…Pónganse ustedes, los actores (a eso han quedado reducidos los políticos), en los zapatos de un ciudadano en paro que lleva siete días escuchando que si Kosovo sí, que si Kosovo no, que si las formas, que si el fondo, que si ahora estamos de acuerdo, que si ahora discrepamos. Y así un día y otro, una hora y otra. Parece una serie de TV atascada, una serie de repetición, una mierda. Si eso ocurre en un asunto en el que están de acuerdo, ¿qué tortura no nos infligirán cuando disientan? [sigue aquí Millás]

 

 

E. Robinson

Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. El Secretario del Tesoro Timothy Geithner es un mecánico, no un revolucionario. En contra de la impresión que da en ocasiones, él sí comprende por qué los excesos dignos del Rey Sol cometidos por Wall Street enfurecen a la gente. Esencialmente, sin embargo, él culpa a los jugadores, no al juego.»Seguimos teniendo un sistema que ha demostrado ser excepcionalmente bueno, mejor que ningún otro, a la hora de poner el capital a disposición del que tiene una idea,» decía Geithner en una entrevista el lunes. Horas antes había dado a conocer su largo tiempo esperado plan para hacer que el crédito volviera a fluir por la economía; tras mi última pregunta, salió a toda prisa de su oficina en el Tesoro con destino a la Casa Blanca para asistir a una reunión con el Presidente Obama y el resto de su equipo económico. Tenían buenas noticias de las que hablar, para variar: al menos inicialmente, los mercados reaccionaron favorablemente a la propuesta de Geithner de contar con el capital privado en la limpieza de activos «tóxicos» que paralizan el sistema.

Los barones de Wall Street tienen todos los motivos para hacer lo que puedan por alentar las posturas de Geithner, puesto que él es el sheriff bondadoso que les separa de la multitud enfurecida que se congrega a las puertas.

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Pero Wall Street parece haberse esforzado por dificultar más la labor de Geithner. Las bonificaciones «por retención» del gigante asegurador AIG -al que el gobierno ha facilitado unos sorprendentes 170.000 millones de dólares en ayudas- dominó la actualidad durante una semana entera. El jueves supimos que Citigroup, el receptor de 45.000 millones de dólares en fondos del rescate, había decidido gastar 10 millones de dólares redecorando su sede ejecutiva. El lunes, ABC News revelaba que JPMorgan Chase tenía planes de gastar 138 millones de dólares en dos aviones privados nuevos y realizar mejoras en su hangar de Westchester, N.Y.; la compañía anunciaba más tarde que no abordará el proyecto hasta haber reembolsado íntegramente sus 25.000 millones de dólares en fondos del rescate.

Geithner observaba que el uso de recursos públicos para rescatar a Wall Street de sus propias apuestas absurdas y decisiones imprudentes realmente comenzó a finales de 2007. ??Hasta después de eso, había gente tomando decisiones notoriamente imprudentes» en torno a las compensaciones corporativas y las gratificaciones, decía Geithner. ??Ello complica nuestro papel bastante.?

Desde Obama hasta abajo, la administración muestra escaso entusiasmo por las tentativas del Congreso de recuperar los 165 millones de dólares en bonificaciones de AIG a través de una legislación fiscal parsimoniosamente redactada. Los ejecutivos de Wall Street han venido farfullando ante la idea de gravaciones retroactivas y quejándose de que si ésta es la forma en que van a ser las cosas, podrían decidir plantarse ante cualquier programa público nuevo. Geithner necesita la participación de Wall Street para que su plan de rescate financiero funcione.

Pero me parece que Wall Street debería ser la menor de sus preocupaciones. El plan de Geithner ofrece al inversor privado la oportunidad de lograr una rentabilidad relativamente elevada por correr los riesgos relativamente pequeños. Parte del riesgo es asumido por el contribuyente. Christina Romer, directora del Consejo de Asesores Económicos, decía a lo largo del fin de semana que estas entidades privadas harán un favor al gobierno participando en el programa. Pero eso es incorrecto. Los inversores participarán porque piensan poder ganar dinero. La única entidad que está haciendo a alguien un favor -léase haciendo a todo el mundo un favor-  es el gobierno de los Estados Unidos.

