Juan Luis Cano y Guillermo Fesser  hacen un llamamiento a través de facebook y de su página web:

«Necesitamos un millón de reproducciones de este vídeo. Si lo conseguimos -dicen los Gomaspuma- iBanesto se compromete a financiar por un año los proyectos que la Fundación Gomaespuma tiene para ayudar a los niños de las calles de Managua (Nicaragua) y a los huérfanos de Batticaloa (Sri Lanka).»

Yo llevo una hora viéndolo, y así seguiré, y seguiré y seguiré y seguiré….hasta que se me queden los ojos achinados.

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…y no te pierdas lo que dice uno de los comentarios en Youtube: «¡Esa publicidad sutil de iBanesto! ¿Te da más el azul, o te da más el naranja (por ING Direct, imagino)?. Ahora, eso sí, me he descojonao xD….»

 

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Se llama Martin Jetpack y puede cumplir el sueño de miles de personas: volar a voluntad con una mochila con cohetes propulsores de «quita y pon» como las que salían en series de TV y ciencia ficción. A partir del otoño que viene está previsto que se comercialicen las primeras unidades en EEUU. Costarán 75.000 dólares (56.000 euros).

El martin Jetpack
(Foto: Flickr/MartinJetpack)

El artilugio permite volar a casi 100 km/h, con una altitud de 8000 pies, es decir, casi dos kilómetros y medio. Pero sólo tiene autonomia durante 30 minutos.

Glenn Martin, el inventor de este diseño explica en un video la historia de su Jetpack. Cuando era niño vio este artilugio en la serie infantil The Jetsons (Los supersónicos) y ha dedicado 30 años de su vida a hacerla realidad

 

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El Martin Jetpack es un invento que ya ha tenido amplio seguimiento en la red. Además de su página web, tienen un canal en Youtube en el que se pueden ver numeros videos sobre el invento. Como éste en el que el propio Glenn Martin explica cómo funcionan los controles.

 

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También hay ejemplos de los prototipos del Jetpack en demostraciones con público en ferias de EEUU.

 

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La cogida de un torero, el transplante de cara, unas detenciones de piratas somalíes y mayoritariamente Garzón: esas son las noticias que más foco de atención centran sobre nuestro país. La prensa extranjera ha pasado el fin de semana llena de alusiones a España y a las manifestación de apoyo al juez Garzón. Por ejemplo, el Washington Post titula: «Protestas en España contra la inmunidad de la era Franco»;  dscriber afirma : «Furor en España, Batalla de la izquierda contra la derecha alrededor de Baltasar Garzón».Mientras que  Le Figaro publica un texto de Mathieu de Taillac titulado: ??Los españoles desean instruir el proceso del franquismo?.

??Las dos reivindicaciones son ahora indisociables: la rehabilitación de las víctimas republicanas, cuyas decenas de miles están aún enterradas en fosas comunes, cuenta con el apoyo de Garzón. Y la defensa del juez se alimenta de la exigencia de una ruptura del pacto de silencio que prevaleció en tiempos de la transición democrática española. Las manifestaciones a favor del magistrado exasperan a la derecha española. Más allá de los argumentos jurídicos, las dos Españas a las que se creía reconciliadas lanzan en los libros de historia gritos de adhesión casi centenarios? -dice Le Figaro.

En efecto, dos reivindicaciones que caminaban separadas se van uniendo poco a poco. Por una parte la necesidad de miles de familias de recuperar a los suyos, todavía en cunetas, algo inconcebible en la Europa moderna. Y en segundo lugar, el clamor en defensa del juez Garzón en su actuación de ayuda a los familiares en esta causa de la memoria histórica.

Son dos reivindicaciones a las que poco a poco se van sumando otras exigencias. Este  preceso no va a parar, como no lo ha hecho desde que Emilio Silva comenzara hace 10 años, en solitario, a buscar a su abuelo en la fosa de Priaranza.

