Con motivo del centenario de la mítica Gran Vía madrileña, el Ayuntamiento organizó el pasado 25 de abril un gran concierto en la calle. Se cortó el tráfico, se montó el escenario, acudieron miles de personas y tocaron artistas como Álex Ubago, El Sueño de Morfeo, Nek o Sharon Corr.

Luis Caldevilla, un internauta aficionado a los videos timelapse se encontraba alojado en un hotel de la Gran Vïa y grabó toda el «ajetreo» provocado por el concierto. Ahora muestra el resultado en este montaje. (Fuente: La huella digital)

 

Me estoy leyendo, fascinado, «Open Government».
El libro, coordinado por César Calderón, explica en qué consiste esta nueva forma de entender la política, llamada así, gracias a Internet y las nuevas tecnologías. César ha coordinado esta obra juntando a expertos de ambos lados del Atlántico.

¿Como serán las relaciones entre el Estado y la Sociedad, cuando ésta sea capaz de interactuar directamente sobre todos sus estamentos? Tecnológicamente estamos a un paso de que eso suceda, si es que no hemos superado ya esa posición, pero ¿como será entonces la actividad política? ¿en qué consistirá? A esta y otras preguntas tiene respuesta el libro de César Calderón.


(Cómpralo aquí)

«El Open Government es una propuesta de avance hacia la democracia deliberativa en la que los ciudadanos están llamados a asumir nuevas responsabilidades en la acción diaria de gobierno» -explica el autor.

Un  libro lúcido, interesante, y muy provocador que debieran tener en la mesilla los políticos para comprender el mundo que les va a tocar gobernar.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. La draconiana nueva ley de inmigración de Arizona es una abominación – racista, arbitraria y opresora, mezquina, injusta. Lo único esperanzador que puede decirse es que la legislación, que la Gobernadora Republicana Jan Brewer aprobó el viernes, se extralimita tan escandalosamente que podría ser inconstitucional.

Brewer, que cedió a las presiones xenófobas que los gobernadores anteriores tuvieron el valor de resistir, debería avergonzarse de sí misma. La ley obliga a las fuerzas del orden a interrogar a cualquiera del que haya «duda razonable» de tratarse de un inmigrante sin papeles – un mandato del fichado racial a escala masiva. Los inmigrantes legales estarán obligados a llevar documentación que acredite que tienen derecho a estar en Estados Unidos. Los que no tengan documentación podrán ser denunciados por el delito de violación de fronteras y encarcelados hasta un máximo de seis meses.

Los activistas de los derechos de los inmigrantes y de los latinos – y los partidarios del gobierno cuerdo – celebraron concentraciones durante el fin de semana denunciando la nueva ley y prometiendo hacer todo lo posible por anularla. Pero ¿dónde estaba el colectivo de protesta fiscal? ¿No es toda la premisa del movimiento que el gobierno extralimitado constituye una grave amenaza a la libertad individual? Me parece que una ley que permite a los individuos ser detenidos e interrogados a capricho – y que obliga a residentes legales a llevar documentos de identificación, igual que en un estado policial – provocaría espasmos a los activistas fiscales. ¿O hay algún tipo de excepción si las personas cuyas libertades se están limitando tienen piel morena y hablan español?

¿Y cuál es la postura del Senador John McCain? El practicante autodeclarado del «hablemos claro» fue otrora apasionado defensor de la reforma sensata y moderada de la inmigración. Ahora, frente a un contrincante en las primarias desde la derecha, elogia la nueva ley, lo cual está tan alejado de ser sensato como de ser moderado. ¿Valen de verdad seis años más en el Senado tener que abandonar lo que parecían ser principios fundamentales? ¿O fueron los principios siempre posicionales?

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Permítame que interrumpa esta diatriba para señalar que mientras que Arizona ha hecho sin duda las cosas mal, es comprensible que los exasperados funcionarios públicos creyeran tener que hacer algo. La política de inmigración y seguridad fronteriza son competencias federales, y Washington ha fracasado estrepitosamente a la hora de abordar lo que los habitantes de Arizona ven legítimamente como una crisis.

