En EEUU, el 60% de los prestámos de libros en las bibliotecas públicas son en formato digital. Incluso hay un sistema que permite descargarse los textos desde casa temporalmente. Pero en España apenas se ha avanzado en este campo. En enero el Ministerio de Cultura anunció el lanzamiento de la primera fase del programa de préstamos con 50 ebooks en 15 biblotecas públicas del Estado.

Un libro y un ebook
(Foto: Flickr/:Antonio)

El cátalogo incluye exclusivamente libros clásicos en dominio público, nada de novedades. De hecho la mayor parte se pueden descargar de Internet. Y lo que se presta es el lector electrónico con la obra ya precargada, aunque también se contempla hacerlo con tarjetas SD. El ministerio ha destinado 130.000 euros para comprar los aparatos. Por las obras no se paga nada ya que se trata de títulos libres de derechos de autor.

Para ampliar el cátalogo y poder acceder a títulos más recientes o sujetos a propiedad intelectual, Cultura piensa reunirse con los representantes más importantes del sector editorial. Quieren llegar a un acuerdo para poner en marcha una plataforma de descargas en préstamo para las bibliotecas. Aunque hasta ahora los editores han bloqueado cualquier avance y siguen moviéndose con pies de plomo en lo relativo a los libros electrónicos, aunque admiten que tendrán que cambiar su modelo de negocio y adaptarse al éxito y la demanda creciente de ebooks.

Las Bibliotecas Públicas del Estado que han participado en esta primera fase son: Ciudad Real, Huelva, La Rioja, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Mérida, Murcia, Oviedo, Palma de Mallorca, Santander, Santiago de Compostela, Tarragona, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Algunas de ellas ya han empezado con los préstamos digitales con un éxito que les ha sorprendido.

Para acceder al servicio, el usuario debe registrarse, tras lo cual puede llevarse un e-reader ya cargado de libros electrónicos y quedárselo entre 15 y 45 días. En total Cultura ha adquirido 750 lectores digitales, ya que esperan extender el servicio a todas las 54 bibliotecas públicas del Estado a lo largo del año.

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen-Washington. En el municipio de Nueva York, el número dos del Departamento de Bomberos se jubila con una pensión de 242.000 dólares al año. En el estado de Nueva York, un solo funcionario público que simultanea dos cargos y una pensión se jubiló con 641.000 dólares anuales. Un teniente de la policía de la Autoridad Portuaria se jubiló con una pensión anual de 196.767 dólares, y a 738 de profesores, directores y funcionarios del municipio equiparables les quedan pensiones de más de 100.000 dólares anuales. Su antiguo jefe, no hace falta decirlo, echa fuego por la boca. Su antiguo jefe soy yo.

Estos ejemplos de pensiones mórbidas están sacados de la prensa local, que nunca deja de impactar con las revelaciones de lo buena que es la vida que llevan aquellos que en tiempos trabajaron para el consistorio, el estado o cualquier otra de las diversas instancias de la administración pública. En ciertos casos, la jubilación se produce tan sólo 20 años después más o menos de que la agencia tributaria conociera al jubilado y, si es lo bastante afortunado para fingir una discapacidad – ¡ay, mi pobre espalda! – el cielo es virtualmente el límite. La tercera parte completa de todos los maderos del municipio de Nueva York que se jubilaron durante un período reciente de 17 meses lo hicieron de forma anticipada por motivos de discapacidad conservando toda la pensión. Tienen puestos de trabajo peligrosos, todos lo sabemos — pero tampoco tan peligrosos como el peón corriente de Ferrocarriles de Long Island. Casi todos se jubilan con discapacidad. ¡Pasajeros al tren!

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Me detengo ahora para dejar constancia de mis credenciales. Me afilié a un sindicato por primera vez estando en la universidad y seguí cotizando al Newspaper Guild durante toda mi carrera, abonando las cuotas hasta cuando dejé de tener que hacerlo. Sé silbar el cancionero sindical y me siento henchido de orgullo ante la antigua imagen de mi abuelo, posando con su buen amigo el sindicalista. También sé lo que sucede cuando los sindicatos son débiles o brillan por su ausencia. El capitalismo es cruel. No busque caridad.

