El corresponsal del diario portugués Publico considera en radiocable.com que la prohibición del velo integral no es un asunto que esté en la calle, sino que es una estrategia política centrada en Cataluña que busca «calentar» las proximas elecciones con respecto a la inmigración.  Pero Nuno Ribeiro advierte que se está jugando con fuego y que las prohibiciones ya están provocando un auge de los movimientos musulmanes más radicales.

Mujeres con burka
(Foto: Flickr/Na´eem)

Nuno Ribeiro considera «singular» que el debate sobre la prohibición del burka haya nacido en Cataluña después de que unos sondeos den a la Plataforma por Cataluña un «partido xenofobo dirigido por un señor que viene de Fuerza Nueva» entre 5 y 7 diputados. Esto ha alarmado a la sociedad política catalana y han caído en la trampa: «es lamentable que Cataluña que ha reivindicado un cosmopolitismo que el resto de España no tenía, ahora esté vergada a intereses que son de un localismo peligroso, xenofobo y racista».

Para el corresponsal el debate del burka «no está en la calle, está en las mentes de los que quieren calentar el tema de la inmigración en Cataluña». Cree que las raíces de este problema están en el paro, que ha aumentado más en esta comunidad que en el resto de España, y en que hay más de 320.000 musulmanes en Cataluña. Pero cree que se «está jugando con fuego». Y compara esta actitud con el comportamiento ejemplar que hubo tras el 11M.

No me gusta el burka, pero suscitar debates coyunturales para crear situaciones de exclusión social es jugar con fuego y ya está teniendo sus consecuencias en Cataluña con los movimientos más radicales tomando el control de algunas mezquita en Tarragona y afirmando en un liderazgo que hasta ahora no tenían», asegura Ribeiro.

El periódico británico Financial Times publica un artículo de Mark Mulligan titulado: ??España presionada por los recortes de las tarifas de las plantas solares?. Según explica Mullligan, ??la reducción prevista en los pagos para la electricidad verde ha provocado indignación?

??El gobierno español, con falta de liquidez, se encuentra cada vez más presionado para dejar a un lado sus planes de reducir con carácter retroactivo las tarifas especiales a los operadores de la energía fotovoltaica (PV). Los inversores del sector de 20 mil millones de euros ??incluyendo bancos, fondos especializados y particulares- han estado presionando al Ministerio de Industria durante algunos meses por sus planes de recortar en un 30% lo que los generadores reciben por producir una electricidad sin emisiones en las plantas PV. España es el líder mundial en la producción per cápita de energía eólica, con 20.000 MW de capacidad instalada. En los últimos años, las generosas primas ??precios garantizados al por mayor- han animado a cientos de miles de inversores a buscar unos rendimientos regulados invirtiendo en proyectos de energía solar. Bajo la estrategia de energía limpia del gobierno, las plantas fotovoltaicas y termo solares forman el tercer mayor segmento de renovables, después de la energía hidroeléctrica y eólica.

Ahora el gobierno, afectado por la recesión, quiere recortar de manera retroactiva un 30% de lo que los generadores fotovoltaicos existentes reciben por kilovatio/hora, bien reduciendo directamente las primas o poniendo un tope al número de horas de producción beneficiarias de subvención. Los planes, que podrían convertirse en ley en las próximas semanas, han provocado la indignación de inversores y financieros del sector quienes dicen que ponen en cuestión la seguridad jurídica del país. En una carta a José Luís Rodríguez Zapatero un grupo formado por 10 inversores internacionales que han invertido 3 mil millones de euros en los parques PV españoles advierten que un 30% de recorte ??tendría como resultado la pérdida de los fondos de casi todos nuestros accionistas?, así como fondos de pensiones y de seguros de clientes que se han invertido en el capital de estos proyectos???.

Desgraciadamente el recorte parece inevitable lo cual es una equivocación. El gobierno debería proteger esta partida pues ha formado parte del discurso estructural de su política progresista. Y no solo eso. España se ha posicionado como un pais referente en energía verde, tanto por su apoyo gubernamental como por su desarrollo empresarial. Si ansiamos tanto el cambio de modelo productivo no deberíamos frenar en seco con una política que nos ha dado tan buenos resultados y que ha sido constante motivo de elogio para nuestro país: el valor en imagen que nos ha dado tiene también precio.