Arizona se ha convertido en el coladero predilecto de trabajadores sin papeles, y alrededor de 460.000 están ya dentro del estado – estableciéndose, o simplemente de paso – en este momento. He conducido hasta la frontera y he visto cómo las autoridades tratan de seleccionar los camiones y furgonetas que pueden ser transportes de sin papeles. He pasado una mañana en el consulado mexicano en Phoenix, que por lo general se llena de inmigrantes recientes; sólo el observador más ingenuo podría pensar que la mayoría o incluso todos ellos están en el país legalmente. El influjo coloca una carga injusta sobre el estado, y durante años los habitantes de Arizona han suplicado a los funcionarios federales que hagan algo con la reforma de la inmigración y el control de las fronteras – en vano.

Pero esta ley no va a solucionar las cosas. Por el contrario, se crearán más problemas. El alcalde de Phoenix Phil Gordon – que escribió una columna en el Post llamando a los defensores de la ley «amargados de mente estrecha y llena de odio» – espera presentar una demanda contra el Estado alegando que la policía local está siendo obligada a suplir unas competencias federales.

Uno de los problemas concretos de que la ley trate a los inmigrantes sin papeles como delincuentes es que da a los sin papeles un poderoso incentivo para mantener las distancias con las fuerzas del orden. Esto sólo dificultará que la policía local investigue delitos y persiga a delincuentes prófugos, ya que ningún testigo potencial sin papeles dirá nada.

¿Y cómo se supone que decidirá la policía de quiénes «duda razonablemente» de estar ilegalmente en el país? Dado que la gran mayoría de inmigrantes sin papeles en Arizona proceden de México, la implantación agresiva de la ley exigirá al parecer pedir los papeles a cualquiera de aspecto un poco mexicano. O quizá sólo poner pegas a los que parezcan algo mexicanos y también algo pobres. O tal vez a cualquiera que se atreva a visitar el consulado mexicano.

Arizona está bregando con un problema real y acierta al exigir que Washington ofrezca una solución. Pero la nueva ley de inmigración no es una solución en absoluto. Es más un acto de venganza. La ley hace vulnerables a los ciudadanos latinos y los residentes legales al acoso arbitrario – al relegarlos a una condición de segunda clase – y es una vergüenza absoluta.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – SCOTTSDALE, Arizona – Dentro de poco, este estado implicará un riesgo para los rubios. La semana pasada, la Gobernadora Jan Brewer aprobaba un proyecto de ley que permite a los agentes del orden pedir la documentación a todo aquel del que exista duda razonable de que está en situación irregular en el país. Dado que esta ley está orientada a los inmigrantes ilegales de México, los polis harán lo imposible por evitar cualquier insinuación de fichado racial y, como cuestión de equidad, pararán y cachearán al escandinavo que pasaba por allí. Sven, no dejes para mañana lo de marcharte de este estado.

Yo no soy rubio pero en tiempos fui pelirrojo y adquiero un naranja neón parpadeante al tostarme al sol. Incluso de lejos, está claro que no soy mexicano y usted pensará que las personas como yo estamos amparados por el Increíble Poder del Blanco. Pero la ley de Arizona es tan barroca, alimentada por la indignación y una pizca de fanatismo, que su efecto es difícil de predecir. Una cosa es cierta: algunos polis abusarán de su poder — es la naturaleza humana – y la minoría hispana terminará viendo a la policía como opresores. La historia se repetirá al oeste – cactus en vez de musgo de Florida.

