que compareció en el programa «Today» (junto a dos abogados) dijo haber correspondido en especie. Traci Nobles, una de las seis compañeras de Weiner en Twitter, dijo a una claramente atónita Ann Curry que se sintió «halagada» por la atención de Weiner y que, en evidente homenaje a Edith Piaf, no lamentaba nada (??Non, Je Ne Regrette Rien?). Hasta ahí el desfile de víctimas.

En realidad, hay víctimas. Una es el mecanismo jurídico de acusación, que concibe un procedimiento diferente al del linchamiento colectivo para que el Congreso se deshaga de alguien perverso. Otra es el decoro, que significa que defiendes a alguien que no ha cometido ninguna fechoría jurídica. Y hay que preguntar qué clase de precedente se está sentando. ¿Qué clase de mundo es aquel en el que un mirón como el columnista Andrew Breitbart se apodera de una fotografía destinada a otra persona y la da a conocer — no para desvelar un delito sino para agitar y mortificar sencillamente? Para ello, Breitbart llegó a presentarse en una rueda de prensa de Weiner, actuando como quien ha realizado un servicio al país y merece reconocimiento – a lo mejor un Pulitzer. Rupert Murdoch puede hacer la presentación.

Anthony Weiner y Bill Clinton tienen mucho en común. Los dos vieron invadidas sus vidas privadas. Ambos caballeros cayeron en el cepo de la mortificación, Clinton en el tendido por sus rivales políticos conservadores y por aquel moderno comisario Javert de Los Miserables, el fiscal Kenneth Starr; y Weiner en el tendido por Breitbart y los demás merodeadores conservadores. En los dos casos, la persecución estaba justificada presuntamente porque los dos caballeros habían mentido. Pero no habían mentido para ocultar un delito, sino para encubrir un motivo de vergüenza. Hay diferencia, y aunque Clinton se pasó — cometió perjurio – Weiner no hizo nada parecido. Mintió para salvar la cara. Por alguna parte del Congreso habrá alguien que ha hecho parecido.

Vivimos en un mundo en el que hay muy poca privacidad. El portal de Sony ha sido pirateado, el de Citibank ha sido pirateado y hasta el de la CIA ha sido pirateado. Cada clic del teclado te convierte en un bien de consumo — información que alguien comprará o robará. Allá en Inglaterra, las huestes de Murdoch piratearon el contestador de una niña de 13 años secuestrada (hallada asesinada más tarde), despertando por fin a una institución cobardemente política a base de aullidos de protesta y obligando a Murdoch a cerrar su News of the World: Descabezado diario en país sin carácter. Ni aquí, ni allá ni por ninguna parte, nadie está a salvo.

Podría pensar que sólo un congresista sugeriría que la privacidad de Weiner era algo digno de protegerse, incluso si sus acciones no fueran dignas y el propio caballero fuera un canalla. Diría que alguien denunciaría a los parásitos de los medios cuyo sustento consiste en las miserias de los demás y que insistiría en que habría de promulgarse una ley antes de que la ciudadanía sea privada de representación. Después de todo, los sondeos recabados en aquel momento sugieren que los electores de Weiner todavía le apoyarán, distinguiendo de alguna forma entre su vida privada y su servicio al país. Algo se cuece en Brooklyn. El sentido común también.

Semanas enteras – eones en la era de Twitter – han transcurrido desde que Weiner renunciara de forma que ahora tenemos cierta perspectiva. Nos podemos preguntar: «¿De qué iba todo aquello?» De muchas cosas, siendo una de ellas muy importante lo que el magistrado Clarence Thomas llamó apropiadamente en una ocasión «un linchamiento digital». La expresión se volverá a utilizar otra vez seguro.

Richard Cohen
© 2011, Washington Post Writers Group
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A pesar del ruido y de la enorme presión que existe sobre el Tribunal, Camps se sentará en el banquillo. La decisión del juez Flors reconcilia al ciudadano con la justicia, pues hubo un momento en el que pareció que la causa iba a quedar impune, sin ser siquiera juzgada.