Pero, en serio, ya basta. Los empleados públicos de Wisconsin que se están manifestando en Madison tienen mi simpatía, pero no mi apoyo incondicional. Reconozco que han ofrecido concesiones y también reconozco que el Gobernador Scott Walker ha ido demasiado lejos – sin intentar reventar a los sindicatos, como se afirma, pero desde luego tratando de paralizarlos. En la línea de Ronald Reagan despachando a los manifestantes estudiantiles de Berkeley en 1966, Scott se convertirá en el defensor del hombre corriente, el estadounidense medio y todo eso. Esto funciona. Reagan, recordará, llegó a presidente.

Reagan encarnó el desprecio que muchos estadounidenses sienten hacia los universitarios rebeldes (y desagradecidos). Scott personifica la sensación de resentimiento y rabia hacia los funcionarios públicos que han sacado tajada tan bien del sistema que algunos se van a jubilar con pensiones más sustanciales que el salario del estadounidense medio — y también con cobertura médica. Al igual que Reagan, Scott ha sabido explotar la sensación de disgusto — la impresión siempre peligrosa de que usted y yo hemos respetado las normas y ahorrado pensiones modestas mientras los funcionarios, a nuestras costillas, se embolsan pensiones que no merecen. Sentimos que se nos ha tomado el pelo.

En su favor, algunos líderes sindicales han reconocido que han ido demasiado lejos. Han accedido — o van a acceder — a hacer concesiones, y los sindicatos de profesores están reconociendo que algo hay que hacer con los docentes incompetentes. (Aún así, si hay recortes, se harán por antigüedad — lo que significa que algunos profesores muy buenos pero muy jóvenes se van a la calle).

Pero en general, el daño ya está hecho. El año pasado, David Brooks, del New York Times – con la mención apropiada a Jonathan Rauch, del National Journal – apuntaba que las administraciones estatal y local están tan endeudadas con sus plantillas en concepto de pensiones y otras obligaciones que casi no les quedan recursos para cualquier otra cosa. Ponía unos ejemplos: La policía estatal de California se jubila a menudo a los 50 años con el 90% del sueldo. Los funcionarios de prisiones de ese estado ganan 70.000 dólares como salario base. Nueva York, la capital de la práctica sindical de obligar a los empresarios a contratar más plantilla de la necesaria, financia a 10.000 policías jubilados antes de los 50.

Estas cifras explican el motivo de que la Casa Blanca Obama haya sacado a pasear su robusta indecisión habitual hacia los manifestantes de Wisconsin. Le hace falta la influencia política sindical pero también tiene que reconocer que no puede dar imagen de situarse en el bando equivocado de la codicia. Una cosa era cuando los sindicatos iban a por las multinacionales administradas por tipos que jugaban al golf en clubes muy selectos. Pero cuando hablamos de empleados públicos, nosotros somos el jefe y nosotros pagamos la nómina. Citando lo que dijo Sam Spade a la amante en «El Halcón Maltés», «yo no voy a recibir los palos por usted». Cuando hablamos de sindicatos de funcionarios, eso es lo que pienso exactamente.

Richard Cohen
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E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Seamos claros: El enfrentamiento de importantes repercusiones registrado un Wisconsin no tiene nada que ver con equilibrar las cuentas del estado.

Tiene que ver con dinero, no obstante — pero solamente en el sentido de que el dinero se traduce en poder político. En este punto, está claro para todos que el verdadero objetivo del Gobernador Scott Walker es reventar a los sindicatos de funcionarios, transformando así a perpetuidad el paisaje político en favor del Partido Republicano.

A los senadores estatales Demócratas que abandonaron el estado para evitar el golpe de Walker no les queda otra que seguir exiliados. Los manifestantes que apoyan los derechos sindicales no tienen más remedio que mantener su vigilia en el capitolio de Madison. Es algo muy importante.

En el aire está la tentativa de Walker y de la mayoría Republicana de la Legislatura de privar a los empleados públicos de su derecho a la negociación colectiva. Bajo la legislación — que los Demócratas prófugos han logrado frustrar negando el quorum al Senado del estado — los sindicatos de funcionarios no tienen la capacidad de negociar las pensiones y los derechos. Los sindicatos podrán negociar los salarios pero no brindar subidas salariales superiores al encarecimiento de la vida.

