Aunque ya pasó la fiebre por las convenciones demócrata y republicana, la red sigue bullendo por todo lo que se refiere a la campaña presidencial estadounidense y la contienda Obama-McCain. Muchos blogs siguen dirigiendo su mirada allí con analisis y valoraciones que van desde las predicciones de juego sucio a las apuestas de los politólogos pasando por la evaluación de la respuesta de los candidatos ante los medios hostiles…
Iñigo Saenz de Ugarte, de Guerra Eterna, recurre a un simil con el baloncesto: «Acabada la temporada regular (las interminables primarias y su periodo posterior), han llegado por fin los play-off a las elecciones norteamericanas. Como en la NBA, todo lo ocurrido hasta ahora importa poco o nada. El que dude ??el que no tenga claro cuál es su estilo, el que no sea implacable al aprovechar las debilidades del rival?? lo pagará caro». Considera que es el momento en que mejor se manejan los republicanos y augura juego sucio.
Lluis Orriols, de la Moqueta Verde, se fija en que, pese a que ahora McCain lidera las encuestas, los politólogos apuestan por Barack Obama. «Sus pronósticos no se basan en encuestas sino en modelos econométricos donde se predice el porcentaje de voto por factores como el crecimiento económico, desempleo, popularidad del candidato o los resultados de las primarias […] los politólogos americanos dan prácticamente un empate técnico entre los dos candidatos, pero todos ellos coinciden en su principal conclusión: Obama será el próximo presidente».
Javier Casal, por su parte, analiza con datos del portal Real Clear Politics las diferentes encuestas difundidas durante los últimos días por los medios norteamericanos y considera que «el duelo Obama-McCain da como triunfador(a) a… Sarah Palin».
Lluis Bassets, de De alfiler a elefante, advierte contra la volatilidad política y los excesos en los pronósticos y en las esperanzas. Cree que Sarah Palin ha trastocado la carrera, igualando a los dos grandes partidos, pero «no se le puede pedir más. Al propio McCain no le interesa una sobreexposición de la Palin, que todavía no ha hecho prueba alguna de su capacidad para lidiar con la opinión pública y con la prensa. Sus flancos débiles son numerosos y poco controlados». Pero Bassets considera que Obama tampoco pasó su prueba de fuego en su entrevista en la Fox.
Paco Sanchez, de Vagon-Bar reflexiona sobre la decisión del equipo de McCain de arremeter contra la prensa. Una estrategia en principio extraña y en contra del manual, pero que puede tener que ver con dos asuntos: «Los republicanos han ganado las elecciones, al menos desde los tiempos de Reagan, siempre con la prensa en contra. Quizá hayan decidido esta vez que no se pierde lo que estaba perdido. Y dos, la prensa y los periodistas, dicen, están por debajo de los quiromasajistas en las encuestas de credibilidad, aunque ligeramente por encima de los políticos.»
Hugo Martínez Abarca, de III Republica, se hace eco de un cruce de artículos entre personas de Izquierda Unida para determinar si Obama representa algo sustancialmente diferente en la política estadounidense o si es más de lo mismo pero con un disfraz diferente. Especialmente tras haber suavizado su mensaje después de las primarias: «¿Quiere esto decir que Obama ha cambiado de ideas en tan sólo unos meses? No, quiere decir que ha cambiado de táctica electoral. Eso es lo único que sabemos de él: qué táctica usa. Y esa táctica puede servirnos como síntoma para el análisis de posibles cambios en la sociedad estadounidense».
ACTUALIZACI?N
Carlos de Vega, de Se alquila Casa Blanca, considera que algo ha cambiado con la irrupción de Sarah Palin y ahora toda la atención, incluso la de Obama, gira entorno a ella. También advierte de los problemas de financiación que pueden acechar al candidato demócrata: «McCain aceptó la financiación pública, Obama no, confíado en que las vacas serían siempre gordas. Ahora el republicano duerme tranquilo con la cartera llena mientras el demócrata tiene que dedicar parte de sus esfuerzos a recaudar sin parar dinero para su campaña.»
Moeh Attitar, de Guerra y Paz, también se fija en el protagonismo de Palin, aunque rmarcando que todos hablan de ella… pero ella no habla. Y se hace eco de que en «la localidad de Wasilla, Alaska, se cargaba el costo del examen forense a las aseguradoras de las víctimas de violación. La alcaldesa, era un tal Palin. La medida iba encaminada a que las victimas ??no fueran una carga para el contribuyente?. Luego Palin subió al cargo de Gobernadora, y allí se encargó de echar para atrás una partida aprobada por su predecesor para hacer frente a los exámenes forenses después de las violaciones.»