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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: ??El referéndum en Suiza contra los minaretes nos demuestra que no salimos de las guerras de religión. Mucho internet, mucha nanotecnología, mucha biología molecular, pero la racionalidad nunca avanza lo suficiente para devolver las creencias al terreno de la intimidad, o directamente a las tinieblas.

El ser humano ha pasado de la rueda a la tecnología espacial, pero le está costando mucho conseguir que la fe religiosa ilumine la vida de los creyentes sin dar miedo a nadie ni tener miedo de nadie. En Suiza, donde toda neutralidad tiene asiento, los ciudadanos se han hecho beligerantes contra los minaretes de las mezquitas. En veintidós cantones de los veintiseis no pueden aceptar la visibilidad del islam.

Al mismo tiempo, personalidades de la Liga Norte italiana quieren que el crucifijo se incorpore a la bandera nacional. Rl mismo crucifijo que hace unas pocas semanas el Tribunal de Estrasburgo declaró que no debía presidir las aulas, para salvaguardar la libertad religiosa de los alumnos. Como vemos, la historia gira sobre sí misma. Henos aquí de nuevo defendiendo los muros de la católica Europa frente a la amenaza del Islam.

Como Carlos Martel en el siglo octavo, o como en la reconquista, o en Lepanto, o deteniendo a los otomanos en Viena en el siglo diecisiete. Nadie parece haber aprendido nada, porque, de haber aprendido algo, el laicismo se hubiera instalado de forma natural en nuestras sociedades. No ha ocurrido así. Y menos aun en las naciones que consideran que su identidad está asociada de forma indeleble a una determinada fe. Es el caso de España. Hoy, el Vaticano ha deplorado el referéndum helvético, por contrario a la libertad religiosa. Pero solo el laicismo puede asegurar una libertad religiosa verdadera.

Pero, ya ven. En suiza, no hay fronteras para el dinero, venga de donde venga, y proceda de la actividad que proceda, pero a los seres humanos le pedirán los papeles y a las mezquitas les cortarán la cabeza. Es el viejo terror al otro, que llenó de sangre la historia de Europa.?

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

Muchos periódicos extranjeros han llevado a sus páginas este fin de semana la nueva Ley de economía sostenible del gobierno. También, y por extensión, la situación económica española. Anne Cheyvialle en Le Figaro señala: ??Los españoles se encogen de hombres esperando la llegada de la recuperación económica?. El Financial Times pone el foco en que ??Los sueldos que reciban los directores españoles serán públicos? y Graham Keeley en el británico The Times explica: ??España baja el aire acondicionado para ahorrar energía? .

También el norteamericano The Wall Street Journal publica un amplio análisis de Irwin Stelzer titulado: ??España, enferma internamente pero con poderío exterior, ha de hallar una nueva base»:

??La impresión de los españoles de que el paro es una condición natural no es el único factor de la relativa tranquilidad con que se acepta una tasa del 20%. Hay un generoso sistema de prestaciones que paga durante dos años entre el 80 y el 90% del último salario percibido, lo que hace que los parados sean reacios a aceptar casi todas las ofertas de empleo. Lo que complica el problema: los patrones son reacios a contratar personas que han estado satisfechas de haber estado sin trabajar en los dos últimos años, sobre todo porque, si luego son despedidos, el empleador ha de pagar el equivalente a entre 30 y 40 días de salario por cada año trabajado?.

Por último, hay una economía sumergida que permite a muchos de los que están recibiendo la subvención por paro obtener otros tipos de ingresos. García-Legaz y otras personas con las que hablé calculan que la producción de la economía sumergida oscila entre el 20 y el 25% del PIB. […] Sin embargo, hasta que Zapatero supere la oposición de los sindicatos, que le apoyan, a la reforma del mercado de trabajo, algo por lo que no ha mostrado inclinación alguna, los continuos aumentos de los costes laborales seguirán poniendo fuera del alcance un robusto crecimiento. […] Si España desea evitar convertirse en el enfermo de Europa, hará falta algo más que deseos y discursos.

En realidad The Wall Street Journal está acogiendo los mitos más injustos. Dice que los patrones son «reacios a contratar personas» porque, si luego son despedidos, el empleador «ha de pagar el equivalente a entre 30 y 40 días de salario» por cada año trabajado. Es cierto que es un discurso recurrente entre quienes defienden esas teorías en público. Sin embargo dado que el sueldo de los españoles es paupérrimo, los empresarios confiesan sin pestañear que los 40 días por año no son un impedimento para contratar aunque tampoco tienen reparos en pedir que se reduzca esa indemnización. Por ganar que no sea.