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Walker tiene razón en una cosa: Cuando hablamos de pensiones y prestaciones, los funcionarios de Wisconsin lo tienen fácil. La mayor parte de ellos destina menos del 1% de su nómina a sus pensiones; el proyecto de Walker exige por ley aportaciones del 5,8% por lo menos. Y la mayoría sólo paga alrededor del 6% de la factura de las primas del seguro, una cantidad que Walker quiere elevar al 12,6% por lo menos.

Es fácil ver el motivo de que el empleado medio del sector privado de Wisconsin — que probablemente abona más del 25% del coste del seguro sanitario y que batalla por arañar algo, lo que sea, para la jubilación — pueda convenir con Walker.

Habría de destacarse, no obstante, que estos generosos acuerdos no fueron promulgados por la Divina Providencia. Se negociaron, lo que significa que funcionarios locales y estatales se pusieron de acuerdo en las secciones del contrato que ahora se consideran tan excesivas. Durante mucho tiempo ha sido frecuente que los sindicatos aceptaran mejores planes de pensiones y de salud renunciando a salarios más altos — recibiendo el dinero más tarde en la práctica en lugar de antes. Ahora que llega el momento de ponerse al día, Wisconsin quiere echarse atrás.

Yo creía que los Republicanos creían que un contrato va a misa, es sagrado y es inalienable. Supongo que no.

Pero no importa todo eso. La realidad es que los trabajadores de muchos sectores están teniendo que elegir entre expedientes de regulación o recortes salariales. Los funcionarios públicos no deberían estar guarecidos de forma diferente del vendaval que azota a la economía estadounidense.

Los sindicatos de Wisconsin han reconocido este hecho. Los líderes sindicales han anunciado que están dispuestos a aceptar la propuesta de Walker en materia de salud y retenciones. En otras palabras, el dinero ya no es problema.

Walker gana, ¿verdad? Consiguió lo que quería, ¿no?

En realidad, no. Ajustar los seguros y las pensiones a la realidad nunca fue el objetivo.

Walker y los Republicanos insisten en que las secciones del anteproyecto nieguen las competencias de negociación colectiva a los sindicatos. El énfasis del Partido Republicano no se hace en el impacto práctico de esta legislación — los sindicatos han accedido a los términos financieros de Walker – sino en el impacto político.

Los sindicatos han sido una fuente fiable de apoyo político al Partido Demócrata, donaciones de campaña incluidas. Durante las últimas décadas, la afiliación sindical ha descendido de forma acusada; según la Oficina de Estadística Laboral de Estados Unidos, el número de trabajadores afiliados a un sindicato descendió del 20,1% de la mano de obra en 1983 a sólo el 11,9% en 2010.

En el sector privado, sólo el 6,9% de la mano de obra está afiliada a un sindicato. Pero entre los trabajadores del sector público, el 36,2% son afiliados — y si se fija solamente en los empleados públicos estatales y locales, el 42,3% está sindicalizado. De manera que si los Republicanos quisieran debilitar al Partido Demócrata destruyendo su fuente más importante de apoyo económico en campaña, tratarían de aplastar a los sindicatos del sector público a los niveles estatal y local.

Eso es realmente lo que se decide en el enfrentamiento de Wisconsin. ?se es el motivo de que Walker no se conforme con las concesiones presupuestarias. Quiere eliminar el mayor servicio que los sindicatos pueden prestar a sus afiliados — la negociación del convenio colectivo — y de paso, a propósito, dificultar mucho más la recaudación de las cuotas de afiliación. Quiere matar de hambre a los sindicatos.

Es desgaste sindical puro y sin adulterar — no mediante matones y piedras, sino con el golpe seco de la intrigante pluma del gobernador.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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 No es que me sorprenda. Estamos acostumbrados a que toda medida política sea discutida, -y así debe ser-, aunque se agradecería algo más de nivel en lugar de tanta frivolidad. El viernes, por ejemplo, a cuenta de los 110 km/h, Esteban González Pons definió la reducción de velocidad para ahorrar consumo como una medida «soviética».