Pero de no resolver rápidamente la situación de Garzón, de no actuar inmediatamente para que los familiares puedan recoger decentemente a los suyos, la sociedad empezará a exigir pronto responsabilidades jurídicas como ya exige de reparación y homenaje.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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[Washington Post – Radiocable.com] «Confianza puede ser una palabra de nueve letras como cualquier otra. La opinión pública norteamericana parece haberse convertido en un Arma de Sospecha Masiva, y no es difícil entender el motivo. Pero los que explotan la desconfianza, el descontento o la indignación para sacar réditos políticos harían bien en preocuparse de los daños colaterales.

El exagerado fenómeno de las protestas fiscales tiene más de simbolismo y de lonja que otra cosa. Un «movimiento» que engloba a fanáticos de las armas, detractores fiscales, incondicionales del patrón oro, a Sarah Palin, a lobistas de las aseguradoras, a «constitucionalistas» que no se han leído la Constitución, beneficiarios de Medicare contrarios a la salud pública, dementes «birthers» que afirman que el Presidente Obama nació en otro país, un contingente de racistas descarados (seamos serios de una vez) y un puñado de políticos buscadores profesionales de rentas que se hacen pasar por «profanos» no constituye una fuerza intelectual coherente ni política.

Pero las personas que no entrarían ni muertas en una concentración de detractores de la política fiscal han perdido la confianza en las instituciones relevantes que se supone trabajan en interés del público – con mucha razón. Basta con mirar los titulares.

Obviamente no hay ninguna razón para confiar en Wall Street. Teóricamente, la única razón para que exista el sistema financiero es el interés de la economía – y del pueblo estadounidense – en canalizar el capital para su mejor y más rentable uso. Los cargos presentados la semana pasada contra Goldman Sachs ilustran el grado al que los preceptos del capitalismo han dado la espalda a los financieros convencidos de que la economía existe para servirles a ellos.

La instrucción afirma, básicamente, que John Paulson, un magnate de los fondos de protección que quiso hacer una apuesta multimillonaria a que el mercado inmobiliario colapsaría, convenció a Goldman de acorralar a los sensibleros que apostarían lo contrario. La operación habría sido después manipulada para que Paulson ganara su apuesta casi seguro, como fue el caso. Goldman niega las acusaciones de fraude y dice que, en cualquier caso, perdió dinero en la transacción.

Dejemos a un lado por el momento si las acciones de Goldman entran justo dentro o fuera de la línea de lo legal. ¿Qué valor social redentor revestía la transacción? ¿Cómo beneficia a alguien la invención de la «obligación sintética de deuda colateralizada», a excepción de los corredores generosamente remunerados de Goldman y el escandalosamente compensado John Paulson? ¿Es esto el sistema en el que debemos confiar el resto de nosotros?

Otra noticia que tardará en olvidarse es el escándalo de pedofilia de la Iglesia Católica Romana. El domingo, durante una visita a Malta, el Papa Benedicto XVI oró con ocho adultos víctimas de abusos sexuales infantiles cometidos por sacerdotes y expresó al parecer su «vergüenza y dolor». Pero prácticamente a diario surgen nuevas revelaciones de sacerdotes pederastas trasladados a otras parroquias en lugar de ser expulsados y denunciados a las autoridades.

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Una encuesta de CNN muestra que el 56 por ciento de los católicos estadounidenses desaprueban la gestión que Benedicto XVI ha hecho de la crisis. Se cuestiona incluso el juicio del Vicario de Cristo.

Tal vez lo más sorprendente de todo sea un nuevo sondeo de Pew Research Center que muestra que la confianza de la opinión pública en el gobierno federal ha caído en picado. Sólo el 22 por ciento de los estadounidenses dice confiar en el gobierno todas o la mayoría de las veces, concluye Pew. Sólo el 19 por ciento de los encuestados dice estar «básicamente satisfecho» con el gobierno, mientras que el 56 por ciento está «frustrado» y otro 21 por ciento se define «indignado».

Según la encuesta de Pew, los estadounidenses tienen opiniones negativas de muchas grandes instituciones – bancos y empresas financieras, el Congreso, las grandes empresas, los medios de comunicación nacionales, las agencias federales, la industria del ocio, los sindicatos. El país todavía tiene una visión positiva de politécnicos y universidades, las iglesias, la pequeña empresa y las empresas tecnológicas. Los encuestados se dividieron uniformemente en la administración Obama, con el 45 por ciento positivo y el 45 por ciento negativo. Dado el clima actual, el presidente podría tener la tentación de anunciar una victoria moral.

