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Doce mandatarios de países iberoamericanos entre los que están Hugo Chavez, Alvaro Uribe, Evo Morales, Lula Da Silva y Cristina Kirchner, naufragan en un isla desierta y tienen que aprender a sobrevivir… es el argumento de «Isla presidencial», una nueva serie de animación que ya está triunfando en Internet. Sus autores son El Chigüire bipolar y han mezclado el argumento de la serie «Perdidos» con la política de Latinoamerica.

El primer capitulo ya está en la red y en Youtube.

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«Sale de la cárcel después de 15 años, un ex-jefe de policía español, condenado por malversar millones», titula Daniel Woolls -de AP- en los Ángeles Times. El artículo recoge el periplo carcelario de Luis Roldán, habla de la Guardia Civil como «una fuerza paramilitar» y del periodo de la transición durante el cual surgió «corrupción y codicial de la élite política y financiera»:

Un antiguo jefe de la policía española, culpable de malversar el equivalente a 10 millones de euros se convirtió en hombre libre elviernes después de cumplir 15 años de prisión. Ahora se enfrenta -y elude- la pregunta que está en la mente de muchos españoles: ¿dónde escondió el dinero?

Roldán se negó a comentar esa parte de la saga […] «He pagado por lo que hice», dijo Roldán […] el símbolo de un periodo de corrupción y codicia de la élite politica y financiera que surgió durante la transición de España a la democracia. […]

Roldán fue el primer civil al frente de la Guardia Civil, una fuerza paramilitar que depende del Ministerio del Interior. Incluso pudo haber sido nombrado Ministro del Interior hasta que cayó en desgracia y renunció en 1993, poco después de que un periódico informase de que tenía una fortuna oculta.

 

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington Buscando en el Google de mis entretelas por no tener nada mejor que hacer una tarde, decidí unir «sanidad» e «imponer» en la misma búsqueda para ver lo que pasaba. Lo que obtuve fueron alrededor de 9,8 millones de resultados, justo en la diana parte de ellos y reflejando el argumento conservador actual de que tras más de un año, varias votaciones, incontables discursos presidenciales y tener que ver la cara de Harry Reid unas 10.000 veces, el anteproyecto de reforma de la sanidad está siendo sometido a trámite «por imposición a toda prisa» en el Congreso – un absurdo que hoy es moneda de cambio a base de repetirse hasta en la sopa. No es exactamente la famosa Gran Mentira tan cacareada, sólo una miserable.

El alardeado hombre razonable protestaría diciendo que una vida entera de tentativas de reforma sanitaria no equivale a someter un proyecto a trámite por embestida, pero las encuestas sí sugieren que el plan del Presidente Obama – y ahora es su plan – no cuenta para nada con el beneplácito de la opinión pública. Esto es todo el argumento contra el proyecto de ley. Más bien es algo totalmente fuera de lugar.

En nuestra cultura obsesionada con las encuestas parece raro que un presidente intente algo impopular pero acertado. Después de todo, el proyecto de reforma sanitaria no conlleva réditos para nadie que lo vote. Sus beneficiarios inmediatos son los no asegurados, que son los pobres y vulnerables, y los jóvenes y los delirantemente invencibles. Como bloque electoral, casi no cuentan.

El resto de América ve el anteproyecto y se encoge de hombros. No parece prometer nada, aparte de dificultades. Los ancianos tienen Medicare y la mayoría de los trabajadores tiene un seguro de un tipo u otro. Claro, muchos temen perder lo que tienen ahora y con razón odian a las aseguradoras, pero parecen preferir sus seguros actuales antes que lo que les han contado será un programa dirigido por hoscos ex burócratas soviéticos. El que ponga un pie en la calle, fulminado.

Como con casi todo lo demás que la administración Obama ha intentado hacer, los beneficios de la reforma sanitaria o son invisibles a las cámaras de televisión inmensamente importantes, o se esperan en el futuro. Nadie puede ver el ahorro – ni el sistema de salud, ni la economía en general – no porque sean ficticios, sino porque no se pueden grabar.

