Las denuncias del PP contra Zapatero por utilizar aviones militares en sus desplazamientos a actos electorales del PSOE sigue dando que hablar también en la blogosfera. La mayor parte de las reflexiones creen que los políticos deberían ser más comedidos en estos asuntos y hasta se defiende que cuando los desplazamientos sean por intereses partidistas, se hagan ellos cargo de la factura. Pero sobre todo se crítica la utilización de este argumento en la campaña electoral del PP, recordando los casos en los que altos cargos de este partido han hecho lo mismo.
Cesar Rodriguez en su blog Juego de tronos ironiza: «De repente parece que todo el mundo (Zapatero, Rajoy? ) que alguna vez ha tenido un pedacito de poder se ha subido en uno. Y no por aburridos asuntos oficiales, sino para cosas verdaderamente necesarias e interesantes para el gobierno del país. A saber: casar a una hija, acudir a un mitin, etc. De este debate que ha secuestrado la muy española campaña de las elecciones europeas podemos sacar dos conclusiones: una, ya sabida, es que sobra demagogia en este país (y que los ciudadanos nos dejamos atrapar por ella casi siempre); dos, en política abundan las aves rapaces, pero no son mayoritarios los halcones, sino las «aguilillas» y, sobre todo, los buitres (de todos los colores y todas las ideologías).
Rafa García Almazan, del blog Kabila ataca a Rajoy por este tema: «yo lo del uso de transportes oficiales de los altos mandatarios no lo veo mal por cuestiones de seguridad. Otra cosa es que cuando se usen fuera de actos oficiales se pase el cargo correspondiente, en el caso de Zapatero, al PSOE y en el caso de Rajoy al PP. Pero lo que es inadmisible es acusar al otro de lo que uno ha hecho. Eso es impropio no digo del jefe de la oposición, sino de cualquier persona sensata y honesta.
Javier Casal lamenta que el PP haya intentado meter esta polémica en la campaña electoral: «Tú en Falcon, yo en Myster: El PP creía haber encontrado el filón perfecto al denunciar los viajes de Zapatero en aviones militares para participar en los mítines de partido. Lo denunciaré todos los días, dijo Rajoy. Tras conocerse que Trillo, Aznar y el propio Rajoy hicieron exactamente lo mismo (incluso peor) el tema desapareció del atril.»
Cesar Calderón, en Netoratón, cree que el propio Mayor Oreja desmontó la estrategia de su partido: «Ha señalado que el va a misa los domingos en el coche que tiene asignado y con escolta porque es ??su obligación?. ??No se puede tener la seguridad de lunes a sábado, porque si se es objeto del seguimiento de un terrorista éste aprovechará el domingo para matar a esa persona?, ha asegurado. Claro, se deben tratar de misas oficiales a las que acude obligado por su cargo de eurodiputado.»
Jesus de la Cruz estima en su blog que la polémica ensucia tanto al PSOE como al PP: «No tienen ningún derecho utilizar vehículos oficiales del estado para asistir a actos oficiales del Bipartidismos. Si quieren asistir a esos actos con aviones y coches de alta gama, que se lo paguen ello (PP y PSOE), porque con nuestro dinero, con el dinero de los 40 millones de ciudadanos no se tienen, ni se deber consistir utilizarlo para fines de un grupo.»
Ignacio Escolar en su blog se pregunta si es disoluble la condición presidencial: «En el PSOE argumentan que el avión presidencial es como el coche blindado o el helicóptero, algo que va con el cargo y a lo que obliga el protocolo de seguridad. Pero en el PP responden que Zapatero fue al mitin de Sevilla como líder del PSOE y no como presidente del Gobierno, que no es lo mismo. ¿Es disoluble la condición presidencial? ¿Se puede dejar al Zapatero presidente en La Moncloa mientras el Zapatero socialista da un mitin en Sevilla?»
Juan Pedro Quiñonero en Una temporada en el infierno escribe sobre el precio y coste de los Falcon. «Tratándose de unidades militares no es fácil avanzar una cifra exacta. Son aviones caros, cuyo mantenimiento exige mucha mano de obra, cara. Sin contar el combustible. Cuando se trata de modelos destinados a viajes privados hay que contar con precios en decenas de miles de dólares. Avión de lujo y prestigio, la utilización de los Falcon ha estado sujeta a controversia, con relativa frecuencia, cuando accionistas o banqueros descubren como se gastan el dinero sus directivos o acreedores.
Francisco Rubiales, en el blog Voto en blanco compara el comportamiento de Zapatero, que califica de «indecente» con el reciente gesto de la Reina Sofía de viajar a Londres en un vuelo de bajo coste: «constituye todo un ejemplo para una casta política española que, representada por Zapatero, corrompe el sistema y hiere una y otra vez la sensibilidad del ciudadano al utilizar los recursos públicos para asuntos privados, al subirse los sueldos en tiempos de crisis y al adoptar el comportamiento hortera y arrogante de los nuevos ricos.»
Ramón Cotarelo considera en su blog equivocada la reacción del PSOE: «Responder a la acusación sistemática de los aviones sólo tiene sentido si, como propugna Felipe González, se hace para probar que los gobiernos del PP actuaron con verdadera alegría en la gestión del patrimonio común, para lo cual yo empezaría por rememorar la boda faraónico-imperial de la hija de Aznar en El Escorial, con empleo de abundantes recursos públicos. […] lo del avión Falcon es anecdótico mientras que el hecho de que un porcentaje nada desdeñable de altos cargos del PP esté imputado en procedimientos de corrupción o, incluso, pese sobre alguno de ellos ya petición de pena no tiene nada de anecdótico sino que es estructural. .