Ellen Goodman

Premio Pulitzer al comentario periodístico.

 

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Ellen Goodman – Boston. Fue una de esas pequeñas sorpresas que surgen inesperadamente poco después de un deceso. Apenas unos días después de que el país hubiera enterrado a Ted Kennedy, el cardenal Sean O??Malley salía a la palestra en su blog para defenderse de los críticos que le atacaban por oficiar el funeral de un senador abortista.

El cardenal llamaba al orden y a continuación explicaba la forma en que había utilizado la ocasión para presionar a uno de los asistentes al sepelio: al presidente de los Estados Unidos. ?l había dicho a Barack Obama que sí, que los obispos católicos quieren la sanidad universal, pero que «no vamos a apoyar un plan que incluya una provisión a favor del aborto o que pueda despejar el terreno al aborto en el futuro.»

¿Hay alguna norma de etiqueta para la presión política en un funeral? Insensato es una palabra demasiado diplomática. Este politiqueo en un momento de duelo nacional desbordante en honor del último de los hermanos Kennedy, en un instante en que decenas de miles de estadounidenses de toda filiación religiosa hacen cola para dar su pésame, constituyó una advertencia.

La Conferencia de Obispos Católicos estaba más que preparada para quitarse de encima su veterano apoyo a la sanidad universal en aras de poner coto al acceso de las mujeres al aborto. Estaban dispuestos a hacer causa común con los Republicanos, cuyo único interés reside en derrotar a Obama.

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Al carajo se marchan los escrupulosos esfuerzos de redacción de un proyecto de ley en el Congreso preparado para ser «neutral con el aborto.» Al carajo se van los meses de estudiada negociación. Bajo la intensa presión protagonizada por los obispos, una maniobra de última hora obligaba a muchos en la Cámara de Representantes a elegir entre un proyecto de ley que dejaba la salud reproductiva en el estrado de los recortes o un proyecto de ley que no era proyecto en absoluto.

Así que, con la modificación Stupak Pitts colgando como un lastre, se aprobó un proyecto de ley que abarcará a millones de estadounidenses sin seguro médico pero que también va a privar a millones de mujeres estadounidenses de la cobertura sanitaria reproductiva. Los contrarios al compromiso se llevaron el gato al agua.

¿Es así como van a funcionar las cosas en estos tiempos?

Hacia el lunes, el presidente que había hecho campaña diciendo que «la atención sanitaria reproductiva constituye atención sanitaria esencial» volvía a recordar a los legisladores que «se trata de un proyecto de ley sanitaria, no de un proyecto de ley del aborto.» Algunos senadores insistían en que la cabeza fría iba a prevalecer en su instancia. Más de 40 representantes partidarios del aborto que habían votado a regañadientes a favor del proyecto firmaban una carta amenazando con oponerse a cualquier versión que saliera del comité de la conferencia con esas mismas restricciones.

Pero el equilibrio y el lastre han cambiado. Ahora son los partidarios del derecho al aborto los que son informados de que tienen que hacer más concesiones o van a perder de golpe el debate de la sanidad. Y, como decía la Representante de Colorado Diana DeGette, «Hay muchísima gente que se está cabreando. Piensan que los izquierdistas y los progresistas siempre ceden porque quieren el objetivo más ambicioso. En algún punto tenemos que poner el límite.?

¿En dónde exactamente se pone un límite cuando la oposición sigue obligándolo a retroceder? ¿Cómo se hacen compromisos con alguien que no va a hacer compromisos? Estas cuestiones son demasiado frecuentes en nuestro polarizado clima, pero los riesgos en este debate son aún mayores.

Si los Demócratas partidarios del aborto renuncian a los derechos reproductivos, se demuestra que son prescindibles en cuanto se presenta una oposición intransigente. Y una vez que se renuncia a ello, todo lo demás va detrás.

Si ellos votan contra el proyecto y es derrotado, se convierten en los aliados de esos enemigos que quieren que Obama se tope con su Waterloo. Sin reforma sanitaria, la iniciativa del presidente pierde fuelle.

Siempre se nos informa de que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Tras un almuerzo en el Senado que se anunció como charla sobre la sanidad, Bill Clinton decía «En esto no es relevante ser perfecto. Lo relevante es actuar, avanzar.» Pero ¿es lo «imperfecto» también enemigo del «menos da una piedra»?

La sanidad universal fue la causa de la vida de Kennedy. En esto hay cuatro Demócratas compitiendo por su puesto. La única mujer, la fiscal general Martha Coakley, decía que votaría en contra de cualquier proyecto que restrinja aún más los derechos reproductivos. El Representante Mike Capuano la declaraba ingenua y a continuación se apuntaba al acuerdo. Los otros dos han anunciado que antepondrán la reforma a regañadientes.