Por otra parte es inquietante que el Wall Street Journal crea  que los parados son «reacios a aceptar casi todas las ofertas de empleo» porque tenemos un «generoso sistema de prestaciones». Eso supone instalar la idea de que los parados son unos parásitos cuando en realidad están recibiendo el dinero que un día ellos mismos cotizaron.

A nadie le gusta estar en el paro. A todo el mundo le gusta sentirse útil y ocupado. No hay más que ver  el efecto psicológico que provoca en una familia esa situación. Lo que pasa es que eso no significa que por el hecho de cobrar el desempleo, una persona tenga que cambiar de sector, de región, de sueldo y a menudo, aceptar todo tipo de aberraciones laborales, sólo por el hecho de no ser catalogado como «reacio». Se trata de tener un sistema laboral justo y fuerte; no un sistema laboral y punto.

El periódico francés Le Monde publica un texto de Suzy Rojtman y Maya Surduts titulado: ??Hay que luchar más eficazmente contra la violencia infligida a las mujeres. La ley española proporciona un convincente modelo de enfoque global?. No es la primera vez que la prensa francesa elogia el modelo español contra el maltrato. Le Monde afirma:

??España Y Suecia han demostrado una auténtica voluntad política de luchar contra este tipo de violencia. España aprobó en el año 2004 una ley orgánica contra la violencia de género que tiene como objetivo recoger, de manera coherente y global todos los aspectos de la violencia ya sean educativos, preventivos, relativos a la publicidad, a la salud, sociales, a los aspectos judiciales y financieros, a la formación de los profesionales, a la protección de las víctimas, a la acogida de las mujeres amenazas en su país, etc. Esta ley representa un auténtico avance cualitativo en la aprehensión del fenómeno. Y en su exposición de motivos, incluso menciona la opresión de las mujeres. En Francia tenemos necesidad de una ley semejante?.

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson  -Washington.  Dejad de entusiasmaros, revisionistas del cambio climático. La correspondencia electrónica sustraída difundida la pasada semana por los escépticos — que retrata a algunos de los principales expertos en el clima como personas petulantes, vengativas y enormemente impacientes por manipular sus datos para que encajen en las teorías aceptadas — no demuestra que el calentamiento global sea un fraude.

Si me equivoco, alguien tendría que explicar a los casquetes polares que pueden dejar de derretirse cuando les venga en gana.
Dicho eso, el episodio del correo electrónico es más que un importante motivo de vergüenza para los científicos aludidos. La mayoría de los estadounidenses está convencida de que el cambio climático es real — un prerrequisito imprescindible para el tipo de enormes ajustes en la economía y los hábitos que tendremos que realizar para empezar a limitar seriamente las emisiones contaminantes. Pero el consenso en la naturaleza y el alcance del problema se esfumará, y rápido, si los expertos intentan eclipsar el hecho de que hay mucho del clima que aún no sabemos.
Esto es lo que sucedió: alguien pirateó los servidores de uno de los principales centros académicos en la materia — la Unidad de Investigación del Clima de la Universidad de East Anglia en Norwich, Inglaterra — y sustrajo un hilo de correos electrónicos y documentos que ha sido colgado en numerosas páginas web administradas por escépticos del clima.