Quizá no sean tiempos para la lírica pero  ¿No se diseñó la Ley de economía sostenible para impulsar cosas como esta?

 

Votando en una sesión del Europarlamento
(Foto: Flickr/European Parliament)

Un grupo de europarlamentarios ha lanzado una campaña y petición a la sociedad civil para organizar un grupo o lobby -a imagen de ONG´s como Greenpeace o Amnistía Internacional- que haga de contrapoder a la enorme presión que ejercen la industria financiera y bancaria. Han creado una página web sugiriendo un nombre para este lobby en defensa de «otras finanzas»: www.Finance-watch.org Y recogen firmas y apoyos porque creen que es un peligro para la democracia que solo se oiga unos argumentos.

Nosotros, europeos electos a cargo de reglamentar los mercados financieros y los bancos, constatamos todos los días la presión ejercida por la industria financiera y bancaria para influir en las leyes que las rigen- empieza deciendo el manifiesto que han elaborado-. No es extraño que dichas empresas hagan escuchar su punto de vista y discutan regularmente con los legisladores. Pero la falta de balance entre el poder de ese cabildeo y la ausencia del mismo nivel de experiencia de la otra parte nos parece un peligro para la democracia.»

Esta iniciativa ha partido de parlamentarios de Francia, Alemania, Grecia, Portugal, Italia, Finlandia, Reino Unido, Bélgica y Luxemburgo. Hay representantes de partidos socialistas, verdes, liberales, comunistas, demócratas…

Inicialmente ningun eurodiputado español figuraba entre los impulsores de esta propuesta. Dos de ellos la han secundado una vez conocida. Raul Romeva i Rueda de Iniciativa per Catalunya Verds y Oriol Junqueras de Esquerra que en Bruselas integra el grupo Les Verts. Hay también una página en Facebook en defensa de la campaña.

Consideran que existe una «asimetría» en materia financiera.  En asuntos ambientales y de salud pública, las ONG´s han desarrollado una experiencia que les coloca al mismo nivel que la industria y sus lobbys. Y lo mismo ocurrre en cuestiones sociales y laborales, gracias a los sindicatos y organizaciones patronales. Esto permite al electorado escuchar los argumentos a favor y en contra en esta materia.

Sin embargo en materia financiera, hacie desarrollado una posición o experiencia capaz de rivalizar con la de los bancos o los mercados. Eso hace que la posición de la industria financiera se refuerce forma unilateral.»No existe un contra poder suficiente en la sociedad civil. Esta ausencia no evita que desarrollemos nuestra propia experiencia independiente de la industria ni de hacer nuestro trabajo, pero esta asimetría constituye en nuestra opinión un peligro para la democracia.»

Por ello hacen un llamamiento a la sociedad civil (ONG, sindicatos, investigadores académicos, think-tanks?) para que se organicen y creen una (o varias) organizacion(es) no gubernamental(es) capaz (capaces) de desarrollar una experiencia equivalente sobre las actividades llevadas a cabo en los mercados financieros por parte de los principales actores (bancos, compañías de seguros, fondos de cobertura, etc., ?) y dar a conocer este análisis a los medios de manera eficaz.

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Es estupendo que el Presidente Obama y sus asesores parezcan entender de una vez la tónica de la respuesta a la marea negra del Golfo de México. Ya sólo les falta enderezar la política.

Que Obama haya sido lo bastante convincente o no en su gestión pública de la catástrofe es un interrogante legítimo, pero en cierto sentido está fuera de lugar. Sí, hay una faceta de escenificación inherente a la presidencia y no, Obama no parece disfrutar de esa parte del cargo. Pero el caballero es quien es – no habla impulsivamente, no da porrazos a las mesas ni patalea los estrados, y resultaría cacofónico que de pronto tratara de simular lo contrario. Lo bien que Obama aprenda a transmitir empatía y pasión mientras permanece fiel a sí mismo es relevante para su eficacia a largo plazo como presidente, y en última instancia para su legado. Ningún aspaviento, sin embargo, podrá empezar a paliar lo que la Casa Blanca llama el peor desastre medioambiental de la historia de los Estados Unidos.