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Lo mismo sucede con los fabricantes de automóviles que no desaparecieron, con un sistema financiero que no se vino abajo, y con los empleos que fueron salvados junto a una tasa de paro que recientemente se ha reducido.

Como cualquiera del mundillo de la televisión le puede decir, es imposible grabar un descenso del paro o un banco rescatado – el «antes» y el «después» son idénticos – ni, a esos efectos, a los profesores que no fueron despedidos porque su sistema escolar tiene los fondos del paquete de estímulo. Son el equivalente visual del sonido producido por el árbol que cae en el bosque y que nadie escucha. No hay nada que mostrar en cámara. La guerra de Irak no acabará con Obama en la cubierta de un portaaviones, revolcándose en muestras horteras de patriotismo. La imagen simplemente se apagará. Se trata del dilema de las relaciones públicas y, en el caso de Obama, de una catástrofe política.

Grandes presidentes han marcado el paso. En cierto sentido, Lincoln «impuso» la abolición de la esclavitud igual que Roosevelt «impuso» la ley de apoyo a los países que combatían contra Alemania, Truman la des-segregación del ejército y Lyndon Johnson «impuso» la Ley de Derechos Civiles haciéndola tragar a un Sur con náuseas. ?stas podrían considerarse cuestiones más dramáticas que la mundana sanidad, lo admito – pero admita usted la excepción de la persona que se salta citas con el médico porque no puede permitirse el lujo de estar enfermo. Para esa persona, este proyecto de ley es tan dramático como la diferencia entre la enfermedad y la salud – el gran rasero de la humanidad.

El hecho funesto es que el país sufre de un exceso de democracia – un porrón de grupos de interés, un porrón de blogs, un porrón de debates, y todos ellos insistiendo en la transparencia para que tropecientos pares de ojos miren a los políticos por encima del hombro. El arcano pero imprescindible arte de la política rehúye la luz del sol. Poco se puede hacer. La trastienda se ha convertido en un plató y los encuentros en seminarios. Estamos condenados. Peor aún, estamos cansados.

Google no cuenta toda la historia. No responde a lo que la vieja creencia de que «la mayoría manda» – un mantra de la infancia virtualmente – tiene de malo. Nunca fue «la mayoría absoluta manda», y la presidencia nunca pretendió ser una veleta, girando hacia tal o cual sentido al más leve soplido de la encuesta más reciente. Lidere y el pueblo le seguirá — o no. De cualquier manera, imponga la maldita legislación, Señor Presidente. ¡Impóngala!

Richard Cohen
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E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington: Hizo falta el caso de «JihadJane» para arrojar luz sobre lo que a estas alturas debería ser evidente: cualquiera que diga ser capaz de identificar a un terrorista potencial por la apariencia o la nacionalidad se está engañando. Hay un motivo para que todos nosotros nos tengamos que quitar los zapatos en el aeropuerto.

Durante años, ciertas voces de la derecha han defendido enérgicamente el fichado racial-étnico-religioso. Tras el intento de volar un aparato comercial por los aires el día de Navidad, Newt Gingrich escribía que ha llegado el momento de «hacer un perfil de los terroristas y discriminar activamente según la información del sospechoso». Gingrich se quejaba de que «dado que nuestras élites temen la honestidad políticamente incorrecta, creen que es mejor humillar al inocente, retrasar al inofensivo y arriesgar las vidas de todos los estadounidenses en lugar de hacer lo evidente, eficaz y necesario».

No citaré más de la larga diatriba de Gingrich, pero cualquier lector llegará a la conclusión de que si el ex presidente de la Cámara estuviera a los mandos de un detector de metales de un aeropuerto, pondría especial atención a cualquiera parecido a Omar Faruk Abdulmutalab – el nigeriano acusado del atentado frustrado del día de Navidad – al tiempo que esencialmente dejaría pasar a alguien como Colleen LaRose, de 46 años, procedente de Pennsburg, Pa.

Lo cual, a la sazón, habría sido un error peligroso.