Pero es justo preguntarse: ¿Qué habría hecho Teddy? En público, después de todo, era el mejor enmarcando dilemas morales de forma que hasta los detractores del aborto se sintieran obligados a poner la reforma sanitaria a la cabeza de su lista «por la vida.» En privado, era un experto negociando con sus colegas hasta encontrar el terreno común.

Como dice Coakley, «No me puedo creer que a estas alturas nos veamos limitadas a decir que la única forma en que podemos tener una buena sanidad es retrocediendo en materia de los derechos de la mujer. Es una elección falsa.»

Tiene razón. Ahora veremos si esta elección falsa se convierte en la elección final.

Ellen Goodman

 

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«La regione dell’Estremadura paga corso su masturbazione, polemica in Spagna»

No ha importado si el titular original era una manipulación, propia de alguna mente pacata del diario La Razón, ni que el presupuesto de los cursos de educación afectivo-sexual fueran paupérrimos. El hecho es que a la prensa extranjera le ha gustado el asunto de los mal llamados cursos de masturbación.

Lo llevan la BBC, Il Giornale, IlMessaggero, el NewYorkDailyNews, FoxPerfil de Argentina, entre otros, y de forma más sensata The Guardian y el Sueddeutsche: «Vergnügen in deinen Händen», dicen los germanos. Porque titular, como han hecho los primeros, con unos cursos de masturbación que nunca existieron como tales es para titular que la prensa del planeta se hace una paja mental, a ritmo extremeño.

Que el asunto ha sido manipulado hasta la saciedad por la prensa patria no es que lo sostenga yo, o Netoratón o tantos y tantos bloggers. Es que gracias a A la Sombra del Tomate hemos conocido el manual que se entrega en esas clases de educación sexual. Es un manual educativo, en efecto, pero hay más onanismo en los artículos de La Razón  y de algún que otro confidencial de la red, que en todas las líneas de ese texto.

Yo, personalmente, entrego el premio al titular del año a La Nueva España por: «La campaña que más turba«, dada su gracilidad sutil. Sea como fuere, no está mal que España proyecte una imágen al mundo como sociedad tolerante, adulta, abierta y que habla de sexo sin complejos. Aunque desgraciadamente España no sea así.

La organización «Manos Limpias» ha decidido denunciar la campaña acusando a los responsables, es decir a la Junta de Extremadura, de un delito de provocación sexual y corrupción de menores y otro de intrusismo. Ni más ni menos.

Lo más inquietante es lo del «intrusismo». Pero a mí reconózcanme, por lo menos, que tiene guasa que una organización llamada «Manos Limpias» sea la que denuncie unos cursos que llevan por nombre «El placer está en tus manos«. Pues esta es nuestra España.

 

«A Camps se le ha ido la olla» se lee en un comentario de Menéame. La intervención en sede parlamentaria de Francisco Camps en la que acusaba al portavoz del PSPV de querer verlo «boca abajo en una cuneta» es solo una anécdota que viene a «echar por los suelos la poca credibilidad que tenía». En internet, como en su partido, no han gustado estas declaraciones…

Ángel Lázaro considera que «sólo le falta a liarse a mamporros» mientras dice que «a estas alturas del debate, la verdad no se sabe qué pasa por la cabeza del presidente de la Comunidad valenciana para contestar con tamaña frase ante las acusaciones de la oposición. Cuando menos denotan cierto nerviosismo y cierto descontrol».

En Geografía Subjetiva ironizan y dicen que «es un lapsus linguae». «El PP ganará en la Comunitat Valenciana sí o sí, por lo que Camps ya es absolutamente prescindible: no aporta nada y da problemas al PP a nivel nacional», añade.

Mientras tanto, el ex presidente de Telefónica, Luis Solana, pide a sus lectores que no critiquen «más al actual Presidente de la Comunidad Valenciana: tiene todos los síntomas de padecer algún problema siquiátrico». A ello añade que «Camps dice -ahora-que se ha pasado en sus expresiones en el Parlamento. No vale: lo que tiene que decir es si tiene algo que ver con los negocios de sus amigos gurtelianos. No se preocupe, nadie le va a llevar a una cuneta, pero muchos queremos que vaya a un Tribunal. O a un siquiátrico».

