La explosión de un coche bomba colocado por ETA en el aparcamiento del campus de la Universidad de Navarra que provocó heridas leves a 17 personas ha hecho subir la temperatura de Internet. En blogs y redes sociales se informó de la noticia puntualmente con información muchas veces de los propios afectados. La críticas a la banda terrorista y las muestas de apoyo a la UNAV son unánimes, aunque también hay espacio para algunas reflexiones… incluso sobre el periodismo.
Ramón Salaverría, del blog e-periodista y actualmente profesor en la Universidad de Navarra ha reaccionado con un post en el que defiende que no mataran el pensamiento: «Con esta acción despreciable, pretendían hacer daño a una institución y a unas personas que, a diferencia de esa banda de criminales, trabajamos día a día por el progreso de la sociedad navarra. La Universidad es el lugar del pensamiento, del diálogo, de la razón. Quienes trabajamos aquí sabemos que ese es el motivo de que quieran acabar con nosotros, pues representamos valores diametralmente opuestos a los de ETA. Y a mucha honra.
El blogger Eresfea estaba en el edificio de Comunicación de la Universidad de Navarra cuando estalló la bomba y ha contado cómo se vivió todo: «Las opiniones vuelan contradictorias: que desalojamos, que nos quedamos, que me quiero ir a mi casa, que… Les digo que nosotros aguantaremos trabajando en la práctica, como los músicos del Titánic. Que escribiremos hasta morir. Pero la gente no quiere morir, al menos no quiere morir hoy, ¡qué cosas! La mayoría deja el edificio. Poco a poco reconstruimos los acontecimientos. La bomba ha reventado junto al Edificio Central. Un coche bomba. Es el día de los teléfonos móviles. Hoy se agotan las baterías.»
Felix Soria de Impulso se pregunta si será casualidad que el atentado coincida con el divorcio UPN-PP: «el artefacto, según todos los indicios, ha sido colocada por ETA, cuya actividad beneficia una vez más a quienes hacen política con los sentimientos –incluido el odio– y la visceralidad más ramplona. Llegados a este punto, es razonable colegir que ETA está interesada en mantener viva la llama del españolismo más chabacano, pues nada mejor que tener un enemigo claro para reafirmar las propias creencias».
Jose Luis Orihuela, de eCuaderno que también es profesor de la UNAV, fue de los primeros en informar del atentado a través de su cuenta de Twitter donde fue dando detalles de cómo transcurrió la jornada. En su blog ha recopilado enlaces a informaciones de distintos medios y bitacoras.
Nacho de la Fuente, de La huella digital, se hizo eco minuto a minuto de las noticias sobre el atentado y en una reflexión más tranquila cuenta que en Navarra fue donde estudió periodismo y su Universidad le abrió los ojos: «Desde el exilio miles de ex alumnos hemos sentido un golpe en el pecho, tan seco y rotundo como la peor de las ondas expansivas. Pero ya nos hemos levantado y lucharemos por salvaguardar la honorabilidad de una institución universitaria que se reinventa cada día.»
Manuel M. Almeida, de Mangas verdes, aprovecha respuestas como la de Salaverría para defender que lo que nos diferencia de ETA es aportar palabras contra las bombas y razón frente al terror.
Paco Sancho, del blog El rincón de Pacotto, ha recurrido a la ironía: «los valientes licenciados en lobotomía autoaplicada han demostrado con qué aprovechamiento siguieron el curso y los apuntes de su catedrático Millán Astray para hacer prácticas del módulo «¡Abajo la inteligencia! ¡Viva la muerte!». Un diez, un diez sin discusión. En la Universidad de Navarra nos han puesto esta mañana una bomba en las narices, a todos, una bomba que buscaba muertos entre jóvenes estudiantes o veteranos doctores, que lo mismo da cuando se trata de que en Terrorismo Indiscriminado saquen un progresa adecuadamente.»
Ander Izagirre en su blog A topa tolondro opta por responder con una lección de vida: » Los tristes sicarios de la muerte no tienen ni idea de todo esto. No pueden entender nada. Tienen el cerebro podrido de odio y mentiras. Nunca comprenderán los motivos por los que la Universidad se recuperará del golpe y seguirá trabajando, como lo ha hecho tras los seis atentados que ha sufrido. Pronto pasaremos de nuevo por ese aparcamiento en el que han puesto la bomba, por el que hemos pasado mil veces y por el que pasan cientos de estudiantes y profesores todos los días, y seguiremos trabajando por lo mejor de la vida».
ACTUALIZACI?N
Pero el atentado de la Universidad de Navarra ha destapado otro canal como foco de información: las redes sociales, especialmente Tuenti. Responsables de medios como El País o El Mundo se quejaron tras la explosión del poco material que les habían enviado los estudiantes de periodismo desde allí y criticaron la poca participación. Pero esa participación exisitó… aunque no a través de los medios convencionales.
En Tuenti, red social española en la que participa el 65% de los alumnos de la UNAV, se organizó un «recuento de lista» virtual, para comprobar que todos estaban bien. Muchos estudiante colgaron fotos y videos grabados por ellos mismos en este canal. Y hay al menos dos grupos organizados en contra de la banda terrorista «Alumnos de la Universidad de Granada contra la barbarie» y «Tuenti contra ETA», donde se están organizando actos de repulsa.
En Facebook, el atentado también ha generado reacciones aunque a un nivel menor. Lo más destacado ha sido la creación de un grupo de condena abierto al que ya se han suscrito más de 800 personas.
Sergio M. Mahugo, del blog eGaleradas, considera que el atentado ha tenido una victima: el periodismo tradicional. Y critica que en El País, en la noticia de portada «el texto enlazado de uno de los dos únicos links que tenían rezaba así: Envía tu información (fotos y videos) al 7750 con la palabra clave PAIS. Vamos, ¡cómo si estuviéramos hablando de un politono! […] y en las condiciones de uso del servicio: Para enviar las fotos o vídeos a través del teléfono móvil, es necesario enviar un MMS al número 7750, con la palabra clave PAIS. Coste del MMS: 1,20? + IVA»
Juan Varela, de Periodistas 21 se ha hecho eco de este fenómeno y considera que es la prueba de que «aumenta el poder de comunicación de las redes sociales empujadas fundamentalmente porque son parte de la vida cotidiana de los universitarios y tienen un enorme poder emocional. […] Los medios digitales pierden poder de convocatoria , tanto convencionales como ElPaís.com o ElMundo.es, pero también nuevos como Soitu.es, y ya no son el lugar de reunión y comunicación principal de los universitarios».