«No podemos solucionar la crisis financiera sin que el gobierno corra riesgos,» decía Geithner. Un enfoque alternativo en el cual el gobierno se encargaría de todos los activos «tóxicos» lastraría al contribuyente con más riesgos en lugar de menos, defendía.

Pero es poco realista esperar que la ciudadanía, habiendo derrochado más de un billón de dólares en el pozo de Wall Street, se lo tome bien cuando son los gestores del dinero los que de manera arrogante imponen exigencias y condiciones.

Geithner no ha resultado impresionante como intérprete. Habla de manera tan atropellada que es difícil que la audiencia le siga. La cuidada puesta en escena, como su adornada oficina, parece engullirle.

?l tiene una visión, no obstante. Eventualmente ve un sistema financiero reformado en el que los mamotretos «demasiado grandes para quebrar» como AIG o Citigroup están obligados a dirigir sus negocios de una manera más conservadora. Concibe mejor regulación y más transparencia, de manera que los fondos de cobertura no sean opacos y los mercados de productos financieros derivados no funcionen sin supervisión hasta provocar el desastre.

La meta que describe Geithner suena a sistema mejorado pero no a sistema fundamentalmente distinto del que tenemos ahora. Si el populismo renace en el país, no va más allá del despacho de Geithner. Wall Street debería brindar en honor del caballero -pero con cerveza, no con champán.

 Eugene Robinson

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OPINION

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To a stirred up river the profit of a fisherman. The old axiom returns. This crisis may bring great negativities, but once again reality proves us that fastest businessmen will be greatly be benefited.

Iñaki Gabilondo, a well known Spanish journalist, described it this week: ??The key is the impassiveness and indifference. Society is sweeten by prosperity and is paralyzed by the fear of the shadows that are seen in the horizon. They are without a pulse. The great global economical crisis that in the first minutes indicated a certain light debate of models, has permitted us to prove this social narcotization. They have not clarified responsibilities. It is as if marcians had attacked us.

Across the entire world satisfied and unpunished individuals walk around after bringing us into an economical disaster. And we are looking for ways to get out of the same conduct who brought us into a great calamity. A few cosmetic touch-ups and out to play again?and with the same players.

The great sharks can not give credit to good luck. They are were they were before and they will still depredate in the same waters, now just limited by a few marked off zones.?

Without a doubt their will be very legit fortunes and fortunate. And this has no reason to have negative connotations. However, in a few years it will be interesting to check the list of those who were able to benefit from this situation and it wouldn??t be so bad to ask ourselves why?

Les Echos, Le Figaro, The Wall Street Journal and even the International Herald Tribune, during this last few days published articles about Zara, the Spanish fashion company, one of the few who are improving their previsions in times of crisis. Gilles Senges in Les Echos, for example, affirms: ??Zara is close to taking away Gap??s number one title,? and Cecile Rohwedder, who also compares it to Gap, in the Wall Street Journal, adds: ??Sales of the Spanish??s company Zara grows 10% in full recession.?

Uno de los aspectos más polémicos de la reforma de la Ley de Extranjería que ha presentado el Gobierno, es la amenaza de multar hasta con 10.000 euros a quien dé cobijo o acoja a un inmigrante ilegal. Esta medida ha sublevado a ONG´s y asociaciones religiosas que asisten a los sin papeles y también a artistas, juristas, medicos, profesores y ciudadanos que han creado la plataforma «Salvemos la hospitalidad». Han recogido 6.000 firmas de personas que se «autoinculpan» de este delito, lo defienden como un deber ético y piden que se cambie esta ley.

Inmigrantes llegados en cayuco
(Foto: Flickr/Hoyonline)

Las firmas han sido presentadas en el Congreso de los Diputados. Entre los impulsores de esta plataforma están el catedrático de Derecho Julián Carlos Ríos, los sacerdotes José Luis Segovia, Daniel Izuzquiza, Javier Baeza, el juez Ramón Saez Valcárcel, el actor Guillermo Toledo o el fiscal Félix Pantoja.