La estrategia de última hora lanzada por su abogado pudo funcionarle. El cohecho impropio tiene que demostrar que las prebendas se reciben «en condición de..» y si esa condición consigue diluirse, -o no queda clara-, el caso puede ser fácilmente sobreseido. Así ha sucedido otras veces e incluso hay alguna resolución del Supremo que lo atestigua. Y sí. Los abogados de la acusación temieron en los últimos días que el juez lo considerase así, y por eso la sorpresa por el auto ha sido doble.

Pero era difícil que el juez cayera en la trampa jurídica y creyera que Camps recibió los regalos en condición de presidente del partido, en lugar de como Presidente de la Generalitat. Al fin y al cabo el propio Camps mintió desde el principio sobre la procedencia de los mismos, lo que hacía muy dificil el cambio de versión a estas alturas.

A quien no ha beneficiado en absoluto ese cambio de estrategia es al PP y a Mariano Rajoy. A Rajoy porque siempre dijo que le «resultaba increible que Camps hubiera aceptado tres trajes regalados», como finalmente ha confirmado el propio Presidente y al PP porque desde el acoso a Felipe González hizo de la lucha contra la corrupción su bandera. Hoy , echando la vista atrás, el PP es la caricatura de lo que perseguía.

Vayamos a 1986. El Presidente de Castilla y León, Demetrio Madrid se vió envuelto tangencialmente en un juicio y el PP  montó tal polémica que terminó dimitiendo. La enorme presión que ejerció el entonces novel José María  Aznar supuso su ascenso político y la caida del Presidente socialista. ¡Cuantas cosas han pasado desde aquél PP! Años después, por cierto, en 1989, Demetrio Madrid fue absuelto aunque nunca restituido en su honor.

Ahora el juicio de Camps quedará en manos de un jurado popular. Y es importante recordar que el Tribunal no va a tener que decidir si Camps recibió regalos o no, pues esto ya lo ha confirmado él mismo. Sino si lo hizo por y para algo.

Un caso de cohecho impropio siempre es complicado. La defensa tratará de confundir al jurado con facturas y tecnicismos y la subjetividad, el ruido ambiental, la presión mediática y las valoraciones previas sobre la corrupción y las corruptelas pueden jugar su papel de forma negativa.

Pero todos los que trabajan con jurados populares coinciden en que los ciudadanos se comportan con una enorme responsabilidad, ateniéndose a las pruebas, sabedores de lo trascendente de su decisión. Tendrán eso sí que mirarle a la cara:

«El juicio, que celebrará un tribunal del jurado presidido por un magistrado progresista (Juan Climent), será largo y Camps deberá sentarse en el banquillo el tiempo que dure. Por el Tribunal Superior de Justicia valenciano desfilarán decenas de testigos, entre ellos los líderes de Gürtel. Se oirán las conversaciones intervenidas por la policía. Y todo será público». [explica EL PAIS]

Así que vaya una paradoja. El polémico caso puede devolvernos la confianza en la justicia y en el ciudadano, pero ¿y que hay de la política?

 

El cantante ha sido entrevistado dentro del programa de la Cadena Ser Hoy por Hoy Madrid. En la conversación -retransmitida con video-chat en directo por radiocable.com-, Ramoncín ha repasado los detalles de la investigación por corrupción contra la SGAE.

En la conversación con Alberto Granados, asegura que «nunca sospechó nada» y defiende que «si alguien se ha llevado algo fue en un cuarto oscuro y a los ojos de nadie». En cualquier caso se declara partidario de que la Sociedad General de Autores se refunde para «pasar desaparecibida»



El cantante mostró su sorpresa por la operación y especialmente por el segundo auto del juez pues según sus palabras, en lo desvelado «hay cosas que llaman mucho la atención», especialmente la «sospecha» del juez de que las elecciones de la SGAE no fueron limpias. Sostiene que nunca tuvo sospecha de que algo raro podía estar ocurriendo con el dinero «porque todo ocurrió en una de las mercantiles de la SGAE».

Y defiende que las cuentas eran presentadas por una «legión» de técnicos y empleados y auditadas por Price Waterhouse y que entonces «no se dudaba». Por eso cree que si alguien «ha estado haciendo algo ha sido en un cuarto oscuro y a los ojos de nadie».

