E. Robinson

Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

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Eugene Robinson – Washington. La capital de nuestra nación sobrevivirá a la debacle financiera, a la cada vez más acusada recesión y al abanico de crisis exteriores que van de Afganistán a Zimbabue. Que Washington vaya a sobrevivir a la investidura del martes, no obstante, es una cuestión que sigue en el aire.

Pocas veces una ciudad que tan engreídamente se considera el centro del universo político se ve cautivada por una combinación tan poderosa entre inquietud y vértigo. Barack Obama va a ser, después de todo, el presidente número 44 de los Estados Unidos; no es que no hayamos pasado este trago antes. Pero esta investidura parece haber sido amplificada por una espiral autoalimentada de importancia histórica, paranoia con la seguridad y acusada avalancha de cifras, una combinación que ha puesto a prueba la capacidad de capear las circunstancias que tiene Washington.

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Supe que las cosas se estaban poniendo feas hace semanas cuando me reuní con el alcalde de la capital Adrian Fenty y su saludo no consistió en desearme un buen día ni preguntar cómo me iban las cosas, sino «¿Tienes algún sitio libre donde pueda aparcar cuatro autobuses de línea??

Las cosas se pusieron mucho peor con el anuncio de que todos los puentes que cruzan el Río Potomac que separa la ciudad y los suburbios de Virginia iban a estar cerrados para vehículos particulares durante el Día de la Investidura. Cualquiera que necesite atravesar esos puentes para llegar a la ciudad — y esto incluye a casi todo hijo de vecino que llega desde cualquier sitio del sur — esto significa toda una nueva dimensión de angustia.

No es que vaya a ser fácil llegar al centro el martes desde alguna dirección, teniendo en cuenta el volumen de tráfico que se anticipa y el hecho de que tantas calles vayan a ser cortadas. Pocas opciones les quedan a aquellos que tengan un deber profesional que cumplir. Yo conozco unos cuantos periodistas afortunados destacados en Washington cuyas empresas de información han reservado y confirmado habitaciones de hotel para la noche del lunes. Muchos otros hacen planes para dormir en sus oficinas, lo que significa que van a interpretar su papel de testigos de la historia en un estado inusualmente ajado.

A unos cuantos días, el dispositivo de seguridad ya ha empezado a hacerse patente en el corazón federal de Washington — un viaje de 10 minutos puede costar el doble o el triple de tiempo del que debería. Pero el tráfico está lejos de ser lo único con lo que la ciudad debe estar inquieta. El discurso de investidura de Obama se espera que atraiga un récord de gente venida de toda la nación, y muchos de esos visitantes van a quedarse con amigos y parientes. Los anfitriones locales se ven forzados a estar al día con el aluvión de anuncios en materia logística — calles cortadas, horario durante el que va a funcionar el metro, restricciones muy a destiempo — con el fin de decidir cómo trasladar mejor a sus invitados del punto A al punto B y viceversa, eso en caso de asumir que el punto B vaya a ser accesible.

El mayor motivo de inquietud con diferencia para visitantes y residentes por igual, no obstante, puede ser imaginar cómo llegar a asistir a algo realmente. Es irónico, porque ésta debería ser la menor de sus preocupaciones.

Para el principal evento — el juramento en el Capitolio — hay apenas 240.000 entradas; los miembros del Congreso, cada uno de los cuales recibió un cupo de entradas que repartir, hablaba de un aluvión de demanda. En el caso de los VIP que van a disponer de un asiento cercano a la acción, y hablo de Oprah en esta categoría, tener una entrada significa algo. Pero aquellos con entrada para el gallinero es poco probable que vayan a ver nada más que las masas congregadas en el Mall.

¿El Baile de Investidura? Cualquiera que haya atravesado el problema de hacerse con una entrada, encontrar un traje nuevo y atravesar el laberinto de tráfico y barreras de seguridad ciertamente lo pasará bien, aunque sólo sea para justificar el gasto de fuerzas. El nuevo presidente y la primera señora sin duda alguna estarán radiantes. Pero aquellos que renuncien al baile pueden consolarse en el hecho de que estos asuntos no son algo que cualquier persona razonable describiría técnicamente como divertido.

Una vez más entonces, la diversión realmente no es el meollo de la cuestión. Hay un motivo de que Washington esté temblando con esta investidura en particular, un motivo de que tantas personas vayan a desafiar inclemencias y a los elementos para ser testigos de la llegada de esta nueva presidencia.

