Había muchos focos sobre la polémica y Alex de la Iglesia no defraudó las expectativas. Defendió un nuevo modelo de negocio para el cine y lo hizo frente a la academia y la política; frente al inmovilismo y el desconocimiento.

«Han hecho una gala coincidiendo con el discurso de @Alexdelaiglesia :-)» , -decía un internauta en su twitter.

Efectivamente el discurso de Alex de la Iglesia fue recibido con entusiasmo en la red. Pero no solo por su afinidad con las posturas de gran parte de los internautas, que también, sino por su caracter conciliador y valiente.

Alex de la Iglesia se atrevió donde otros se habrían detenido por respeto a lo «políticamente correcto», por respeto a «lo establecido». Y lo hizo con elegancia, advirtiendo de que el nuevo mundo no llega, sino que ya está aquí.

«Las reglas del juego han cambiado», -dijo. Y muchos internautas aplaudieron .
No terminará con la Ley Sinde, claro, y puede que el discurso caiga en el saco roto de la política pero deja una semilla en la Academia. Sus miembros deberían repensar urgentemente el futuro antes de que sea demasiado tarde y los beneficios de su sector los obtengan tipos como Steve Jobs.

El discurso, además, evidencia de nuevo algo realmente inquietante. El Ministerio de Cultura está convirtiéndose en una oficina de representación de la «industria» de la cultura. No por casualidad muy cerca de Sinde se sentaba Miguel Sebastián, que observaba todo aquello con la mirada incómoda que da la certeza. Queda por saber cuando o quién hará desaparecer el Ministerio de Cervantes, habida cuenta de que duplica de facto intereses con Industria, salvo que alguien cambie el sentido de la marcha.

Pero esas no fueron las únicas caras de la polémica ayer. Un plano cautivo de Enrique Cerezo durante el discurso de Alex de la Iglesia mostró el verdadero rostro del problema: no son los actores quienes deben temer a la red, son los industriales de los derechos, los que cobran año tras año por un trabajo que un creativo desarrolló una vez. Los actores, por tanto, no deberían permitir que nadie manipule su futuro. No es su actividad la que está en riesgo.

 

No nos podemos cansar de repetirlo. Hoy es el espectador el que manda, el que exige. La gente pagará por el contenido sí, pero sólo si el precio es asequible y si se le permite acceder a él, el dia que es estrenado. Porque hoy el cliente es mucho más exigente que hace unos años y no se le puede exprimir en cada ventana de explotación. Se debería ofrecer un modelo de pago barato si la película está recién estrenada y muy, muy barato si ya lleva tiempo en cartelera. Eso, lejos de lo que pueda parecer,  impulsará la industria.

Porque la gente prefiere pagar poco, pero muchas veces, -incluso cada vez que vuelve a ver una película-, a pagar el precio de siempre y guardarla en su ordenador de por vida. Hay una gran oportunidad para la industria, porque se abre un mercado mundial que antes estaba reservado a grandes industriales, pero hay que enfrentarlo con expectativas de beneficio razonables para todos, tanto sociales como económicos.  Y conviene darse prisa porque mientras se pierde el tiempo con debates y leyes estériles otros se están posicionando a toda velocidad.

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«Internet no es el futuro, como algunos creen, es el presente […] A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son ciudadanos, son sencillamente gente, son nuestro público. Ese público que hemos perdido no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador. Quiero decir claramente que no tenemos miedo a Internet porque Internet es precisamente la salvación de nuestro cine. Solo ganaremos al futuro si somos nosotros los que cambiamos, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas. Aportando un nuevo modelo de mercado que tenga en cuenta a todos los implicados…[…] Si queremos que nos respeten… hay que respetar primero»

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Para los jubilosos revolucionarios de Egipto, ahora viene lo difícil: desmantelar los sistemas de coacción, clientelismo y corrupción que sostuvieron las tres décadas de gobierno del Presidente Hosni Mubarak.