«El Gobierno ha salido públicamente diciendo que no quiere criminalizar entidades ni particulares de buena fe. Que el artículo está pensado para esos extranjeros que invitan a sus familias y, una vez pasados los tres meses del visado de turista, acogen en su hogar a los nuevos ‘sin papeles’… Pues bien, esto es inconcebible. No sólo quieren romper con la hospitalidad sino también con la familiaridad. Pretenden que un hermano eche a otro hermano de casa o lo denuncie», protesta Segovia.

Fue el propio Pinochet quien alimentó el oscurantismo y el misterio en torno a la muerte de Salvador Allende. ¿Suicidio o asesinato? Esa pregunta lleva décadas suscitando debate. En 1990 cuando llega la democracia a Chile, el presidente Patrico Alwyn quiso desvelar la verdad y ordenó una exhumación secreta del cadaver de Allende, aunque luego nada se supo del resultado. Jose Antonio Guardiola de TVE explica como ha conseguido las imágenes y el permiso para que las emita «En Portada» casi 20 años después.

Video de la exhumacion de Allende

Entre quienes examinaron los restos del presidente derrocado estaban el médico Arturo Jirón y el cámara Pablo Salas, responsable de las imágenes. Ambos son protagonistas del reportaje. El primero que fue amigo personal de Allende certifica que los restos son los suyos y la muerte, un suicidio. El reportero por su parte ha sido el custodio de la grabación, negándose hasta este 2009 a mostrárlas publicamente.

Jorge Ferrer publica un interesante artículo en El Nuevo Herald titulado: ??Creer en España? en el que se refiere a España y la crisis diplomática desencadenada con el anuncio español de que se retiraría de Kosovo. Según el articulista, «el gobierno ha vuelto a preferir el exabrupto a la negociación, el portazo a la consulta, el desplante a la cortesía, la estampida al cumplimiento del compromiso»:

??Como si estuviera empeñado en convertirse en un enfant terrible de la política atlántica,[…] Ha vuelto a hacerlo, sí, como cuando ordenó el regreso de los efectivos españoles destacados en Irak, atento entonces al clamor de sus votantes en contra de la intervención en ese país, razón que estimó suficiente para desatender los compromisos que España había contraído con los aliados -significativamente, con los Estados Unidos?.

??Víctima de un incurable pacifismo que no afecta, por cierto, a los pingües beneficios que le reporta la venta de armas a las empresas españolas, el ejecutivo español ha quebrado nuevamente la confianza que los aliados de la OTAN y, en especial, los Estados Unidos puedan concederle. Lo malo es que, visto lo visto una y otra vez, creerle a Zapatero o sus ministros se va convirtiendo en un acto de fe apenas apto para los amantes del suspense, la intriga o el misterio?. [leer aquí completo]

Se llamaba en realidad Julius Henry Marx, pero ha pasado a la historia del cine y el humor por su apodo «Groucho«. Falleció en 1977, cuando contaba con 87 años y casi totalmente alejado del mundo del espectáculo. Pero en 1973 aceptó salir de su retiro para acudir al programa de uno de los humoristas más famosos del momento en EEUU: Bill Cosby. En Youtube, puede verse la genial entrevista y batalla de ingenio que mantuvieron.

Imagen de previsualización de YouTube

En un momento dado Cosby le pregunta a Groucho: «Tu has conocido a todos los grandes nombres del humor, ¿donde me colocarías a mi?». Contestación: «Justo detrás de Nixon».  Y ante la cuestión «¿Crees en la vida después de la muerte?» Groucho respondión: «Bueno he tenido serias dudas con respecto a la vida antes de la muerte. Creo en la muerte durante la vida. Yo y todo el que esté viendo este programa.» (Fuente: Meneame)

Imagen de previsualización de YouTube

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «La clave es la impavidez, tener mucha cara, no inmutarse. La sociedad está amorcillada por la prosperidad y está paralizada por el miedo a las sombras que se ven en el horizonte. Y está sin pulso. La gran crisis económica mundial que en los primeros minutos amagó un leve debate sobre modelos, nos ha permitido comprobar esta narcotización social. No se han depurado responsabilidades. Es como si nos hubieran atacado los marcianos.

Por todo el mundo se pasean orondos e impunes los que nos llevaron al desastre económico. Y se están buscando vías de salida por los mismos conductos que nos llevaron a la hecatombe. Unos cuantos retoques cosméticos y a jugar … y con los mismos jugadores.