La administración Obama arranca en un momento de crisis, pero también quizá de oportunidades. La nación ha elegido a su primer presidente norteamericano. El gobierno que va a encabezar se ha visto obligado a tomar más cartas en el asunto de la vida económica de la nación que ninguna otra administración desde la Segunda Guerra Mundial. Si alguna vez ha habido un momento para poner a la nueva administración a trabajar con los mejores deseos de la nación, ese momento es éste. Esta investidura realmente sí importa más que la mayoría.

Por tanto, que empiece la fiesta. De alguna manera llegaremos al miércoles. ¿No?

Eugene Robinson 

© 2009, Washington Post Writers Group

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Ellen Goodman

Premio Pulitzer al comentario periodístico.

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Ellen Goodman – Boston.  Mientras que soy consciente de que no hay investidura de la primera dama -ningún juramento que realizar, nada de discursos que pronunciar- sí tenemos lo que sería un rito de iniciación. De esta manera, Michelle Obama, licenciada de Princeton y la Facultad de Derecho de Harvard, abogada y madre, ha sido objeto de la mezcla usual de admiración desatada y novatadas paso obligado para llegar a la residencia ejecutiva de la Casa Blanca.

Todo se desmadraba esta semana con relatos inasequibles al desaliento de la Primera Fashionista apareciendo por doquier. El diálogo variaba desde las quejas de que «su imagen de picapleitos se ha estirado y secado mucho» hasta las opiniones entusiastas de ella como nueva Jackie Kennedy que va a rescatar talonario en mano a la industria estadounidense de la moda.

El diálogo acerca de trapos y decoraciones planteaba la descorazonadora posibilidad de que hasta después de Hillary y, ejem, Sarah, vayamos a volver a la cantinela de la primera dama. Sí, a esas tardes de antaño en las que los medios se centraban en sus ojos solitarios puestos en las cuatro palabras que rigen el mandato de la primera dama: moda, mobiliario, comida y familia.

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Pero (¡hay esperanzas!) también cabe la posibilidad de que el cuarto sustantivo -la familia- se convierta en una agenda seria que cimente un vínculo entre la mujer de la Casa Blanca y la mujer de Cada Casa.

Michelle Obama enumeraba sabiamente su primera prioridad como cuidar que sus hijas no pierdan el rumbo durante la transición. Pero como decía ella en «60 Minutes,» «Las mujeres somos capaces de hacer más de una cosa al mismo tiempo.?

De hecho, Obama se presentó como una mujer que «durante mucho tiempo tuvo que hacer dibujos animados para ser madre del ejecutivo y tener una carrera.? Si, como decía rutinariamente durante la campaña, para ella es una lucha -una mujer con recursos y una abuela en jefe- imagine lo difícil que debe ser para las demás.

¿Qué pasará si esta madre en jefe de 45 años, y esposa de un hombre que «las pilla al vuelo,» convierte lo personal en su carrera política? ¿Cómo será una política de conciliación entre trabajo y familia seria?

Durante la mayor parte de una generación, tener que hacer dibujos animados para conciliar ambas vidas se ha enmarcado como un talento individual del Concurso para Ser Buena Madre. Como dice Ellen Galinsky, del Instituto Familias y Trabajo, «El trabajo y la familia se veían como mundos separados. Todo el mundo imaginaba que los demás lo hacían y sólo éramos nosotras las que no podíamos.?

La última muestra de importancia de legislación familiar fue la Ley de Bajas Médicas y Familiares aprobada hace 15 años. Sólo garantiza la baja no retribuida en los espacios de trabajo de 50 trabajadores o más. Mientras tanto, más o menos la mitad de los trabajadores de la nación obtiene el pago de un solo día por enfermedad y muchos menos tienen sueldo en caso de baja por maternidad. ¿Qué de aquello del horario flexible? Hasta entre aquellos que lo pueden reclamar, el 33 por ciento sostiene que al hacerlo se juegan su puesto de trabajo.

Y a propósito, mientras estamos en medio de ninguna parte, a las responsabilidades del cuidado infantil se suma el tsunami de la tercera edad.