Ante la gravedad de las acusaciones, Ramoncin defiende una refundación de la SGAE: «incluso hasta de nombre, tener una relación con el obligado al pago mucho más razonable y sensata, darse cuenta de lo que le ha hecho tanto daño estos años que ha sido esa manera tan indiscriminada de cobrar por ejemplo el canon… si no sabe hacer eso yo podría ir al Ministerio de Cultura a pedir una licencia nueva». La SGAE -cree- debería refundarse con «un objetivo: pasar desapercibida» como sucede en Francia, Alemania, Reino Unido, Japon o EEUU.

En cuanto a su situación personal el cantante sostiene: «A mi podrán imputarme errores, puedo haberme equivocado en una defensa… pero tengo mis cuentas claritas y perfectas y no me imputa nadie nada, he ido voluntariamente de testigo a declarar y si no tienes nada que esconder, no tienes nada que temer».

Una de las revelaciones más llamativas se produjo cuando el cantante afirmó:

«hace dos meses una persona amiga mía del Minsiterio del Interior me dijo «creo que se está haciendo una investigación a la SGAE por corruptelas. Hablan de 700 millones». Y yo le dije que con esas cifras es imposible pues la SGAE recauda 320 millones. Si alguien mete la mano en un cajón, se lleva, en un negocio de veintitantos millones parece que hay cuatro y medio, cinco o seis millones… que es pasta, pero no son 400 millones».

El anuncio a media mañana de que el juez Flors ve indicios suficientes para abrir vista oral contra el presidente valenciano por un presunto delito de cohecho por recibir trajes de la ‘trama Gürtel’ ha incendiado la red. Twitter ha congregado las primeras reacciones. Se habla de que el procesamiento ya es una condena ética, de la reacción del PP, de la implicaciones para la campaña electoral y de la necesidad de investigar más sobre una posible financiación ilegal del partido.

Francisco Camps
(Foto: Flickr/Gvafranciscocamps)

Jesus Maraña: «Camps será juzgado por las «25 prendas» recibidas, pero éticamente ya está condenado por haber mentido en sede judicial y parlamentaria».

Anton Losada: «Aplicando la tesis del PP de que ser el más votado lo sana todo, entonces Bildu puta madre, no?»

Fernando Garea: «Si el PP pide la dimisión de Rubalcaba sin estar mencionado en el sumario, que debería hacer con Camps que va a ser juzgado?»

Carlos Hernández: «Lo de los es la anécdota. Esperemos que la justicia destape la financiación del PP, las cuentas en paraísos fiscales y todo lo demás»

Carlos Salas: «¿Qué es más llamativo? ¿Que a Camps le regalaran trajes por 30.000 euros o que cada despido de Telefónica cueste 415.000 euros?»

Albert Medrán: «¿Se puede permitir Rajoy llegar a las elecciones con Camps en el banquillo? ¿Se puede permitir una condena por cohecho? Creo que no.»

Albert Rivera: «Por qué todos los focos se ponen en 3 trajes de 200? y olvidan 30M? de contraciones irregulares y posible financiación ilegal del PP en ?

Paco Arnau: «Si Camps es condenable por los jueces, quienes lo votaron merecen ??al menos?? un curso básico de educación para la ciudadanía. Digo yo»

Miguel Muñoz Encinas: «El juicio a Camps será, previsiblemente, en otoño… ¿En plena campaña para las elecciones generales quizá?»

Manuel Rico: «El (presunto, claro) sigue sin dimitir y Rajoy continúa concentrado en el desarrollo del Tour y la lectura del Marca»

Daniel Montero: «Dos años ha tardado la Justicia en investigar los trajes de Camps. Prisa lo que se dice prisa… no se ha dado el TSJV»

Luis Faci: «Los que ayer (Faisán) lanzaban loas a la Justicia hoy (Gürtel) la desprestigiarán. Mañana será al revés. Pasado, al contrario. Y al otro».

Patricia: «Si tuvieramos democracia real los valencianos echarían a Camps por algun mecanismo democratico»

Jorge Abad: «A los que dicen que no es grave lo de Camps, que solo son 3 trajes. Precisamente lo grave es que -presuntamente- se venda por 3 simples trajes«.

Carlo Marella: «El panorama politico español comienza a parecerse peligrosamente al italiano. Mal camino llevamos.»

El Barón rojo: «Sólo en política puedes ser titular y estar sentado en el banquillo al mismo tiempo.»