Hay algunas contradicciones en las conclusiones de Pew. Los estadounidenses creen firmemente que «más control del gobierno sobre la economía» es una mala idea. Pero por un margen mucho mayor, piensan que «una regulación más estricta de las financieras» es una buena idea. Esta es la aguja que el Congreso – con el mínimo del 25 por ciento de aprobación a su labor – trata de enhebrar.

Los Republicanos han fomentado activamente esta oleada de desconfianza bajo la teoría de que es malo para los titulares, léase los Demócratas. De hecho, la aprobación del Partido Demócrata ha caído al 38 por ciento. El problema es que la aprobación del Partido Republicano también se ha reducido – al 37 por ciento.

La moraleja aquí, para los arriesgados estrategas del Partido Republicano, es la de los que escupen al cielo.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2009, Washington Post Writers Group
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Las manifestaciones convocadas en toda España en apoyo al juez Garzón y contra la Impunidad del Franquismo han elevado la temperatura de la blogosfera. La mayoría de los analisis coinciden en comentar la asistencia masiva y en criticar la reacción del Partido Popular que las tachó de «antidemocráticas». Manuel Calleja del blog Geografía Subjetiva considera que «manifestarse es un derecho fundamental, no una presión» y que la  asistencia a las concentraciones muestra que «hay muchos ciudadanos que están escandalizados y que no comprenden como nuestro sistema judicial puede llegar a estos extremos».

Manuel Calleja

Manuel Calleja recuerda que tanto el poder ejecutivo como el legislativo y el judicial están sometidos al escrutinio de los ciudadanos y la Constitución recoge el de manifestación como uno de los derechos fundamentales. Por ello, le «extraña» que el PP habla de «presión ilegítima» por las convocatorias en apoyo de Garzón quiera «restrinjir el derecho a manifestacion sobre resoluciones del poder judicial, cuando ellos mismos han convocado manifestaciones cuando se ha tratado de decisiones del Ejecutivo o leyes».

Cree que mucha gente ha acudido a las convocatorias porque se han unido dos corrientes: «muchos están escandalizados porque se quiera juzgar por prevaricación a un magistrado por una cuestión que juridicamente es muy endeble» dado el debate jurídico que existe sobre la ley de amnistía. Y también piensa que la asistencia se explica por la reivindicación de la memoria histórica las «ganas de dar satisfacción a las víctimas del franquismo».

En la red se pueden encontrar otros analisis y reacciones tras la manifestación:

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Javier Casal considera que «la derecha propone olvidar, mirar hacia otro lado y seguir adelante. ¿Lo hace por miedo? ¿Lo hace por vergüenza? Escuchar a los políticos afirmar que una manifestación como la de ayer en Madrid pone en riesgo la democracia es, primero un disparate, segundo, otra prueba más de que ha pasado el tiempo pero algunos siguen sin entender absolutamente nada

Nacho de la Fuente en La huella digital ofrece un enfoque conciliador: «La canción de la Transición es muy apropiada ahora que los rencores y las envidias quieren resucitar el toma y daca de las dos Españas. El enfrentamiento constante. En la política y en la judicatura. En los despachos y en la calle. Por favor, mucha libertad sin ira.»

Nacho Escolar comenta las críticas populares: «quienes más olvidan son los líderes del PP. Dicen que las manifestaciones del sábado fueron ??antidemocráticas?. Se olvidan del 24 de febrero de 2007, cuando varios de sus dirigentes se manifestaron contra una decisión del Supremo sobre De Juana Chaos. ?sa es su memoria histórica, una amnesia colectiva.»

Luis Solana reflexiona en su blog sobre la posibilidad de que Garzón crease un partido: «Suponed un personaje español que consigue que unas 150.000 personas salgan a la calle en España y fuera de España en defensa de su persona y de sus actuaciones. Tened en cuenta que esa personalidad tiene experiencia tanto en el mundo del Derecho como en el mundo de la política pura porque ha sido actor en ambos escenarios. ¿Os soprendería que esa persona crease un partido político bajo su dirección e impronta?»