 No aportó, tampoco, ningún dato para avalar la queja. No dijo, -«mire usted, esta medida no ahorrará más que 1/3 de lo prometido y creará muchos más problemas que beneficios, yo propongo…blablabla…» Ni lo dijo, ni se esperaba que lo hiciera. Así está el nivel político español.

 En los medios la cosa no ha ido mejor. Una buena parte de la prensa española acusó al gobierno de improvisar. Claro, el gobierno anuncia una medida, tras consultar con el grupo de técnicos y científicos del Ministerio de Industria pero se le olvidó contar con Pedro J. Ramírez, con el ABC, y con La Razón, antes de legislar. Ya se sabe quién tiene aquí el mandato de los ciudadanos.

  Sin duda el gobierno improvisa cuando toma medidas, no como Pedro J. que en dos horas es capaz de fabricar una portada y encontrar a un técnico que tras el sesudo análisis realizado durante la llamada telefónica coincide con él en lo disparatado del asunto.

«El gobierno frena a España», -decía el ABC, «Ocurrencia ante la crisis libia, prohibido conducir a más de 110″ -decía El, Mundo, y «España a 110 por hora», -defendía La Razón.

En lo que a mi respecta, personalmente, me siento incapaz de saber si la reducción de velocidad supondrá un ahorro de 1500 millones de euros al año como ha dicho el gobierno.  No soy ningún técnico pero lo que si está avalado por las organizaciones ecologistas es la ecuación de menor velocidad=menor consumo y por tanto menor contaminación. Así que el ahorro puede suponer esa u otra cifra similar.

 No digo que no resulte incómodo o que sea menor la cuantía final, pero resulta razonable poner en marcha políticas de ahorro ante la grave crisis energética que vive el mundo a cuenta de la obsolescencia y de la dependencia del crudo,… y añádele unas pocas revueltas de por medio.

 Es más, es una pena, en mi opinión, que estas políticas sean tan solo «transitorias» pues lo que que nos va a permitir es poner el foco en algo verdaderamente relevante: el altísimo grado de contaminación que puede evitarse con una simple medida como la de levantar el pie del acelerador. A algunos todo esto le parece frívolo. Y así nos va.

 

 

Durante todo 2010, España estuvo en el punto de mira de analistas e inversores por el riesgo de necesitar un rescate similar a los de Grecia o Irlanda. Ahora sin embargo la sensación es de que España está «haciendo los deberes» y aunque su situación sigue siendo complicada ya no es de alto riesgo. Un editorial de El Periódico sostiene «todo ha cambiado» y en los últimos dias las grandes cabeceras de la prensa económica internacional han publicado análisis que revelan una mejoría de la imagen española.

El Financial Times resalta que «España recupera la confianza después de calmarse los temores sobre su deuda. Tan solo el mes pasado, los inversores del mercado de bonos y analistas pensaban que España estaba en peligro de seguir a Grecia e Irlanda en la lista negra de naciones de la zona euro que han necesitado el rescate de la Unión Europea y el FMI. En las últimas semanas, sin embargo, el estado de ánimo sobre España en Londres se ha suavizado considerablemente, mientras su vecino Portugal sigue siendo percibido como en riesgo». Y habla de los «progresos de España en la lucha contra las dificultades económicas y financieras«.

Bloomberg destaca que Zapatero esta «ganándole a su homónimo portugués, Jose Socrates, la batalla para convencer a los inversores de que puede frenar la crisis de la deuda y restaurar el crecimiento económico». Varios analistas consideran que al «abrazar» las medidas de austeridad antes, España está obteniendo el beneficio de la duda y cada vez se la percibe más como una historia a la que le han dado la vuelta».

The Economist habla de «Zapatero, el reformista. Un presidente socialista lleva a cabo reformas liberales. ¿Ha cambiado al fin España? Al presidente Zapatero, al que ven con desconfiazan en el mercado de bonos y que es impopualr entre los españoles, le gustaría que el mundo se convenciera de ello».