El semanario británico publica un analisis del movimiento del 15M en España. Definen a los indignados más como «un síntoma» más que como un movimiento. Y respecto a la heterogeneidad del mismo, consideran que lo que les une son «las quejas no las soluciones».  En cuanquier caso, tras algunas noticias recientes, de The Economist asegura «Puede que no sepan lo que quieren, pero están empezando a conseguirlo».

Concentracion de Indignados en Barcelona
(Foto: Flickr/Ojo Espejo)

The Economist explica: «no hubo ni lanzamientos de piedras ni gases lacrimógenos, pero el 9 de julio los educados manifestantes ??indignados? de España se apuntaron aun así una victoria. Tras ser respaldado como candidato del Partido Socialista en el poder a presidente del Gobierno en las próximas elecciones, previstas para el próximo marzo, Alfredo Pérez Rubalcaba empleó su discurso de aceptación para proponer una reforma electoral».

«Puede que no sea algo espectacular, pero la petición de Rubalcaba de que España acepte el modelo de votación alemán para así adoptar la representación proporcional pero dejando que la gente elija a sus diputados locales fue una compensación directa al movimiento que de forma espontánea ocupó plazas urbanas a mediados de mayo afirmando que los políticos ??no nos representan??? recogen.

Y más a fondo sobre los indignados el texto apunta: ????no se trata en realidad de un movimiento??, dice Josep Lobera, especialista en encuestas, ??Es un síntoma. Expresa una sensación general de preocupación e ira??. Los conservadores tildan a los indignados de extremistas. Algunos les consideran un grupo izquierdista que se está aprestando para batallar contra un gobierno reformista de derecha del Partido Popular, encabezado por Mariano Rajoy y con probabilidades de obtener el poder en las próximas elecciones».

«Pero si esto es extremismo, ¿por qué se mantiene el apoyo a los indignados cuando el partido bajo dirección comunista Izquierda Unida sólo logra el 4% de los votos? Una de las respuestas es que no sólo hay izquierdistas entre los indignados. ??Es cierto que hay mucha gente de extrema izquierda, pero hay también liberales en economía y centristas?, afirma Francisco Cañero, ex pequeño empresario y ahora activista. Lo que une al movimiento son las quejas, no las soluciones? dice The Economist.

??Una de sus preocupaciones son los partidos políticos. Los españoles califican a los partidos como su tercer mayor problema tras la economía y el paro. Los sondeos muestran un amplio apoyo a suprimir los grados de inmunidad que gozan algunos políticos inmersos en los casos de corrupción que envenenan las políticas regionales y municipales».

«Sin embargo, los analistas apuntan a un más amplio cambio de ánimos. Las investigaciones judiciales sobre asuntos fiscales de Emilio Botín, presidente del Santander, y las sospechas de fraude en las Sociedad General de Autores, que hace una campaña contra la piratería en Internet,  contribuyeron a enardecer a los indignados, Bankinter, banco comercial, ha respondido a la furia por las ejecuciones hipotecarias introduciendo la primera hipoteca en España a la que se puede renunciar al estilo norteamericano sencillamente entregando las llaves».

El semanario británico recoge también: «Rubalcaba ha empezado a atacar a los banqueros. Los acusa de prestar a personas que sabían que no iban a poder pagar y amenaza con nuevos impuestos. Puede que sea un amable guiño a la indignación educada, pero tiene algo de populismo».

Niños en un hospital en Etiopía

La ONG Alboan ha analizado en un informe [ver pdf] como han afectado los recortes aprobados por el gobierno de Zapatero contra la crisis a la ayuda española pública de cooperacion. España ocupa ahora el septimo puesto a nivel mundial por volumen (en 2009 fuimos 6º) y tras siete años consecutivos de incrementos, se ha apreciado en 2010 un considerable recorte. (Foto: Flickr/Fundacionfadei)

En 2010 se destinaron a cooperación 5.917 millones de euros, 667 menos que el año anterior. Esta cifra supone un descenso en el porcentaje de la Renta Nacional Bruta que se destina a ayuda que pasó del 0,49% de 2009 a 0,46%. Con el agravante de que en 2009 ya hubo un descenso comparado con 2008 cuando se alcanzó el «record» de fondos públicos destinados a cooperación con 6.867 millones.

