[6-11-2008] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Obama se toma un merecido descanso. Descansemos también nosotros de Obama y volvamos a la tarea, porque la tenemos, y muy seria, aunque nos resulte tentador adjudicar al nuevo presidente de los Estados Unidos la responsabilidad de resolver nuestros problemas. En efecto, España puede caer en esa tentación; de hecho, está esperando demasiado de lo que se decida fuera: en el Banco Central Europeo, en la cumbre de mañana en Bruselas, en la conferencia del día 15 en Washington, de lo que nos traiga Obama.
Estamos observando con sorpresa y preocupación la resistencia que ofrece el Gobierno a aceptar la gravedad específica de nuestros problemas, probablemente, porque algunos se han empeñado en culparle de todos ellos. El Gobierno parece pensar así: «nos pasa lo que a todos, por tanto de los clubs internacionales (Unión Europea, G-20, ojalá 21) habrán de proceder las soluciones. Ahí hemos de librar nuestra pelea, ahí hemos de hacer oír nuestra voz y en casa, mientras tanto, hemos de actuar con sensibilidad social y poner en marcha cuantas medidas asistenciales, de apoyo a los sectores más frágiles, podamos financiar», este parece ser su pensamiento. Si es así, el Gobierno se equivoca. No en las medidas sociales, asistenciales, de apoyo, no, esas son necesarias y en ellas se acredita un Gobierno socialista; se equivoca si la crisis no le ha dejado clara nuestra inmadurez estructural y que, como consecuencia, caemos a una velocidad muy superior a los demás. Y que esto tiene muy mala pinta. Hace unos días, Zapatero, impresionado por las cifras del paro de octubre, prometió una ofensiva inversora extraordinaria, pero no hemos vuelto a tener noticia de ella. Y seguimos pendientes de Bruselas, de la cumbre de Washington y, ahora, de Obama, en grado excesivo. Los que no culpamos al presidente de todos los problemas de España estamos autorizados a decirle que no debe tener miedo de tomar medidas de emergencia, pero que debería tener miedo a no tomarlas.»