Hay muchas campañas de promoción -incluso en revistas- donde se han regalado gafas de dos colores (en la imagen unas polarizadas regalo de Paradores, y dos de cartón regalo de National Geographic y de Vodafone) y puede que las tengas en algún cajón. Pero si no eres de los que las guardaste en el fondo del armario…puedes comprar unas por internet, o incluso fabricártelas.

Es importante que sepas que hay varios procesos de 3d: El anaglifo y el polarizado.

Las gafas polarizadas son las que generalmente reparten en los cines (y cuyos cristales son de color gris oscuro) mientras que las anaglifas, son las de toda la vida (cristales de color rojo-cian, o rojo-verde-, o rojo-azul).

Para ver imágenes 3d en tu ordenador necesitas las anaglifas (color rojo-azul) pues las polarizadas sólamente sirven para el cine, -o si tienes un monitor o un proyector de vídeo especial en casa, preparado para ello-.

La forma más rápida de hacerte con unas gafas así es acudir a un centro comercial y comprarte una película en 3d -donde generalmente vienen adjuntas-.

Marta Ramos, una oyente del programa, tuneó estas gafas
para ver nuestro primer programa en 3d.

Pero si no tienes un centro comercial cerca, o eres de los que te van las aficiones de Bricomanía,  aquí tienes la manera de fabricártelas:

Compra en el chino más cercano (o en una tienda de manualidades)  papel de celofán de color cyan -azul- y de color rojo (pueden servir unos acetatos tintados).

Házte una montura de gafas con cartulina -o emplea la montura de unas gafas viejas quitándole los cristales- .

Y ahora con cuidado ¡y sin arrugas! en el ojo derecho coloca el papel azul y en el ojo izquierdo el rojo  -en algunas películas americanas los colores están colocados a la inversa-

 

….y ya tienes tus gafas 3 d!

¿Que podré ver con ellas? ¡De todo!, desde películas a todo tipo de fotografías en la red, nuestro programa de radio, nuestras recomendaciones..e incluso cosas más subiditas de tono!!   ;-)

Captura enviada por José Manuel González.
Es Alberto Granados en pleno programa.

 

El pasado fin de semana hicimos un experimento en radiocable.com: emisión de vídeo en directo ¡en 3D!

 Retransmitimos, como digo, desde la web de radiocable.com el programa «A vivir que son dos días, Madrid» de la Ser utilizando la técnica conocida como anaglifa.

Fue la primera vez, que sepamos, que un programa de radio es retransmitido en vídeo en directo con 3 dimensiones. Bien, no es que sea mucho decir, porque en efecto si saltas a la pata coja sobre un móvil también será la primera vez que alguien lo haga, pero así fue y es de justicia reconocerlo.

La emisión fue un tanto caótica porque el ordenador se cayó un par de veces. Sin embargo fue toda una experiencia que nos permitió pensar en el tipo de planos que mejor demuestran la perspectiva del 3D, el acceso a las gafas (se necesitan gafas de dos colores para verlo), el interés en la gente,etc… Digamos que, aunque no fue muy académico, nos sirvió para explorar jugando.

 

Imagen 3D del equipo del programa en la redacción, antes de empezar la emisión.

 Avatar ha desatado una carrera hacia la tecnología 3D. Decenas de películas se estrenan ya con gafas en los cines, los anunciantes experimentan con esta tecnología y hay varios canales de televisión europeos que han anunciado emisiones con ese formato, entre ellos Canal Plus España que ya ha rodado un concierto de Enrique Bumbury.

 En televisión, su penetración será algo más compleja que en cine, pues para ver el 3d polarizado se necesitará comprar un televisor específico y está por ver que la gente esté dispuesta a hacerlo (con la vieja tecnología de dos colores que empleamos nosotros el domingo no es necesario un televisor especial).

 Creen los estudios de Hollywood que el 3d polarizado será su dorado. Permitirá durante algún tiempo, -según piensan-, evitar el golpe de las descargas ilegales y abrirá una nueva forma de entender el cine. Pero no es que sea precisamente nuevo, aunque lo sugiera James Cameron. El cine -especialmente en parques de atracciones e Imax- lleva años empleando esa tecnología, aunque ha mejorado algo con el tratamiento informático y la experiencia.

 Lo malo es que no todo el mundo ve correctamente las tres dimensiones. Quienes llevamos gafas lo vemos con incomodidad y hay gente a la que le produce incluso dolores de cabeza.