La ley puede parecer absurda, pero su dureza no es cosa baladí. Ha causado indignación generalizada entre varios políticos y líderes civiles. Y el arzobispo católico de Los Ángeles, el Cardenal Roger M. Mahony, la ha equiparado incluso «con el Nazismo». Esto parece un poco extremo, ya que el Nazismo consistía en algo más que parar a la gente por la calle y pedirle sus documentos de identidad. Aun así, la práctica recuerda a un tal Mayor Heinrich Strasser en la película «Casablanca», que tenía la costumbre de exigir los «papeles» a los Paul Henreid, el personaje de Victor Laszlo que de alguna manera logró fugarse de un campo de concentración con un traje Palm Beach. De hecho, una de las espléndidas libertades de América es ser libre del «papeles». En todo el mundo, la gente lleva documentación que dice quiénes son y dónde deben estar, y a menudo su religión o etnia también. Aquí no. No hay «papeles» aquí.

Sin duda, Arizona tiene un problema. El estado (población 6.595.778 habitantes) tiene alrededor de 460.000 inmigrantes ilegales. También tiene una frontera porosa con México y hay un nerviosismo comprensible motivado por el caos alimentado por el tráfico de estupefacientes que tiene lugar en ése país casi a diario, parte del cual llega a Arizona (un ganadero fue asesinado hace poco). La gente de este estado no está totalmente loca. Simplemente han sido inducidos al error y al miedo. Un asombroso 70 por ciento de ellos apoya la nueva ley.

Por el momento, la ley se reduce a un programa de pleno empleo para los juristas. Es tan dudosa constitucionalmente que podría no llegar a publicarse, dentro de 90 días. Entre otras cosas, fomenta el fichado racial, se oculta entre prerrogativas federales en materia de inmigración y será a la vez imposible y onerosa de implantarse. (¿Qué pasa si la mayoría de los hispanos se niega a llevar documentación? ¿Serán detenidos todos – legales e ilegales por igual?)

El Presidente Obama denunciaba de inmediato la ley y los Demócratas se han escandalizado con el fin de congraciarse con el voto hispano elevando la reforma de la inmigración en el orden del Congreso. En la práctica, la ley es tan difícil de defenderse que el Senador John McCain, que se enfrenta a la competencia en las primarias de un derechista partidario de la medida, pronunció unas cuantas palabras de elogio pero no pudo sin embargo elogiar las nuevas competencias de las fuerzas del orden. En la televisión local de aquí, musitó unas palabras de ambivalencia enrevesada. No hay una forma mejor de capear el problema, dijo.

Realmente la hay. Pero la administración Obama haría mejor en dedicar atención a las condiciones que dieron lugar a esta ley. En cierto sentido, ha surgido otro movimiento de protesta fiscal — un grito de dolor e indignación de un electorado que ha visto ninguneadas las leyes de inmigración y la impotencia del gobierno convertida en alarde a diario. Estas son personas que no tenían en una estima particularmente elevada a Washington desde el principio. Son la resistencia de los anglosajones.

El sol no pega aún con saña en esta época del año, y el cielo exhibe un azul criminal. El clima es maravilloso, y los encantos de este estado nos encandilan para preparar otra estancia familiar más. Pero soy aprensivo con el año que viene cuando mi aspecto de no hispano hasta la médula — pelo caneando, piel adaptada hace mucho al triste invierno polaco – me convierta en objetivo de policías en busca de la oportunidad de demostrar que no participan del fichado racial. Si me piden los papeles, voy a tener una respuesta única:

Florida.

Richard Cohen
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La corresponsal de la Agencia Kyodo News explica en radiocable.com que en comparación con el Emperador de Japón, considera la misión del Rey Juan Carlos en España como «más importante y más amplia». Masako Ishibashi cree que España le necesita como árbitro aunque explica que en Japón su figura no es demasiado conocida.

Masako Ishibashi

Para Masako Ishibashi explica que en su país la figura del Emperador es sólo un símbolo, mientras que en España la misión del Rey Juan Carlos es importante «ha hecho mucho, sin él no hubiesemos tenido esa transición tan democrática y tan bien hecha». Sin embargo asegura que en Japón no es demasiado conocido: «saben que existe un rey democrático, pero no saben todo lo que ha hecho».