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Phil Jones, director de la Unidad de Investigación del Clima, difundía una circular el miércoles diciendo que «Mis colegas y yo aceptamos que parte de los correos electrónicos publicados no parecen correctos.» Eso será un ejemplo de diplomacia británica.
En un mensaje enviado a una larga lista de colegas, Jones habla de haber rematado un «truco» en los datos recientes de las temperaturas «que oculta el descenso.» La palabra «truco» no resulta un indicio en absoluto — los científicos la utilizan para referirse a formas inteligentes pero perfectamente legítimas de analizar los datos. Pero la parte de «ocultar el descenso» se refiere a un asunto real entre los investigadores del clima denominado «el problema de la divergencia.»
Para situar en el gráfico temperaturas que se remontan cientos o miles de años atrás — mucho antes de que nadie estuviera recogiendo las medidas — se necesita un conjunto de datos que sirven de contraste preciso. El ancho de los anillos de los árboles se correlaciona bien con las lecturas de las temperatura observadas, y extrapolando esa correlación al pasado se obtiene la familiar gráfica «de palo de hockey? — temperaturas bastante estables durante millones de años, seguidas de un acusado incremento alrededor del año 1900. Esto se atribuye a la actividad humana, sobre todo a la quema de combustibles fósiles y el incremento consiguiente del dióxido de carbono en la atmósfera que impide que el calor se disipe.
Pero alrededor del año 1960, los datos de los anillos de los árboles divergen de las temperaturas observadas. Los escépticos afirman que esto cuestiona que los datos de los anillos de los árboles sean válidos para los períodos anteriores en la parte estable del palo — digamos hace 500 o 1.000 años. Jones y los demás reconocen que no saben lo que significa la divergencia, pero señalan las temperaturas reales: hoy hace más calor que hace 100 años.
Otro correo electrónico — enviado por Kevin Trenberth, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Boulder, Colo. — resulta aún más esperanzador para los escépticos. Trenberth escribía el mes pasado acerca del otoño inusualmente frío que estaba sufriendo colorado, y proseguía: «El hecho es que no podemos justificar la ausencia de calentamiento en la actualidad y es una aberración que no podamos.»
?l parece estar reconociendo la afirmación de los escépticos de que durante la última década no se ha observado ningún calentamiento real. En realidad, no obstante, sería toda una concesión. En juego está la tendencia a largo plazo, y serían de esperar altibajos anómalos de vez en cuando.
De los que he leído, los correos electrónicos más dañinos son aquellos en los que los científicos parecen intentar aplastar la disidencia que se aparta de la ortodoxia del cambio climático — amenazan con dosificar los artículos que envían a las publicaciones especializadas si ellas publican trabajos de revisionistas, comprometiéndose a sacar la investigación de los escépticos del informe oficial sobre cambio climático que patrocinan las Naciones Unidas.
En su circular, Jones observa que el pirateo del correo electrónico sucedía justo días antes de la cumbre del clima de Copenhague. «Podría tratarse de un esfuerzo concertado para poner en tela de juicio la ciencia del cambio climático,» decía. Esa vuelve a ser una afirmación demasiado diplomática.
El hecho es que la ciencia del clima es tan diabólicamente difícil debido a la enorme cantidad de variables que interaccionan de formas que nadie entiende por completo. Los científicos deberían celebrar las opiniones discordantes de colegas respetados, sin intentar censurarlas. Deberían admitir lo que no saben.
Sería estupendo si todo esto fuera un gran malentendido. Pero sabemos que el dióxido de carbono es un gas de efecto invernadero, y sabemos que el planeta es más cálido que hace un siglo. Los escépticos pueden haber convencido a los demás, pero hasta la fecha no han explicado la desaparición de los hielos polares.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.

 

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Ellen Goodman

Premio Pulitzer al comentario periodístico.

 

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Ellen Goodman – Boston. ¿Existirá la negligencia comunicativa? Si es así, tendríamos que considerar la demanda que interponen las mujeres contra el Grupo de Estudio de Servicios Preventivos de los Estados Unidos.
No estoy hablando de negligencias médicas . Los científicos que examinaron los estudios de las mamografías hicieron honorablemente su labor. Examinaron las investigaciones que lentamente y sin gran escándalo vienen cuestionando la importancia de realizarse mamografías rutinarias en el caso de las mujeres de 40 años en adelante que carecen de otros factores de riesgo. Concluyeron — igual que han concluido otros antes — que los beneficios de realizar los exámenes a las mujeres más jóvenes estaban exagerados y los riesgos eran subestimados.
A continuación pasaron a recomendar que las mujeres se hicieran mamografías a partir de los 50 años y sólo un año de cada dos en lugar de cada año. Pero a continuación soltaron la bomba de estas directrices a una opinión pública que no estaba mentalizada igual que si se tratara de panfletos desde un helicóptero de expertos que no comprenden las condiciones sobre el terreno.
La inocencia del grupo de estudio independiente tenía algo de encantadora. ¿Dieron por sentado los científicos de la opinión pública iba a aceptar por las buenas la información? ¿O debería decir aceptar por revisada? Cualquiera que hubiera pasado cierto tiempo en una sala de espera en compañía de mujeres enseñadas a equiparar detección temprana con prevención podría haberles advertido.