 En el cine en 3d, además, se pierde gran parte de la luminosidad y se obliga a los realizadores a reinventar el lenguaje cinematográfico. Por ejemplo: el espectador se fija más en los detalles y menos en la acción central y eso obliga a repensar narrativamente la historia, los desenfoques etc… Y pocos lo hacen… Podemos decir que quizá se trate «de un nuevo formato», pero no de «una nueva vivencia» para el espectador, algo en lo que Avatar si innovó.  Pero quizá la conclusión sea que el 3d es un lujo que muchas películas no tienen por qué permitirse todavía.

 Eso por no hablar de la complejidad técnica que supone hacer una buena grabación en 3 dimensiones, con cámaras dobles en horizontal y vertical y con contínuos recalibramientos -también hay procesos de ordenador para simularlo menos costosos, bautizados por EL PAIS como «El timo de la estampita«- .

Añadamos que nunca se ve igual de espectacular en la sala de montaje -siempre con tecnología punta y cara-, que en una sala convencional -que depende del asiento en que te situes y de tu vista- o en un monitor de los que se comercializarán de forma masiva…vamos, que el resultado es imprevisible.

 Sea como fuere, la industria ya ha impuesto otras veces formatos de dudoso recorrido y no ha pasado nada, así que si creen que van a reducir la piratería con ello… nos podemos dar por tridimensionalizados para siempre. Empecemos entonces.

Marta Ramos, una oyente del programa, tuneó estas gafas
para ver nuestro primer programa en 3d.

¿Como fabricar unas gafas para ver imágenes en 3d?

 

 

 


El digital Rue89 está demostrando -igual que antes lo han hecho otros como The Politico- que se puede crear un medio on line de éxito que haga el «salto a la inversa» y pase de la red al papel. Tres años después de su creación sus responsables han anunciado que a partir de junio tendrá una edición impresa, «Revue 89″. Según ha recogido el blog 233grados será un mensual que incluirá los mejores artículos y reportajes de Rue89 y los comentarios dejados por los lectores.

Web de Rue89
(Foto: Flickr/N´ayezpoaspeur)

El site digital registra ya 1,5 millones de usuarios únicos al mes y es el medio digital francés de más éxito. Combina los reportajes de su plantilla de 15 periodistas, con analisis de expertos y la participación ciudadana. Para este campo han desarollado un modelo en el que los artículos enviados son editados por los profesionales pero aparecen con la firma del usuario. Y en sus tres años de existencia han publicado historias de 2.432 lectores.

Además Rue89 ha destacado por dar desde su lanzamiento varias exclusivas: contaron que Cecilia Sarkozy se abstuvo en las elecciones presidenciales y divulgaron el video en el Nicolas Sarkozy recrimibaba a un tecnico y una maquilladora de TV por no saludarle. Su modelo de negocio no se basa solo en la publicidad, sino que también obtienen ingresos de proveer servicios on line a otros como el desarrollo de páginas web o dando formación. Y además del site en francés cuentan con versiones en español o japonés y ediciones en otros lugares del mundo como Canada.

Ahora han decidido probar con un modelo mixto online-papel, gracias a las ayudas públicas que está concediendo el gobierno de Sarkozy. Revue89 estará en los quioscos a partir del proximo 16 de junio  y costará 3,90 euros. Y sus responsables creen que podrán alcanzar la rentabilidad entre este año y el próximo.

En Francia otros proyectos han experimentado con la edicion impresa de contenidos salidos de Internet.

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington.- Si no ha oído el nombre de Sue Lowden, vaya preparándose. Es una Republicana con bastantes números para convertirse en Senadora por Nevada, y a juzgar por su idea para limitar el gasto sanitario – los críticos la apodan «gallinas por chequeos» – amenaza con hacer que Sarah Palin suene a erudita legislativa.

Sí, he dicho gallinas.

Hay una idea más general que extraer de este tipo de pensamiento, o de ausencia de pensamiento, que ejemplifica Lowden. Pero primero, es mi deber relatar su peligrosa incursión en política sanitaria, que suena a buena premisa de un gag de los Monty Python.

Lowden, una acaudalada ejecutiva del juego, es la Republicana favorita en las primarias de la derecha para competir contra el titular Demócrata, el secretario de la mayoría en el Senado Harry Reid. Es ex senadora del estado de Nevada, ex secretaria del Partido Republicano estatal, ex presentadora de televisión y ex Miss Nueva Jersey. Las encuestas muestran que lleva por lo menos diez puntos de ventaja sobre Reid.