Para volver a funcionar otra vez, necesitamos ampliar la baja por motivos familiares a las plantillas de 25 trabajadores o más. Tenemos que incrementar la cifra de estados con bajas remuneradas por motivos familiares más allá de California, Washington y Nueva Jersey, y sumar un grupo de distritos y ciudades con siete días al menos de baja remunerada por enfermedad.

Al mismo tiempo, podemos apoyar las leyes que garantizan unas escasas 24 horas al año para asistir a reuniones escolares. Y seguramente, cualquier puesto de trabajo nuevo generado a través de fondos de estímulo tendría que incluir políticas favorables a la familia.

En esta economía, muchos trabajadores tienen miedo de solicitar tales «volantes.? Cuando corren tiempos difíciles, explica Debra Ness, de la Sociedad Nacional de Mujeres y Familias, «nos dicen que supondría el desastre… no podemos ahora mismo.?

Pero la primera ley de salario mínimo, la primera ley de madres trabajadoras, y la ley que fija el número de horas fueron todas aprobadas durante la Depresión. No podemos salir de este lío poniendo las cosas a las familias aún más difíciles.

¿Qué hay de los Obama? Ellos han encontrado una forma única de resolver su propia dicotomía entre vida familiar y laboral. En palabras del presidente saliente, «?l estará a 45 segundos de una gran esposa y dos niñas pequeñas que le quieren con locura.?

La esposa de todo presidente tiene una lista de tareas incluyendo la de consejera de confianza, papel con frecuencia trivializado como conversaciones de cama. Pero qué oportunidad supone utilizar la atención centrada en la primera dama para arrojar luz sobre las demás familias. Qué oportunidad tiene Michelle Obama de convertirse en madre del ejecutivo de una nación que lucha por conservar la familia unida.

Como decía su marido, «Creo en la teoría general de que si mamá está contenta, es que todos están contentos.? Suena a política nacional bastante razonable.

Ellen Goodman 

© 2009, Washington Post Writers Group

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Sección en convenio con el Washington Post

Generalmente esta modalidad del paracaidismo deja impactantes imágenes donde cielo y suelo se mezclan a un ritmo de vertigo, pero la caída libre también se practica en interiores. Los tuneles de viento verticales son el escenario perfecto para vivir la experiencia del Indoor Skydiving. En el Reino Unido hay uno donde incluso han celebrado un campeonato internacional.

El tunel de Bedford fue construido en los años 50 por el gobierno británico, pero hoy pertenece a la empresa Bodyflight. Es el mayor del planeta y a él acuden paracidistas de todos los rincones, aunque también hay otros tuneles verticales en EEUU. En el World Indoor Skydiving Challenge que se celebró en Bedford se pudo ver competiciones en las categorias de formaciones de dos, de cuatro freestyle y lo que llaman freefly (vuelo libre).

La operación militar de Israel en Gaza está siendo estudiada al detalle por intelectuales y expertos en busca de las claves ocultas. Los Think tanks o laboratorios de ideas y pensamiento acogen la mayor parte de estos analisis, reflexiones y previsiones. En general, hay coincidencia en hablar de cálculos políticos por parte de todos los implicados y en considerar que la ofensiva acabará en breve. Alguno incluso cree que antes del 20 de enero.

Un bombardeo sobre Gaza
(Foto: Flickr/Saer)

En Athena Intelligence, José Luis Calvo detalla los objetivos israelies (pdf): «El primero es debilitar a Hamas, limitando su capacidad para atacar a Israel y dando una oportunidad a la Autoridad Nacional Palestina para recuperar el control de la Franja. […] En segundo lugar, y esto se está conviritendo en una peligrosa constante en la estrategia israelí, se ha emprendido una acción militar devastadora para provocar una reacción en la comunidad internacional. Ante las cifras de bajas y el escándalo en las opiniones públicas, sobre todo europeas, el habitualmente anquilosado proceso de paz se pone de nuevo en marcha con entusiasmo». También cree que la operación acabará antes del 20 de enero, cuando tome posesión Obama «para no quemar a su administración».

El Real Instituto Elcano acaba de publicar un análisis de Haizam Amirah Fernández en el que defiende que los ataques son una consecuencia de los cálculos políticos de todas las partes: «Interesaba que ocurriera a casi todos los estrategas de los bandos enfrentados y de las potencias y vecinos con capacidad de influir en ellos. El momento elegido responde al oportunismo político de los dirigentes israelíes que se presentan a las elecciones legislativas del 10 de febrero, y que han aprovechado la etapa de transición en EEUU antes de la llegada a la Casa Blanca del nuevo presidente, Barack Obama». Israel desea darle una lección contundente a Hamás, porque prefiere negociar con Fatah. Hamas, por su parte, atrapado por el bloqueo férreo ejercido por Israel y por el aislamiento internacional, quería romper el statu quo y atraer la atención.