El asunto no es lo que Obama piensa, sino lo que hace. ¿Por qué no se han traído decantadores de todo el mundo para separar más crudo del agua? ¿Por qué la protección de la costa no se administra como una campaña militar, en la que el fracaso no es una opción? ¿Por qué la respuesta a cada pregunta es esencialmente la misma – «Hemos pedido reiteradamente a BP que haga eso» – mientras capeamos una crisis que aún no se considera una cuestión urgente de seguridad nacional o de bienestar de la nación?

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Basta de preguntar a BP. La compañía es responsable del vertido y tiene que pagar pronto. Pero la dirección de BP responde a los accionistas de la empresa, no al pueblo estadounidense. E incluso si el consejero delegado de BP propenso a los accidentes Tony Hayward y sus lugartenientes sólo tuvieran la más pura y noble de las intenciones, el problema que han creado en el Golfo está mucho más allá de su capacidad de resolución.

Esta es, esencialmente, una guerra que se libra en parte a una milla bajo la superficie del Golfo, donde el crudo sigue brotando del yacimiento subterráneo «Macondo» — bautizado con el nombre de la ficticia ciudad de la obra maestra del realismo mágico del premio Nobel Gabriel García Márquez, «Cien años de soledad» – a un ritmo catastrófico.

La administración no tenía otra elección que dejar la respuesta inicial sobre el sustrato marino a BP. El gobierno simplemente no tiene el equipo ni los conocimientos para cortar la fuga. Esta desafortunada situación puede ser reflejo de malas elecciones políticas en el pasado, pero esa es la realidad. Una decisión inteligente fue ordenar a BP que empezara a perforar un segundo aliviadero, en caso de que el primero no funcione — pero ninguno estará terminado hasta agosto, y no hay nada que se pueda hacer al respecto.

Una segunda batalla es el esfuerzo por contener las decenas de millones de galones de crudo que ya han contaminado el Golfo y su costa. También en esto la administración se ha desmarcado y ha presionado a BP para que cumpla sus responsabilidades. Debería estar claro a estas alturas que ha sido un error.

The Washington Post informa el lunes que la administración ha recibido ofertas de asistencia de 17 países. Suecia se ha ofrecido a enviar tres barcos capaces de recoger 15.000 galones de petróleo a la hora cada uno. Noruega ha ofrecido enviar casi la tercera parte de su equipo de respuesta a las mareas negras. Japón ha ofrecido enviar parte de sus redes de contención, que las autoridades sobre el terreno dicen andan escasas.

Los suecos, los noruegos, los japoneses y la mayor parte del resto de presuntos samaritanos aún esperan la respuesta del gobierno estadounidense o de BP. La semana pasada, según el Post, la administración sí pidió ayuda a la Unión Europea con cualquier equipo especializado del que pueda disponer. Pero mientras tanto, el crudo ha ingresado en las marismas del sur de Luisiana y está salpicando las playas de Alabama y Florida. La mancha principal se extiende, y la temporada de huracanes está encima.

Todo el equipo disponible del mundo que pueda aspirar, separar, llevarse o absorber petróleo tendría que estar en el Golfo a estas alturas, desplegado bajo una estructura de mando centralizada — militar probablemente. Las playas deberían ser defendidas igual que de una amenaza de invasión enemiga. Es momento de la aniquilación total, de la Doctrina Powell, de la «fuerza decisiva».

No existe panacea capaz de derrotar a este enemigo de aspecto de gota, pero cada gota de petróleo que se retira del Golfo y sus costas es una victoria — y cada gota que no, es una derrota. Es así de simple. Esto es la guerra.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Muchos achacan la responsabilidad de la crisis de los medios de comunicación a Internet. Y para los creyentes en esta tesis, Krishna Bharat sea seguramente uno de los culpables que más se señala con el dedo. Después de 2001 fue el creador del concepto que ha desembocado en Google News, el agregador y buscador de noticias automatizado que ofrece los contenidos de los principales medios on line. En una entrevista recogida por Maestros del Web, él sin embargo defiende que el periodismo no va a morir, pero debe transformarse. Y apunta algunas de las claves hacia donde deben ir los cambios.