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En cuestión de horas, proliferaban como setas las historias de mujeres totalmente convencidas de que «mi vida se salvó gracias «a una mamografía a tiempo. A continuación llegaban las sospechas de lo que significaban las nuevas directrices para sus aseguradoras. Las mujeres se escandalizaban también por un análisis en el que la «ansiedad» figuraba como factor de riesgo de las primeras mamografías — como si las mujeres fueran incapaces de controlar un poco de ansiedad en aras de detectar un cáncer.
Si los expertos no se dieron cuenta de cómo iban a reaccionar las mujeres, además estaban totalmente desconectados de la venenosa atmósfera política que rodea a la reforma sanitaria. Rápida y deliberadamente, los políticos convirtieron «recomendaciones» en «medidas de racionamiento». Como advertía siniestramente la Representante Marsha Blackburn, «Así es como empieza el racionamiento. Así es como se empieza a colar un burócrata entre su médico y usted».
Como era de esperar, la administración Obama se distanció de las recomendaciones antes de lo que tarda en decir ??este panel fue elegido por la administración anterior» la titular de Salud Kathleen Sebelius.
Siendo justas, la entidad independiente de expertos estaba a cargo de alejar ciencia de política. Y no tenía competencias para tener en cuenta el gasto. Pero el resultado final fue una especie de muestra de ingenuidad totalmente sorda a los acontecimientos.
Como decía la doctora Diane Petitti, integrante del grupo, con clásica modestia, «Probablemente, en perspectiva, pudimos haber sido más claros».
Lo que hicieron los científicos, afirma Baruch Fischhoff, experto de la Carnegie Mellon en el refinado arte de los riesgos de la comunicación, «es dar una opinión externa de lo que a nivel de la opinión pública es cierto». En otras palabras, contaron el relato estadístico desde las conclusiones asépticas.
«Lo que quiere la gente es una opinión interna — ¿qué significa esto para mi vida?» decía Fischhoff. «Se aislaron en su propio mundo».
Esto no va a ser nunca un lenguaje fácil. La investigación del cáncer de mama es más compleja y polémica que la investigación del cáncer de cérvix que fue dada a conocer apenas días más tarde con recomendaciones de retrasar y reducir las citologías. Pero no obstante, esta tormenta perfecta dio lugar al perfecto ejemplo de cómo no trasladar un mensaje a la opinión pública.
Es importante porque — y digo esto como alguien cuya madre, tía y hermana han sufrido cáncer de mama — el grupo de estudio tenía un mensaje importante que dar a conocer. Los beneficios de las mamografías en el caso de las mujeres jóvenes han sido exagerados. Como explica Laura Nikolaides, de la Coalición Nacional del Cáncer de Mama y superviviente de un cáncer, «La gente viene haciéndose mamografías como la panacea: Si te haces una mamografía, no vas a morir de cáncer de mama. Ojalá fuera cierto». La biología del tumor — la agresividad con la que se desarrolla — se considera hoy un factor más importante que el tamaño en el momento de ser descubierto. Y la terrible realidad es que no hemos hecho mucho por alterar la estadística de supervivencia de las mujeres jóvenes que desarrollan esta enfermedad.
También es importante porque todos formamos parte de un sistema médico empírico — ¿cuál es la alternativa? — y tenemos que aceptar que las pruebas siguen cambiando. No es únicamente el caso de las mamografías y las citologías. Hemos descubierto la faceta negativa de prevenir el cáncer de próstata en el caso de los varones mayores. Y seguimos revisando los consejos de todo, desde la colonoscopia virtual al tratamiento de la osteoporosis pasando por el cáncer de mama.
Nadie quiere que los científicos cedan a la política ni que alteren las investigaciones para proporcionar una tranquilidad falsa. Pero los hechos no hablan por si solos. Han de ser transmitidos por gente que sepa escuchar, enmarcar el mensaje, y preparar el terreno.
De manera que ahora tenemos un análisis de coste frente a beneficio para la negligencia médica en la comunicación. Las pruebas hasta el momento apuntan a una reacción de desconfianza. Memorando al próximo panel de expertos: recordar el viejo juramento hipocrático, ante todo no causar daño.

Ellen Goodman

 

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Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington. En mi círculo, se me conoce como el tipo que albergaba ciertas reservas hacia Barack Obama. Claro que le apoyé en las primarias frente a Hillary Clinton y yo le voté, con alegría y entusiasmo en la misma medida, sobre todo después de que John McCain pronunciara las palabras más impactantes de la política estadounidense ?? ??Sarah Palin?.