Según la acusación federal, Larose era una habitual de las páginas islamistas radicales que a veces contribuía como JihadJane. Presuntamente había expresado su deseo de convertirse en un mártir del Islam, y el fiscal que instruye el caso sostiene que con anterioridad a su detención el pasado octubre, estaba conspirando activamente para asesinar a un artista sueco que había dibujado una viñeta retratando como un perro al profeta Mahoma.

Bien, ha de señalarse que si el relato de la acusación es cierto, Larose no parece tener el cerebro más privilegiado del firmamento yihadista. En sus aportaciones en la red parece no haber echo grandes esfuerzos o ninguno por ocultar su identidad, al margen de elegir un nom de guerre que en la actualidad es el equivalente a una alarma activada. Pero Abdulmutalab tampoco es que fuera un cerebro diabólico. Lo que los dos tienen en común es que ambos parecen haber sido solitarios y alienados, haber buscado significado a sus vidas, y haber hecho elecciones pésimas.

No tienen en común mucho más. Abdulmutalab es un varón joven, negro, rico y extranjero con un nombre que suena musulmán. LaRose es una mujer rubia de ojos azules y mediana edad que creció en Texas, abandonó el instituto, se casó y se divorció un par de veces, conoció a un novio de Pennsylvania y terminó viviendo sin pena ni gloria en un pequeño municipio a 50 millas de Filadelfia donde los vecinos dicen que a menudo se la oía hablar con sus gatos.

En Internet presumía supuestamente de que su aspecto físico y su nacionalidad le permitirían viajar con libertad y sin levantar sospechas mientras desempeñaba su misión – auto-asignada, según parece – de asesinar al viñetista sueco Lars Vilks. No hay indicios de que hubiera algún contacto real con Al-Qaeda, que ha puesto un precio de 100.000 dólares a la cabeza de Vilks. Según la acusación, Larose se desplazó a Europa para encontrarse con individuos anónimos de mentalidad parecida, y también sustrajo presuntamente el pasaporte de su novio con la intención de entregarlo a un compañero yihadista para que lo utilizara. Pero no parece que tuviera la menor idea de cómo asesinar a alguien.

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Sin embargo, los aspirantes a terrorista pueden terminar convertidos por accidente en verdaderos terroristas. ¿Y qué perfil la habría elegido entre la multitud? ¿Se supone que el FBI ha de administrar una lista de damas de pueblo aficionadas a los gatos, cuyos movimientos han de ser seguidos y analizados?

LaRose puede ser única a causa de su aspecto, pero no es en absoluto la primera estadounidense de quien los agentes del orden piensan ha sido seducida por la ideología de la jihad. Omar Hammami, que de joven fue delegado de la clase en su segundo año en Daphne, Alabama, es una figura clave de Al-Shabab, un grupo insurgente islamista de Somalia afiliado a al-Qaeda. En diciembre, cinco jóvenes del norte de Virginia fueron detenidos en Pakistán y acusados de intentar ingresar en Al-Qaeda.

«Washington sigue evitando ser intelectualmente honesto con la guerra en la que estamos inmersos», afirma Gingrich. Pero la honestidad intelectual exige tener en cuenta el hecho de que los terroristas y los aspirantes a terrorista nos salen de una cantera única. Esto significa que en los aeropuertos y en otros sitios deben existir medidas de vigilancia para todos.

«Discriminar activamente», como recomiendan Gingrich y otros, haría algo más que seleccionar a un montón de inocentes. Garantizaría que la próxima JihadJane – que podría estar siguiendo las instrucciones de superiores más nefastos que sus gatos – se nos pasa desapercibida.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Si la reforma sanitaria termina atravesando la línea de meta por los pelos, será gracias a que el Presidente Obama y los Demócratas del Congreso han reconocido – ya era hora – la verdad que han tenido delante de las narices durante más de un año: les es políticamente más rentable intentar hacer todo lo posible simplemente por hacer lo correcto.