Para la corresponsal el monarca español es una figura querida tanto por la izquierda como por la derecha, «un fenómeno bastante raro». Y considera que «para que España esté unida necesita de su existencia». Masako Ishibashi cree que el pueblo español es muy «apasionado en todos los sentidos» y necesita una figura que no pierda la calma y que arbitre. Una opinión sobre el Rey Juan Carlos que comparten muchos de los corresponsales extranjeros con los que ha discutido el tema.

EL Rey Juan Carlos

Cada semana en España los trabajadores realizan 2.715.600 horas extraordinarias sin remuneración. Esto supone que las empresas se «ahorran» la creación de 80.58o empleos segun un calculo de El Economista basado en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE).


(Foto: Flickr/Altonivel)

Según se desprende de la encuesta, del total de horas extra que los asalariados realizan cada semana sólo 3.438.500, es decir el 55,9%, están remuneradas. Por el resto, esas 2.715.600 horas que suponen un 44,1% del total, no hay ninguna paga adicional.

Teniendo en cuenta que cada semana un asalariado trabaja de media 33,7 horas, el total de esas horas extra no remuneradas supone cubrir 80.581,6 jornadas de trabajo. Pero además si se suman las horas extra que las empresas sí pagan a sus empleados, las 3.438.500 antes mencionadas, esto equivaldría a otras 102.032,6 jornadas laborales. Es decir que con las horas extraordinarias se cubren en España casi 200.000 puestos de trabajo.

Según los datos del INE, en España 323.400 asalariados no son recompensados económicamente por su empresa por ese tiempo adicional que dedican a sus empleos. Otros 34.000 trabajadores sólo perciben el pago de una parte de esas horas extraordinarias. [visto aqui]

Los mercados europeos reaccionan al plan de rescate y se disparan en la apertura

Si la caida fue culpa de Zapatero,  ¿de quien es responsabilidad la recuperación?

¿Por qué Fabra ha sido operado en un hospital que no le corresponde? ¿Por qué le opera un médico que debía estar jubilado? ¿Como consiguió tan rápido un Hígado? ¿Cumplió Fabra el protocolo de transplantes? ¿Es casualidad que todo haya sucedido justo un mes después de que dimitiera como consejero de Sanidad Juan José Güemes, su yerno?

¿habría funcionado igual el sistema para ti o para mi? … y lo mas importante ¿Por qué tan poca gente habla de esto?

Xabier Etxebarria, abogado y profesor de Derecho Penal explica en radiocable.com que España es el país de Europa con mayor tasa de encarcelamiento, siendo uno de los que tiene menor tasa de delitos por habitante. Y periodicamente se sigue pidiendo que se incrementen las penas. En esta entrevista asegura que hay unos falsos mitos populares como que la ley del Menor genera impunidad o que en los permisos carcelarios se reincide mucho, cuando los datos indican todo lo contrario.

Xabier Etxebarria

Xabier Etxebarria, abogado y profesor de Derecho penal en la Universidad de Deusto. Es también uno de los fundadores de la Plataforma Otro derecho penal es posible que pretende rebatir estos mitos en la población española. Cree que la política criminal española se ha centrado demasiado en un «constante e irreflexivo aumento de las penas» y denuncia que la motivación es una «ideología vindicativa».

Asi se han eliminado la reducción de penas por trabajo y casi cualquier posibilidad de reinserción. «El derecho penal solo interesa como medio simbólico de resolver todos los problemas sociales».

En cuanto a los mitos populares, explica por ejemplo que la delincuencia no aumenta en España «lleva disminuyendo desde hace 20 años segun demuestran las encuestas de victimización».

Y sobre los permisos carcelarios, revela que «la tasa española de fracaso en los permisos -que no es reincidencia sino de no regreso- es despreciable de 0,0128%, lejos del 3 por mil del que habla la UE como asumible.»