 

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Más que una entrevista fue una conferencia coloquio con Krishna Bharat en la Universidad de Stanford. Y además de las recomendaciones para el futuro del periodismo, este investigador indio explicó cómo se gestó y funciona Google News. Asegura que el proyecto surgió después del 11S al denotar una ineficiencia en el proceso de recopilar noticias temáticas. Y explica cómo funciona el sitio en relación a las publicaciones y selección del contenido indexado.

En cuanto a los cambios que debe afrontar el periodismo, Bharat lo tiene claro. Enumera 5 claves:

Claridad sobre el papel que cada organizacion periodística quiere desempeñar. La especialización temática será la tendencia y los medios serán conocidos por ese enfoque global o local.

Mayor uso de redes sociales: Bharat cree ya se ha empezado, pero las organizaciones deberán profundizar aun más en estas herramientas tanto para crear productos periodísticos de forma integrada como para concer otros sistemas  que vayan surgiendo.

Buscar formas de pago más eficientes. Que sea más fácil para los lectores acceder a los contenidos y retribuírlos. En este sentido recomienda fijarse en el éxito de Apple con iTunes o Amazon con los libros.

Hacer anuncios más inteligentes: que la publicidad sea más ingeniosa en relación a los consumidores y que apunte al tipo de productos adecuados para la audiencia del medio.

Nuevas formas de «empaquetar» y distribuir la información: permitir a lector acceder a los tema que le interesan en diferentes soportes y formas de publicaciones. Y establecer una relación con los usuarios.

Krishna Bharat
(Foto: Flickr/Miriam Olesson)

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Joe Barton no es el único. La abundante simpatía del congresista de Texas hacia BP – que no ve como la autora material de un desastre evitable, sino como la víctima de una «extorsión» por parte de la Casa Blanca – es en realidad lo que circula como opinión generalizada entre los Republicanos conservadores del momento.

La dirección del Partido Republicano se cebó con Barton después de que pidiera disculpas a la petrolera por la forma brutal en que fue tratada por la Casa Blanca, diciendo estar «avergonzado» de que BP fuera obligada a aportar 20.000 millones de dólares a un «fondo de compensación» del que compensar a las víctimas de la marea negra de la Deepwater Horizon. Barton fue al parecer amenazado con perder su posición de poder como coordinador del Comité de Energía y Comercio si no se retractaba de sus palabras, y cuanto antes.

Pero Barton sólo reflejaba las declaraciones que el Representante Tom Price, Republicano por Georgia, había realizado la víspera en representación del Comité Republicano de Estudio, un comité de congresistas cuya página web dice tener más de 115 miembros. La declaración se quejaba de que «no existe autoridad legal para que el Presidente obligue a una empresa privada a contribuir o abrir una cuenta de ahorro» y acusaba a la administración Obama de realizar «política de extorsión al estilo Chicago».

Para resumir: Un grupo que abarca más o menos a las dos terceras partes de todos los Republicanos de la Cámara adopta la postura de que el Presidente Obama se equivoca al exigir que BP aporte dinero para garantizar que aquellos cuyo sustento se ha visto arruinado por la marea negra reciben compensación. En otras palabras, es más importante rendir pleitesía a la ideología conservadora radical que sentir alguna compasión por los conciudadanos estadounidenses de uno. Así es, señoras y caballeros, como actúa el actual Partido Republicano.

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Desde luego hay Republicanos que se dan cuenta de que no es éste el mensaje que debería estar trasladando el partido al acercarse las legislativas. «No podría estar más en desacuerdo con Joe Barton», declaraba el secretario de la oposición en el Senado Mitch McConnell. Los líderes del partido insistían en que no había nada que ver en la salida de tono política de Barton y que todo el mundo debe pasar página simplemente.

Pero no. Vamos a reducir y a mirar el accidente.

Las declaraciones de Barton no fueron ninguna metedura de pata espontánea. Se produjeron en medio de una declaración preparada y representan claramente su opinión genuina de la situación: que los derechos de la empresa privada son absolutos hasta cuando se evalúan en función del claro interés de la opinión pública.