En Safe Democracy, varios analisis defienden que la única solución al conflicto son las negociaciones de paz. Mario Sznajder considera que es casi imposible que Israel logre todos sus objetivos: «La asimetría entre Hamás, como víctima autoproclamada y autoeximida de toda responsabilidad por los hechos, en base a su debilidad, frente a Israel, el Estado fuerte y proclamado por Hamás y muchos otros como agresor ??al margen de lo que señale el examen objetivo de los hechos?? jugará en todo caso a favor de Hamás.»Y aunque lleguen a un acuerdo con Israel siempre habrán grupos más extremistas que decidan lanzar misiles u obuses de mortero […] Los dilemas de Israel, así como los de los palestinos, no tienen resolución de carácter violento o militar posible. La idea del conflicto de baja intensidad es sólo una base para estallidos de violencia que nada resolverán.»

En la Fundación CIDOB, Eduardo Soler sostiene que el de Gaza no es «El conflicto» en Oriente Próximo, sino «una matriz de conflictos que incluye también a Cisjordania, la situación en el Líbano, las relaciones entre Siria e Israel o el tema de los refugiados. La solución al conflicto sólo será duradera si se solucionan todas y cada una de estas cuestiones. Asimismo, una escalada de la violencia como la que estamos viviendo en una de sus dimensiones (en este caso en Gaza) tiene un impacto negativo directo en el resto de frentes. En otras palabras, la ofensiva israelí está dinamitando todo intento de disminuir de la tensión entre Líbano e Israel, añade nuevos focos de tensión en el propio Líbano y aparca, quizás durante varios años, una perspectiva de acuerdo de paz entre Damasco y Tel Aviv.»

En la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Dialogo Exterior, FRIDE, reflexionan sobre la necesidad de que la Unión Europea revise y cambie el enfoque de su polítca hacia Gaza. Habla de reconocer que «la estrategia de derrotar a Hamas en Gaza mientras se proseguía con las negociaciones de paz con Fatah ha empeorado la situación y no es una vìa hacia la paz.»

Resulta que de un tiempo para acá, algunos alcaldes del PP de la costa, están poniéndose en contacto, discretamente, con asociaciones laicas para preguntar cómo deben enterrar a los españoles musulmanes. Dicen que no se atreven a preguntarlo en el Pleno del Ayuntamiento para evitar revuelo. Y tiene sentido su pregunta.

Al construir un nuevo cementerio hay que prevér como enterrarán a gente nacida en España, que muere aquí pero que hayan profesado otras religiones, cosa que sucede a menudo si tuvieron padres inmigrantes. Simplificaría mucho que el cementerio, o por lo menos algunos nichos del mismo, estuviera orientado hacia la Meca, porque sus tumbas deben estarlo y el resto nunca hemos preguntado por la posición geoestratégica del nicho…pero, claro, en este país tan pequeñito, tan cerrado, tan estrechito, cualquiera propone públicamente una cosa de esta naturaleza.

Está previsto que este año salga adelante la nueva Ley de Libertad Religiosa y de conciencia, tal y como anunció la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. La Ley en vigor tiene ya más de 20 años y retrataba una realidad que, francamente, ya no existe en España. Cuando se firmó aquella ley, las religiones acababan de ser legalizadas en este país. No hacía tanto que profesar otra más allá de la católica era un delito.

La nueva tiene que recoger la pluralidad de nuestro país, en el que ya conviven otras religiones, por el que circulan libremente ciudadanos de los paises europeos; y donde se abrazan nuevas formas de entender la vida, de todo el planeta. Debe anticiparse al futuro para que su vigencia no sea limitada. Pero se está estudiando y cabe la posibilidad, además, de que incorpore a las asociaciones laicas y ateas en el reparto de subvenciones. Será un asunto altamente espinoso pero de cierta lógica, pues solamente ellos podrán dar la respuesta adecuada a la convivencia, y son parte de ella.

