Buena parte de la prensa extranjera destaca los incidentes en el Parlament catalán. Explican que la protesta que bloqueó la entrada a los diputados es obra del movimiento 15M, que derivó en enfrentamientos violentos con heridos y que ha levantado polémica y algunas dudas con respecto al amnio que puede tomar ahora el movimiento. Todos recogen además que varios políticos catalanes, entre ellos Artur Mas, llegaron al Parlament en helicóptero para evitar a los manifestantes.

El Financial Times habla de que «las protestas españolas se reavivan en Barcelona». El texto de sus corresponsal Victor Mallet explica que «alrededor de 2.000 manifestantes increparon a los políticos y les cerraron el paso en el Parlamento catalán, retrasando un debate sobre el presupuesto, en lo que constituye la última erupción de protestas públicas en España. Artur Mas, el primer ministro, fue llevado a la asamblea en Barcelona en helicóptero y otros políticos en camionetas de la policía durante la protesta. Hasta estos disturbios, parecía que el llamado movimiento de 15 de mayo se estaba desvaneciendo tras las elecciones regionales del mes pasado».

The Guardian titula su noticia sobre los incidentes sucedidos en el Parlament de Barcelona: «Políticos catalanes llevados por los cielos para evitar a manifestantes». Recogen que el «presidente catalán, Artur Mas, fue uno de los al menos 10 políticos que llegaron en helicóptero al parlamento regional para evitar a unos 2.000 manifestantes que trataban de bloquear el edificio en protesta contra los recortes presupuestarios previstos en la educación y la salud. Los enfrentamientos estallaron cuando la policía empujó manifestantes hacia atrás para los diputados que llegaron a pie puede entrar. Los políticos fueron abucheado, y al menos dos rociados con pintura».

BBC destaca que «una multitud enfadada persigue a los diputados en Barcelona. Artur Mas, estuvo entre los funcionarios que llegaron en helicóptero de la policía porque los manifestantes estaban bloqueando la entrada. La protesta se llevó a cabo al mismo tiempo que otra similar en Atenas, en la que los activistas trataron de rodear el Parlamento griego en un vano intento de detener a los diputados en un debate sobre nuevas medidas de austeridad. La mayoría de los manifestantes de Barcelona fueron organizados por un movimiento juvenil llamado «los indignados», que ha protagonizado manifestaciones y sentadas en toda España en protesta contra las medidas de austeridad».

CNN destaca que «protestas por las medidas de austeridad dejan 36 heridos en Barcelona». Y explican que «Artur Mas, llegó al Parlamento en un helicóptero de la policía junto con varios miembros del Parlamento regional. Las protestas en Parlamento Catalán son parte del llamado movimiento 15 de mayo…Varios líderes políticos españoles criticaron a los manifestantes  por tratar de interrumpir las actividades normales del Parlamento que son fundamentales para una democracia».

USA Today se hace eco de que «alrededor de 2.000 manifestantes furiosos por los recortes presupuestarios previstos en la educación y la salud se enfrentaron con la policía fuera de un parlamento regional en España. Se ha informado de 36 heridos. Algunos políticos sólo pudieron llegar al Parlamento de Cataluña con helicópteros de la policía». Y recogen que las protestas son parte de un «movimiento nacional de jóvenes y desempleados que desde hace un mes protestan por la forma de gestionar la crisis economica. Un vasta mayoría de las protestas ha sido pacífica, aunque 100 personas resultaron heridas en Barcelona el 27 de mayor cuando la policía cargó contra manifestantes».

L´Express explica que «enfrentamientos que dejaron 23 heridos leves ocurrieron en Barcelona, cuando la policía catalán despejó el acceso al parlamento regional, bloqueado por los manifestantes del movimiento de los «indignados» en protesta contra las medidas de austeridad«. Y explican que el 15M inicia un nuevo camino tras desalojar los campamentos en las plazas más representativas: «esperan ahora consolidar el movimiento organizando asambleas populares en los barrios beneficiándose de un amplio apoyo de la opinión pública».

Die Tageszeitung asegura en una crónica de Reiner Wandler que «Catalanes toman Parlamento. Miles de manifestantes bloquearon el miércoles el Parlamento catalán para protestar contra los Presupuestos de ahorro para el próximo año. Aunque la policía empleó porras y balas de goma para proceder contra las sentadas mayoritariamente pacíficas, llegando incluso a dar disparos de advertencia al aire, sólo la mitad de los 135 diputados autonómicos pudieron acceder a la sala de plenos. Tanto el jefe del gobierno catalán, Artur Mas, como otros 23 miembros del gobierno, así como los portavoces de los diversos grupos parlamentarios, fueron transportados al Parlamento en helicóptero. Los pocos políticos que llegaron a pie fueron abucheados, arrojándose pintura contra algunos de ello �??entre ellos el consejero de Interior catalán�??. �??Ya no nos representan�??, exclamaron una y otra vez los manifestantes�?�.

El diario portugues Publico afirma en un editorial: «Cuando la calle desafía los parlamentos». Y explican que «En la región más rica de España, el malestar traducido en todo el país por el movimiento pacifista 15M se transformó en violencia y en la falta de respeto por la libertad y por las normas de la democracia. Una misma palabra �?? indignados �?? se convirtió en la palabra de orden que une a diferentes protestas en diferentes países. El escenario es común: la crisis financiera y la crisis de representación de las democracias, que olvidaron a una generación. En España, incluso los miembros del 15M se demarcaron de la violencia en Barcelona. Pero cualquiera puede hablar en nombre de movimientos anárquicos y sin rostro. La frontera entre la protesta y la violencia es fácil de cruzar. Y subraya la fragilidad de las instituciones democráticas, reducidas a aplicar soluciones que no pudieron elegir, pero que ni por ello tienen que seguir siendo defendidas.»

De Tijd desde Belgica apunta:»La protesta catalana se endurece». La crónica de Lex Rietman advierte que «Los principios básicos por los que se rige el Movimiento M-15 son las manifestaciones pacíficas y los derechos democráticos básicos. Pero, la violencia podría hacer cambiar el apoyo de la opinión pública».