La marcha de Mubarak, impuesta por un levantamiento multitudinario, es una excusa para desempolvar los superlativos exánimes — estremecedor, trastorno mundial, histórico, transformador, trascendental. Las implicaciones para el resto de autocracias árabes, y por tanto para el mundo entero, son trascendentales y profundas; sin duda se van a convocar gabinetes de crisis en Riad, Ammán y Damasco entre otras capitales. El estado de Israel se enfrenta a un momento de incertidumbre acusada y profunda inquietud.

El florecimiento de la democracia nacional en Egipto, el país árabe más poblado y culturalmente más importante, sería un suceso histórico con repercusión mundial de la mayor magnitud. Pero dista mucho de estar garantizado – porque el derrumbe de la policía estatal egipcia está lejos de completarse.

Esto no debería sorprender a nadie que haya prestado atención a lo que han dicho altos funcionarios los últimos días. El Vicepresidente Omar Suleimán dijo a los periodistas que Egipto no estaba maduro aún para la democracia y que «no podemos tolerar» la desobediencia civil por parte de los manifestantes pro-democracia. El Ministro de Exteriores Ahmed Aboul Gheit decía estar «enfurecido» ante las presiones de la Casa Blanca, advirtiendo que la marcha súbita de Mubarak conduciría al caos.

Los funcionarios fueron particularmente inflexibles al rechazar la exigencia estadounidense de que el estado «de excepción» de Egipto, que da al gobierno competencias radicales para detener y encarcelar, concluya con efecto inmediato. El hecho de que palidezcan ante la idea es comprensible: Mubarak mantuvo al país en un estado técnico de excepción desde que fue investido en 1981. Nadie vinculado a su régimen tendrá la más remota idea de cómo se gobierna sin la libertad y la impunidad que proporciona este código.

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Suleimán, jefe hasta hace poco del servicio egipcio de Inteligencia, es famoso por haber trabajado estrechamente con la CIA en el programa «de extradiciones» en el que los sospechosos de terrorismo capturados eran trasladados en secreto a Egipto — entre otros destinos — para ser sometidos a duros interrogatorios. Algunos detenidos dijeron más tarde haber sido torturados estando bajo la custodia de agentes de Suleimán.

La detención arbitraria y las torturas han sido instrumentos clave del control estatal bajo Mubarak. La odiada policía secreta hace acto hostil de aparición en una zona conflictiva; se llevan a gente bajo custodia; unos reaparecen en cuestión de días, con heridas recientes; otros desaparecen durante meses; a unos pocos no se les vuelve a ver. No puede haber democracia genuina en Egipto sin la reforma total de las agencias del orden público a todos los niveles.

El ejército egipcio, por contra, logró conservar el apoyo popular dejando el trabajo sucio de Interior a las fuerzas del orden público. En las últimas semanas, sin embargo, con multitudinarias manifestaciones proliferando por el país, tropas regulares del ejército han sido acusadas de docenas de detenciones ilegales. Un motivo de la marcha de Mubarak puede haber sido la reticencia del gobierno a verle convertido en herramienta de brutal represión.

Aunque los egipcios siguen respetando al ejército, también se han dado cuenta de los extravagantes privilegios de los que disfrutan los militares de graduación. Es otro elemento del sistema de Mubarak: la elevación de los militares a la categoría de casta de élite. Los militares de alto rango residen en cómodas urbanizaciones bien surtidas que están más allá de la imaginación de la mayoría de los egipcios. Llegado el momento de la jubilación, la cúpula militar recurre a hacerse con una parte del imperio de empresas comerciales del ejército en permanente expansión. El pueblo egipcio tendrá que decidir finalmente si esta generosidad debe prolongarse o no.

Con el salario de un empleado público, se rumorea que Mubarak se ha hecho enormemente rico. Todo el mundo entiende que los dictadores depuestos por lo general logran conservar sus millones o miles de millones. Pero ¿qué pasa con los aliados y los compinches de Mubarak que se valieron de sus vínculos con el faraón para amasar grandes fortunas? ¿Qué hay de los colegas y socios del hijo de Mubarak, Gamal? Estos oligarcas querrán conservar su botín; la población tendrá otras ideas.

