Hace unos días el Wall Street Journal publicó una noticia crítica con Google acusando a la empresa de haber abandonado la neutralidad en Internet. El artículo también se colgó en la web del diario… y se quedó tal cual, a pesar de que al poco de ser conocido, hubo un comunicado oficial de Google rebatiendo varios aspectos y una declaracion de Laurence Lessig, que era mencionado en la historia, corrigiendo esa interpretación. Matthew Ingram considera que este es un ejemplo perfecto de cómo la prensa tradicional sigue fallando a la hora entender el nuevo periodismo digital por no aprovechar las posibilidades que brinda.

Un ejemplar del Wall Street Journal
(Foto: Flickr/Dpstyles)

Grandes cabeceras como el WSJ, el New York Times o el Washignton Post han empezado recientemente a abrirse a las redes sociales y a las herramientas participativas llamadas 2.0. Sin embargo no parecen estar por la labor de adoptar de verdad los principios de los medios sociales y especialemente el concepto de comunicación a dos bandas que supone. No se trata sólo de abrirse a los comentarios de los lectores, sino de tomarse a estos en serio e incluso incorporarlos a la información cuando añadan valor.

Enrique Dans que se hace eco de la crítica de Ingram y aprovecha para plantear algunas reflexiones sobre cómo deberían comportarse los periódicos en esos tiempos modernos: «¿puede un periódico, por el hecho de provenir del mundo del árbol muerto en el que se imprimen las noticias de ayer, eludir sus responsabilidades cuando su actividad se traspasa al mundo online? […] ¿no deberían los periódicos comportarse como otros medios en Internet, que añaden a su responsabilidad para con los lectores las tareas de actualizar sus entradas, corregirlas y puntualizarlas cuando han sido incorrectas, o poner atención a sus comentarios por si en estos se suscitan cuestiones de interés?»

OPINION

Fernando Berlín the author of this blog, is the director of Radiocable.com and participates in various media in Spain.

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While the young journalist threw his shoes at Bush, the world passed the page and did not read the news:

«….A secret report ordered by the USA government explains in 513 pages everything the world already knew: that the reconstruction of Iraq was done without a plan. And that five years after the invasion, the United States is still without any infrastructure or the necessary organizational capacity to reconstruct the country. Washington has inverted in Iraq 100,000 million dollars (about 75,000 million euros,) which converts the Iraqi project in the greatest foreign reconstruction since the Marshall Plan in Europe after World War II….» [EL PAIS-more]

The Arab world will have a hero, but after all Bush will be seeing stars, even if it comes in the form of a shoe hit.

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «El Parlamento Europeo ha rechazado la propuesta de autorizar la jornada semanal de sesenta y cinco horas. Como detrás de toda guerra de cifras hay siempre una batalla ideológica, vamos a acercarnos a ella.

 Los que apoyaban la ampliación a las 65 horas argumentaban aproximadamente así: «en el mundo actual, abierto y global, sólo tendremos porvenir si flexibilizamos las relaciones laborales al máximo. No hacen falta convenios, ni sindicatos, ni normas colectivas. Si los empresarios y los trabajadores se ponen de acuerdo, adelante hasta las sesenta horas o más. Sólo así podremos competir con los países emergentes, donde si hace falta se trabajan las 24 horas del día».

Los contrarios a las 65 horas, decían, aproximadamente, esto: «Europa no es sólo un mercado, es un espacio social. Se han vertido mucho sudor, muchas lágrimas y mucha sangre para conquistar derechos que no podemos ceder, y que, además, forman ya parte de la personalidad europea. No aceptamos una versión renovada y paternalista de la esclavitud. Es más, aspiramos a ir conciliando nuestra vida laboral con nuestra vida familiar, sin sacrificar ésta en modo alguno. Hemos de mejorar nuestra competitividad, desde luego, pero no aumentando el número de horas de trabajo, sino haciendo crecer el valor añadido de lo que produzcamos a través de la formación, la tecnología y la investigación».