El Wall Street Journal es quien mantiene más dudas con respecto a la situación española, pero aun asi señala aspectos positivos como que «las exportaciones ayudan a España a volver al crecimiento». Y aseguran que se desenvolvió mejor que algunas otras economías más débiles de Europa, que, como España, han sufrido un aumento espectacular de los costes por intereses durante el último año. como Portugal o Grecia... La liberación del PIB del cuarto trimestre confirman que la economía española superó a sus homólogos del sur de Europa a finales del año pasado «, dijo Ben May de Capital Economics«.

La Tribune explica que ??en un mercado perturbado por las revueltas en varios países árabes, España vivió un claro éxito durante su cuarta subasta de deuda a corto plazo de 2011. El descenso en los tipos de interés de España confirma operación tras operación el alivio de los inversores en lo que se refiere a la salud de las finanzas españolas. Cyril Regnat de Natixis considera que ??el gobierno está dando mucha información sobre la reducción del déficit presupuestario así como de la exposición al sector inmobiliario de las cajas de ahorros y sus necesidades de recapitalización. Y esto juega a favor de una menor volatilidad de los tipos ibéricos».

The Telegraph ha publicado un análisis que defiende que gracias al «vibrante» comportamiento de las exportaciones ya «no importa si Portugal, sigue a Grecia e Irlanda en la necesidad de rescate de la UE y el FMI. El riesgo de contagio instantaeno a través de Guadiana, sin duda real hace unos meses – ha disminuido con cada semana que pasa? Los que todavía piensa que España va a desencadenar la ruptura del euro están ladrando al árbol equivocado». Y también han destacado los proyectos de cooperativas vascas.

Las medidas de recorte energético anunciadas por el gobierno español que incluyen la reducción de la velocidad máxima en autopistas de 120km/h a 110 km/h han sido recogidas por gran cantidad de medios internacionales. Se destaca que España pretende asi reducir su consumo energético en 14.000 millones de euros pero que la medida está recibiendo críticas de la oposición y los automovilistas.

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El Wall Street Journal explica que «España ha anunciado una serie de medidas de recorte energético ante el alza del precio del pretroleo por las revueltas en el Norte de Africa, mientras que el presidente Jose Luis Rodriguez Zapatero viajará a Tunez para mostra su apoyo a la incipiente democracia de este país». El artículo que firma Jonathan House también resalta a las declaraciones de Rubalcaba afirmando que España no tiene planes de tocará sus reservas estratégicasde petroleo.

El Financial Times dice que «la iniciativa española sugiere que el incremento en los precios del petróleo podría tener un impacto directo en el comportamiento del consumidor, aparte de los incrementos en el coste de la vida. Esta decisión recuerda a otras anteriores adoptadas en algunos países durante la crisis de los años 70″. El texto que firma Victor Mallet también asegura que «es muy probable que las medidas del gobierno socialista no sean populares entre los automovilistas?.

El New York Times recoge la medida en un blog de ecología y asegura que «España bajará su límite de velocidad nacional, reducirá el costo de las tarifas ferroviarias y aumentará el porcentaje mínimo de biocarburantes mezclados con gasolina, todo ello en un intento por reducir la dependencia del petróleo ante el alza de los precio del crudo».

El Frankfurter Allgemeine Zeitung analiza la medida en una crónica de su corresponsal Leo Wieland y explica que «los partidos de la oposición española, tanto del espectro izquierdo como derecho, critican la decisión del gobierno como ??improvisada?? y previsiblemente ??inefectiva??. Indican que Zapatero por ahora no habría presentado ningún borrador en materia de medidas de ahorro.»

Le Figaro hace notar a que a partir del 7 de marzo, los españoles tendrán que levantar el pie en autopista. La velocidad máxima pasara de 120 km/h a 110 km/h. Esta medida forma parte del plan anunciado por el gobierno español para combatir el subida del precio del petróleo logada a la revolución en Libia… estas medidas debería permitir al país reducir en 1,4 mil millones de euros su factura de consumo de petroleo anual».

El Renmin Ribao se hace eco de una «serie de medidas extraordinarias para combatir el aumento de los precios del combustible causado por los levantamientos en el mundo árabe y África del Norte. Las propuestas se aprobarán la próxima semana y entrará en vigor el 7 de marzo. La primera decisión es reducir el límite de velocidad en las carreteras españolas 120 a 110 kilómetros por hora«.