Otro ejemplo. Cuando una Institución Pública encarga una esquela a un periódico, ésta suele aparecer coronada con una Cruz cristiana. Nadie pregunta si el fallecido era católico. La secretaria encarga la esquela y entre ella y la persona que le atiende en el diario se ponen de acuerdo, con buena voluntad, sobre el texto y el grafismo. Es decir, a España no sólamente le falta una normativa, le faltan también procedimientos en las Instituciones para saber cómo se debe operar en estas situaciones.

Al comentar estos asuntos uno se da cuenta de que provoca no pocas fricciones. Es por eso que, antes de que la ley salga adelante, se necesita hacer una labor pedagógica entre los ciudadanos. Tenemos tantas cosas que aprender para convertirnos en buenos vecinos.

La frase es de Soraya Sáenz de Santamaría. La portavoz del PP es hoy protagonista de la portada de EL MUNDO, periódico para cuyos fotógrafos posa de manera sugerente. El diario califica la entrevista como insólita. La entrevista se difunde completa el domingo pero el diario ya ha publicado algunas de sus declaraciones: «Yo me casé con un hombre que tiene una retranca bárbara. Tenemos una complicidad especial para reírnos de las mismas cosas», A las mujeres en edad fértil se nos mira como sospechosas. Piensan que cuando te embarazas vas a dejar de rendir. Ellos, en cambio, pueden tener hijos y las mismas responsabilidades». El Plural se pregunta ¿es la nueva imagen del PP? . La verdad es que yo también me lo estoy preguntando. Sobran los comentarios.

La sociedad está cada vez más conectada. Hasta el punto que según la opinión mayoritaria de un grupo de 1.200 expertos, en 2020, la separación entre la realidad física y la virtual de los internautas se habrá difuminado. Es una de las conclusiones del informe The Future of the Internet III (pdf) que trata de definir cómo será la Red de aqui a 12 años y del que se ha hecho eco Tendencias 21.


(Foto: Flickr/OndaHalFoster)

La Elon University y el Pew Internet and American Project son los responsables del estudio. Interrogaron a 1.200 especialistas sobre varias cuestiones pidiéndoles que «imaginaran Internet«: qué dispositivos se usarán

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para acceder a la red en 2020 y cómo nos conectaremos; si la tolerancia social se incrementará gracias a las nuevas formas de conexión; si nuestro trabajo y nuestra vida cotidiana serán mejores; y hasta dónde habrá llegado la influencia de la realidad virtual y de la realidad aumentada.

Un 56% de los expertos consideró que en 12 años, la división entre el tiempo privado y el tiempo de trabajo, se habrá casi suprimido al igual que entre la realidad física y la virtual. También consideran que el teléfono móvil será el dispositivo principal de conexión a Internet y que los usuarios se comunicarán con el ordenador usando interfaces avanzados de tacto, voz y tecleado.

También consideran que la lucha entre los defensores y críticos con el copyright seguirá existiendo en 2020, que nadie ejercerá un control efectivo sobel re la propiedad intelectual y que la gente será capaz de encontrar fórmulas para saltarse los dispositivos de protección como la marca de agua digital o las huellas digitales.

Sin embargo, el estudio concluye que las consecuencias para la sociedad de que habitemos un mundo hiper-conectado no están ni mucho menos claras. Se transformarán las relaciones sociales básicas y tanto las personas como las organizaciones será más transparentes, pero eso no significará necesariamente un mundo mejor. Sólo el 33% de los encuestados señaló estar de acuerdo con la idea de que la diversidad de puntos de vista compartida en Internet propiciará una sociedad más tolerante, con menos violencia y crímenes.

OPINION

Fernando Berlín the author of this blog, is the director of Radiocable.com and participates in various media in Spain.

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«Historically, there is a first intent to establish a proportional punishment between the harm received in a crime and the pain produced in the punishment, being in this way the first limitation to free vengeance». 

 According to wikipedia this principle was in effect for the Judaism until the Talmudic era, where the rabbis determined that the punishment transformed into an economical repayment.

Another related text, and very interesting to read during these days, is the one published in Nacho Escolar??s blog. Is an intellectual reflexion over Gaza. Even though he is clearly compromised to peace and against the Israeli injustice towards Gaza, it closes the doors to the dangerous absolute truths. Because in the topic of Israel and Gaza these become the greatest tension. Honestly, the Israeli government is not improvising a simple defense and Hamas is not only just a resistance group.