 Estas son las dos visiones en litigio. El resultado de la votación de hoy (421 contra 273) demuestra que hay pelea para largo: pelea técnica, económica, social y política. Y es curioso que se hable de 65 horas semanales ahora que se están produciendo despidos a millares. Es otra paradoja más de este extraño momento histórico, regido por leyes que no son ni las del liberalismo, ni las del socialismo, ni las del comunismo, ni de ninguna otra doctrina conocida. Pero que no es, desde luego, el fin de las ideologías. Probablemente es todo lo contrario.»

Ahora que termina el mandato de Bush todo el planeta se echa las manos a la cabeza por el legado que deja: la existencia de Guantánamo, el desastre de Irak, el fracaso en Afganistán… Ahora es políticamente correcto hacerlo: Los medios de comunicación enumeran las barbaridades de la Administración Bush, se publican libros sobre la errática política de Washington, se elaboran reportajes, y buena parte de los periodistas se apuntan a esta nueva tendencia, considerada al fin correcta. Es muy fácil criticar a un presidente que está a punto de dejar su cargo. Está muy bien que esto ocurra, pero es un poco tarde.

Deberíamos ser más autocríticos y recordar que buena parte de los medios de comunicación occidentales repitieron como loros la propaganda de la Administración Bush. Algunos diarios fueron tímidos a la hora de denunciar las torturas practicadas en algunas cárceles bajo mando estadounidense. Temían ser políticamente incorrectos. Otros justificaron en sus editoriales acciones militares ilegales. En medios españoles se llegó a decir, en mayo de 2003, que la guerra de Irak había sido rápida, limpia y exitosa, por ejemplo. Ya de por sí decir que una guerra es limpia es como asegurar que el agua es sólida. Pero en fin.

Algunos periodistas han entonado el mea culpa, y ya está. Se quedan tan frescos. Confiesan sus pecados y se sienten de nuevo inocentes.

 Hagamos un análisis profundo sobre la situación del periodismo y sobre qué ha pasado con la información en estos últimos ocho años. Y no olvidemos que además de Guantánamo sigue habiendo por el mundo cárceles secretas bajo mando estadounidense en las que se retiene a presos arrestados sin cargos y de manera arbitraria.

Estemos vigilantes con el nuevo tiempo que comienza en Estados Unidos. Obama representa esperanza para muchos, pero no nos engañemos demasiado: Vivimos épocas duras. Bush cruzó muchas líneas y al hacerlo, borró la huella de su trazo.

La prensa juega un papel de servicio público fundamental y como tal, debe empeñarse en colaborar en la recuperación de los derechos humanos perdidos en tantos lugares. Conozco a una periodista a la que un directivo de un medio le dijo en más de una ocasión que estaba obsesionada con Irak y el tema de las cárceles secretas. En boca de aquél jefe, era un reproche. Pero a mí me parece un elogio. Obsesionémonos con determinados asuntos. Falta hace.

El Parlamento Europeo ha rechazado por mayoría absoluta la directiva que iba a regular el tiempo de trabajo fijando un máximo de 65 horas laborales. La noticia ha hecho subir la temperatura de la blogosfera que ha estado muy activa a la hora de oponerse a esta norma que se consideraba un retroceso social y de los derechos de los trabajadores. Las reacciones son en general de satisfacción por la votación y la movilización, aunque hay comentarios que avisan de que el asunto no está cerrado y que hay aspectos de la norma que no se han tenido en cuenta.

El Parlamento Europeo

Felix Soria en Impulso avisa de que el asunto aún no ha terminado: «Por amplia mayoría, hoy los eurodiputados han rechazado la propuesta de directiva. Pero el asunto no está cerrado. El pronunciamiento de la Eurocámara obliga a abrir una negociacón Consejo-Parlamento de la UE, pues el asunto debe ser decidido por el procedimiento de codecisión. En todo caso, los europarlamentarios que han votado no han lanzado una positiva voz de alarma.»