Jesús Martínez en su blog Historias de un optimista reflexiona sobre la presencia de cargos públicos en manifestaciones: «Es evidente que la separación de la cara pública y privada de un responsable político es imposible. Pero, a la vez, es muy injusto que no tenga la oportunidad de pronunciarse a título personal sobre un asunto que le atañe directamente. A pesar de ello, pienso que, en estos casos, pesa más el cargo público.»

Javier Perez de Albeniz en El descodificador ironiza sobre la expresión «carcamales resentidos» que uso Esperanza Aguirre para hablar de la manifestación: «Mariano Rajoy, el teórico jefe de Aguirre, sí estuvo a la altura de las circunstancias y dijo que la movilización de apoyo a Garzón fue ??antidemocrática? y ??ensució la memoria de las víctimas?. Ensuciar la memoria en un país como España es imperdonable: somos memoria».

Manolo Saco recurre al sarcasmo en su blog «he vuelto a caer en el pecado nefando de participar en una ??brutal y antidemocrática? campaña contra el Tribunal Supremo, como usted la califica. Y no le falta del todo la razón. No tengo ningún supremo respeto por ningún tribunal, porque, como en el caso de la religión de ese obispo amigo de pederastas, son las personas, y no las instituciones, las que son dignas de respeto. Son los jueces y los obispos los que tienen que dignificar sus instituciones, y no viceversa.»

Felix Soria en Im-pulso cosidera que la reacción del PP les equipara a la CEDA: «la dirección del PP asume que su partido sea la organización de masas de una amplia derecha que incluye españolistas excluyentes, nacional-católicos, antidemócratas, ignorantes, simplistas, gentes desinformadas, ciudadanos despistados… etcétera, ¡con los franquistas en la vanguardia!»

ACTUALIZACI?N

Manuel Rico desde Trinchera Digital recurre a la ironía sobre la coherencia de la derecha: «Cuando la derecha se manifiesta en la calle contra una decisión del Tribunal Supremo, o cuando alimenta las teorías conspiranoicas sobre el 11-M en plena instrucción de la causa o cuando monta una campaña de recogida de firmas contra el Estatut catalán mientras el Constitucional sigue con sus deliberaciones, se trata de actos en defensa de la democracia y de la independencia judicial. «

Hugo Martinez Abarca desde el blog III República sostiene que «cualquiera que fuera a la manifestación vio que no era una manifestación de fans de Garzón (como tituló El Mundo en portada), sino algo mucho más profundo. […] Es comprensible el nerviosismo de la derecha y del Gobierno. Los españoles hemos asumido durante demasiado tiempo que en aras de evitar la crispación valía la pena renunciar a todo.»

La popular revista norteamericana Fortune encargó al dibujante Chris Ware la portada de la edición de mayo sobre las 500 empresas más ricas del país. El aceptó pensando en hacer una versión moderna del crack de 1929 y optó por un contenido lleno de imágenes satíricas: un Estados Unidos dominado por grandes empresas y bancos cuyos directivos bailan sobre gigantescos rascacielos ajenos al caos social, el Tesoro expoliado por Wall Street, casas inundadas, otras con hipotecas ejecutadas, fábricas en las que se explota, tierras contaminadas…

La portada rechazada por Fortune

La revista finalmente rechazó el dibujo y se decantaron por una portada más «convencional». Chirs Ware ha revelado la historia y su propuesta de portada en una conferencia recientemente y en la red muchos comentan que su ilustración tenía «demasiada verdad para ser confortable». (Fuente: Meneame)

El empleo en actividades relacionadas con el medio ambiente en España representa ya el 2,62% de la población ocupada con un total de 530.947 puestos de trabajo. Esto supone un incremento del 235% con respecto a las cifras de 1998. Y un sector ha vivido un boom especialmente notable, el de las energías renovables que ha multiplicado por 30 en la última década el número de empleos generados hasta dar trabajo en la actualidad a 109.000 personas.