Hace tres semanas, en un foro de candidatos, Lowden criticaba la nueva reforma sanitaria y daba a conocer sus alternativas predilectas. Afirmó que «el trueque es muy bueno» y que la gente debe «lanzarse y negociar con su médico de cabecera».

El gabinete de la candidata difundió rápidamente un comunicado sugiriendo que Lowden había querido decir «regatear» en lugar de «trueque», y que la idea consistía en ofrecer el pago en efectivo siempre que el agente sanitario accediera a bajar el precio. Esto haría que ir al médico fuera como comprar un coche de segunda mano – menos porque un paso esencial del proceso de negociación es amenazar con irse a otro concesionario, lo que sería muy difícil si su problema es que se ha roto una pierna. Pero al menos no era tan demencial como lo que vino después.

La semana pasada, en una entrevista televisiva, Lowden insistía en que no, no se había equivocado, en realidad quería decir trueque. «Vamos a cambiar el sistema y hablar de cuáles son las posibilidades», dijo. «Le digo que esto funciona. Ya sabe, antes de que todo el mundo empezara a tener seguros, en los viejos tiempos, nuestros abuelos llevaban un pollo al médico. Le ofrecían pintar su casa… No me estoy cerrando por completo a este sistema».

La campaña de Reid envió por correo electrónico inmediatamente el vídeo de YouTube de las declaraciones de Lowden a la prensa, con el asunto: «En serio… ¿Ha perdido Sue Lowden un tornillo?» Los Demócratas se lo han pasado bomba con el «gallinas por chequeos» desde entonces – cuántas gallinas costaría una colonoscopia, qué tratamientos paga una cabra, ese tipo de cosas.

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La campaña de Lowden llegó a difundir el testimonio de un médico que decía que «negociaba con los pacientes – a cambio de alfalfa, una bañera, trabajos de jardinería o herrar caballos». Pero el martes, Lowden finalmente se rendía y reculaba a la defensa del me han sacado de contexto, que es adonde recurren los políticos cuando se dan cuenta de que han dicho algo estúpido. El trueque nunca fue «una propuesta legislativa», anunciaba la campaña. Fin de la historia, espera Lowden.

Menos por la idea general que prometí. El resbalón de Lowden forma parte de una inquietante corriente de la política estadounidense en estos tiempos: la nostalgia por unos viejos tiempos que nunca existieron.

Sus palabras evocaban la imagen de un médico anciano de aspecto afable que hace visitas por los ranchos del municipio, supongo que en su caballo y su carruaje, y deja a todo el mundo como nuevo – «Ya me pagarás cuando puedas, Sue». Pero la verdad es que en aquellos tiempos, los médicos estaban acostumbrados a ver a morir a personas a consecuencia de enfermedades que hoy se curan con facilidad; las infecciones más simples y hasta el parto acarreaban importantes riesgos. La atención que podía brindar el facultativo no valía mucho más que un pollo.

La realidad actual es que Nevada es un estado altamente urbanizado – casi las tres cuartas partes de sus habitantes residen dentro y alrededor de Las Vegas – en el que el colapso del precio de la vivienda, la epidemia del desahucio por impago de la hipoteca y la falta de acceso a la sanidad son problemas tan graves como en el resto del país. No es de extrañar que algunas personas encuentren más atractivas unas cuantas fantasías en tono sepia.

Este mismo síndrome del recuerdo distorsionado contagia al movimiento de protesta fiscal, que se remonta a un tiempo imaginario en el que Estados Unidos era una utopía selvática en la que todo el mundo caminaba pacíficamente con armas de fuego y citando a Thomas Jefferson. Pero éste era un país grande, caótico y complejo antes incluso de que Jefferson fuera presidente, con importantes enfrentamientos por la esclavitud, la política económica y los derechos del individuo frente al bienestar social de todos. Por poner algunos.

Ah, y los médicos en realidad preferían ser pagados con dinero. No con ganado.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2009, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com

Sección en convenio con el Washington Post

Con motivo del centenario de la mítica Gran Vía madrileña, el Ayuntamiento organizó el pasado 25 de abril un gran concierto en la calle. Se cortó el tráfico, se montó el escenario, acudieron miles de personas y tocaron artistas como Álex Ubago, El Sueño de Morfeo, Nek o Sharon Corr.