La constitución que Mubarak deja atrás se diseñó para frustrar la expresión política no autorizada — no sólo por parte de la Hermandad Musulmana, que siempre fue la razón expresa, sino también por parte de las fuerzas de la oposición secular. Habrá de redactarse una nueva constitución. Tienen que constituirse formaciones políticas para canalizar las pasiones democráticas de la Plaza de la Liberación. Tienen que surgir nuevos líderes.

Las fuerzas democráticas tendrán que lograr todo esto mientras el resto de países de Oriente Medio utilizan su influencia económica y política para promover la «estabilidad» en Egipto — el estatus quo esencialmente, puede que con un nuevo rostro.

Pero Estados Unidos también tiene influencia, y debería utilizarla de formas consistentes con los valores y los ideales estadounidenses. El pueblo de Egipto ha elegido la ruta a la democracia, a pesar de los muchos obstáculos por delante. Nosotros debemos caminar junto a ellos.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Sección en convenio con el Washington Post

A esta hora, el júbilo de la Plaza Tahrir de El Cairo está siendo retransmitido en directo por Aljazeera y Alarabiya a todo el mundo árabe.  La imágen, cargada de simbolismos, tiene inmensas posibilidades de convertirse en el verdadero efecto llamada a la revolución de los pueblos oprimidos.

 

Faltan adjetivos. «La marcha de Mubarak, -dice Eugene Robinson en el Washington Post- impuesta por un levantamiento multitudinario, es una excusa para desempolvar los superlativos exánimes — estremecedor, trastorno mundial, histórico, transformador, trascendental»

 

La revolución de los papiros y su dimensión mediática, crean, como digo, una semilla de incalculables consecuencias. El mensaje es transparente: Un pueblo puede ser dueño de su destino frente al faraón si la obstinación y la movilización perdura. Bienvenidos a la historia.

 

 

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Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen- Washington. De vez en cuando, resucito mi Galardón Oveta Culp Hobby. Hobby fue la editora de un diario de Texas que se convirtió en la secretario de sanidad, educación y bienestar social de Dwight D. Eisenhower. Cuando fue preguntada por el motivo de no haber pedido dosis suficientes de la nueva vacuna inactivada de la polio, su respuesta, pronunciada tras incontables años de epidemias de polio y veranos de terror absoluto, fue virtualmente inmortal: «Nadie podría haber previsto la demanda pública de la vacuna». El Galardón Hobby de este año va a la administración Obama por no prever la revuelta popular de Egipto.

Reconozco que los acontecimientos en Egipto han sido precipitados. Pero estaba claro desde hacía muchos años que Egipto reunía todos los ingredientes para una revolución de una clase u otra: un régimen represor, pobreza extendida, falta de esperanzas laborales para la clase media emergente, un tratado impopular con un vecino repudiado, una significativa oposición política secreta y un líder político que se rodeaba de pelotas e incompetentes de una suerte que no se veía desde Louis XVI. El único elemento revolucionario que brilla por su ausencia es una canción conmovedora. Ha sido reemplazada por el sonido subversivo del tuiteo.

Lo que está sucediendo en Egipto es probable que suceda en otras partes de la región. No hay regímenes democráticos en el mundo árabe, ni se ha visto ninguno nunca (con la posible excepción de Irak). Algunos de los países son la obra de una tarde de funcionarios públicos británicos, que se pusieron a dibujar líneas sobre un mapa y crearon el actual Irak, la actual Jordania y algunos de los estados del Golfo. Las fronteras se impusieron, desconocidas por las tribus locales o las nómadas. Los Hachemitas se subieron a los tronos de Irak y Jordania — un gesto bonito de un imperio agradecido, de no ser porque habían llegado desde lo que hoy es Arabia Saudí. La dinastía iraquí se extinguió en 1958 con el asesinato del monarca Faisal II.