Pero tenía tantos reparos acerca de Obama que incluso desprecié su famoso discurso sobre la raza, que casi todo el mundo pensó era el mejor pronunciado en la materia nunca. Lo acabo de releer ?? y me censuré un poco (fui demasiado severo) pero en general me quedé triste. ¿Qué ha sido del caballero que pronunció ese discurso?
El discurso, pronunciado en Filadelfia en marzo de 2008, fue forzado por los desvaríos del Reverendo Jeremiah Wright, que había sido el pastor de Obama y su consejero espiritual. Wright, un caballero de cierta edad con las cicatrices emocionales propias de una vida en una sociedad duramente racista, había dado rienda suelta a su temperamento – y había sido grabado por sorpresa y saltado al mundo en YouTube. Un sermón que había tenido un contexto y un público agradecidos parecía pura demagogia y demencia senil en la pequeña pantalla.

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Obama tuvo que liberarse del lastre de Wright.
Lo hizo con elegancia y dignidad. Pero aparte de eso, releer el discurso es quedar impresionado una vez más por la fluidez de la mentalidad de Obama – su lógica, su razonamiento y su inmenso talento para escribir, que causaron sensación entre los sugestionables de mi gremio.

Pero releer el discurso es también encontrarse frente a frente con un Obama de claridad moral meridiana. Había presente un hombre que conocía el motivo para postularse a presidente y sabía, también con precisión, lo que encarnaba. Podía dirigirse a América como blanco y como negro en la misma medida — habiendo vivido dentro de ambos mundos. Podía explicar — y lo hizo — a América cómo es haber sido negro en la época de Wright y cómo es ser un negro de cierta edad incluso a estas alturas.
De alguna manera sin embargo, aquella claridad moral se ha esfumado. El Obama que encabezaba un movimiento de pureza política expresa es la misma persona que como presidente no encontró tiempo para reunirse con el Dalai Lama por temor a molestar a los muy sensibles chinos. Es el mismo caballero que hizo la reverencia ante el emperador de Japón cuando, que yo sepa, el presidente de los Estados Unidos no debe de hacer reverencias ante nadie. Es el mismo presidente que durante su visita a China hizo de maniquí del gobierno chino, compareciendo en conferencias de prensa y comparecencias públicas orquestadas — y siendo censurados parte de sus comentarios. Cuando le vi en esa foto solo en la Gran Muralla, parecía estar diciendo: ??¿Qué demonios estoy haciendo aquí?? Como tal, era una buena pregunta.
El Barack Obama del discurso de Filadelfia no dejaría que su fiscal general, Eric Holder, anunciase la nueva política para juzgar a Jalid Sheik Mohammed y a otros cuatro imputados por el 11 de Septiembre con un jurado popular, como si se tratara de una mera cuestión sectorial y no de un asunto político del mayor calado. Y el Barack Obama del discurso habría respetado los principios del Derecho en lugar de un sistema traído al pelo en el que algunos presuntos terroristas son juzgados en tribunales civiles y otros ante tribunales militares. Cuál es el principio de eso — ¿lo que vale, vale? Pruebe a añadirlo a la campana de la libertad.
Por supuesto que hay diferencias entre hacer campaña y gobernar. No hay ninguna realidad cuando se hace campaña. Si se quiere cerrar Guantánamo, di que tú lo cerrarás. Si como presidente quieres echarle el cierre, de la nada surge una crisis política que te cuesta tu asesor de la Casa Blanca, un caballero con experiencia y principios llamado Gregory Craig. Gobernar es duro.
Pero el ejercicio de la administración debe de ser sabedor de la claridad moral, de la impresión de que siempre conocemos la vida interior del presidente ?? sus pilares básicos. La carrera política de Obama ha sido demasiado breve para que conozcamos sus ideas básicas por los votos que depositó formando parte de cualquier entidad legislativa o cualquier decisión tomada como administrador. Tenía escasos antecedentes pero montones de retórica — moralmente emotiva y hermosamente redactada gran parte de ella.
Como presidente, no obstante, ha intentado ser el anti-George Bush con tanto ahínco que la arrogancia del moralismo del ex presidente — su insistencia en ver las cosas blancas con negras — se ha convertido en el gris de Obama. Los derechos humanos en general han sido tratados como si fueran una idea Republicana. Obama debería volver a leer su discurso de Filadelfia. Encontrará un buen hombre en él.