Instalando paneles solares
(Foto: Flickr/Medioambiente y energia)

Todos estos datos son del informe Empleo verde en una economía sostenible elaborado por el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) y la Fundación Biodiversidad. El estudio fue encargado por Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para conocer las posibilidades de generación de empleo vinculado a actividades ambientales.

El estudio considera que en 1998 podían considerarse como «verdes» 158.500 puestos de trabajo. Ahora esa cifra ha crecido hasta 531.000 en 2009, más del triple. El primer puesto en generación de empleos ecológicos lo ocupa el sector de la gestión y tratamiento de residuos que con 140.343 puestos de trabajo, concentra el 26,4 % del total. Las energías renovables ocupan el segundo lugar con 109.368 empleos, el 20,6%.

Por comunidades, Cataluña es la que cuenta con mayor número de empleos «verdes»: 93.660. Luego figuran Andalucía con  91.517, Madrid con 62.494 y la Comunidad Valenciana, con 54.279.

El estudio identifica además otros sectores ambientales emergentes de donde se espera una generación de empleo importante: tecnologías de la información y la comunicación, ecoindustria, energías renovables, edificación sostenible, turismo sostenible, agricultura ecológica, transporte sostenible y las actividades específicas relacionadas con la mitigación o adaptación al cambio climático.

Todo esto hace que para 2020, el gobierno espera que haya un millón más de puestos de trabajo relacionados con el medio ambiente.

 

Ayer, finalmente, pudimos llegar a Barcelona.

Como ya conté, el viaje estaba previsto para rodar el testimonio de Delia y de Javier Cercas.

Hace 71 años, el abuelo de Javier Cercas, del bando sublevado, que volvía de la guerra, intercedió por un republicano -el abuelo de Delia- al que un grupo de militares, quería asesinar. Viajaban todos juntos en la barquilla de un camión similar a este. La historia permaneció oculta, incluso para el propio Cercas que escribió «Soldados de Salamina» sin conocerla. Toda una paradoja: el nieto retrató en un libro una historia que tenía grandes  paralelismos morales con aquella, que había ocurrido en el seno de su familia, sin ni siquiera saberlo.

El testimonio forma parte del documental que estamos rodando sobre los «Héroes de los dos bandos«. Una mirada diferente sobre la Guerra Civil Española, sobre nuestros vecinos, y sobre la conducta humana. Una mirada que exige respeto para la palabra reconciliación.

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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[Washington Post – Radiocable.com] «Corren tiempos prolíficos para los blogueros judíos en lo que respecta a Israel. Uno de ellos, el formidable Ed Koch, prácticamente incineró al Presidente Obama por su política hacia Israel. El premio Nobel Elie Wiesel ha publicado anuncios a toda plana en las principales cabeceras para decir a Obama, en la práctica, que se quite Jerusalén de la cabeza, y Ronald S. Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, escribió al presidente para expresar lo preocupado que está por la política de la administración hacia Israel. En pocas palabras, apesta.

En cuanto a mí, recibo correos electrónicos que dicen que Obama, ese torpe, preguntó a Netanyahu si los judíos no podrían cambiar el rezo de siglos de antigüedad de regresar a Jerusalén y sustituir la palabra por Israel. Y me han dicho – por todos lados – que Obama desairó a Netanyahu al interrumpir una reunión para poder cenar con su familia. Habría sido agradable, por no decir diplomático, pedir al líder de Israel que se reuniera con él en la mesa. Netanyahu se quedó esperando.

No importa que nada de esto sucediera. No hubo desaire, afirman las más solventes de las fuentes solventes de información, y el asunto de la oración y Jerusalén es una invención de cabo a rabo. (Si estoy equivocado, que mi mano derecha pierda su destreza). En cuanto a la política Estados Unidos-Israel, no ha cambiado significativamente. De hecho, los israelíes entre otros dicen que en lo que respecta a la ayuda militar y las operaciones de espionaje, los dos países no han estado nunca más próximos. A modo de ejemplo, Amos Harel y Avi Issacharoff, del Middle East Security Survey, nos dicen que se están fabricando tres aparatos Hércules de fabricación estadounidense para Israel.