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Egipto es una especie de excepción de Oriente Medio. Se trata de una cultura antigua, geográficamente contigua, con alguna dosis de autogobierno incluso bajo los británicos y ha sido el líder intelectual del mundo árabe. Pero aun así carecía también – y carece – de instituciones y tradiciones democráticas. Hosni Mubarak sucedió al asesinado Anwar Sadat, que había sucedido a Gamal Abdel Nasser, que, en 1952, derrocó al creativamente disoluto monarca Farouk (200 coches, todos rojos), vástago de una dinastía real que se remonta hasta 1805 nada menos — y a Albania.

Lo que resulta asombroso es que la administración Obama tuviera un plan detallado, si bien disparatado, de paz palestino israelí pero parezca cogida por sorpresa porque los acontecimientos en Egipto se salieran de madre. ¿Dónde estaba ese plan? Y si lo había, ¿por qué no siguió diciendo lo mismo un día tras otro – elogio a la democracia y dejarlo ahí? El desagradable dilema reside en que hay un conflicto entre nuestros estimados principios y nuestros intereses inmediatos. Un Egipto democrático que revoca su tratado con Israel y se vuelve hospitalario con los islamistas radicales no revierte en nuestro interés.

Ciertos activistas pro-democracia en los medios occidentales conciben un período de transición de meses que dará lugar a un éxtasis democrático en la región. No es probable. Oriente Medio tendrá primero que superar más o menos el mismo proceso que Europa Central y Europa Oriental. Antes de la Primera Guerra Mundial, no había democracias. La región estaba gobernada por monarquías.

Tras la guerra, casi todos los estados (siendo la Unión Soviética la excepción más destacada) eran democracias y uno, el más avanzado política y culturalmente de todos, tenía una ejemplar constitución y un abanico resplandeciente de partidos políticos. Sin embargo, este país osciló de la República de Weimar a la dictadura Nazi prácticamente en un abrir y cerrar de ojos.

El resto de la Europa Central y Oriental fue diferente sólo en grado, no en especie. Hacia el final de la década de los 30, estos países eran de su mayor parte dictaduras de derechas de una variante u otra. Hicieron falta otra Guerra Mundial, una Guerra Fría y montones de ayuda para que la democracia germinara. Incluso de esta forma, parte de estos países manifiestan compulsiones de reincidencia.

Pensar que Oriente Medio va a saltarse este proceso es entrañable, pero algo chiflado. La única ventaja que tiene la región es que es relativamente homogénea, árabe sunita en su mayor parte. (Los coptos de Egipto y los cristianos del Líbano están inquietos con razón). Antes de que los países de Oriente Próximo se puedan agrupar como democracias, tendrán que escindirse como algo diferente, probablemente repúblicas islámicas. Si el presidente quiere saber lo que pasará en el futuro, no tiene más que consultar al pasado. Es, como dice el cliché, el prólogo.

Richard Cohen
© 2011, Washington Post Writers Group
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Sección en convenio con el Washington Post

El informe autocrítico del Fondo Monetario Internacional que admite que «no supieron ver la crisis» durante el mandato de Rodrigo Rato ha provocado muchas reacciones en la blogosfera. En general se destaca que el ex ministro de Aznar se equivocó y que este informe es un duro golpe a su prestigio económico, aunque buena parte de las críticas de fondo son hacia el FMI como institución y por defender sólo el modelo neoliberal.

Fede Duran en Cronicas de un escéptico comenta que «el entorno ratil le quita hierro al asunto cuando afirma que la capacidad de análisis del FMI queda limitada por la soberanía nacional, que incluye la potestad de facilitar información financiera. Incluso así, Rato pierde, con esta implacable caricatura, su aura de imbatibilidad económica. Resulta que, como cualquiera, también yerra.»

Nacho Escolar se pregunta en su blog «¿Qué escucharíamos en las tertulias si, en lugar de Rato, fuese Solbes el ex director gerente del FMI al que una auditoría interna culpase de no haber visto venir la crisis mundial por su ??exceso de confianza??»