Luis Caldevilla, un internauta aficionado a los videos timelapse se encontraba alojado en un hotel de la Gran Vïa y grabó toda el «ajetreo» provocado por el concierto. Ahora muestra el resultado en este montaje. (Fuente: La huella digital)

 

Me estoy leyendo, fascinado, «Open Government».
El libro, coordinado por César Calderón, explica en qué consiste esta nueva forma de entender la política, llamada así, gracias a Internet y las nuevas tecnologías. César ha coordinado esta obra juntando a expertos de ambos lados del Atlántico.

¿Como serán las relaciones entre el Estado y la Sociedad, cuando ésta sea capaz de interactuar directamente sobre todos sus estamentos? Tecnológicamente estamos a un paso de que eso suceda, si es que no hemos superado ya esa posición, pero ¿como será entonces la actividad política? ¿en qué consistirá? A esta y otras preguntas tiene respuesta el libro de César Calderón.


(Cómpralo aquí)

«El Open Government es una propuesta de avance hacia la democracia deliberativa en la que los ciudadanos están llamados a asumir nuevas responsabilidades en la acción diaria de gobierno» -explica el autor.

Un  libro lúcido, interesante, y muy provocador que debieran tener en la mesilla los políticos para comprender el mundo que les va a tocar gobernar.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. La draconiana nueva ley de inmigración de Arizona es una abominación – racista, arbitraria y opresora, mezquina, injusta. Lo único esperanzador que puede decirse es que la legislación, que la Gobernadora Republicana Jan Brewer aprobó el viernes, se extralimita tan escandalosamente que podría ser inconstitucional.

Brewer, que cedió a las presiones xenófobas que los gobernadores anteriores tuvieron el valor de resistir, debería avergonzarse de sí misma. La ley obliga a las fuerzas del orden a interrogar a cualquiera del que haya «duda razonable» de tratarse de un inmigrante sin papeles – un mandato del fichado racial a escala masiva. Los inmigrantes legales estarán obligados a llevar documentación que acredite que tienen derecho a estar en Estados Unidos. Los que no tengan documentación podrán ser denunciados por el delito de violación de fronteras y encarcelados hasta un máximo de seis meses.

Los activistas de los derechos de los inmigrantes y de los latinos – y los partidarios del gobierno cuerdo – celebraron concentraciones durante el fin de semana denunciando la nueva ley y prometiendo hacer todo lo posible por anularla. Pero ¿dónde estaba el colectivo de protesta fiscal? ¿No es toda la premisa del movimiento que el gobierno extralimitado constituye una grave amenaza a la libertad individual? Me parece que una ley que permite a los individuos ser detenidos e interrogados a capricho – y que obliga a residentes legales a llevar documentos de identificación, igual que en un estado policial – provocaría espasmos a los activistas fiscales. ¿O hay algún tipo de excepción si las personas cuyas libertades se están limitando tienen piel morena y hablan español?

¿Y cuál es la postura del Senador John McCain? El practicante autodeclarado del «hablemos claro» fue otrora apasionado defensor de la reforma sensata y moderada de la inmigración. Ahora, frente a un contrincante en las primarias desde la derecha, elogia la nueva ley, lo cual está tan alejado de ser sensato como de ser moderado. ¿Valen de verdad seis años más en el Senado tener que abandonar lo que parecían ser principios fundamentales? ¿O fueron los principios siempre posicionales?

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Permítame que interrumpa esta diatriba para señalar que mientras que Arizona ha hecho sin duda las cosas mal, es comprensible que los exasperados funcionarios públicos creyeran tener que hacer algo. La política de inmigración y seguridad fronteriza son competencias federales, y Washington ha fracasado estrepitosamente a la hora de abordar lo que los habitantes de Arizona ven legítimamente como una crisis.

Arizona se ha convertido en el coladero predilecto de trabajadores sin papeles, y alrededor de 460.000 están ya dentro del estado – estableciéndose, o simplemente de paso – en este momento. He conducido hasta la frontera y he visto cómo las autoridades tratan de seleccionar los camiones y furgonetas que pueden ser transportes de sin papeles. He pasado una mañana en el consulado mexicano en Phoenix, que por lo general se llena de inmigrantes recientes; sólo el observador más ingenuo podría pensar que la mayoría o incluso todos ellos están en el país legalmente. El influjo coloca una carga injusta sobre el estado, y durante años los habitantes de Arizona han suplicado a los funcionarios federales que hagan algo con la reforma de la inmigración y el control de las fronteras – en vano.