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¿Por qué toda esta angustia? Una explicación es que Obama ha encontrado a un Netanyahu tan esquivo y poco colaborador como el que encontró Bill Clinton – y el afecto de Clinton a Israel era manifiesto. No es por nada que los iniciados en Oriente Medio vuelvan a traer a colación la portada de Netanyahu en la revista The Economist en 1997: «El atolondrado en serie de Israel», proclamaba. A excepción de la fecha, nadie en Washington cambiaría nada.

Pero hacen falta dos para bailar el tango, y en este caso Obama no baila como una estrella. Da toda la impresión de no «entender» a Israel; no aprecia sus miedos ni su historia. Israel no es la mitad de la ecuación, como ambas partes convienen. Es una democracia de valores estadounidenses que ha intentado, una y otra vez, hacer la paz con un enemigo recalcitrante e implacable. Es esto, la música y no las palabras, lo que explica lo de Koch y Wiesel y Lauder, por no hablar del correo electrónico, anónimo o no, que parece estar convencido de cualquier cosa mala de Obama. Es francamente preocupante que en una encuesta reciente publicada en el periódico Haaretz, alrededor del 27 por ciento de los israelíes digan creer que Obama es antisemita.

Por el momento, sin embargo, a la mayoría de los israelíes todavía les gusta Obama y aprueban su planteamiento; también ellos quieren una solución de dos estados. La mayoría de los judíos de América piensan igual, aunque el apoyo a Obama está bajando claramente. Sin embargo, es poco probable que los liberales judíos estadounidenses, algunos de los cuales se han enamorado de Obama, abandonen al caballero alguna vez.

Pero el centro político, sobre todo el centro israelí, tiene miedo. Renunciaría a Jerusalén Este y Cisjordania por la paz – pero es escéptico con que esas concesiones lleguen a tener algún resultado. Nada de esto es teórico. Son asuntos de vida o muerte. De proyectiles lanzados desde Gaza una vez más. De los misiles Scud de Hezbolá y el temor razonable a que Hamás pueda desplazar a la moderada (y desafortunada) Autoridad Palestina de Cisjordania y convertir la zona en el equivalente funcional a Gaza, una república islámica cuya constitución es un refrito de antisemitismo chiflado salteado de amenazas de muerte.

¿Y entonces qué pasa? ¿Lucharía Obama con Israel? Muchos israelíes lo dudan. Obama «tiene que abordar los temores de los israelíes», escribió el filósofo israelí Carlo Strenger en el Haaretz hace poco. Hasta ahora, Obama ha hecho justo lo contrario, llegando a ir a El Cairo para asegurar a los palestinos y al mundo árabe en general que aprecia su difícil situación sin garantizar a los israelíes que aprecia la suya. Su frialdad hacia Netanyahu, justificada o no, ha congelado a la opinión pública israelí y alentado las exigencias palestinas. Está a un pelo de una metedura de pata diplomática garrafal.

Obama tiene la política adecuada – la única política que tiene sentido – y Netanyahu es un primer ministro débil que encabeza una coalición inestable. Lo que falta por parte de Obama no es necesariamente buenas intenciones, sino la percepción de ellas. Tiene que hacer lo que hizo en 1977 el Presidente egipcio Anwar Sadat para expresar a los israelíes su sinceridad. Ir a Jerusalén.

Richard Cohen
© 2009, Washington Post Writers Group
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Eso es lo que dice Cospedal.

¿Quien la ha puesto en riesgo? ¿Manos Limpias?, ¿Falange?  ¿El PP cuando trata de tumbar la investigación sobre Gurtel? ¿la gente por salir a la calle a manifestar su oposición? Veamos:

10-4-2010 Álvarez Cascos: «Cascos: «Una camarilla policial fabrica pruebas contra el PP» »

6-8-2009 Cospedal: «De Cospedal denuncia escuchas ilegales a dirigentes de su partido»

23-2-2009 Federico Trillo dice que sigue sin aclararse la «connivencia» con Garzón y exige una explicación a Zapatero

11-2-2009 «El PP ataca la operación anticorrupción del juez Garzón»

¿Quien está poniendo en duda el sistema?