El debate sobre la conveniencia o no de la limitación de mandatos en la presidencia y en general sobre una nueva candidatura de Zapatero se libra con intensidad en la blogosfera. Muchos analisis alertan sobre los peligros de la limitación de mandatos a 8 años y otros advierten de las auténticas motivaciones de quienes han rescatado ahora a esta reivindicación. Pero lo que es imparable es el debate entre quienes defienden que Zapatero debe volver a presentarse y quienes creen que debe dar paso a un cambio de rumbo, con nombres incluídos.

Zapatero

Manuel Calleja en Geografía subjetiva se muestra en contra de la limitación de mandatos: «Cada vez que en España se habla de limitación de mandatos da la impresión que lo que se quiere es forzar un cambio de gobierno por ??el ministerio de la Ley?? y no por medio de los votos.»

Fernando Garea de El patio del Congreso recuerda el peligro del anuncio anticipado de no volver a presentarse » Zapatero está advertido del efecto desastroso que tuvo para Aznar anunciar al inicio de su segunda legislatura que no volvería a presentarse y, por eso, intenta apurar hasta el final. Pero no podrá evitar la inquietud y el debate sobre su candidatura».

Pedro Alvarez Diaz en Que los que matan se mueran de miedo cree que la limitación de mandato no es la solución: «Si un presidente ve indicio de baja popularidad y existe una percepción de desacuerdo con su gestión en toda la sociedad ¿acaso no va a ser consciente de ello? Es más aconsejable apelar al sentido común y no a medidas radicales como la limitación de mandatos.

Esther Jaen en su blog De Pixie a dixit cree que Zapatero es el plan A y el Plan B de los socialistas: «Es precisamente el escaso margen de tiempo de que disponen entre convocatorias electorales lo que les ha convencido de que, para ganar, el mejor es Zapatero y, para perder, también.»

Juan Carlos Escudier en su Tierra de nadie reflexiona sobre los barones socialistas que hablan de que Zapatero no repita: «¿Estarían tan molestos con Zapatero si su ??cueste lo que me cueste? no afectara a sus expectativas electorales? Muchos de los que animaron al líder a seguir cuando amagó con el retiro, cantan ahora la palinodia en voz baja.»

Arsenio Escolar también profundiza en las de Barreda: «cree que, a día de hoy, Zapatero es más un lastre que un refuerzo. Por eso quiere que Zapatero no se presente en las próximas elecciones generales, previstas para marzo de 2012, y que lo anuncie antes de las próximas autonómicas, que serán en mayo de 2011.»

En el blog Qué país se preguntan si las menciones a la limitación de mandato, son «una manera delicada de no recomendarle al presidente Zapatero que vuelva a presentarse. Y es que realmente,  tras 6 años de gobierno desafortunado, el PSOE podría levantar cabeza en la intención de voto, si optaran por presentar otro candidato.»

Ignacio Escolar analiza los posibles sustitutos de Zapatero: «hoy el PSOE está sufriendo un serio desgaste, pero pierde muchos más enteros el presidente del Gobierno. Zapatero ya no suma sobre la marca socialista y, dentro del partido, hay otros candidatos que presentan una mejor valoración popular».

Pablo M. Beleña en el blog Ojo Crítico apunta a Carme Chacón con sucesora: «sabedor de que es un evidente lastre para su partido, debido a la fuerte crisis económica que golpea a España , podría escuchar a los críticos del PSOE, que le piden un recambio. Ahora bien, Zapatero quiere alguien de su generación, descartando a la llamada ‘vieja guardia’ de Felipe y compañía.»

Nacho de la Fuente también se fija en los comentarios dentro del PSOE a favor de Chacón: «no olvidemos que Zapatero está obsesionado con la parida de la paridad. Y esta pequeña circunstancia puede marcar el temido y discutido postzapaterismo. Al tiempo y al loro.»

Desde el blog Ulises 3.000 piden un cambio de rumbo: «Zapatero decidió el 12 de mayo, después de un proceso infumable e indefendible de inacción contra la crisis económica dar por finiquitadas sus posibilidades de presentarse a la reelección para un tercer mandato.»

Antonio Regalado en Bahia de Ítaca cree que Zapatero es un político amortizado :»Sería deseable que tras el aviso de Cataluña adelantara las generales. Mucho nos tememos que se mantenga en la poltrona y repita por tercera vez. Y a la tercera ganará Rajoy.»

El periodista Hernan Zin ha grabado a un grupo de niños en un campo de desplazados en Gulu, ciudad del norte de Uganda, que recogen insectos y los usan como mascotas, paseándoles como si fueran sus juguetes. El video está en su blog Viaje a la guerra y en Youtube.