No importa lo que los Demócratas traten de hacer ni el cómo lo hacen, los Republicanos van a quejarse, obstruir y atacar. Esa es la lección ineludible de todo este ejercicio, y es difícil dilucidar porqué costó tanto llegar a esa conclusión. Los Demócratas tenían un aspecto ridículo, sentados alrededor del fuego cantando canciones de campamento mientras la oposición merodeaba por el bosque afilando lanzas y flechas.

Como si quisieran darme la razón, algunos Republicanos ya están hablando de tratar de derogar la ley de reforma a pesar de que aún no ha sido aprobada. Esto no tiene aire de bipartidismo en absoluto – que el Partido Republicano, con una retórica cínica pero hábil, ha elevado a la categoría de virtud divina.

Hay que admirar la cara dura del Partido Republicano. George W. Bush legisló igual que una apisonadora siempre que implantó sus radicales iniciativas — bajadas tributarias enormes, una enorme alteración del equilibrio entre privacidad y seguridad, la toma de control de la política educativa a lo «gran gobierno» sin precedentes, y un programa de prestación a las recetas de Medicare caro y sin financiación para las obligaciones.

Pero en el momento en que los Republicanos pasaron a la oposición, descubrieron la obligación moral de que el partido en el gobierno lo haga todo de manera bipartidista. Los Demócratas, conscientes de las encuestas que apuntan que la afiliación al partido se ha debilitado de manera dramática durante la última generación, se mostraron encantados de complacer. En su puesta de largo legislativa – el proyecto de estímulo económico de 862.000 millones de dólares — el nuevo presidente y el nuevo Congreso llegaron a extremos insólitos para dar cabida a ideas Republicanas tales como bajar los impuestos. Pero, por supuesto, ninguna buena acción queda sin castigo: más de un año después, el Partido Republicano todavía ataca el estímulo como si lo hubiera diseñado el Presidente Mao.

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En la sanidad, los Republicanos interpretaron el bipartidismo como algo equivalente a que todo tiene que hacerse como dicen ellos, lo que básicamente habría significado que no habría reforma ni por accidente. Una vez más los Demócratas cedieron. Desde el principio, la Casa Blanca decidió no sacar adelante una sanidad verdaderamente universal – el objetivo con más solera del partido – sino que se conformaría con algo más modesto.

Existen argumentos razonables en favor del enfoque comedido y moderado que adoptó el Presidente Obama – la atención sanitaria sí representa casi la sexta parte de la economía, y tal vez una recesión acusada no sea el mejor momento de acometer una reestructuración radical que podría tener un impacto real y a largo plazo sobre el creciente gasto. Pero hasta el paquete de reforma moderado que aprobó la Cámara vio rebajadas sus pretensiones en el Senado. Es digno de aprobarse porque consagra el principio de que la sanidad debe ser universal, pero no es ninguna revolución.

Pero los Republicanos tachan hasta este conjunto muy modesto de modificaciones – prudente, gradual, fiscalmente disciplinado – de socialismo desenfrenado. Retratan la legislación sanitaria como una «socialización», aunque la idea de tener un pequeño plan de salud público limitado, restringido y estrechamente contenido de cualquier tipo ha sido abandonada desde hace tiempo. Pintan a los Demócratas como un montón de izquierdistas resentidos a cuenta de una ley que habría aprobado Richard Nixon.

No hay nada que los Demócratas puedan hacer, a corto plazo, para contrarrestar el éxito que han tenido los Republicanos a la hora de indignar a los conservadores con la excusa de la reforma sanitaria – y sembrar la duda en la mente de los independientes. Ese daño tardará tiempo en cicatrizar. Los antecedentes sugieren que hasta los contados elementos del paquete legislativo que habrían entrado en vigor con efecto inmediato – incluir a los hijos en el seguro paterno hasta los 26 años – habrían aplastado rápidamente parte del diálogo Republicano sobre la derogación. Los derechos sociales son fáciles de reconocer y extremadamente difíciles de anular.

Lo que se puede corregir, y se está corrigiendo, es el daño que presidente y Congreso han causado a su valoración entre el electorado Demócrata. Gracias a los vigorosos mítines estilo campaña de Obama en defensa de la reforma sanitaria, las encuestas muestran que la popularidad de la legislación entre los Demócratas aumenta poco a poco. Si los Demócratas quieren tener posibilidades de ganar en noviembre, su principal electorado debe ser movilizado, no desmotivado.