Asimismo, Pascual Mogica opina que a «ninguna persona en su sano juicio se le ocurriría decirle lo que le dijo al portavoz socialista. Está claro que si a alguien en el PP le queda un mínimo de cordura deberá plantear de inmediato el cese de Francisco Camps. Un presidente de Gobierno que dice tales barbaridades no está mentalmente en condiciones de gobernar ni su propia casa».

Más comentarios.  Antoni Roda Jorge, de la Comunidad de EL PAIS, dice que Camps le «recuerda a un encargado de unos astilleros. A pesar de estar metidos entre mamparos, soldando y aislados, notábamos su presencia por el olor de la colonia que usaba. Pues igual. El humo no tapa su colonia, ni su fragancia alitosa. Camps despotrica contra todo lo que se mueve y persevera en su condición de limpio y pío. Pero no es así. Mintió. Y anda enrevesando historias de cunetas y cadáveres, él, que tantos cadáveres políticos ha dejado en sus particulares cunetas. Que se lo digan a sus amiguitos del alma».

-Pedro, acabo de ver tu videoblog y tienes razón, tengo que pedir disculpas. Pedro, mi amigo, voy a pedir disculpas como has pedido.

-Hombre, digo yo que pedirás disculpas porque lo crees necesario, no porque te lo haya pedido yo

-Si bueno, pero lo pediré en el Parlamento, donde deben decirse estas cosas.

La conversación no me la he inventado. Sucedió ayer, en términos similares, entre Francisco Camps y Pedro J. Ramírez.  Pedro J, en efecto, había colgado en su videoblog un mensaje exigiendo a Camps disculpas por su salida de tono. Resulta que Camps lo vió y le faltó tiempo para llamar al director de El Mundo, y decirle que estaba dispuesto a seguir su consejo. Así fue.

La historia nos la contó ayer Melchor Miralles, habida cuenta de que Camps había autorizado a Pedro J. a hacerlo.

De todo esto, lo que más me inquieta como ciudadano, no es sólo comprobar cómo un político acepta plegarse a las exigencias de un periodista. Lo que más me inquieta es descubrir hasta que punto Camps es tan inconsciente como para ignorar, por sí mismo, la barbaridad que había soltado en el Parlamento. Pienso que es natural, por otra parte, tras la ovación que recibió de su grupo parlamentario. Pero las disculpas no debería pedirlas solamente él, debería pedirlas el grupo al completo.

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Puede entenderse que con los sobresaltos que está viviendo en los últimos meses, Francisco Camps haya perdido el ??oremus??. Pero su manera de perder el ??oremus?? nos ha proporcionado el dato que nos faltaba sobre el personaje.

Hasta hoy sabíamos de su chulería caciquil por el inglés en la asignatura educación para la ciudadanía, su cinismo por el caso de los trajes, su frialdad al intentar destrozar con mentiras la reputación de un modesto ciudadano, el sastre José Tomás, su deslealtad al jugar con Rajoy de manera turbia en el caso Costa. Pero, tal vez por su cursilería o por sus dengues con «el bigotes», no habíamos valorado adecuadamente su condición de tipo peligroso. Hoy ha demostrado que lo es.

Esta mañana, desde la tribuna de oradores  del Parlamento valenciano, Camps le ha dicho al portavoz socialista lo siguiente: «a usted le gustaría montarse en una camioneta de madrugada, venirse a mi casa y que yo apareciese boca abajo en una cuneta». Las agencias informativas, piadosamente, han resumido que Camps le ha acusado de desear su muerte. Pero no es cierto, ha sido más. Le ha acusado de desear matarle y  con la terminología mas guerracivilista, de paseíllos en la noche.

Hasta el final de la frase, la cosa se circunscribía a Camps. Era evidente que alguien debía encerrarlo, o en la comisaría o en el manicomio. Pero, de pronto, paso algo mas grave: fue la ovación cerrada con la que su grupo recibió el exabrupto. Una ovación bochornosa, como aquella que saludó en el congreso el apoyo a la guerra de Irak. Y que nos mostró el peor PP, ese que siempre nos resistimos a creer que aún exista.

En el caso de Camps, sólo hay dos posibilidades: o no está en su sano juicio y no sabe lo que dice, o no esta en su sano juicio y por eso dice sin inhibiciones lo que quiere decir. En cualquier caso, es un político acabado. Pero su partido quiere gobernar este país. Rajoy debería decirnos si sus parlamentarios en Valencia son el ejemplo de ese sentido común del que tanto nos habla.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

El nombramiento de Alberto Oliart, que sustituye a Luis Fernández como Presidente de RTVE, ha provocado una interesante polémica. Se alude a su desconocimiento del medio y se señala incluso a su edad, como si eso pudiera ser necesariamente un problema, pero sin embargo no se mencionan sus cualidades. Son criticas injustas que parten del desconocimiento del funcionamiento de RTVE.