Richard Cohen
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E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. El escándalo a cuenta de las directrices de quita y pon en torno a cuándo deben hacerse mamografías las mujeres es prueba de lo que salta a la vista: una reforma de la sanidad que controle realmente el gasto – y que no sólo lo pretenda simplemente – será prácticamente imposible de lograr.
Y digo ??será? porque ninguno de los voluminosos proyectos de reforma que circulan por las Cámaras en carretilla ni siquiera llega a intentar afrontar el factor central que descarrila el gasto, que es que cada uno de nosotros queremos la vida más larga y sana que la ciencia médica pueda ofrecer. Igual que toda política parte a nivel local, toda política sanitaria parte a nivel individual. Escatimar en las pruebas y las operaciones de los demás vale la pena intentarse, pero que nadie juegue con las mías.
A nivel intelectual, es simple entender el motivo de que para las mujeres sin factores de riesgo especiales para desarrollar un cáncer de mama pueda tener sentido esperar hasta los 50 años, en lugar de los 40, para empezar a hacerse mamografías con regularidad. El análisis realizado por el Grupo de Estudio de Servicios Preventivos de los Estados Unidos, que hace la recomendación, suena lógico. Según el panel, la friolera de un 10% de las mamografías arrojan un falso positivo que conduce a injustificadas preocupaciones y procedimientos innecesarios, como las biopsias. En un pequeño número de casos, las mujeres son sometidas a tratamientos oncológicos e incluso a mastectomías que no necesitan.
Este perjuicio, razona el grupo de estudio, desborda a los beneficios de descubrir un número relativamente escaso de casos de cáncer de mama de rápido crecimiento y elevado riesgo en mujeres de 40 y tantos a través de la realización de mamografías anuales. También es cierto que esperar a hacerse mamografías hasta que una mujer cumple los 50 años — y reducir la frecuencia a una vez cada dos años, como recomienda el grupo de estudio — ahorraría una parte de los más de 5.000 millones de dólares que se dedican a mamografías cada año en los Estados Unidos.

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El problema reside en esos relativamente pocos casos en los que la mamografía sí descubre que una mujer de 40 y tantos tiene un tumor que amenaza su vida, y cuando la detección temprana salva su vida. Esta situación puede parecer muy infrecuente, pero es real. Teniendo en cuenta las opciones, muchas mujeres van a preferir asegurar que lamentar — y la seguridad cuesta dinero.
El dilema análogo de los varones está relacionado con el cáncer de próstata: ¿deben realizarse los varones un análisis de sangre que determina la presencia del antígeno prostático específico (PSA), y si es así, con qué frecuencia? Unos niveles elevados del antígeno sugieren, pero no anuncian, la presencia de un cáncer de próstata, y no informan en absoluto de la progresión del probable tumor.
En mi caso, la cuestión de hacerse o no la prueba no tiene dudas: los varones afroamericanos tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de próstata, y los análisis de niveles PSA están incluidos en el chequeo anual que me hago desde que cumplí los 40. Más vale prevenir que lamentar. Pero si los niveles se disparasen de pronto y se descubriera un tumor, tendría que decidir si se trata agresivamente — con radioterapia o cirugía, cada uno con sus riesgos y efectos secundarios ?? u optar por un período de «vigilancia?. Muchos cánceres de próstata se desarrollan tan lentamente que el paciente se muere de viejo antes de que el tumor se convierta en un problema.
En otras palabras, algunos caballeros se someterán a los análisis PSA un año tras otro, sometiéndose a continuación a un tratamiento oncológico caro, para curar una enfermedad que en última instancia no amenazaba sus vidas. La Sociedad Oncológica Norteamericana recomienda que los médicos discutan los pros y los contras de la supervisión de los niveles del antígeno con los pacientes, pero no recomienda a continuación que se supervisen los niveles de todos los varones. El pasado marzo fueron publicados dos estudios diferentes en el New England Journal of Medicine: uno concluía que los análisis PSA salvan vidas, el otro que no.
Pero las pruebas del antígeno se han vuelto tan rutinarias, al igual que las mamografías, que dudo que muchos estén dispuestos a prescindir de ellas. Cada uno de nosotros debemos hacernos esta pregunta: ¿Qué cantidad de pruebas y tratamientos caros, punteros e innecesarios estoy dispuesto a obligar a financiar a nuestro sistema sanitario de descontrolado gasto para salvar una vida, si la vida en cuestión me pertenece a mí o a un ser querido? La respuesta honesta creo que es: una auténtica barbaridad.
La solución honesta es una palabra inmencionable: racionamiento. Nuestro sistema ya raciona la atención basándose en el poder adquisitivo del paciente. Las aseguradoras administran ciertas pruebas y procedimientos quirúrgicos basándose en la edad, los factores de riesgo y lo que con frecuencia parece más la suerte. Este racionamiento improvisado no funciona muy bien, y no hay nada contenido en ninguno de los proyectos de reforma que aborde siquiera el consenso básico que hace que el gasto siga creciendo: puede cerrar el grifo al gasto de todos los demás, pero al mío no.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.