Las encuestas empezaron a cambiar en el momento en que los líderes Demócratas adoptaron una postura clara. Tener el valor de defender las convicciones propias: qué concepto.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Olvida todo lo que te han contado.

El ACTA (Anti-Counterfeiting Trade Agreement) es un tratado internacional secreto, que está siendo impulsado por las grandes industrias de los EEUU. Sabemos de estos tratados gracias al seguimiento que están haciendo algunas organizaciones en pro de los derechos civiles. Incluso Reporteros Sin Fronteras lo ha denunciado.

Se pretende equiparar la propiedad intelectual a las patentes del medicamento.  Leyes como la española, solo preparan el terreno.

La magia de Internet reside en que el más millonario de los ricos de Wall Street puede acceder a la misma información que el más pobre que se conecta a Internet en la India desde un cibercafé. De permitir que salga adelante,  sólo podrán acceder a los materiales de la red quienes puedan pagarlos.

No pienses en los pequeños creadores. Estos acuerdos no están destinados a ellos:

¿quienes son los beneficiados en España por la Ley Sinde?

 

Aspecto que presentan a esta hora cientos de páginas.

Desde primera hora de la mañana, horas antes de la comparecencia del Presidente Zapatero, cientos de páginas enlazaban y reproducían de nuevo el Manifiesto contra la Ley Sinde. Es la primera vez que una misma noticia, un mismo post, es repetido dos veces en un mismo blog. Y ha sucedido en miles de ellos a la vez.

Según los resultados de google, más de 25.300 suaurios han protestado en las últimas 24 horas contra el procedimiento de cierre de webs aprobado hoy por el gobierno.

Nunca antes una Ley había tenido tal contestación social, desde tantos sectores,  ni siquiera durante la aprobación de la LSSI:  Facebook -cuyo grupo de protesta alcanza ya los 225.00 usuarios-, twitter, blogs, páginas webs , diarios electrónicos (1,2,3,4,5,6,7y mas…), … la respuesta ha sido masiva.

En Twitter -cuyos usuarios han sustituido su fotografía de perfil por una imágen de protesta- cientos de mensajes comparten la protesta. Muchos de ellos dirigidos contra la Ministra Ángeles González-Sinde:

lanieto: RT @rnovoa: Apa, a signar tothom contra la llei Sinde #SindePírate https://www.facua.org/es/sieslegaleslegal/index.php (RT!)

noticias247: Sitios web de enlaces cierran en protesta por la aprobación de la ‘Ley Sinde‘ contra la piratería: La Asociación d… http://bit.ly/a8hJPb (expand)

capitan_mapache: Entre la Sinde y la SGAE nos acabarán dejando hasta sin redes sociales por el paso que vamos.

tic616: Esto les debería costar votos, no?

Reconocidos bloggers como Enrique Dans abordan el tema. ?l titula en su blog: «La pantomima de una democracia»:

«…»Impresionante. E indignante. Un gobierno que no solo se deja manipular por grupos de presión e introduce puntos adicionales en una ley que nada tienen que ver con ellos, sino que además desprecia abiertamente la voluntad popular, expresada de manera clara y diáfana en miles de páginas en la red.

 Julio Alonso en el recién estrenado «Nación Red» titula: «El gobierno contra los ciudadanos digitales»:

«La defensa de la propiedad intelectual se convertirá así en la gran excusa para censurar y controlar internet

[Si te ha interesado lee también: «No es por la cultura, es por el  ultracapitalismo, amigo??] 

 

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Defendía hoy el Presidente del Gobierno que, con la Ley de Economía Sostenible, se pretende que haya «menos sectores no sostenibles y aumenten el tamaño de los otros sectores», los de las telecomunicaciones. Son los que, según el Presidente, han sufrido menos el golpe de la Crisis.