Mientras que la dirección del partido ha logrado acallar a los congresistas que podrían sentirse tentados de opinar como Barton, el coro conservador no puede evitarlo. Rush Limbaugh declaraba «inconstitucional» el acuerdo del fondo de 20.000 millones de dólares y acusaba a la administración de actuar igual que «una banda del crimen organizado». Newt Gingrich decía que la Casa Blanca estaba «extorsionando dinero a una empresa». Stuart Varney, de Fox News, afirmaba – falsamente – que Obama había entrado en el terreno de «socializar los activos de una empresa privada» y afirmaba que la medida es «de estilo Hugo Chávez». El editor del Weekly Standard Bill Kristol dice que «No siento ninguna simpatía por BP», pero a continuación procedía a mostrarse comprensivo, sugiriendo que «no es útil al país, a la economía en conjunto, que el presidente vaya intimidando a distintas empresas y diferentes sectores industriales».

Aconsejaría a estas personas que se guardaran sus opiniones, pero simplemente dicen lo que piensan. Por casualidad resulta que lo que piensan es absurdo.

Hay abundantes pruebas de que BP, una de las petroleras más grandes y rentables del mundo, se saltó detalles importantes al administrar la plataforma Deepwater Horizon que produjo el peor vertido petrolero que ha contaminado nunca aguas estadounidenses. Los anuncios de BP acerca de su capacidad para evitar, contener y limpiar cualquier fuga de petróleo resultaron ser patentemente falsas. Si no se tratara de una situación tan trágica, la incapacidad de la empresa para las relaciones públicas resultaría cómica; el imperdonable discurso del presidente de BP – «Nos preocupamos por la gente corriente» – suena a algo que se le ocurriría a Mel Brooks para la secuela de «Los productores».

Mientras tanto, miles de pescadores, mariscadores, mano de obra de plataforma petrolera y restauradores entre otros distribuidos a lo largo de la Costa del Golfo sufren el impacto económico del vertido. El daño medioambiental, que sigue agravándose, se sentirá durante décadas. A una milla por debajo de la superficie, esa perjudicial fuga de gas y petróleo sigue rebosando.

Sí, el Presidente Obama se valió de su poder para obligar a BP a destinar dinero a compensaciones. Si los Republicanos están seguros de que no debería haber sido así, entonces deberían hablar claro en todos los aspectos. Llegado noviembre, los electores ya decidirán quién tiene la razón.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington. Gregor Samsa, el jefe del departamento legal de una empresa exterminadora de plagas, se encontraba en Nueva York de viaje de negocios cuando fue golpeado en toda la cabeza por una maceta (de geranios) que regaba una tal Dorothy Obdean tres plantas más arriba. Esto sucedía en 1970. Samsa entró en un coma del que despertó la semana pasada nada menos. Casi inmediatamente, leía con asombro la prensa de referencia. «Por alguna razón, a Vietnam le han cambiado el nombre por el de Afganistán», decía.

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Samsa siguió leyendo. Aparte del cambio de nombre y algunas otras diferencias sin importancia, observó que todo lo demás estaba igual. Unos cuantos mandos militares de los que nunca había oído hablar, inexplicablemente maqueados y tan inteligentes que se preguntaba porqué se habrían metido para empezar en el negocio de la muerte, predecían el principio del fin o el final del principio o una cosa parecida. Buscó la fórmula «luz al final del túnel», pero sin motivo aparente no estaba.

Samsa pasó la página. Allí, tal como esperaba, descubría que la batalla de Marja, que antes iba a ser «el punto de inflexión» de la guerra, ahora daba bandazos. Tanto el Washington Post como el New York Times habían informado — en palabras de Rajiv Chandrasekaran, del Post — que los talibanes «habían ganado fuerza en las últimas semanas, a pesar de las primeras informaciones de éxito anunciadas por los Marines estadounidenses». Samsa se relaja visiblemente. Ahora está seguro de que hablan de Vietnam.