A nivel general, en cambio ha habido un aumento de fondos. Asi entre todos los donantes destinaron a cooperación unos 128.728 millones de dólares en 2010 frente a los 119.781 millones de 2009. Tras los recortes, el informe de Alboan sirve de «foto panóramica» de como ha quedado la actual situación de la cooperación internacional.

EEUU capitanea el ranking de 23 países donantes con 30.000 millones, en segundo lugar se encuentran las tres grandes potencias europeas (Francia, Alemania y Reino Unido) que se encuentran en la franja de los 12.000 millones, mientras que Japón se sitúa en la franja de los 10.000 millones euros. España se encuentra justo por detrá en la de los 6.000 millones, igual que los Países Bajos que en este 2010 han adelantado a nuestro país en la lista.

Si el ranking se hace en base al conocido compromiso internacional de destinar el 0,7% del PIB a cooperación, hoy sigue habiendo solo 5 países del mundo que han logrado superar ese umbral: Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y Suecia.

En cuanto a los grandes donantes, EEUU se mantiene en el 0,21%, Francia en  el 0,50%, Alemania en el 0,38, Reino Unido en el 0,56% y Japón en el 0,20%. Aunque todos han aumentado su porcentaje (salvo el de EEUU que no ha variado). En cambio España ha sido quizás el país que más rápidamente fue incrementando la ayuda desde 2004, pero  el que más bruscamente ha interrumpido su trayectoria el último año, quedándose en un 0,43%.

El estudio también dedica un capitulo entero a analizar la situación de la cooperación en el País Vasco. [visto aqui]

Sede del Ministerio de Asuntos Exteriores
(Foto: Flickr/Sftrajan)

El cantante ha sido entrevistado por Alberto Granados en la Cadena Ser dentro del programa Hoy por Hoy Madrid. En la conversación -retransmitida en vídeo en directo por radiocable.com-, Ramoncín ha repasadolos detalles de la investigación por corrupción contra la SGAE. Asegura que «nunca sospechó nada» y cree que «si alguien se ha llevado algo fue en un cuarto oscuro y a los ojos de nadie». En cualquier caso se declara partidario de que la Sociedad General de Autores se refunde para «pasar desaparecibida»

Ramoncin revela que le «sorprendió» toda la operación y especialmente el segundo auto del juez. Y asegura que en lo desvelado «hay cosas que llaman mucho la atención» como por ejemplo la «sospecha» del juez de que las elecciones de la SGAE no fueron limpias. Sostiene que nunca tuvo sospecha de que algo raro podía estar ocurriendo con el dinero «porque todo ocurrió en una de las mercantiles de la SGAE».

Y defiende que cuando las cuentas eran presentadas por una «legión» de técnicos y empleados y auditadas por Price Waterhouse «no se dudaba». Por eso cree que si alguien «ha estado haciendo algo ha sido en un cuarto oscuro y a los ojos de nadie que es lo que parece que ha ocurrido».

Pero ante la gravedad de las acusaciones, Ramoncin defiende una refundación de la SGAE «incluso hasta de nombre, tener una relación con el obligado al pago mucho más razonable y sensata, darse cuenta de lo que le ha hecho tanto daño estos años que ha sido esa manera tan indiscriminada de cobrar por ejemplo el canon… si no sabe hacer eso yo podría ir al Ministerio de Cultura a pedir una licencia nueva». La SGAE debería refundarse con «un objetivo: pasar desapercibida» como sucede en Francia, Alemania, Reino Unido, Japon o EEUU.

En cuanto a su situación personal el cantante sostiene: «A mi podrán imputarme errores, puedo haberme equivocado en una defensa… pero tengo mis cuentas claritas y perfectas y no me imputa nadie nada, he ido voluntariamente de testigo a declarar y si no tienes nada que esconder, no tienes nada que temer».

Y revela que «hace dos meses una persona amiga mía del Minsiterio del Interior me dijo «creo que se está haciendo una investigación a la SGAE por corruptelas. Hablan de 700 millones». Y yo le dije con esas cifras es imposible, la SGAE recauda 320 millones. Si alguien mete la mano en un cajón, se lleva, lo que va a pasar al final en un negocio de veintitantos millones parece que hay cuatro y medio, cinco o seis millones… que es pasta, pero no son 400 millones».