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Gulu fue el epicentro del ya acabado conflicto que enfrentó durante más de 20 años a la guerrilla del LRA y al gobierno de Uganda. Hernan Zin ha vuelto para grabar un documental en la zona y se encuentra con los niños del campo de desplazados. Se dedica a mostrar como se divierten: jugando con ruedas o al futbol, trepando a los arboles, haciendo música con lo que pueden… y descubre que algunos lo hacen amaestrando insectos.

Los niños cogen una especie de escarabajos con alas, los pasean con cuerdas y coleccionan sobre pequeños pinchos como si fueran juguetes. Disfruntan especialmente porque los insectos intentan volar y mueven las alas. «Es algo que en más de tres lustros de viajes por el mundo y varias visitas a Uganda, nunca había visto», asegura Zin.

El actor escocés ha resultado salpicado por una trama de corrupción urbanística en Málaga y fue citado a comparecer en un juicio el pasado 15 de octubre. Pero Sean Connery no acudió alegando motivos de salud. Además de la repercusión en la prensa española, la noticia ha alcanzado dimensión internacional. La CBS se ha hecho eco de la historia y de la ausencia del actor. Con cierto escepticismo han titulado la pieza «¿Sean Connery, demasiado viejo para comparecer en un tribunal español?»

Sean Connery
(Foto: Flickr/Lars Plougman)

El texto de la noticia explica que «en una acción que podría ponerle entre rejas, el actor Sean Connery declinó comparecer ante un tribunal español como había sido requerido por un juez que investiga una presunta sombría trama inmobiliaria en la que está envuelta una antigua propiedad del actor en la Costa Del Sol. En una carta, el actor de 80 años asegura al juez que no puede viajar a España a causa de su edad y de un problema de saludo que no especifica.»

La CBS explica que tanto Connery como su mujer, Micheline Roquebrune, han sido citados como testigos y que de momento no han sido imputados por ningún delito en el sumario conocido como el Caso Goldfinger que instruye el Juez Puyol.

Especulan además con la decisión de tormará ahora el magistrado que «anteriormente amenazó con emitir un orden de arresto internacional». Aunque también mencionan que tiene la opción de «enviar oficiales españoles para interrogar a Connery, aunque una fuente del juzgado dice que no saben donde está Connery ahora».

[actualizada] Saramago, El Greco, Mozart, eran personajes que pertenecían al ámbito del Ministerio de cultura, ahora, gracias a Ángeles Sinde y la complicidad de Rubalcaba, podrían compartir espacio con los matadores «El Juli» o con Cayetano Rivera Ordoñez.

«Los toreros nos sentimos artistas». Asi justifica un grupo representativo de este colectivo la petición hecha al Gobierno para el  traslado de las competencias lo que tiene que ver con el mundo taurino, del Ministerio del Interior al de Cultura.

El ministro Rubalcaba ha anunciado que esa petición ha sido aceptada y que en breve se procederá al cambio. Parece, sin embargo, un trapaso basicamente simbólico.

Un grupo integrado por Cayetano Rivera Ordóñez, Julián López ‘El Juli’, Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera, Manuel Jesús ‘El Cid’, Alejandro Talavante y José María Manzanares (hijo) junto al presidente de la Mesa del Toro, Carlos Núñez, y el abogado y ganadero Javier Araúz de Robles ha impulsado el movimiento que se hizo oficial en una reunión mantenida con el Ministro del Interior.

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La mayor parte de las competencias taurinas estaban transferidas a las Comunidades Autónomas que son las que establecen los reglamentos. Técnicamente el Gobierno solo tiene dos competencias sobre este mundo: el análisis de las astas que se hace en un laboratorio de Canillas y el registro de profesionales.

Los toreros han impulsado esta antigua reivindicación porque creen que desde el Ministerio de Cultura se puede fomentar un mayor apoyo a su causa. La propia González Sinde ha declarado que su Departamente puede hacer «una labor de armonización de coordinación, de fomento, de apoyo a la fiesta taurina».

La noticia ha provocado algunas  reacciones de apoyo entre la política del Congreso, especialmente desde el PP pero ha desatado muchas críticas en Internet.

El asunto  ha tenido también una cierta repercusión  en el extranjero, llegando incluso a la prensa japonesa: La «industria taurina española busca un mayor reconocimiento», dice Manichi Daily News.

Y en efecto, no se trata de un simple traslado de competencias, sino de un intento de mejorar el reconocimiento social que tiene la polémica industria del toro.