Rafael Hortaleza en Ceros a la izquierda se felicita por el rechazo de la directiva: «Ha imperado la cordura. El Parlamento Europeo ha rechazado la directiva europea para ampliación de la jornada laborar a 65 horas. Al menos por ahora… Hoy es un día importante para las trabajadoras y los trabajadores de Europa y de España. Por el momento se ha conseguido parar el enésimo intento de laminar los derechos de los trabajadores.»

José Rodriguez en su Observatori de Ciberpolítica destaca la importancia de la presión ejercida desde Internet para lograr esta decisión: «es la primera vez que la unión entre sindicalistas, ciberactivistas y ciudadanos haya permitido girar la tortilla de una directiva europea o una ley de forma efectiva y real.» Y cita las manifestaciones «65 horas ni de coña» (con más de 11.000 personas  en Facebook, y más de 110.000 correos enviados a los eurodiputados), la de UGT de Catalunya con hazteelsueco.org (con 354.000 correos), la ??Cause? de Facebook con casi 1.000 participantes y la manifestación virtual.

Javier Bouzas en su blog Arbol socialdemócrata cree que es un triunfo de los trabajadores: «La Europa social ha ganado este primer envite a la reacción, a la economía capitalista en agonía. No se puede volver atrás, a tiempos pretéritos donde los trabajadores eran explotados. La crisis no la deben pagar los trabajadores, no son los culpables. No son los culpables de las estafas de Madoff, no son los culpables de que los infinitos beneficios de ciertas empresas pasen de astronómicos a? un poco menos de beneficios.»

Carmen Castro en Lkstro califica la directiva de aberrante y considera que: «pretendía hacer caso omiso de los derechos laborales, de la igualdad de oportunidades y del derecho a tener otras dimensiones de vida más allá del tiempo comprometido laboralmente. Es interesante identificar las posiciones que los diferentes países de la UE tienen respecto a este tema, ya que con este rechazo, los deberes vuelven a estar sobre la mesa y los Gobiernos de la UE-27 tendrán que re-negociar las condiciones y criterios incluidos en el borrador de directiva.

Desde el blog Intruso se destaca que España es el país que más se ha opuesto a la directiva y reflexiona sobre quienes estaban a favor: «sobre todo los parlamentos del Este y Británicos, en este último, más de tres millones de currantes ya trabajan mas de 48 horas, preocupados por la competencia que supone el mercado Chino, con jornadas de trabajo muy superiores, si es que estos Chinos viven para trabajar.»

En webs como Menéame, la mayoría celebra la noticia pero hay otras reflexiones:»Si se generalizaran las 65 horas, la productividad sería nula y habría una tensión social tremenda. Creo que la propuesta iba más encaminada a eliminar la negociación colectiva que a otra cosa» o este analisis: «Era una propuesta de máximos a cumplir por todos los países, a los que tuvieran leyes con límites inferiores no nos afectaba en ese punto. Para que en España se aumentaran los límites de horas se debería modificar la ley en nuestro parlamento[…] Luego protestaremos cuando cierren fábricas y las lleven a países del este de la unión con obreros que trabajen 70h a la semana».

En Twitter, la noticia también ha sido motivo de comentarios. Un usuario se preguntaba: «¿Nadie trabajaria 65 horas a cambio, evidentemente, de mas salario?» y otros como Jaume D´Urgell manifestaban que «se alegra del rechazo a las 65 horas, pero lamenta que algo así haya llegado siquiera a tomarse en consideración. La propuesta insulta.«

ACTUALIZACI?N

Manolo Calleja en Geografo subjetivo se felicita por el rechazo a la directiva, por la buena reacción de los sindicatos y por la estrategia llevada acabo en Internet. Y reflexiona sobre el fariseismo que se pretendía implantar: «Algunos países violaban en sus normas internas lo dispuesto en el Derecho Comunitario. En vez de forzar el cumplimiento del Derecho Comunitario (la tan manoseada primacía), lo que se quería hacer es cambiar la norma, para que lo no ajustado a Derecho fuese ajustado a Derecho.»