Isaac Rosa en Trabajar cansa hace una lectura más de fondo «si el FMI fue incompetente, negligente y malintencionado para no ver la que se nos venía encima, ¿por qué deberíamos esperar que actúe de otra manera hoy? Si no vio la crisis, y cuando vio algo se lo calló, ¿por qué iba a ser más fiable a la hora de proponer medidas contra esa misma crisis?»

Jose Cavero habla de un «ajuste de cuentas» con Rodrigo Rato: «No se entiende bien a qué viene ahora, o qué propósitos alienta o pudiera esconder, la severísima autocrítica que ha efectuado el Fondo Monetario Internacional» pero cree que «no es un ataque a Rato, sino más bien a una institución que ha aplicado en algunas ocasiones dobles raseros y en otras, simplemente, la máxima arbitrariedad.»

Javier Astasio en A media luz se pregunta si el problema de Rato «fueron prejuicios ideológicos los que le llevaron a poner como modelo a Islandia o a ensalzar la solidez de la banca norteamericana y de Reino Unido… preocupa especialmente el sesgo analítico que, muy probablemente, llevó a ensalzar las peligrosas prácticas desreguladoras de un liberalismo descarnado.»

Marco Schwartz en Versión Libre cree que Rato «queda en una posición muy comprometida sobre la que tiene la obligación de dar explicaciones. Porque, según el informe citado, la institución que dirigía no sólo cometió equivocaciones en sus diagnósticos, sino que incurrió en conductas deliberadas que contribuyeron a precipitar la peor crisis de los últimos 80 años.»

Ruben Sancho desde El librepensador cree que el informe demuestra sobre todo un fallo del Fondo como institución: «para la anécdota nacional queda el hecho de que Rodrigo Rato fuera el Director del FMI durante esos años porque los errores de la institución no llegaron con él sino que se encuentran anquilosados en su seno desde su fundación».

Miguel Angel Vazquez en su blog comenta que «Rato no ha dejado buen recuerdo en las enmoquetadas instalaciones del FMI. Todo el prestigio internacional de este prócer del PP, ahora al mando de la solvente Caja Madrid, se ha venido abajo de la noche a la mañana. Una auditoría interna del propio Fondo pone en solfa su gestión.»

Evaristo Torres en su blog En resumidos cuentos comenta la «monserga» a Rato pero apunta también que «en el informe sobre el FMI se dice que había suficientes datos e indicadores  para haberla detectado pero no lo hicieron debido a ??deficiencias organizativas, batallas internas, falta de comunicación, sesgos analíticos, presiones políticas, autocensura, y falta de supervisión y control por parte de la dirección del Fondo?. Y el gobierno del PSOE tampoco la detectó en España».

 En El conomista accidental hablan del «tirón de orejas» del FMI a Rato: «abandonó el barco del FMI como su homónimo femenino cuando le vio las orejas al lobo. Como ministro lo tuvo muy fácil, ajuste fiscal acompañado de un ciclo economico en expansión con familias y empresas poco endeudadas, crédito fácil y bajada progresiva de tipos de interés; dinero a espuertas de Europa etc.

Fomentar valores democráticos, como el diálogo, el consenso y la participación desde la infancia y en su sentido más práctico. Esa es la finalidad de la iniciativa de presupuesto participativo que se está llevando a cabo en Elche. El Ayuntamiento reservó 100.000 euros para financiar proyectos en favor de los menores. Y los propios niños de entre 8 y 11 años presentaron 58 propuestas en asamblea. Nueve de los proyectos fueron considerados viables y ahora los escolares son los encargados de elegir en una votación en qué gastar el dinero.

Un niño votando
(Foto: Flickr/soyignatius)

La primera tanda de votaciones empezó el pasado lunes, 7 de febrero, y acaba este viernes 11. Hasta ese día los alumnos de 27 colegios, 11 del Camp d’Elx y 16 de la zona norte, están ejerciendo su derecho al voto de una forma totalmente democrática. El resto de escolares votaran las propuestas entre el 21 y el 25 de febrero.

