No puede haber otra derrota. Cuatro años más de crisis, con Aguirre gobernando y terminará por deshacer las últimas conquistas del estado de bienestar. ¿Qué pasará con la Sanidad y la Educación pública? ¿con las prestaciones sociales? ¿y con la Ley de dependencia? ¿Para qué utilizará ahora TeleMadrid?
Tomás Gómez tiene una intachable hoja de servicios, trabajó duro y además ha desafiado de forma sugerente a la jerarquía interna, ganando la primera partida, así lo defendí en la SER y creo que debe ser felicitado por ello. Me fascina la gente rebelde; es la esencia de ese partido. Pero ¿puede ganar?
La derecha está cambiando el sentido del juego, tergiversando la partida, lanzando a Tomás Gómez contra Zapatero, utilizándole como estocada final porque las primarias han sido desplazadas a un segundo lugar. La guerra no es ya interna, es ahora contra el PSOE y contra el Presidente del gobierno.
Los lectores de La Razón, el ABC, El Mundo, Libertaddigital; los disciplinados oyentes de la COPE, de Onda Cero, de Intereconomía, jamás serán votantes del PSOE aunque simulen todo su apoyo a Gómez. Y están convirtiendo su nueva popularidad en un espejismo.
Esos mismos medios atacarán sin contemplaciones a Tomás Gómez cuando hayan laminado a Trinidad Jiménez y sea Aguirre su contrincante.
Porque buena parte de esos medios de comunicación viven de la financiación que reciben de Esperanza Aguirre, la Condesa consorte de Murillo y Dama del Imperio Británico, ¿de verdad alguien espera ecuanimidad en época electoral?
Trinidad Jiménez puede ganar a Esperanza Aguirre
En efecto, no se trata de las encuestas del partido sino de una cuestión de sentido común. Así como a Gómez hay que reconocerle esa batalla de la rebeldía y del trabajo constante, a Trinidad Jiménez hay que reconocerle su valentía y su carácter transversal. Una mujer de orcasitas podría votarla, pero una del Barrio Salamanca o de Chamberí también podría hacerlo sin tener que explicarlo demasiado. Trinidad Jiménez puede ganar a Esperanza Aguirre.
… y sobre todo debe hacerlo. No puede haber otra derrota. Cuatro años más de crisis, con Aguirre gobernando y terminará por deshacer las últimas conquistas del estado de bienestar. ¿Que pasará con la Sanidad y la Educación pública? ¿con las prestaciones sociales? ¿y con la Ley de dependencia? ¿Para qué utilizará ahora TeleMadrid?
Zapatero se involucra
A algunos militantes no les ha gustado el hecho de que el secretario general se haya manifestado en favor de Trinidad Jiménez. No fue, sin embargo, un error de cálculo. Zapatero estaba enviando un mensaje a la militancia del PSOE: Madrid es un objetivo prioritario y él, en persona, está dispuesto a involucrarse.
Pero ¿por qué Trinidad Jiménez?
Aceptando la invitación, Trinidad Jiménez asume un enorme riesgo político. Ella no necesitaba ese puesto. Figuraba en todas las quinielas para ser vicepresidenta del gobierno. El suyo, en mi opinión, es un sacrificio de mucha valentía, un acto de lealtad hacia el secretario general de su partido y de compromiso con el PSOE.
Si pierde puede perder su carrera política pero sabe que si pierde, Zapatero podría quedar desautorizado y no sólo ante los ciudadanos, sino ante los propios militantes. ¿Alguien se imagina el día después de las primarias? ¿cómo debería actuar Zapatero ante Tomás Gómez? ¿y ante el resto de los militantes?
En términos de rebeldía, puede sonar seductor, pero ahora imaginen la semana posterior y los editoriales de la prensa patria. El PSOE no se puede permitir que pierda Trinidad Jiménez, pero creedme, Madrid tampoco.
[Comparte este post: reenvíalo por email, menéalo, twittealo,
imprímelo, repártelo, házselo llegar a quienes no tienen internet y cuélgalo en tu agrupación]