Samsa sigue leyendo. Elizabeth Rubin informa en Foreign Policy que el líder del antiguo Vietnam actúa de forma errática. El líder tiene un nombre extraño para ser vietnamita, Hamid Karzai. Había despedido a su director de Inteligencia y a su ministro de Interior no, como había dicho, porque hubieran fracasado a la hora de evitar un reciente ataque de mortero, sino porque pensaba que estaban conchabados con los americanos. Karzai estaba seguro de que los americanos intentaban intimidarle. Tal vez Westmoreland pueda tranquilizarle.

El hermano del presidente, mientras tanto, al parecer pone pegas a un asalto planeado desde hace tiempo a Kandahar que se ha visto retrasado por esa razón. El hermano — hermanastro en realidad, y todos tenemos nociones psicológicas de lo que significa eso — es un señor de la guerra muy poderoso o algo así. También es igual de corrupto que el concejal medio de Chicago o, como Samsa descubrirá rápidamente, virtualmente todos los miembros de la legislatura del estado de Nueva York. Durante años literalmente, han surgido informaciones de que los americanos o su hermano (hermanastro) o tal vez la Mossad se iban a deshacer de él, pero sigue en el poder. El hecho de que nada haya cambiado resulta extrañamente tranquilizador a Samsa.

La guerra, aprendía Samsa, estaba entrando ya en su octavo año. ¡Dios mío! ¿Cómo hemos llegado a esto? Johnson siempre prometía cortarlo por lo sano. Nixon decía tener un plan secreto. Samsa había apoyado la guerra antes, pero ocho años le parecían suficientes. ¿Qué habría salido mal? Se diría que contra más tropas destaca Estados Unidos en este sitio que ahora llaman Afganistán, más bajas sufre y menos progresos hace.

The New York Times informaba que la Inteligencia militar dedicaba una cantidad creciente de tiempo a perseguir la corrupción así como a intentar determinar los fines del enemigo. La corrupción parece campar a sus anchas. No se puede confiar en nadie. Parece que donde dicen digo querían decir Diego y no significaba nada. Así es como siempre fueron las cosas en Vietnam. Se llamaba Afganistán, pero para Samsa se podría llamar Ishmael. Seguía siendo Vietnam.

Samsa leía que cada mes de este año se habían producido más bajas estadounidenses que el mes del año anterior. Leía que iban a llegar efectivos adicionales. Leía que Karzai ponía en duda que América fuera a ganar y quería negociar con los talibanes, que es como al parecer se llama ahora el Viet Cong. Leía que Estados Unidos iba a empezar a retirarse de todas formas en poco más de un año. Mientras tanto, morirían estadounidenses. Todo lo que tenía que hacer el enemigo era esperar. Ellos ya estaban «en casa».

Samsa entendía la preocupación de Karzai. El enemigo es bárbaro y carente de escrúpulos. En 1996, el enemigo había torturado y castrado a un expresidente del país antes de asesinarle. Aun así, si no se podía ganar la guerra — y no es que alguien tuviera mucha idea de lo que suponía ganar — entonces habría que ponerle fin. La situación entristecía al recién despertado Gregor Samsa. Entonces tuvo la idea feliz.

«Un Presidente Demócrata le pondrá fin a todo», pensó.

Richard Cohen
© 2009, Washington Post Writers Group
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El Cañonazo Multimedia, una empresa de contenidos multimedia que pertenece al Grupo Barrabés, ha aprovechado las frases enviadas por los twitteros con la etiqueta de «Yo confieso» para crear la primera canción colaborativa de Twitter.

Un hashtag es la forma en la que se etiquetan conversaciones en Twitter. El de #YoConfieso es uno de los mas populares entre los twitteros de habla hispana.

Se trata de confesiones espontáneas que envían los internautas, tocando temas familiares y laborales; » las hay que son chistes y otras que sirven para desahogar encabronamientos; también hay resacas, crítica deportiva y hasta la más desgarradora intimidad» -explican en el blog las termópilas .

Unos ejemplos de hoy:

#yoconfieso que este es el mundial en el que he visto más sangre.

#yoconfieso que llevo pantalones de chica y que no es la primera vez que me compro o llevo algo de chica :)

#YoConfieso que de verdad estoy cagado!!. Y que este partido me tiene nerviosoo y maaal!. =/

#yoconfieso que odio el cambie y cambie de soltero a relación a comprometido a relación a casado a soltero de algunas personas en el #fb

Con breves confesiones similares a esa, El cañonazo multimedia, junto al músico Juan Zelada han compuesto la canción. Promete convertirse en todo un hit para el verano tech.

