El hasta ahora coordinador general de Izquierda Unida ha anunciado que dimitirá antes de la próxima Asamblea Federal prevista para los días 15 y 16 de noviembre, para contribuir a la conciliación de los sectores políticos enfrentados en la formación que dirige. La noticia ha provocado muchas reacciones en la blogosfera. Entre los analisis y comentarios que pueden leerse on line hay espacio tanto para críticas como para halagos de todos los bandos, aunque la mayoría cree que IU debe mirar al futuro de forma constructiva.
(Foto: Flickr/Chesi)
Hugo Martinez Abarca, de III Republica, cree que con su dimisión, Llamazares se evita presentar un informe de su gestion que tendría que ser votado y abriría las puertas a las descalificaciones personales. «El gesto, en resumen, seguramente sea poco más que un gesto. Pero puede muy bien ser respondido con otro gesto: no hacer leña del árbol caído. Llamazares pasará a ser un ex-coordinador general de Izquierda Unida, que ha cometido muchos errores, que habrá tenido aciertos y que acumula mucha experiencia. Nada de leña, ni una factura por muchas tentaciones que tenga cada cual desde cualquier posición. No sólo hay que pasar de página: hay que cambiar de libro, con otros escritores (¡y escritoras!). «
Ricardo Royo Villanova comenta en su blog la situación interna de IU de forma más general: «En realidad no creo que la IX asamblea vaya a servir para nada. Hay tres corrientes, grupos o familias, que con sus documentos, se van a enfrentar en noviembre. Una de ellas ganará, pactará con la otra y laminará a la tercera. Una vez acabado este proceso, se laminarán mutuamente, llegarán las elecciones, sacaremos un diputado o ninguno, luego nadie y luego nada. Sin embargo, últimamente, se ha abierto una pequeña rendija en el muro del fondo que deja pasar un leve rayo de luz: la insumisión».
Antonio Gª Conesa, en Ahora o nunca, considera que la noticia escenifica un diagnóstico: en España no hay lugar para un tercer partido nacional. Cree no obstante que Llamazares ha sido víctima del cainismo que su formación arrastra desde los años ochenta:»los comunistas ortodoxos no han perdonado a Llamazares su razonable política de «oposición influyente». ¿Se hubiera evitado el batacazo electoral con posiciones antisistema? Hubiera sido mayor. Llamazares era demasiado moderado y cabal para los radicales del PCE, y demasiado elegante para la izquierda de rastas, conga y hachís». Por eso cree que los moderados de IU pueden ahora acercarse al PSOE.
Oscar Cerezal, considera que Llamazares puso a IU en el espacio sociopolítico adecuado para una opción de esas características en los tiempos que vivimos y acabar con el PCE o los dinosaurios, segun él. El problema es que la coyuntura y el tiempo no le han ayudado. «Los votos, la coyuntura, los medios, los errores, el bipartidismo? no han colaborado. Ahora IU, al borde de la extinción electoral se debate entre la renovación o la vuelta a lo viejo. Supongo que, como suele pasar, ganará la vuelta a lo viejo, a la línea ??dura?, a las esencias. Aunque hay una posibilidad de relevo positivo para Llamazares. Se llama Rosa Aguilar.»
Otros como Ignacio Blanco, en El optimismo de la voluntad, se muestran mucho más críticos con Llamazares al considerar que le ha faltado dignidad, ya que ni dimitió tras el 9M, ni ha esperado a rendir cuentas de su gestión en la Asamblea, sino que ha decidido «escurrir el bulto«: «será recordado como el coordinador que llevó a IU a la ruina electoral más absoluta: un único diputado, él mismo. Me parece injusto, pues no tengo la convicción de que otro en su lugar hubiera cosechado mejor resultado. Para mi, Llamazares será siempre el coordinador que forzó la aplicación de los estatutos para ser reelegido en 2004 y no convocó la siguiente Asamblea a su debido tiempo.»
Para Pepe Contreras, este es el momento de la vuelta de Julio Anguita. «Nunca un líder político ha sacado tan pocos réditos de una sumisión tan clara a los intereses del PSOE. Anguita, pestañeando, tiene más energía que el doctor Llamazares, ése que clamaba por un muñegote en Canal Plus. Anguita proclama la necesidad de trabajar por la III Républica.»
Pedro Mellado cree que pese a todo Llamazares no debe dejar su escaño: «su gestión ha sido nefasta, pero no olvidemos que ha sido refrendada en varias ocasiones por los militantes del partido, y no olvidemos sobretodo que deja la cabeza del partido, no el partido. Yo, que le he criticado hasta la saciedad, siempre lo he hecho de puertas pa??dentro, siempre me he mantenido fiel al partido, y aunque pensaba que él (y su equipo) eran un error, pegué sus carteles y defendí sus propuestas y su candidatura durante la campaña. Por eso, como sigue siendo del partido, no debe renunciar a su escaño.»
En sitios como Meneame, la noticia ha generado comentarios y un debate abierto. Algunos creen que la dimisión debía haber venido antes, que ha sido víctima del bipartidismo y que su mayor error fue no ser más activo para pedir un cambio de la ley electoral. Pero hay quien se queja de que «en los medios, y digo en todos, incluyendo éste, nadie preste atención sobre las iniciativas y comunicados de ese partido salvo cuando las noticias son de discusión/división/renuncia/dimisión.»
En un comentario en el blog III Republica, un usuario asegura que «EL problema nunca fue Llamazares, sino el proyecto nunca expresado de forma abierta y sincera (quiero decir fuera de los corrillos) de mutar IU en una confederación verde-nacionalista. Los de ??IU abiera? son los continuadores de NI, y tienen como referente ICV; en realidad es este grupo verde el que junto al PSOE viene tutelando la destrucción de IU federal.»