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El texto publicado en los diarios catalanes ha tenido mucha repercusión en la prensa extranjera. El periódico francés Liberation publica un texto de François Musseau titulado: ??Cataluña desenvaina por sus privilegios?. Según el texto, ??el Tribunal Constitucional de Madrid tiene previsto limitar el estatuto de autonomía de la región?, lo que ha provocado la reacción de la sociedad catalana. Musseau explica que «de un total de 126 artículos que fueron objeto de queja por parte del Partido Popular, unos cuarenta se consideran ??anticonstitucionales?? y serán modificados o eliminados?.

??Un hecho inédito y que deja ver el alcance de la movilización catalana es que ayer doce diarios catalanes publicaron el mismo editorial en defensa del Estatuto. Contemplado desde Barcelona, este texto es sacrosanto. Define una ??nueva relación?? con Madrid, aumenta las competencias de Cataluña, ya importantes, en materia fiscal, lingüística o judicial. Sin que nadie conozca la fecha de veredicto del Tribunal Constitucional, las intenciones de los altos magistrados se han filtrado a la prensa: para la mayoría de ellos, ni hablar de conservar la referencia a la ??nación catalana??, concepto incompatible con la ??nación española??. Ni siquiera oficializar los símbolos como la bandera, el himno y la fiesta nacional de La Diada. De un total de 126 artículos que fueron objeto de queja por parte del Partido Popular, unos cuarenta se consideran ??anticonstitucionales?? y serán modificados o eliminados?.??En Barcelona, las formaciones políticas preparan sus armas. La versión descafeinada del Estatut, que elabora minuciosamente el Tribunal Constitucional de Madrid, se considera inaceptable. El presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, trata de pasar desapercibido. Mientras que se entrega todos los días, o casi todos, a piruetas semánticas destinadas a minimizar la duración de la recesión económica, se guarda de realizar cualquier comentario sobre el tema catalán. En un sentido o en otro, cualquier toma de posición por su parte haría rugir al electorado catalán (al que debe su reelección en el año 2008) o acentuaría su impopularidad entre una opinión pública nacional que se opone ampliamente a los ??privilegios?? de Cataluña?.

A mi el concepto de economía sostenible me gusta mucho y como ya he dicho, creo que es  muy necesario en España y que, además, debe hacerse por Ley.

Se trata de premiar fiscalmente algunos campos para que este pais se desarrolle con viviendas, actitudes empresariales y consumos más responsables, y que no puedan poner en peligro el mundo en el que vivimos.

A esta Ley le faltan quizá más medidas relacionadas con el modelo energético y medioambiental pero en «sostenible» se aglutinan varias áreas (afecta a la empresa, educación, construcción, transporte y medioambiente) : persiguiendo que la economía lo sea,  con el objeto de que eso beneficie al desarrollo y al progreso del país.

Como digo, veo todavía escaso el capítulo de sostenibilidad ambiental aunque hay espacios interesantes en el fomento del transporte público y en las mejoras fiscales para la rehabilitación cuando se hagan mejoras energéticas o se persiga el ahorro de agua.

Ninguna ley lo cambia todo pero esta puede ayudar a impulsar ciertos sectores (medidas para la internacionalización -aunque este concepto no parece muy desarrollado-, o reducciones fiscales para asuntos relacionados con eficacia energética o ahorro de agua). Se necesitará algún tiempo para ver como se desarrollan tales capítulos.

La Ley aglutina algunas normas existentes y prorroga otras:

 mantenimiento con carácter indefinido de la deducción medioambiental en el Impuesto sobre Sociedades -iba a desaparecer en el año 2011-; una deducción que además pasa del 4% al 8% incluyendo como novedad las inversiones que eviten la contaminación acústica,

Además, mejora unas cuantas:

La deducción en el Impuesto sobre Sociedades para las actividades de innovación, pasan del 8% al 12%. -lo que presupone que se crea un espacio cómodo para que se invierta capital nacional y extranjero en este tipo de sectores-

cuando la inversión en I+D+i de una empresa sea significativa pagará menos impuestos (de importe superior al 10% de la cuota íntegra del ejercicio) se incrementará el límite máximo de deducción que pasa al 60% de la cuota íntegra minorada (cantidad de la que se resta el importe de la deducción hasta ahora el 50%),

e incluso impulsa nuevas medidas:

-Se reduce el pago de la Administracion de 60 a 30 dias- o destinar una parte del fondo de 20.000 millones a un fondo de capital riesgo para empresas, o para financiar proyectos de innovación, tratamiento y gestión integral de residuos, salud y biotecnología, aeronáutica y sector aeroespacial.