Pero esta ley no va a solucionar las cosas. Por el contrario, se crearán más problemas. El alcalde de Phoenix Phil Gordon – que escribió una columna en el Post llamando a los defensores de la ley «amargados de mente estrecha y llena de odio» – espera presentar una demanda contra el Estado alegando que la policía local está siendo obligada a suplir unas competencias federales.

Uno de los problemas concretos de que la ley trate a los inmigrantes sin papeles como delincuentes es que da a los sin papeles un poderoso incentivo para mantener las distancias con las fuerzas del orden. Esto sólo dificultará que la policía local investigue delitos y persiga a delincuentes prófugos, ya que ningún testigo potencial sin papeles dirá nada.

¿Y cómo se supone que decidirá la policía de quiénes «duda razonablemente» de estar ilegalmente en el país? Dado que la gran mayoría de inmigrantes sin papeles en Arizona proceden de México, la implantación agresiva de la ley exigirá al parecer pedir los papeles a cualquiera de aspecto un poco mexicano. O quizá sólo poner pegas a los que parezcan algo mexicanos y también algo pobres. O tal vez a cualquiera que se atreva a visitar el consulado mexicano.

Arizona está bregando con un problema real y acierta al exigir que Washington ofrezca una solución. Pero la nueva ley de inmigración no es una solución en absoluto. Es más un acto de venganza. La ley hace vulnerables a los ciudadanos latinos y los residentes legales al acoso arbitrario – al relegarlos a una condición de segunda clase – y es una vergüenza absoluta.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2009, Washington Post Writers Group
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Sección en convenio con el Washington Post

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – SCOTTSDALE, Arizona – Dentro de poco, este estado implicará un riesgo para los rubios. La semana pasada, la Gobernadora Jan Brewer aprobaba un proyecto de ley que permite a los agentes del orden pedir la documentación a todo aquel del que exista duda razonable de que está en situación irregular en el país. Dado que esta ley está orientada a los inmigrantes ilegales de México, los polis harán lo imposible por evitar cualquier insinuación de fichado racial y, como cuestión de equidad, pararán y cachearán al escandinavo que pasaba por allí. Sven, no dejes para mañana lo de marcharte de este estado.

Yo no soy rubio pero en tiempos fui pelirrojo y adquiero un naranja neón parpadeante al tostarme al sol. Incluso de lejos, está claro que no soy mexicano y usted pensará que las personas como yo estamos amparados por el Increíble Poder del Blanco. Pero la ley de Arizona es tan barroca, alimentada por la indignación y una pizca de fanatismo, que su efecto es difícil de predecir. Una cosa es cierta: algunos polis abusarán de su poder — es la naturaleza humana – y la minoría hispana terminará viendo a la policía como opresores. La historia se repetirá al oeste – cactus en vez de musgo de Florida.

La ley puede parecer absurda, pero su dureza no es cosa baladí. Ha causado indignación generalizada entre varios políticos y líderes civiles. Y el arzobispo católico de Los Ángeles, el Cardenal Roger M. Mahony, la ha equiparado incluso «con el Nazismo». Esto parece un poco extremo, ya que el Nazismo consistía en algo más que parar a la gente por la calle y pedirle sus documentos de identidad. Aun así, la práctica recuerda a un tal Mayor Heinrich Strasser en la película «Casablanca», que tenía la costumbre de exigir los «papeles» a los Paul Henreid, el personaje de Victor Laszlo que de alguna manera logró fugarse de un campo de concentración con un traje Palm Beach. De hecho, una de las espléndidas libertades de América es ser libre del «papeles». En todo el mundo, la gente lleva documentación que dice quiénes son y dónde deben estar, y a menudo su religión o etnia también. Aquí no. No hay «papeles» aquí.

Sin duda, Arizona tiene un problema. El estado (población 6.595.778 habitantes) tiene alrededor de 460.000 inmigrantes ilegales. También tiene una frontera porosa con México y hay un nerviosismo comprensible motivado por el caos alimentado por el tráfico de estupefacientes que tiene lugar en ése país casi a diario, parte del cual llega a Arizona (un ganadero fue asesinado hace poco). La gente de este estado no está totalmente loca. Simplemente han sido inducidos al error y al miedo. Un asombroso 70 por ciento de ellos apoya la nueva ley.