Ruth Toledano ha sintetizado formidablemente bien en EL PAIS la indignación que sentimos muchos con el asunto taurino:

«Es lo mismo que igualar una melodía de Mozart con un eructo». No se podía haber expresado mejor que como lo ha hecho la portavoz de la Coordinadora de los Verdes de Madrid, Cristina García Moreno: el acuerdo para que las competencias de los toros sean traspasadas del Ministerio del Interior al Ministerio de Cultura «es un insulto a la verdadera cultura». Semejante acuerdo ha sido alcanzado entre el ministro del Interior, el autodenominado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, y un grupo de hombres, autodenominados matadores […]

las heces que el Gobierno socialista considera cultura y que se barren en la arena proceden del terror y de la diarrea provocada por los sulfatos que les ponen a los toros en el agua para que salgan a la plaza débiles y desorientados. En la arena, las heces se mezclan con la sangre derramada. La sangre que el Gobierno socialista considera cultura y que se desborda de un cuerpo martirizado para ilustrar a los presentes en el arte de hacer sufrir. No tiene ninguna gracia: supone una involución en el desarrollo de este país. Pero además supone ignorar el sentir de una mayoría ciudadana que no necesita vestirse de comunión y abrirse de patas para defender la obviedad: que los toros y los caballos padecen indecibles sufrimientos físicos y psíquicos, que torturar a un animal, un herbívoro, hasta la muerte es un espectáculo indigno.» [Leelo completo en EL PAIS]

 

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington. Como una aparición, Jimmy Carter acecha a Barack Obama. El ex presidente ha publicado otro libro más, el 25, que ha sido recibido con cierto menosprecio e importantes cantidades de burla. Garry Wills, del esperablemente progresista New York Review of Books, escribe que «Carter es un hombre mejor de lo que su peor enemigo le retrataría. Y su peor enemigo resulta que es él mismo». A lo cual un coro de críticos añadiría rápidamente, «No mientras yo respire».

Esos críticos se lo están pasando bomba con la obra más reciente de Carter, «Diario de la Casa Blanca». Resulta que Carter era un infatigable diarista, recogiendo todo por cualquier razón — la elevada estima en que se tiene a sí mismo, sobre todo. Es el Jimmy ambulante, dedazos en todos lados, hasta programar la música del hilo musical de la Casa Blanca. El libro se convierte en «prueba de la acusación de petulancia del caballero», según Wills, y una vez más el coro de críticos literarios adicionales interviene con un sentido «Amén».

Podría preguntarse llegados a este punto el motivo de que, arriba, meta a Obama en el mismo párrafo que Carter. No es que Obama sea tan corto políticamente como Carter, y casi seguro no es porque crea que los dos presidentes persiguieron políticas estúpidas. Por el contrario, de la reforma sanitaria al estímulo económico, e incluyendo el programa TARP iniciado por Bush, Obama ha hecho las cosas correctas. Evitó por los pelos tanto el colapso del sistema financiero como el empeoramiento de la Gran Recesión al tiempo que, paradójicamente, era puesto a caldo por hacerlo. Como dijo en una ocasión el propio Carter, la vida es injusta.

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Jimmy Carter fue canela en rama como presidente y sumamente difícil de caer bien. (Yo nunca logré la hazaña). Aun así, en el que fue y sigue siendo el mayor desafío al que se enfrenta este país con diferencia, la crisis energética, Carter tenía razón y la tenía con valentía. Puso sobre la mesa sus ideas en un injuriado discurso en el Despacho Oval al tiempo que otras veces llevaba un jersey para sugerir bajar la calefacción. Durante su discurso, utilizó la fórmula «el equivalente moral a la guerra» para caracterizar el actual desafío energético. Los estadounidenses tendrán que hacer sacrificios. La crisis lo exigía y el gobierno insistirá en ello. Que preparen los jerséis.

Carter instó al aislamiento doméstico, a un incremento de la extracción del carbón, al descenso de la importación del crudo exterior y, significativamente, una reducción del 10% en el consumo de combustibles. Predijo que a América se le acabaría el crudo — casi 10 millones de barriles extraídos al día en 1970 hasta menos de 6 millones hoy — y dijo que «la piedra angular» de su política era la preservación. «Aquellos ciudadanos que insisten en conducir coches enormes e innecesariamente potentes tienen que esperar pagar más por ese lujo», dijo.

Carter exhortó a los estadounidenses a elevar su consumo de energía solar. Dedicó fondos a lo que predicaba e instaló paneles solares en el techo de la Casa Blanca. Ronald Reagan los hizo retirar en 1986.