It leaves clear, nonetheless, that with Gaza, I am in the line of what Iñaki Gabilondo -spanish journalist- manifested a few days ago:

???The concepts of victim and punisher must be redefined. In the present world all proclaim to be victims to secure their acts as punishers. From there the great confusion derives to the clue of the most traditional fact. A caged village in misery is probably more of a victim than a punisher? ?

Today, the Israeli disproportionate response is evident, yes, and it demands that the citizens ask with force to end it. But there is a parallel problem, in my opinion: that both sides have completely lost respect for the human life. Have forgotten its significance. With or without reasons. Because? does the defense of life accepts armistice?

I try to understand this subject to have a clear opinion. Until then I am going to take the words of Martin Varsavsky??s blog and also require them in my surroundings. And yes, also Martin, -in his case for being Jewish and a citizen of the world with a lot more value-, he has stand publicly against Israel’s disproportionate response.

   Una mujer de Gaza dio a luz el 27 de diciembre, el mismo día en que Israel comenzó su operación militar Plomo Fundido contra la franja. Su hijo Mohamed nació con problemas respiratorios, pero debido a los bombardeos no ha podido ser trasladado a otro centro médico dentro de Gaza, ni tampoco han llegado a él los medicamentos que necesitaría para mejorar. Permanece en una incubadora, respirando con dificultad. Los médicos enviaron a su madre a casa después de que diera a luz y desde entonces está separada de su pequeño. Los ataques israelíes le impiden acercarse al hospital para verle. La madre aparece hablando en Al Jazeera. Cubre todo su rostro, excepto los ojos, de los que terminan brotando lágrimas.

Después la cadena de televisión qatarí entrevista a una niña de cuatro años, que cuenta, postrada en una cama del hospital, cómo los bombardeos mataron a varios familiares y cómo ella fue alcanzada por metralla o disparos, uno en la espalda «y otro me dio aquí, en el estómago«, dice señalando su abdomen con su dedito. La niña se quedará paralítica. 

Estas historias se repiten día tras día, hora tras hora. Apenas las conocemos a través de los medios de comunicación occidentales, porque Israel no les ha permitido entrar en Gaza. Pero Al Jazeera sí tiene varios reporteros dentro de la franja y gracias a ellos las víctimas tienen voz y nombre.

La cadena qatarí ha recorrido varios hospitales y morgues y ha podido recopilar los nombres, apellidos y, en algunos casos fotos, de buena parte de los menores muertos por los ataques israelíes. Pulsa aquí para acceder a la lista.

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Otra gran bajada de tipos de interés; otra medida contra una crisis que se está mostrando resistente a todo tipo de tratamientos. Ya se le ha inyectado cuanto se puede inyectar, y trasfundido, y trasplantado. Pero el paciente no reacciona. Su mal, a lo que parece, es de enorme gravedad. De hecho, todas las actuaciones empiezan a tener el aspecto de medidas paliativas. Se aplican sin esperanzas de reanimación, sólo para sostener al moribundo.

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El dos por ciento de bajada en los tipos de interés, decretado por el banco central europeo, se recibe con cansado escepticismo. Igualmente, las malas noticias sobre entidades como el Deutsche Bank o el HSBC, se incluyen en la rutina de un parte médico que cada día añade dos renglones más de desgracias. Lo más chocante de esta crisis es la naturalidad con la que la asumen sus responsables.

Cabía suponer que a un terremoto de este calibre le acompañara un terremoto equivalente en las cúpulas de organismos, instituciones o entidades involucradas. Es decir, si se hundieran los puentes rodarían cabezas de ingenieros. Si se desplomaran las casas, rodarían cabezas de arquitectos y siempre de concejales, por supuesto.

Pero el gran mundo del dinero permanece inmutable. Sus diagnósticos fallidos, sus medidas erróneas, su complicidad culpable en el desastre no les rozan. Bernanke, Trichet, Strauss Khan siguen impertérritos en las atalayas en las que evidenciaron su ceguera.

Y los presidentes y altos directivos de las entidades financieras mantienen sus puestos sin sonrojo y trasladan todo el peso de la carga a la política, esa actividad que desdeñaron y que volverán a desdeñar tan pronto como puedan, pero que es un pararrayos perfecto. El pararrayos es ahora Obama. Suya es ahora la tormenta y si no sabe hacer milagros, en seis meses ya será el gran culpable.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día