Vaya por delante que apenas conozco a Oliart y que ese conocimiento se remonta a los tiempos en los que coincidimos en el programa Hoy por Hoy de Iñaki Gabilondo, de forma muy superficial. Por tanto no hablo desde la relación personal sino desde la convicción de que su perfil es de una idoneidad fuera de toda discusión.

Pedro J. Ramírez calificó la decisión como «una broma» porque, a juicio de su periódico, tendrá que enfrentar «con energía y reflejos» una serie de gestiones para las que no ha demostrado experiencia. Decir eso es desconocer completamente el nuevo papel que jugará en la Corporación el Presidente.

Con la nueva organización de TVE, es el Consejo de Administración quien tiene poderes casi absolutos sobre las decisiones de gestión. Tanto es así, que el Consejo de Administración incluso tiene capacidad para vetar un contrato temporal. El reto político, por tanto, debería ser garantizar un sólido y preparado Consejo. Y hasta el momento han demostrado que se cumple esa premisa.

Por otra parte, la empresa, -con la ley que no le permite acceder a los ingresos de la publicidad-, es cada vez más dependiente de las subvenciones del Estado y no hay que olvidar que RTVE depende de la SEPI,  y por extensión del Ministerio de Hacienda.

Es decir que el nuevo perfil que necesita la Presidencia es el de un gestor que conozca bien la Administración, con buenas relaciones políticas, con capacidad para el consenso, y al que se le conozca una acreditada defensa de lo público sin caer en el sectarismo. En definitiva, que sea capaz de asumir un papel institucional. ¿A alguien le cabe duda de que estamos hablando de Oliart?

¿Conocías el programa «Clementines from Spain?». Desde hace casi 20 años,varias organizaciones españolas, includo el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), desarrollan un programa en EEUU con el objetivo de «mantener la posición de liderazgo de las clementinas de procedencia española al otro lado del charco».

Los norteamericanos se han dado cuenta de que lo mejor para combatir el frío invierno, y los catarros, es inyectarse una buena dosis de vitamina C, ironizan desde la web del ICEX.

España vendió durante la campaña 2008-09 más de 6.480.000 toneladas de cítricos en el exterior, de los cuales, cerca de 2.300.000 eran mandarinas.  El programa desarrollado en EEUU, «Clementines from Spain», empezó en 1990 exportando 3.000 tonelada, mientras ahora la cifra se ha multiplicado por 20 llegando hasta las 70.000 toneladas, el 90% de «las importaciones de cítricos estadounidenses».

El objetivo del programa actual es incrementar la penetración del producto a través de campañas de publicidad en televisión, radio e Internet, en las que se insertarán cuñas. Asimismo conocidos chefs nacionales usarán las clementinas para las recetas en sus programas televisivos.

 Comer esta fruta es bueno, dicen los promotores de la campaña. La clementina es un «fruto cítrico híbrido, proveniente de la hibridación entre mandarina y naranja amarga«, según cuenta la Wikipedia, y que en España el 90% «de su cultivo se produce en la Comunidad Valenciana».

Ya hicieron cosas similares tiempo atrás. China dispersó de forma artificial las nubes para «evitar la lluvia» pero siguendo «jugando a manipular el clima». El 1 de noviembre nevó sobre la capital del país después de utilizar «186 dosis de yoduro de plata sobre las nubes que rodeaban la ciudad». ¿El resultado? Más de 16 millones de metros cúbicos de nieve… A ello se añadió una segunda nieve de 10 litros por metro cuadrado: «la nevada había sido provocada».

Teniendo en cuenta el escándalo que se produjo después de la primera nevada, las autoridades probablemente quieren ahora «ocultar que siguen experimentando con la atmósfera».

¿El objetivo? «Reducir los efectos de la sequía» que hay en China. De hecho, hacía más de 3 meses que no se producían precipitaciones en Pekín, donde en todo caso llueve más que en el Norte del país, donde hay grandes problemas. No obstante, el remedio pudo ser peor que la enfermedad… Durante la nevada se colapsó el suministro eléctrico, así como los «atascos de tráfico, la cancelación de rutas de autobuses» e incluso el retraso «en más de 200 vuelos.

Muchas críticas para el experimiento.  Según los protagonistas  se trata de «modificar» no de cambiar «el clima. No obstante, cerca de Pekin se produjo también la primera nevada del año por lo que algunas fuentes apuntan que «es difícil asegurar que la nevada en Pekín obedeció a la manipulación, como afirman las autoridades».