Reagan tuvo sus virtudes, pero reconciliarse con la realidad energética no fue una de ellas. En contraste con el enfoque crudo de Carter sobre la política energética, Reagan anunció simplemente que era un nuevo día en América (su discurso de campaña por la reelección de 1984) — y lo dejó ahí. Las maravillas de la libre empresa proveerán. Dios proveerá. Se trataba de un enfoque muy tercermundista sobre un problema del Primer Mundo.

Desde aquel momento, el enfoque «¿Qué, preocupado yo?» sobre la administración pública ha terminado por dominar al Partido Republicano. Lo vemos en la actualidad. Su remedio a todo lo que nos aqueja es reducir el tamaño de la administración — detalles concretos más tarde — y, por supuesto, bajar los impuestos. Esta es, en cierto sentido, la herencia de Reagan, aunque ahora Reagan podría no cooperar. ?l era receptivo a las ideas (uno de los primeros suscriptores del National Review) mientras que el Partido Republicano actual es inerme intelectualmente, transmitiendo sus neuronas el impulso nervioso puntual de la indignación del movimiento fiscal y aguardando después intervención divina.

El programa energético de Carter iba directo al dinero. El mensaje estaba bien; el mensajero fue desastroso. Este es exactamente el caso con Obama, que es mucho más agradable que Carter pero que está siendo abofeteado de forma parecida. Tener razón está bien. Convencer al resto de que la tienes es esencial. Pero hasta George W. Bush, que abandonó a una nación agradecida con dos guerras y una recesión — de alguna forma se olvidó de contagiar las paperas — es igual de popular hipotéticamente que Obama. Esto se debe a la insistencia de Obama en el realismo que parece pesimismo Es nuestra falta de carácter nacional y es lo que tumbó a Carter para siempre. ?l pedía sacrificios. Lo que recibió fue la patada.

Richard Cohen
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La última entrevista de Ana Pastor (Los Desayunos en TVE) a Esperanza Aguirre, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a desatar la  polémica. No es la primera vez que sucede, como ya explicamos en este blog. Los mismos críticos, los mismos medios, los mismos prejuicios hacia el oficio. De nuevo se acusa a la periodista de ser excesivamente incisiva.

La propia Aguirre ha contribuido a la polémica argumentando que se trató de un «interrogatorio carente de sentido del humor». En efecto, Aguirre nunca ha aceptado el rigor que se le presupone a esta profesión, -a la vista está lo que ha hecho de Telemadrid- y tiende a pensar que el sentido del humor o más bien el cachondeo puede suplir la responsabilidad y la seriedad que se le exije a la política.

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Resumen de la entrevista que ha hecho SLQH

Pero esta vez Aguirre cometió una falta de respeto mucho mayor, pues probablemente no habría tratado en estos términos de frivolidad a un periodista de otra generación. Pensaba que obtendría complacencia y se equivocó.

Incisiva y constante, a Pastor no le gustan los rodeos, ni que la utilicen los políticos, asunto este que ha demostrado con Rubalcaba o Leire Pajín, más recientemente. Como ya dije la otra vez, es algo de lo que no pueden presumir, precisamente, quienes señalan hoy con el dedo. Porque si las críticas lanzadas desde la política son lamentables, que estas lleguen desde el ámbito periodístico es penoso. Debe aprender tanto el periodismo español del anglosajón…

Aguirre es un excelente ejemplo de político,- un@ de tant@s, indistintamente de las siglas que representen- que acostumbra a no contestar a lo que se le pregunta y que cree que es en su mano donde debe colocarse el interés de los ciudadanos. Al fin y al cabo, son muchos los periodistas que acuden a ese lugar, por razones diversas.

En fin. Desconozco si se trató de un «interrogatorio carente de sentido del humor». Pero no todo es una broma, ni siquiera aunque lo protagonice usted, Sra Presidenta.


[ESCUCHALO AQUI] Lo avanzó enigmáticamente Alejandro Sanz, con un simple gesto, durante la videoconferencia sorpresa que realizó para sus fans.

Sanz se refirió a un posible dueto con Joaquín Sabina, y aunque no confirmó nada, zanjó el tema de forma enigmática. Ahora ya se sabe a qué se refería con aquél «no digo nada».

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Alejandro Sanz y Joaquín Sabina, han unido sus voces para interpretar «Lola Soledad». La canción, que forma parte del último trabajo de Sanz, «Paraíso Express», se puso a la venta este viernes.

Para Alejandro Sanz hay muchas mujeres «Lola Soledad» en el mundo. Según explica, 

«son mujeres con carácter, mujeres vividas, mujeres que han pasado circunstancias complicadas, pero siempre interesantes. Quería rescatar un poco a esa dama golfa y valiente y hacerle un homenaje a la mujer con mayúsculas. Es una canción única, con mucha personalidad y un estilo propio» -afirma.