Los proyectos entre los que pueden elegir son nueve. Columpios para discapacitados en parques infantiles, instalación de tubos, barras y sillas giratorias en los parque infantiles, zonas de patinaje en los parques o más fuentes de agua en los colegios públicos y parques se unen a otras propuestas como mejorar los suelos de arena en los parques, instalar semáforos con pulsador cerca de los colegios o pintar las porterías, canastas y líneas de las pistas deportivas en centros escolares públicos. Cierran la lista de proyectos propuestos, la instalación de redes en las porterías y canastas, y la colocación de vallas de seguridad en los alrededores de parques y colegios públicos.

Uno de los colegios públicos en los que se están tomando muy en serio el proceso participativo infantil es el Mestre Narciso Merino de Las Bayas. Su director, Santos Henarejos, destacó que «los niños están muy motivados ante la posibilidad de votar». Henarejos explicó que «se les está enseñando el valor de la participación democrática, y es una labor educativa que nos toca hacer a nosotros como educadores».

La intención es estirar la partida de 100.000 euros lo máximo posible. Por eso, primero se atenderá la propuesta más votada, y si ésta no requiere de toda la partida, se podrá gastar en el segundo proyecto más votado por los escolares.

El proceso participativo infantil, se inició el pasado mes de octubre con la convocatoria de las asambleas y la presentación de propuestas por parte de los niños y niñas de entre ocho y once años de edad, que decidieron participar.

El prestigioso diario estadounidense The New York Times en su sección de viajes publicó una lista llamada ??10 Restaurants worth a plane ride? (en español, ??10 restaurantes para los cuales merece la pena coger un vuelo?) en la cual aparecen 2 establecimientos españoles. Siendo el único páis, fuera de Estados Unidos que cuenta con 3, que «coloca» a más de un restaurante en esta lista.

Aponiente
(Foto: Flickr/Chef del mar)

Uno de los restaurantes españoles que aparece en la lista es Aponiente en el Puerto de Santa María. El diario estadounidense destaca que es un local especializado en cocina del mar «sostenible» y menciona la innovación y la curiosidad del chef español Ángel León al utilizar ingredientes poco habituales como ojos de pescado o plancton.

El otro establecimiento es Tickets en Barcelona. El New York Times destaca que se trata del último proyecto de Ferran Adría. Aunque aun no ha abierto sus puertas, el nombre del cocinero español es suficiente para que el diario confie en el local. Explican que será «mucho menos formal que El Bulli., aunque tando la comida como el local tendrán un  sentido teatral, con «escenarios« establecido en todo el restaurante


Cecile Thibaud, corresponsal de la revista gala L´Express y La Tribune de Geneve y vicepresidenta del Círculo de Corresponsales Extranjeros comenta en radiocable.com los resultados de la última encuesta del CIS sobre la valoración de los líderes políticos. Califica de «preocupante» que Rajoy pese a la crisis y las reformas siga sacando peor nota que Zapatero. De Rubalcaba asegura que hace mucha «pedagogía política» y sobre Carme Chacón que 2012 quizá «le llega un poco pronto».

Cécile Thibaud

Cecile Thibaud hace notar que tanto Zapatero como Rajoy sacan, segun el CIS, menos de 3,5 de nota lo que es «una muy mala valoración». Pero le parece especialmente preocupante que en un momento de crisis como el actual y de «reformas impopulares», esté tan mal valorado el lider de la oposición que «es quien debería sacar las castañas del fuego». Explica que Rajoy le parece un político que no transmite ni «entusiasmo», ni «pasión».

Sobre el ministro mejor valorado y posible sucesor de Zapatero, Alfredo Perez Rubalcaba, explica que «siempre que nos hemos encontrado con él los corresponsales extranjeros, ha sido una persona con mucha pedagogía, que explica muy bien lo que quiere decir. Se implica mucho en el juego político, en convencer a la gente y en hacer llegar su mensaje».

