María Granados publicó un mensaje en mi perfil de Facebook en el que decía: «Lo que se percibe desde fuera de España del uso que la mayoria de los medios hace del 11-M es sencillamente sonrojante»
Es absolutamente cierto, aunque yo hoy lo centraría especialmente en EL MUNDO. Pedro J. Ramírez utiliza el caso para conseguir vender más periódicos. Eso sería legítimo si no fuera porque lo hace poniendo bajo sospecha a todas las instituciones y cuestionando la culpabilidad de los principales acusados. Estaría bueno que por la ambición desmedida de un personaje así, pudiera llegar a ponerse en entredicho una instrucción judicial. Es mucho más grave, sin embargo, que, de nuevo, el PP se haga eco de la teoría de la conspiración, cada vez menos conspiradora y más paranoica. Una conducta ya antisistema.
Si Soraya quiere saber que pasó el 11M, que lea al nada sospechoso Fernando Reinares, el Catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos. Ayer, por cierto, describía con innumerables datos que «los atentados de Madrid no fueron obra de una célula local de inmigrantes magrebíes radicalizados. Sino de una trama ‘yihadista’ internacional vinculada a Al Qaeda»
Pero en efecto, Pedro J. Ramírez y sus seguidores nunca debieron ser la noticia ayer. Que haya víctimas que estén pasando dificultades, es una verguenza para toda la sociedad.
Un gobierno es el ultimo responsable de no haber evitado el atentado, de no haber garantizado la seguridad. Sobre ese principio se sostiene el que las víctimas reciban ayuda del Estado. Y si no la están recibiendo, como sugirió Manjón ayer, el daño es doble y los culpables todos.
Si comparásemos las ayudas, tanto económicas como médicas, que han recibido las víctimas del 11 de marzo, con las que reciben las víctimas del 11 de septiembre en EEUU -hasta la Universidad de Columbia puso recursos a su disposición- se nos caería la cara de vergüenza.
Pero este es precisamente el peor mal que afecta a nuestro país: la división. Incluso entre las víctimas hay varias asociaciones y unas gozan de más ayudas que otras, que sólo reciben críticas. Eso no sólamente tiene que ver con los recursos. Hace un tiempo, Nacho Corredor entrevistó a Pilar Manjón para Radiocable.com:
??Pido que no me manden más mails con la foto del cadáver de mi hijo destrozado? -dijo ella.
En ocasiones así, los ciudadanos deberíamos avergonzarnos de todo: de nuestra clase política, de nuestra clase periodística, de algunos de nuestros vecinos, y de nosotros mismos.