Lo dice mientras, paralelamente se aprueba la conocida como Ley Sinde. Toda una contradicción. Si así quieren impulsar el sector de las telecomunicaciones se están equivocando. El Presidente, eso sí, no ha hecho ni una sola mención explícita a la polémica sobre esta materia en la rueda de prensa.

Esa Ley es un error, un grandísimo error contra la libertad de expresión y contra el futuro de Internet. Como decía esta mañana: si esa Ley hubiera existido hace 10 años Internet no existiría tal y como la conocemos. Así de simple.

El Presidente del Gobierno no está defendiendo la cultura, está defendiendo el ultracapitalismo. De salir adelante el anteproyecto de Ley dejará en un limbo legal a miles de páginas web, entre ellas, todas aquellas que tengan reproducido un simple artículo de periódico o un vídeo de youtube.

Lo que veníamos denunciando hace meses lo ha visibilizado Reporteros sin fronteras advirtiendo: «Peligro internacional para la libertad de expresión en Internet»

Para empezar, aparquemos los mitos:

Primer mito: Internet no es el oro del «todo gratis», nunca lo fue. Una conexión cuesta cerca de 40 euros: difícilmente podríamos llamarle así. Las principales beneficiarias, por tanto, son las operadoras de telefonía, no el usuario final. Hasta tal punto llega la hipocresía, que Telefónica se anuncia en Chile y Argentina como una oferta «Sin restriccions P2P«

Segundo mito: No son sólo los autores españoles, ni los cineastas, quienes han conseguido colar la Ley Sinde. Son las grandes compañías transnacionales, las grandes industrias extranjeras del cine -fundamentalmente norteamericanas-, de los libros, de los periódicos y del ocio multimedia. El ultracapitalismo más liberal que trata de imponer su modelo por todo el planeta. Lo están haciendo a través de una estrategia común denominada ACTA, pero de esto hablaremos después. Con ella se pretende equiparar textos, libros, música y cine a las patentes del medicamento…

Tercer y mas complicado mito: ¿Debe un autor cobrar toda la vida por una obra que escribió hace años? ¿Existe realmente la originalidad de una obra? ¿no son acaso, variaciones sobre creaciones ajenas? ¿Por qué no debería equiparse a otras actividades donde la creación recibe dinero hasta que es rentabilizada?. Si fue una victoria del progresismo, ¿no debería ser progresivo? ¿Debe seguir cobrando derechos Julio Iglesias como si fuera un pequeño y autor?

¿Sólo deben recibir la cultura quienes la pueden pagar?

En efecto hay una desconocida estrategía comercial, que se está negociando a espaldas de los ciudadanos y que, como digo, tiene nombre: se llama ACTA. Cito de Wikipedia:

El Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA) es una propuesta para un acuerdo comercial plurilateral, según sus promotores, en respuesta al «incremento de los bienes falsificados y obras protegidas por copyright pirateadas en el mercado global».[…]
A pesar de que el título del tratado sugiere que el acuerdo sólo cubre falsificaciones de bienes físicos (como medicinas), el tratado propuesto tendrá un alcance más amplio, incluyendo «la distribución de Internet y de las tecnologías de la información»

Las negociaciones de ACTA se llevan a cabo de forma secreta y no pertenecen a ninguna organización internacional. La Comisión Europea, la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos, y el Departamento australiano de Comercio y Asuntos Extranjeros, y otras agencias de gobierno han reconocido haber participando en las negociaciones de ACTA

Esto se lleva cocinando en silencio desde hace años y solo tras algunas filtraciones y denuncias como la de Reporteros sin Fronteras, los implicados se han visto a dar explicaciones.

El objetivo es afianzar un negocio nada social, aunque eso cueste 30 años. A tiempo estamos todavía de exigir que la palabra cultura recupere su verdadero significado.

Desde hace unos meses, un grupo de ciudadanos intenta poner en pie el Premio Maria Amelia López Soliño. Es también, paralelamente, un homenaje para la «bloguera más anciana de la red» fallecida en mayo de 2009 y un modo de incentivar iniciativas que acerquen Internet a los mayores y les ayuden a integrarse.