Un artículo en L´Economiste, un periódico económico de Marruecos denuncia un problema que puede afectar este verano en España a muchos inmigrantes legales pero en paro: al tener caducada la tarjeta de residencia y no poder renovarla por falta de un nuevo contrato, si deciden volver a su país en estos meses de vacaciones se les podría negar el regreso a España. Según el diario esto les convertiría en «rehenes».

Anuncios de tikets en Ceuta
(Foto: Flickr/iDip)

Actualmente, cerca de 1,8 millones de inmigrantes ya no están inscritos en la Seguridad Social y la tasa de paro alcanza el 28% entre los inmigrantes en España. Son trabajadores en situación legal pero según las asociaciones de inmigrantes marroquies «empujados a la clandestinidad» por las dificultades para renovar sus permisos de residencia al carecer ahora de contrato.

El lunes la Policía española hizo públicas unas «instrucciones internas» en las que anunciaba que los inmigrantes en esta situación y que quieran viajar tendrían que solicitar, antes de abandonar España, un «permiso de regreso» para evitar «posibles problemas con las compañías aéreas». Las personas con los papeles caducados que han solicitado renovarlos pueden acceder a dicho permiso si «cumplen el resto de requisitos reglamentarios».

Además la nota explica que, «excepcionalmente», hasta el 30 de septiembre «se podrá autorizar» la circulación de inmigrantes con la autorización de residencia caducada en los puestos fronterizos, siempre y cuando tengan el pasaporte en vigor y el documento que acredita la solicitud de renovación de la tarjeta.

Ana Bermejillo es la autora del libro «Nacidas el 8 de marzo. El futuro de África tiene rostro de mujer.» En esta entrevista para radiocable.com, explica la historia de 15 mujeres africanas que han puesto en marcha proyectos relacionados con el turismo  solidario y sostenible que han logrado dar esperanza y trabajo a miles de sus compatriotas.

Presentacion del libro

El libro repasa casos que se integran en una red de turismo sostenible y solidario que puso en marcha la Fundación Banesto en el Continente Negro en 2006. La idea es que apoyando a la mujer emprendedora en África se apoya su desarrollo en conjunto. Ana Bermejillo ha recogido las experiencias de más de 200 voluntarios que viajan y ayudan a estos proyectos y sobre todo de las mujeres que los han puesto en marcha.

«En todos los casos son mujeres supervaliosas que suponen una enseñanza en cabezonería, tesón, esfuerzo…» y que sacan adelante sus proyectos. Y destaca la historia del gambiana Fatou Janha Mboob, casada con un funcionario de la ONU y que al regresar a su tierra con 53 años se empeñó en ayudar y «ha cambiado completamente la realidad de las que eran hasta ahora las mujeres más pobres de Gambia: las mariscadoras del río Gambia».

Son mujeres cuya única forma de subsistencia es recorger las ostras salvajes en las raíces de los manglares en condiciones insalubres y muy inseguras: «las cocinan en parrillas y las tienen que pelar calientes. Y muchas veces les saltan a la piel. Les provocan heridas y muchas mujeres están desfiguradas». Además tienen que venderlas en una autopista y decenas de ellas mueren atropelladas.

Fatou Janha Mboob las ha organizado y dignificado conseguiéndoles mandiles rojos para que se las vea mejor y no las atropellen, dándoles utensilios, organizando festivales para  que logren ingresos al acabar la temporada, con cuentas bancarias… «es la cabezonería de una persona, un solo ser humano, que decide voy a cambiar esto y lo cambia».

También están Zainab y Leyla Ansell, una madre y una hija que gestionan una de las mayores empresarias turísticas de Tanzania, la ??Zara Tanzanian Adventures? en torno al Kilimanjaro que tiene 600 empleados. Y Bermejillo explica que además ahora están «volcadas en un proyecto con las mujeres masai en el crater del Ngorongoro. Y otros casos entre los  baobabs del País Bassari, el desierto de Namib o las palmas de Makalani de Ovambolandia

 

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