José Luis Freire, en su blog Mirada Crítica considera que los argumentos a favor de la directiva de que las excepciones al horario son un hecho y así se garantiza que los empresarios no abusen son una falacia difícil de describir: «Y si un médico duerme media hora en una guardia eso pretenden que no se compute como tiempo de trabajo, y en la próxima reunión harán una media de lo que se desperdicia cuando se va al retrete. ¿Esa es la Europa de las libertades y de la justicia social o lo es de la explotación y el capitalismo férreo? […] Y todavía lo que más penoso me resulta es que parte del pueblo no lo ve con malos ojos, si algunos las hacen ¿qué más da legislarlo?»

Aiko es el nombre de un androide desarrollado en Canada por el inventor Le Trung y que representa a una mujer a tamaño real y con formas y rasgos muy femeninos. Pesa 32 kg, mide 152cm y su talla de busto es de 82cm. Por todo ello muchos han visto a este robot como una «versión» de una compañera ideal. Su creador dice que no la diseñó con propósitos sexuales, pero que podría ser una aplicación de esta tecnología. Aiko es además capaz de interactuar con la gente -maneja 13.000 frases- y hasta de reaccionar al dolor o a los abusos.

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El androide está hecho a base de silicona y componentes electrónicos y Le Trung lo ha programado para que pueda reconocer caras y objetos e incluso leer el periódico, dar indicaciones de dirección o dar de comer a alguien. Ahora quiere dotar a Aiko de otras «habilidades» como la de ser capaz de limpiar las orejas humanas. Aunque de momento el robot se mueve en silla de ruedas.

El director de El Mundo ha abogado durante una conferencia en el Foro de la Nueva Comunicación por la iniciativa privada en los medios de comunicación y por eso pide que se cierren todas las televisiones públicas. Según Ramirez, estas detraen ingresos publicitarios que podrían ser para los medios privados. También se ha mostrado en contra de las ayudas gubernamentales a la prensa:

 

Pedro J. Ramirez
(Foto: Flickr/Oscar Espiritusanto)

«No queremos las ayudas directas, no queremos ayudas que condicionan, pero sí exigimos que el Gobierno deje de detraer recursos tan importantes como los publicitarios con las televisiones públicas. Yo lo que pido es que cierren todas las televisiones públicas, que nos cuestan más de 2.000 millones de euros. No tiene sentido que tengan que existir. Si no hay periódicos públicos, ¿por qué tiene que haber televisiones públicas?»

Pedro J. Ramirez también ha abogado por fusionas las distintas asociaciones de editores, televisiones privadas, radios o medios interactivos para crear » una asociacion de editores multisoporte que planteen una visión integral de la empresa informativa del futuro».

 

De su presentación esta mañana en Madrid, podrían nacer doce o trece tesis doctorales. Podría escribirse sobre la vida, la muerte, la enfermedad, la dignidad, la felicidad. Y también sobre el humor, el viaje, el final del viaje, la literatura y otras tantas cosas. Las cosas que acompañan a Saramago.

José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, ha presentado hoy su última novela, «El viaje del elefante«, el libro que viene coronado con esa dedicatoria: «A Pilar que no dejó que yo muriera».

«Son miles de kilometros para llegar de Lisboa a Viena, por el capricho de un Rey, y ¿que tiene que ver el elefante con todo ello?» -se ha preguntado Saramago al hablar del argumento.

«Me di cuenta -afirma- de que eso tiene que ver con la condición humana, que tampoco sabe muy bien las razones de su camino».

El elefante existió y su viaje también, pero Saramago lo novela, lo alimenta y lo cambia para siempre: «Lo que me ha llevado a escribir este libro no es el viaje, sino el final». Porque ¿que pasa aquí después de la muerte? Mientras uno está vivo sabemos lo que pasa. Pero ¿que sucede aquí una vez que uno muere?