Sobre la Ley del Menor asegura que a pesar de la percepción generalizada de que genera impunidad, ahora se está castigando con mucha más severidad a los menores que antes.Explica que ya se ha endurecido tres o cuatro veces desde el año 2000. De tal manera que ahora hay intervención judicial incluso en delitos «insignificantes. Yo he visto casos del hurto de unos chicles y unas patatas fritas en una tienda y una intervención por eso».

Y con respecto a los casos que generan alarma social -el asesinato de Sandra Palo, del chico de la katana o el reciente en Seseña- Xabier Etxeberría argumenta que son «cuatro o cinco casos. Juzgar todo un sistema por estos cuatro, cinco, seis casos parece profundamente injusto. Y sobre todo habría que plantearse ¿si la sanción hubiese sido mayor que la que en ese momento había, esos menores no habrían realizado el hecho?».

En cuanto a la relación que se hace entre inmigración y delito en base a su «sobrerrepresentación» en las carceles -un 12% de la población es extranjera, pero son un tercio de la carcelaria- Etxebarria considera que eso «no indica que delinquan más, indica que se les castiga más«.

Y cita la prision provisional como ejemplo. Cuando se lleva a alguien ante el juzgado por robar o traficar con droga en la calle, «al español que tenga un domicilio normalemnte no se le va a enviar a prisión, si el hecho no tiene cierta entidad. En cambio si es un extanjero como no reside legalmente, no tiene un domicilio que aportar, sí». Por ello «casi la mitad de la personas que están en prisión provisional en España son extranjeros»

Sus palabras denunciando la venta de armas a países en guerra y la falta de acción de todos los gobiernos españoles de la democracia sacudieron primero el salón donde se entregaban los prestigiosos premios de periodismo Ortega y Gasset 2008. Luego las conciencias de quienes leyeron las reseñas en la prensa e Internet. Y más tarde convertidas en un archivo PDF han llegado, via cadenas de emails, a buena parte del ciberespacio. Hoy, cuando se cumplen justo dos años de aquello, el propio Gervasio Sanchez cuenta en su blog toda la «pequeña» historia detrás de su discurso.

Gervasio Sanchez
(Foto: Flickr/Rita Alvarez Tudela)

El fotoperiodista explica como nada más saber que había resultado premiada una de sus fotos de una mujer mutilada por una mina antipersona y su hija empezó a darle vueltas al texto.

Siempre he aprovechado cualquier acto público o la inauguración de mis exposiciones para decir lo que pienso aunque fuese políticamente incorrecto. Creo que los periodistas tenemos que ser, como decía el viejo maestro Ryszard Kapucinski, ??indeseables, inoportunos y certeros en nuestra impertinencia?.  Siempre. Independientemente de quien esté en el poder. Es intolerable que haya periodistas que investiguen las corruptelas de sus enemigos políticos y fenezcan ante las de sus amigos.»

En su blog Gervasio Sanchez cuenta además como transcurrió el día de la entrega de premios, las dudas por la longitud de su discurso, las reacciones de otros periodistas y políticos presentes en el acto antes de leer su texto y después, la impresión que le causaron las palabras de otra de las premiadas, la mexicana Sanjuana Martínez, y algunas de las consecuencias de su discurso.

El fotográfo también hace referencia al PDF que ha dado la vuelta a Internet con sus palabras y sus fotos con la leyenda «probablemente este fotografo no volvera aver premiado ningun trabajo suyo en España». Asegura que no sabe quien lo escribió, pero que le gustaría saberlo para agradecerle la difusión de su discurso y » bendecirle por haberse equivocado: ??he seguido recibiendo premios (demasiados, creo yo) durante el último año.»

Y el fotoperiodista acaba con una reflexión: «Siento cierto vértigo al pensar que un discurso de cuatro minutos puede dar tanto de sí. Viajar a tantos lugares y dar tantas vueltas hasta marear las palabras. También siento cierta excitación al pensar que Internet puede utilizarse como un arma poderosa e influyente.»

La foto de Gervasio Sanchez premiada