De Telegraaf subraya que «mientras que los automovilistas en Holanda podrán circular desde el martes a 130 km/h en ocho zonas de autopista, en España se ha decidido bajar la velocidad de 120 a 110 k/h. El Gobierno español ha tomado esa medida para ahorrar anualmente en gasolina y diesel hasta 1,4 mil millones de euros, teniendo en cuenta la política inestable en los países árabes. En España se ha recibido la decisión del Gobierno con fuertes críticas. La oposición cree que los españoles han visto condicionados sus movimientos. Los clubes de automovilistas temen un aumento de las multas por exceso de velocidad.»

Gazeta Wyborcza en Polonia destaca que «los españoles desaceleran en las autopistas. A partir del 7 de marzo los españoles tendrán que disminuir la velocidad de 120km/h a 110 km/h, según la nueva regulación gubernamental. Las autoridades cuentan que con este cambio disminuya el consumo de petróleo cuyo precio es extremamente alto debido a la situación en los países árabes. Al mismo tiempo, aseguran que los nuevos límites tienen un carácter transitorio y animan a los ciudadanos a utilizar el transporte público bajando los precios de billetes hasta un 7%».

De Tijd recuerda desde Bélgica que «España ya impuso una limitación de velocidad a 120 km/h durante la crisis del petróleo en 1973, fecha en la que aún no se había establecido una velocidad máxima?.

[Más noticias sobre España en la prensa extranjera en la sección Nos Miran]

El periódico EL PAIS publica un texto  sobre las relaciones entre Gadafi y Aznar muy revelador. Corrían tiempos en los que se le reían las gracias al dictador adinerado. Eran tiempos llamativos sí…Hace unas semanas.

«Horas antes de viajar a Sirta en 2008, un desplazamiento que Aznar intentó mantener en secreto, pero al que los libios dieron publicidad, el expresidente suscribió un comunicado con el exjefe de Estado checo, Václav Havel, sobre Cuba. Raúl Castro acababa de sustituir a su hermano Fidel al frente del país y ambos exmandatarios afirmaron al unísono que aquello significaba «la prolongación de la tiranía».

Expresando su repulsa al relevo en Cuba, pero acudiendo a estrechar la mano de Gadafi, Aznar reformulaba con gestos su vieja idea de 2003: «Libia está haciendo el camino exactamente contrario al de Cuba». En aquel momento, sin embargo, el número de presos de conciencia en Libia casi duplicaba al de Cuba. La Asociación Iberoamericana por la Libertad contabilizaba 234 en las cárceles cubanas, mientras que en las de Libia eran 450, según el Comité de Solidaridad con los Presos Libios de Conciencia.»

Un editorial del prestigioso semanario británico analiza la situación del nuevo partido de la izquierda abertzale y hace una recomendación al gobierno español: «no sientan simpatía por los descendientes del ala política de ETA, pero no los ilegalicen». The Economist defiende que Sortu es «lo mismo de siempre aunque diferente» y que su participación en las elecciones permitiría formalizar el rechazo a ETA en las urnas.

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El texto de The Economist lleva por título «Tápense las narices y dejen que se presenten? y empieza comparando la situación con la paradoja conocida como el barco de Teseo «Si, con el tiempo, se cambian todas las tablas de una nave, ¿sigue siendo la misma nave? Los magistrados del Tribunal Supremo de España afrontarán en breve esta misma pregunta. Sortu, una nueva formación política que pretende la independencia del País Vasco, es el invento de altos cargos de Batasuna, partido prohibido en 2003 por sus vínculos con los terroristas de ETA. Sortu afirma que no es lo mismo que Batasuna y que se le debe permitir su registro como partido. En esto, aunque en poco más, tiene razón?.