El propio Alejandro Sanz anunció el lanzamiento en su web.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson-Washington. Ahora que la Guerra de Irak ha terminado — para las tropas regulares, por lo menos — sólo hay una cosa clara del resultado: Nosotros no ganamos.Tampoco perdimos, en el sentido de ser derrotados. Pero las guerras ya no acaban con ceremonias de rendición y desfiles de confeti. Acaban en una bruma de ambigüedad, y es más fácil discernir lo que se ha sacrificado que lo que se ha ganado. Así son las cosas tras siete años de luchar en Irak, y así serán después de al menos 10 años — probablemente más, antes de que hayamos acabado — en Afganistán.

George W. Bush optó por enviar tropas estadounidenses a invadir y ocupar Irak, incluso si no había ningún motivo acuciante para hacerlo. No voy a hacer un refrito de todos los argumentos de lo que se sospechaba, se informaba o «se confirmaba» de las inexistentes armas de destrucción masiva que aportaron la justificación de la guerra para la administración Bush. Pero incluso si Bush y sus ayudantes estaban convencidos sinceramente de que Saddam Hussein buscaba activamente la forma de desarrollar armas nucleares, químicas o biológicas, no tenían ningún motivo para creer que Estados Unidos o sus aliados se enfrentaban a una amenaza inminente o incluso próxima.

Vieron la oportunidad no sólo de deponer a un repugnante déspota, sino de remodelar Oriente Medio implantando en su corazón una democracia pro-occidental. Triunfaron en lo primero pero no en lo segundo.

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La guerra iba camino de convertirse en un fracaso desastroso hasta que la minoría sunita del país se revolvió contra los yihadistas de Al Qaeda que habían inundado Irak para luchar contra los odiados americanos — y el incremento de efectivos de Bush, competentemente liderado por el General David Petraeus, capitalizó este cambio de tornas. Como resultado, Irak no se desintegró en el vasto osario de sangre sectaria que muchos habían predicho. Pero tampoco se convirtió en una entidad política coherente y operativa — meses después de las últimas elecciones, aún no se ha formado un nuevo gobierno — ni tampoco terminó la violencia. Los insurgentes siguen sembrando el caos de manera periódica, como hicieron la última semana en una serie de ataques coordinados.

Una cosa que no ha cambiado de las guerras es que siempre tienen consecuencias imprevistas. En el caso de Irak, el mayor cambio imprevisto es que Irán se ha hecho con una influencia y un poder tremendos en la región — y está mucho más cerca de convertirse en potencia nuclear. Vamos a votar: ¿quién piensa que Oriente Medio es hoy un lugar más seguro que antes de la invasión estadounidense?

Las estimaciones dicen que por lo menos 100.000 iraquíes, y muchos más quizá, han muerto como resultado del conflicto. Hasta el momento, 4.416 militares estadounidenses han perdido la vida y más de 30.000 han resultado heridos de gravedad. Las estimaciones del coste total de la guerra rondan la friolera de 700.000 millones de dólares.

Aún así, Sadam está muerto y enterrado y hay un gobierno nacional electo, más o menos, en Bagdad. Bajo tutela estadounidense, las fuerzas iraquíes de seguridad han reunido un operativo suficiente para mantener un mínimo de orden en la mayor parte del país. No, no perdimos, pero tampoco podemos declarar victoria.

Ese será también el epitafio de la guerra de Afganistán. Ya está claro que la promesa del Presidente Obama de iniciar la retirada el próximo julio no está concebida para indicar el final de los combates. Esta invasión tenía el objetivo de destruir la base de operaciones de Al Qaeda, junto al régimen talibán que protegía a los terroristas. Las fuerzas estadounidenses y aliadas lograron el éxito en poco tiempo — pero aquí estamos, nueve años después, aún en guerra.

Obama intenta un incremento de efectivos propio, habiendo triplicado la cifra de personal militar destacado en el país desde que fue investido. La verdad es, sin embargo, que siendo capaces de dejar un Irak que se mantiene unido con alfileres, haría falta un esfuerzo monumental — y muchísima suerte — para llevar a Afganistán hasta esa condición. Teniendo en cuenta el extremo atraso y la corrupción del país, es inevitable que dejemos atrás un caos.

Igual que hemos dejado el futuro de Irak en manos de los iraquíes, al final dejaremos el futuro de Afganistán en manos de los afganos. ¿Alguien cree otra cosa? Si no es así, ¿cuántos estadounidenses más deben morir para que aceptemos el ambiguo resultado — realmente no perdemos, pero realmente no ganamos — que sabemos asoma entre la niebla?

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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