El viaje del elefante es un viaje épico, que nada tiene que ver el relato de su propia enfermedad, -según aclaró hoy-. Pero tiene un final y el final «no es llegar bien», sino lo que pasa después allí, cuando él se ha ido.  La indignidad que se ha practicado contra el propio animal al cortarle las patas y convertirlas en un soporte para los paragüas de las señoras en un palacio de Viena.

«el autor hace reflexionar sobre el sentido de la libertad, sobre los poderosos y los humildes, sobre los caprichos del azar. Y, desde su pesimismo, trata de demostrar que el mundo quizá no haya cambiado mucho desde el siglo XVI«, -ha dicho hoy La Nación

Quedan pocos retazos de la historia real, pero Saramago ha respetado dos. La naturaleza del viaje del elefante y una anécdota. Hay un momento en el que el elefante va cruzando las calles de Viena y una niña de cuatro años corre hacia él. La gente se asusta ante el temor de que sea aplastada. Pero no. El elefante la coge con la trompa y la levanta por el aire:

«Estoy seguro de que si eso no hubiera ocurrido, yo jamás habría podido inventar algo tan serio, porque incluso la literatura tiene sus reglas» -ha dicho esta mañana.

Saramago ha puntualizado que no hay nada de su viaje a la enfermedad en el libro. Aunque se ha mostrado esquivo cuando Pilar del Rio le ha preguntado.

Su traductora, y compañera, ha contado que en un episodio del mismo, una persona se pierde en medio de la niebla, rodeado de peligros. De pronto oye un barrito, que le guía en la niebla y le salva la vida. La traductora, -pues los traductores suelen ser los mejores lectores-, le pregunta, ¿fue el libro el barrito que contribuyó a salvarle usted la vida?

-Quizá, -contestó Saramago.

En todo caso, la enfermedad, dice el Nobel, supuso «una especie de temblor de tierra que trajo a la superficie sedimentos lingüísticos antiguos» y que lo han llevado a utilizar palabras y expresiones de otros tiempos.

¿Que se pierde uno cuando no se pierde?  le han preguntado también. Yo creo -ha contestado- que todos nos hemos perdido en alguna ocasión. Lo que hace el viaje es la conciencia que tenemos del viaje.

Saramago ha vuelto hoy con energía y con la mente lúcida. Ha vuelto con «El viaje del elefante«.

Mientras el joven periodista arrojaba sus zapatos a Bush, el mundo pasa página sin leer la noticia:

Un informe secreto encargado por el Gobierno de EE UU detalla en 513 páginas lo que todo el mundo sabía: que la reconstrucción de Irak se hizo sin pies ni cabeza. Y que cinco años después de la invasión, Estados Unidos sigue sin tener ni la infraestructura ni la capacidad organizativa necesarias para reconstruir el país. Washington lleva invertidos en Irak 100.000 millones de dólares (unos 75.000 millones de euros), lo que convierte el proyecto iraquí en el mayor de reconstrucción en el extranjero desde el Plan Marshall en Europa tras la II Guerra Mundial.

El mundo árabe tendrá a un héroe, pero desde luego Bush tiene una flor en el culo, aunque venga en forma de zapato.

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En los últimos días el debate en torno a la polémica base se ha reavivado en la sociedad y en la red. El País ha publicado una entrevista con el Jefe del centro de detención de Guantánamo en la que asegura que «los interrogatorios son voluntarios». Dick Cheney, por su parte, acaba de hacer unas declaraciones en las que justifica las torturas en la base y dice que no debería cerrarse. La blogosfera en cambio ha tomado postura de forma casi general: Guantánamo es una vergüenza y la forma en que Obama gestione el asunto será clave para juzgarle como presidente. Aunque algunos bloggers apuntan que la actual Administración le ha dejado unas cuantas «patatas calientes».