El periódico italiano Il Giornale publica un texto de Davide Mattei titulado: ??Una región en miseria gasta 14.000 euros en ??cursillos de masturbación? para estudiantes?. La noticia, como sabrán los lectores, ya había tenido una interesante repercusión en España. Il Giornale afirma:

??Desde hace varias semanas circula por Extremadura una comitiva ambulante que, de ciudad en ciudad, imparte cursos de educación sexual gratuitos. La iniciativa ha sido criticada porque costará a la región cerca de 14.000 euros. El ABC cita las críticas de los populares a la administración regional socialista, viendo ??un escándalo y una provocación? en el hecho de que la tercera región con más parados de España ??malgaste dinero público en tales cursillos?. Protestas han sido formuladas también por el partido UPyD y por la Asociación católica de padres de alumnos?.

Dejando de un lado que Extremadura no es precisamente una «región en miseria», como dice el periodista (¿miseria como donde? ¿como Liberia? ¿Como Níger? ¿Como Biafra?),  la repercusión que ha tenido la noticia es inquietante y mucho más si es el diario ABC quien está proyectando en el extranjero nuestra imagen.

Por una parte el texto habla de un presupuesto de 14.000 euros, cifra que parece un escándalo tanto a foráneos como a neoconservadores patrios. ¿14.000 euros  les parece una cifra muy elevada para una Comunidad Autónoma? No, salvo que lo que se esté diciendo en realidad es que nunca debió ser destinado a educación sexual, -que para algo están los compañeros de clase.

Recientemente hemos sabido que en 2008 abortaron en España 115.812 mujeres. Esta cifra representa un aumento del 3,27% respecto a 2007. El dato también ha provocado un gran revuelo y aunque ha puesto el foco en la ley del aborto, ha dejado de lado parte del verdadero problema: la educación sexual de los que viven en España es paupérrima, pacata y reprimida.

No se puede criticar que una autonomía europea destine dinero a educación sexual, y mucho menos cuando hace una semana se alertaba de las temibles cifras del aborto. Lo que debería criticarse es que se destine solamente dos millones trescientas mil pesetas para explicarle a la gente en que consiste vivir la sexualidad sin tenebrismo, sin superchería, sin miedos inducidos.

Porque realmente lo que están criticando es que la sexualidad no siga siendo un simple instrumento reproductivo; Un instrumento del que no se debe hablar. Que ya se sabe que las armas las carga el diablo.

 

 

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hoy hace cinco años, moría Yaser Arafat. Y desde hace casi cuatro años sigue en estado vegetativo Ariel Sharon en un hospital de Tel Aviv. Y desde hace tres años sigue secuestrado por Hamas el soldado israelí Gilad Shalit.

Y Gaza sigue abandonada a su amarga suerte y Mahmud Abbas se retira, con las esperanzas agotadas. E israel sigue construyendo asentamientos en Cisjordania.

Y los palestinos siguen divididos, unos días enfrentados a tiros y otros días enfrentados sin tiros, entre partidarios de Hamas y partidarios de al Fatah. Y las conversaciones de paz están, según como se mire, o muertas como Arafat o en estado vegetativo como Ariel Sharon. Y los argumentos de todas las fuerzas en conflicto están fosilizados, en el mismo punto en quedaron muchos años atrás.

Y las treguas no duran nada. Y son solo pausas debidas a la fatiga, de las que se sale por donde se entró. Y los moderados de todo signo son siempre barridos por los extremismos de todo signo.

Te golpeo porque me golpeas, si no me golpearas no te golpearía. El círculo infernal de siempre. Y detrás, o en el fondo, para hacerlo todo mas difícil, lo sagrado. Jerusalén, innegociable, repartible solo en la teoría.

La tierra llamada santa por cuyo suelo se llevan matando los hombres desde hace dos mil años. De pronto, alguien aparece cargado de buena voluntad, decidido a reconducir las cosas. Como ahora Obama.

Pero enseguida parece tragado por las arenas del Neguev o las aguas del Jordán. Y los instrumentos de la democracia resultan inservibles. Las resoluciones de Naciones Unidas son humo. Israel lleva incumplidas veintiséis, desde 1947.

Y la gran herramienta democrática, las elecciones libres, ya no podrán volver a emplearse después de que los países democráticos se burlaran del resultado de las elecciones democráticas de enero de dos mil seis porque habían ganado democráticamente los que no debían.

Callejón sin salida, aguas estancadas y hastío universal. Lo comentamos porque sabemos que este asunto ya no le importa a nadie y creemos que debemos intentar que importe.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día