El semanario defiende que «otorgar a un partido el derecho a participar en elecciones no le confiere el sello de legitimidad. Los desesperados de Sortu han hecho poco para ganársela. Toda la historia de su movimiento es de intransigencia y truculencia. Sus aliados ideológicos en ETA se han manifestado repetidas veces ser socios de negociación no fiables. Incluso ahora no muestran señal alguna de dar pasos en la entrega de armas. Sin embargo, traer a los representantes de la militancia vasca bajo la luz democrática sería el mejor modo de exponer sus deficiencias… Sería el rechazo definitivo de ETA. Y ha de ser en las urnas?.

En otro artículo The Economist sostiene que «los rostros son nuevos, pero los muchachos de la trastienda son los mismos. ??Sortu?? ha sido creado por Batasuna, partido proscrito en 2003 como frente para el grupo armado ETA. Ahora un tribunal tiene que decidir si Sortu por sí mismo debería ser declarado ilegal. Los
estatutos del nuevo partido clara (y repetitivamente) indican que se opone a la violencia. La
principal razón de la prohibición de Sortu es que se trata de la nueva marca de Batasuna.
Incluso las personas que piensan que debería legalizarse lo reconocen».

??Lo optimistas replican que no es malo. Incluso los más feroces opositores a ETA reconocen que los líderes de Batasuna necesitan ayuda para poder apartar el grupo de la violencia. La representación política podría darles una mayor influencia sobre los hombres armados. Hay quien teme que la aparición de un grupo intransigente equivalente al IRA añada otra década de violencia separatista a los 50 años de historia de violencia separatista. No obstante, la mayoría de los vascos cree que el fin de ETA está cerca. La cuestión es cómo y cuándo ocurrirá.»

[Más noticias sobre España en la prensa extranjera en la sección Nos Miran]

Dicen en la ONU que es histórica la agilidad con la que están reaccionando contra Gadafi. Sí. Resulta que en un ejercicio de velocidad inusitada, la comunidad internacional se ha dado cuenta de que Gadafi es un represor imprevisible y que machaca con puño de hierro a su pueblo o al que se le ponga por delante. El dictador puede terminar ante el tribunal de La Haya. Han tardado 42 años en darse cuenta y sucede ahora que el petróleo del tercer productor de crudo de África no llega y no veas si agita conciencias el barril de Brent.

No es que llevara en secreto su ignominia, no. Gadafi ha paseado a la Jaima y a las 30  vírgenes por el mundo aunque, eso sí, la Jaima la reservaba para las recepciones. ?l dormía en suite con spa cuando era invitado por la realeza española a las monterías o por el tigre italiano a los besamanos.

Todo era pues tan anacrónico como evidente. No se trataba del pintoresto líder arropado por un  pueblo generoso que cedía vírgenes a la bestia. Era la visita del sátrapa que mantenia cerrado el puño de un país enormemente rico donde la gente, organizada en tribus, se moría de hambre.

Pero ya sabemos que el mundo que presume de cultura democrática le rie las gracias a los dictadores, ¿Alguien cree de verdad que si Bin Laden tuviera petróleo no sería aceptado dentro de 15 años por la comunidad internacional?

Pero en esto llegó la parabólica que corona hasta la última chabola de África; y llegó Internet, y llegó Aljazeera. La televisión muestra a los oprimidos las celebraciones que tumban dictadores y muestra, sobre todo, al resto del mundo que una cosa es la moralidad de la Comunidad internacional y otra muy diferente la de los ciudadanos.

Ya sabemos, sí, que el mundo que presume de cultura democrática le rie las gracias a los dictadores, pero lo hace hasta que sus vergüenzas se retransmiten por Aljazeera.

Parabólicas en El Cairo. (foto: bsargentina -flickr)

La confirmación de la candidatura de Francisco Camps a la presidencia de la Generalitat valenciana por el PP ha provocado muchas reacciones en la blogosfera. Mayoritariamente se califica de error por la imputación del político valenciano. Se sostiene que el juicio por el caso Gürtel tendrá lugar antes de las elecciones generales de 2012 y esto pasará factura a la campaña de Mariano Rajoy. Hector Juanatey de En contraportada considera en radiocable.com que «Camps le ha ganado el pulso a Rajoy», pero que «el PP lo va a pagar».