Campaña de Amnistía Internacional contra Guantánamo
(Foto: Flickr/Amnesty International NI)

Carlos Enrique Bayo en El mapa del mundo, analiza hasta qué punto la base servirá para juzgar a Obama y se fija en un aspecto poco mencionado: «Antes de clausurar el campo de prisioneros, el Congreso tendrá que aprobar legislación específica para que los reos no abusen de sus derechos fundamentales en cuanto los recuperen. Sobre todo, para impedir que puedan pedir asilo político en Estados Unidos. […] Algo que ya sucede con más de una docena de uigures que han sido declarados inocentes de terrorismo por la propia comisión militar de la base. Resulta que no se les pone en libertad porque en China sufrirían persecución política y ningún otro país está dispuesto a acogerlos.»

Oscar Cardoso en Afuera y adentro apunta otro analisis sobre la encrucijada que supone Guantanamo «Condoleezza Rice en Estado y Robert Gates en Defensa han promovido todo este año el cierre de Guantánamo […] Sin embargo, otro grupo liderado por el vicepresidente Dick Cheney han frenado la idea asegurando que si dejan esa prisión a Obama y este encuentra que no puede clausurarla en tiempo breve se podrá sacar la conclusión de que el nuevo gobierno demócrata aprueba la guerra contra el terror tal como la planteó Bush.»

Carlos de Vega está contando en su blog Se alquila Casa Blanca detalles de su visita a Guantánamo.  Por ejemplo qué regalos hacen a los presos que se portan bien o como censuran las fotos: «amplían cada imagen, están con cada una unos minutos, debaten entre los dos qué hacer y, al final, la borran. […]la ceremonia de censura termina firmando un papel en el que confiesas que has enseñando todo lo que tienes y que nunca recuperarás y usarás el material borrado. Sólo diré una cosa en su favor. No estoy seguro de que en cualquier otro país del mundo dejasen entrar a la prensa en una cárcel como esta (claro que en ningún país de los que llamamos serios tienen una cosa parecida).

Moeh Attitar de Guerra y Paz se hace eco de que «el Cominte de Servicios Armados del Senado de los EE UU emitió un informe en el que culpa directamente al ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld de alentar las torturas contra prisioneros en cárceles como la de Abu Ghraib o la base extraterritorial de Guantánamo.» Y reflexiona «el Senado de los EE UU  ha tardado al menos seis años en sacarle los colores a Rumsfeld, pero se los han sacado.»

Jesus Solores habla en su blog de hipocresía porque «Estados Unidos adalid de los derechos del hombre, que tiene a gala incluso la intervención militar y otros enfrentamientos contra los Estados ??que no respetan estos derechos humanos? ampara la mayor vergüenza, aberración, tortura y falta total de respeto a los más elementales derechos en la base de Guantánamo?» También recuerda que : «Esta guerra justifica la tortura permanente, falsas acusaciones, violaciones sistemáticas de los derechos humanos en suelo no americano […] y sirve  para hacer más rico a empresas próximas»

Desde el blog Hay ke decirlo se muestran muy críticos con las declaraciones de Dick Cheney: «La persona que más se ha enriquecido con las guerras de Iraq y Afghanistan, a través de los contratos de Halliburton y sus asociados. […] ¿Porque se atreve a reconocer que ha habido torturas? Simplemente porque sabe que saldrá impune, que nadie le juzgará ni le condenará, que ningún tribunal internacional le llevará a una prisión como Guantánamo.»

En su blog Mujer 39 celebra que Obama vaya a cerrar la base «para mantener la falsa verguenza torera del mundo occidental». Pero critica «gritamos la celebración de los sesenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y callamos la verguenza mundial -entre otras muchas- de Guantánamo. Callamos y olvidaremos el silencio acompañado de nuestros gobiernos, el de antes y el de ahora. ¿Es tan alto el precio que hay que pagar por estar en el mundo desarrollado? Comprobamos una vez más que sí y… CALLAMOS.»

En webs como Menéame también se comentan las declaraciones de Dick Cheney en las que defiende el uso de la asfixia simulada en los interrogatorios. Algunos internautas manifiestan: «Supongo que si lo defiende, le parecería bien que lo emplearan con él mismo, para que responda sobre algún asuntillo sin importancia, como Irak, Afganistan…»