Por el momento, la ley se reduce a un programa de pleno empleo para los juristas. Es tan dudosa constitucionalmente que podría no llegar a publicarse, dentro de 90 días. Entre otras cosas, fomenta el fichado racial, se oculta entre prerrogativas federales en materia de inmigración y será a la vez imposible y onerosa de implantarse. (¿Qué pasa si la mayoría de los hispanos se niega a llevar documentación? ¿Serán detenidos todos – legales e ilegales por igual?)

El Presidente Obama denunciaba de inmediato la ley y los Demócratas se han escandalizado con el fin de congraciarse con el voto hispano elevando la reforma de la inmigración en el orden del Congreso. En la práctica, la ley es tan difícil de defenderse que el Senador John McCain, que se enfrenta a la competencia en las primarias de un derechista partidario de la medida, pronunció unas cuantas palabras de elogio pero no pudo sin embargo elogiar las nuevas competencias de las fuerzas del orden. En la televisión local de aquí, musitó unas palabras de ambivalencia enrevesada. No hay una forma mejor de capear el problema, dijo.

Realmente la hay. Pero la administración Obama haría mejor en dedicar atención a las condiciones que dieron lugar a esta ley. En cierto sentido, ha surgido otro movimiento de protesta fiscal — un grito de dolor e indignación de un electorado que ha visto ninguneadas las leyes de inmigración y la impotencia del gobierno convertida en alarde a diario. Estas son personas que no tenían en una estima particularmente elevada a Washington desde el principio. Son la resistencia de los anglosajones.

El sol no pega aún con saña en esta época del año, y el cielo exhibe un azul criminal. El clima es maravilloso, y los encantos de este estado nos encandilan para preparar otra estancia familiar más. Pero soy aprensivo con el año que viene cuando mi aspecto de no hispano hasta la médula — pelo caneando, piel adaptada hace mucho al triste invierno polaco – me convierta en objetivo de policías en busca de la oportunidad de demostrar que no participan del fichado racial. Si me piden los papeles, voy a tener una respuesta única:

Florida.

Richard Cohen
© 2009, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com

Sección en convenio con el Washington Post

La corresponsal de la Agencia Kyodo News explica en radiocable.com que en comparación con el Emperador de Japón, considera la misión del Rey Juan Carlos en España como «más importante y más amplia». Masako Ishibashi cree que España le necesita como árbitro aunque explica que en Japón su figura no es demasiado conocida.

Masako Ishibashi

Para Masako Ishibashi explica que en su país la figura del Emperador es sólo un símbolo, mientras que en España la misión del Rey Juan Carlos es importante «ha hecho mucho, sin él no hubiesemos tenido esa transición tan democrática y tan bien hecha». Sin embargo asegura que en Japón no es demasiado conocido: «saben que existe un rey democrático, pero no saben todo lo que ha hecho».

Para la corresponsal el monarca español es una figura querida tanto por la izquierda como por la derecha, «un fenómeno bastante raro». Y considera que «para que España esté unida necesita de su existencia». Masako Ishibashi cree que el pueblo español es muy «apasionado en todos los sentidos» y necesita una figura que no pierda la calma y que arbitre. Una opinión sobre el Rey Juan Carlos que comparten muchos de los corresponsales extranjeros con los que ha discutido el tema.

EL Rey Juan Carlos

Cada semana en España los trabajadores realizan 2.715.600 horas extraordinarias sin remuneración. Esto supone que las empresas se «ahorran» la creación de 80.58o empleos segun un calculo de El Economista basado en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE).


(Foto: Flickr/Altonivel)

Según se desprende de la encuesta, del total de horas extra que los asalariados realizan cada semana sólo 3.438.500, es decir el 55,9%, están remuneradas. Por el resto, esas 2.715.600 horas que suponen un 44,1% del total, no hay ninguna paga adicional.

Teniendo en cuenta que cada semana un asalariado trabaja de media 33,7 horas, el total de esas horas extra no remuneradas supone cubrir 80.581,6 jornadas de trabajo. Pero además si se suman las horas extra que las empresas sí pagan a sus empleados, las 3.438.500 antes mencionadas, esto equivaldría a otras 102.032,6 jornadas laborales. Es decir que con las horas extraordinarias se cubren en España casi 200.000 puestos de trabajo.

Según los datos del INE, en España 323.400 asalariados no son recompensados económicamente por su empresa por ese tiempo adicional que dedican a sus empleos. Otros 34.000 trabajadores sólo perciben el pago de una parte de esas horas extraordinarias. [visto aqui]