Hector Juanatey

Hector Juanatey denuncia en su blog que la designación de Camps «incumple completamente el código de buenas prácticas del PP porque establecía la prohibición de recibir regalos que no fueran de usos sociales. Y yo no sé si recibir americanas, trajes, corbatas… responde a usos sociales».

Pero sobre todo cree que esta decisión va a tener implicaciones para la campaña de Mariano Rajoy de cara a 2012 ya que el juicio tendrá lugar en otoño y hay muchas posibilidades de que Camps sea condenado «entonces Rajoy se va a encontrar con que tiene entre sus filas no ya a un imputado, sino a un condenado por cohecho… Yo creo que es un error y el PP lo va a pagar».

En la blogosfera pueden leerse otros analisis sobre la decisión del PP de confirmar a Camps como candidato por Valencia.

 

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Ignacio Escolar sostiene que «cuando Rajoy esté ya en su precampaña, la Gürtel valenciana volverá. Será probablemente en otoño cuando Camps se siente en el banquillo, y en ese momento su responsabilidad política caerá sobre quien permitió que siguiese en política: sobre el candidato Rajoy. El juicio dejará aún más claro que Camps mintió a Génova, mintió a los ciudadanos y mintió al juez que le interrogó.

Alberto Sotillos en Entre líneas cree que «Camps se enfrenta a una sentencia pronto, desde luego antes de 2012… Las triquiñuelas legales para alargar los proceso se terminan y Rajoy sabe que su electorado tiene escudo ante las imputaciones pero que los ciudadanos de centro que ahora le darían el Gobierno difícilmente entenderían una condena por corrupción. Al menos se le complicarían algo más las cosas.

José Cavero destaca que «el imputado Camps se impuso a Rajoy». Destaca también que Rajoy ha conseguido que la decisión del Comité electoral nacional se tomara por unanimidad, es decir, que compromete a todos con la que parece una decisión arriesgada.

Santiago González considera en su blog que la nominación de Camps es «con toda seguridad, un error. Es muy probable que el candidato recién proclamado pase de la condición de imputado a la de aforado… El problema para Rajoy es que se abra el juicio contra Camps después de las elecciones, el president no dimita, en su mejor línea de actuación y nos plantemos ante las elecciones generales con este hombre sentado en el banquillo».

Marco Schwartz en su blog Versión libre cree que «el problema de fondo es que el caso Gürtel, el mayor escándalo de corrupción política de la democracia, se extendió hasta límites insospechados en Valencia siendo Camps presidente del Gobierno y del PP en esa comunidad, lo que, cuanto menos, arroja una sombra muy inquietante de duda sobre su capacidad como gobernante«.

Hector Juanatey en su blog En contraportada recoge el código de buenas prácticas del PP y tras la desgnación de Camps formula «dos preguntas: primera, ¿el PP considera que trajes, americanas, zapatos y corbatas son regalos que responden a ??usos y costumbres sociales??; segunda, ¿nombrar a alguien candidato es una de las ??sanciones previstas en los Estatutos y en Reglamento de Régimen Disciplinario?

Alberto Rios en Lo pienso, lo escribo ¿Cómo se justifica la doble vara de medir del PP respecto a la corrupción dentro de su partido? Tiene razón Mariano: nadie se vende por cuatro trajes. Se vende por mucho más. Y añado: alguien que aspira a presidir el gobierno de España no debería apoyar como candidato electoral a un imputado por corrupción. A no ser que tenga mucho que perder y demasiado que ocultar.

Salvador Leon considera en su blog que «con la debilidad que se esperaba, Rajoy ha decidido, que lo decidido por Camps, es correcto y que por lo tanto el candidato a la comunidad valenciana será Francisco Camps, a pesar de los pesares… Así también es como se eligen los candidato en el PP. Yo me propongo y el dedo del supremo me aprueba.»

En Ciberculturalia critican que «para Rajoy, para el Partido Popular, la ética es cosa de otros, es para los otros. Cuando ellos hablan de códigos éticos y de pactos contra la corrupción, se refieren a las normas que deben regir para el resto de ciudadanos. Ellos están libres de sospecha, como Fabra, como Camps, como todo el entramado Gürtel.

Francisco Camps
(Foto: Flickr/PPvalencia)