Además se pone coto y abre espacios de oportunidad en el mercado de la vivienda:

se ampliarán los casos en los que se puede aplicar el IVA reducido en las obras de rehabilitación: se incluirían en ese IVA reducido las reformas que persigan la eficiencia energética, el ahorro de agua o la accesibilidad de las viviendas para las personas con movilidad reducida. Además habrá créditos hipotecarios con las mismas garantías para la rehabilitación. Además habrá equiparación fiscal del alquiler y compra de vivienda.

Hay medidas que simplemente mejoran la calidad de las empresas españolas, lo que supone incrementar la sostenibilidad ética, antes de que los trabajadores y accionistas empiecen a enfadarse de verdad:

hacer públicos los sueldos de los ejecutivos e incluso hacer que deban ser tratados en las juntas de accionistas; o reducir los tiempos de pago de la administración o de las empresas…

Me gusta especialmente las medidas de Fomento del transporte público, compra de vehículos eléctricos en las Administraciones. generar competencia para ampliar autobuses urbanos etc, incentivar fiscalmente el Abono transporte en las empresas..etc

Veo todavía pobre el capítulo de sostenibilidad ambiental aunque me gusta el ??sello? que certifica la reducción de emisiones, pero el escenario de marcar un Objetivo nacional de energías renovables del 20% en el consumo de energía final bruto en 2020 es un demasiado alejado. No parece muy ambicioso.

Sea como fuere, creo que esta Ley es un primer paso, un símbolo para que la gente empiece a pensar en términos de sostenibilidad: aunque sea porque incluso puede serle rentable . [Consulte aquí la Ley]

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: ??¿Cómo debe interpretarse el editorial conjunto de los periódicos catalanes?. Pensamos que lo racional es entenderlo como un dato. Un dato muy relevante sobre el malestar en Cataluña. Leerlo en clave de rebelión o de ataque al Tribunal Constitucional es no pasar de la cáscara y reaccionar con el tic que todo lo convierte en artefacto político, diseñado con las más oscuras intenciones.

Esta perspectiva goza de gran reputación, pero a veces no es sino una variante de la miopía. Mas allá de las estrategias políticas también hay vida, y mucha, y el editorial conjunto de los periódicos catalanes nos remite a esa realidad civil, social, sentimental. Y nos informa de que en esa sociedad va creciendo el desapego a España. Lo cual es muy importante dado que estamos condenados a vivir en un Estado de estructura siempre inestable. Condenados a la ??conllevancia??, como decía Ortega.

Si alguien quiere tomarse el editorial como una amenaza puede hacerlo. Pero la lectura serena del texto diría mas bien lo contrario. Mas parece un aviso de quien no desea que las cosas pasen a mayores. Y se conecta con otras muchas señales que Cataluña viene remitiendo desde hace varios años. Lo malo es que una larga cadena de torpezas, ingenuidades y oportunismos, en la que no ha dado la talla nadie, ni de aquí ni de allí, lo ha emponzoñado todo.

El contenedor en el que se han depositado todos esos residuos tóxicos es el Constitucional, un órgano vital maltratado, cuyos tejidos han quedado tan sumamente dañados que ya no funciona. Y, sin embargo, dependemos de él. La disputa bizantina sobre qué pesa más, si el recorrido democrático del Estatut (Parlament, Parlamento Central y Referéndum) o la sentencia del Tribunal Constitucional, ya indica que hemos perdido el norte.

Porque todo forma parte del mismo proceso. Pero pone en evidencia que en el momento en que se necesita su superior arbitraje, el Constitucional se encuentra en estado comatoso, carece de credibilidad y ha perdido la respetabilidad porque la guerra partidista la ha destruido. Este es el problema, esta es la enfermedad. El editorial de los periódicos catalanes es sólo el termómetro que nos señala que al paciente le está subiendo mucho la fiebre.?

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día