De otro de los nombres que suena como relevo en la cabeza del PSOE, Carme Chacon, la corresponsal asegura que tiene muy buena imagen y sería un «cambio muy grande» e «interesante» que España tuviera de presidenta a una mujer joven, pero cree que «es un poco pronto para ella. A lo mejor si es para perder las próximas elecciones, ella no estará. Estará para las siguientes, para ganarlas».

La revista financiera británica ataca el sistema financiero español en un artículo en el que explica como al inicio de la crisis los bancos españoles fueron elogiados por su regulación que les protegió del impacto del estaliido de las subprime en EEUU pero ahora son ??la mayor fuente de preocupación de todos los países, como consecuencia de sus necesidades de capital y la situación de las finanzas públicas?. The Economist hace un juego de palabras y habla de que han pasado de ser «heroes»o ganadores  a «ceros» o vencidos.

El Banco de España
(Foto: Flickr/Oliventino)

El jucio se basa en la última revisión llevada a cabo por el Consejo de Estabilidad Financiera (la agencia creada en 2009 por el G-20 para vigilar los mercados) sobre el sistema bancario español que estima que «el sistema financiero español capeó el embate inicial de la crisis global relativamente bien en comparación con otros países desarrollados. Sin embargo, la crisis ha tenido importantes efectos secundarios que ha llevado al estallido de la burbuja inmobiliaria creada con anterioridad».

The Economist también cita un estudio de Carmen Reinhart (Universidad de Marylan) y Ken Rogoff (Harvard), según el cual el precio de la vivienda tiende a la baja de cuatro a seis años tras alcanzar un máximo. Eso les lleva a la conclusión de que la bajada en nuestro país se ha realizado de una manera particularmente lenta por el freno que han supuesto las hipotecas baratas, pero que el elevado stock de pisos provocará más caídas en los precios aún durante un tiempo.

Y un tercer motivo de preocupación, segun la revista británica, son las cajas de ahorros que aunque son entidades de pequeño tamaño son «tan capaces de crear graves problemas como los grandes bancos».

 

Las consecuencias para Egipto y el mundo árabe de los movimientos que se están produciendo son imprevisibles. ¿Estamos ante un proceso democratizador? ¿simplemente reformista? ¿hacia una iranización? ¿hacia un modelo democrático al estilo de Turquía?… ¿que pide la población?

No son las únicas inquietudes. Las revueltas están poniendo de manifiesto las contradicciones morales de occidente. Decir como estan diciendo algunos que el Islam no es compatible con la democracia es una descalificación gratuita propia de Think Tanks interesados, «a no ser que alguien pueda aportar alguna incompatibilidad genética» entre ambos conceptos desconocida para la ciencia. El radicalismo es lo incompatible con la democracia siempre, no el Islam.

Y es muy posible que Egipto esté preparado para afrontar ese proceso, como lo estaba España tras el franquismo, pero ¿está preparado el mundo para aceptar el resultado de unas elecciones en Egipto? ¿quién necesita entonces mejorar su cultura democrática?

Así nos lo contaba Haizam Amirah Fernandez, Investigador Principal para el Mediterráneo y Mundo Árabe en el Real Instituto Elcano, quien aportaba también las notables diferencias que hay entre esta revolución con otras vividas en el mundo árabe.Explicaba Haizam en #alrojovivo -La Sexta2- que no se puede decir que estemos ante la iranización de Egipto.  La revolución del 79 en Irán que dió paso al islamismo radical se produjo en un contexto mundial muy concreto, enmarcado por la guerra fría, y muy diferente al actual. Hoy estamos ante una revolución protagonizada por los hijos de Internet, los hijos de las redes sociales y de la televisión por satélite. Los modelos culturales que esa generación tiene como referentes son democráticos, con derechos y deberes, con oportunidades y ausentes de paternalismos.

El futuro es incierto, claro. Pero hay suficientes ingredientes como para pensar que el resultado puede ser positivo.

No nos corresponde en todo caso a nosotros ser vigilantes, sino al propio pueblo de Egipto, que tiene derecho a decidir por su futuro.