 

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María Amelia López Soliño se convirtió en una celebridad de la red a finales de 2006. Por su 95 cumpleaños, su nieto le regaló un blog. Y ella lo abrazó entusiasmada pasando a ser la blogger más vieja del mundo. Conectó con miles de personas gracias a su blog e incluso ganó el Premio internacional BOB.

Siempre dijo que en Internet había encontrado un instrumento para luchar contra la soledad y animó a los miembros de su generación a descubrirlo: «Para animar a todos los ancianos a que tengan el Internet. Y para que sus familiares hagan un esfuerzo por enseñarles. Así podrán conocer gente nueva, comunicarse y aprender cosas todos los días. A mí me sacó 20 años de encima. Todos los ancianos con un Internet.»

Entonces se constituyó un grupo de admiradores y seguidores de Maria Amalia, a los que ella llamaba «mis blogueros». Son los mismos que estan ahora intentando instaurar el Premio Internacional en su nombre. Pretenden homenajearla y sobre todo reconocer la  iniciativa que mejor sirva para acercar la red a los ancianos.

Ya han creado un blog con historias destacadas y donde explican su propósito en favor de los mayores: «fomentar su integración en el mundo tecnológico e internet como medio de combatir el aislamiento en que muchas veces viven, así como animarles a mantenerse intelectualmente activos y a tener una mayor participación social. Pretendemos también que sirva de punto de encuentro entre ellos donde puedan aportar sus opiniones, enlazar sus blogs para que otros les conozcan y servir de plataforma divulgativa de espacios en la Red de su interés.»

De momento no han logrado el apoyo de las instituciones en su propósito. El Ayuntamiento de Muxía se interesó en principio por ello pero pretendiendo destacar su localidad más que el aspecto social del Premio. Asi que recurren a la red en busca de ayuda. Han creado un grupo para catalizar las iniciativas y un perfil en Facebook donde recaban apoyos. Y ya han logrado el respaldo de blogs como Mi mesa cojea y columnistas como Maruja Torres.

Maria Amalia

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El gobierno ha aprobado hoy en el Consejo de Ministros la Ley de Economía Sostenible.  La Ley, que pretende «impulsar la recuperación económica y la creación de empleo con una renovación profunda del modelo productivo en España», incluye también el polémico aspecto de la Propiedad Intelectual.

El pasado mes de diciembre la red se incendió ante la propuesta del Ministerio de Cultura. Se pretendía crear un comité administrativo para perseguir las descargas de Internet que tuviera capacidad para cerrar páginas web. El Presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero tuvo que apagar el fuego, desautorizando a su Ministra e introduciendo una cierta supervisión judicial en el proceso.

Tres meses después y con leves modificaciones, el gobierno ha seguido adelante con su «policía cultural de Internet», tal y como lo ha definido el diario EL PAIS.

«La sección [el comité] podrá adoptar las medidas para que se interrumpa la prestación de un servicio de la sociedad de la información o para retirar los contenidos que vulneren la propiedad intelectual por parte de un prestador con ánimo de lucro, directo o indirecto, o de quien pretenda causar un daño patrimonial.

Queda abierta así la interpretación de quién vulnera la propiedad intelectual ya que entrarían no sólo las webs que se lucren con contenidos protegidos por la propiedad intelectual sino también aquellas que, aún no teniendo publicidad «pretendan causar un daño patrimonial». -explican en TVE

«Moncloa pone así en marcha un procedimiento exprés, reservado para la protección de los derechos fundamentales, para cerrar webs de descargas ilegales y para ello deberá modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial.» -concluye TVE

El problema no es, en efecto menor. De superar la tramitación parlamentaria Blogs, webs, y páginas de enlaces vivirán en un permanente limbo de legalidad.

Según la Ley el comité podrá «retirar los contenidos que vulneren la propiedad intelectual por parte de un prestador con ánimo de lucro, directo o indirecto«. Cualquier página web con un link a un artículo de EL PAIS o a cualquier otra página web se encontraría dentro de ese supuesto.