Los grandes tiburones no pueden dar crédito a su buena suerte.  Siguen donde estaban y van a poder depredar en las mismas aguas apenas limitadas por un par de zonas acotadas.

El liberalismo descarnado ya hace ejercicios de calentamiento a la banda. Abandonó un ratito el campo para ser sustituido por el Estado pero nadie le discute su titularidad aunque su juego se haya revelado nefasto para el equipo.  En fin, también es cierto que ninguna persona se está ocultando abochornada por lo que hizo: la sociedad ya no tiene uñas se le ha olvidado gritar.

Así que vivimos en el paraíso de los descarados, de los  sinvergüenzas, sin vergüenza, y de la gran impunidad. Hay que quedarse quieto como Don Tancredo y esperar a que pase el toro.

Y lo que vale para Wall Street o los grandes saqueadores internacionales  lo vemos igualmente en casa y el ejemplo superlativo es Federico Trillo. Vean: a la misma hora en la que en la Audiencia Nacional los familiares de las víctimas del Yak-42 desgranaban un relato terrible de engaños de entierros e incineraciones equivocadas, él, Trillo, estaba en el Congreso, ¿y que estaba haciendo? Estaba exigiendo al nuevo Ministro de Justicia, claridad, precisión y datos que además adornaba con los versos de León Felipe. Decía: «no me cuente cuentos, me han dormido con todos los cuentos. Llámese todos los cuentos» Eso decía, en serio. Trillo o la desfachatez. Trillo paradigma del hombre de hoy…

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

A río revuelto ganancia de pescadores. El viejo axioma regresa. Esta crisis podrá traer cosas enórmemente negativas, pero de nuevo la realidad nos demuestra que los más rápidos van a salir bien beneficiados. Eso no tiene por qué tener connotaciones negativas. Sin embargo, dentro de unos años será curioso revisar la lista de quienes consiguieron sacar beneficio de esta situación y no estaría mal preguntarse el por qué.

Les Echos, Le Figaro, The Wall Street Journal e incluso el International Herald Tribune, publican artículos sobre Zara. Gilles Sengès en Les Echos, por ejemplo, afirma: ??La española Zara a punto de arrebatar a Gap el título de número uno «, y Cecilie Rohwedder, que también lo equipara con Gap, en The Wall Street Journal, añade: ??Las ventas de la empresa matriz de Zara aumentan un 10% en plena recesión?. Y la explicación de Cecilie Rohwedder es :

??Desafiando a la recesión con Zara, su cadena de tiendas de ropa chic y barata, la empresa de venta al por menor Inditex SA registró un fuerte aumento en sus ventas. La mejora en sus resultados pone de manifiesto que la fórmula de Zara, precios constantemente bajos combinados con ropa de moda y la logística más rápida de la industria, sigue teniendo éxito en plena crisis económica. Mientras que las cadenas de moda de EE.UU., Europa y Asia se encuentran en apuros y cierran sus tiendas, Inditex ha registrado un aumento del 10% en sus ventas, incrementando su margen bruto, que ya supera al de gran parte de sus rivales. Inditex tiene por delante varios desafíos. […] A corto plazo, deberá superar la incertidumbre sobre cuán larga y profunda será la crisis económica en España y Europa Occidental, que juntas representan el 79% de sus ventas?.

 Defying the recession with its cheap-and-chic Zara clothing chain, Spanish retailer Inditex SA posted strong sales gains that show how low prices and a rapid response to fashion trends are enabling it to challenge Gap Inc. for top ranking among global clothing vendors .[…] While apparel chains in the U.S., Europe and Asia are struggling and closing stores, Inditex reported a 10% sales gain and higher gross margin, which already exceeds many rivals.

[…] In the short term, Inditex must still weather the uncertainty over how long and how deep the economic slowdown will be in Spain and Western Europe, which together make up 79% of its sales. [more]

 

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen-Washington. Aún es pronto, no consumidos ni tan siquiera las dos terceras partes de los cacareados 100 días, y todos somos advertidos de no hacer juicios o predicciones calamitosas. Pero ya se ha hecho bastante como para que, sin temor a que la historia me ridiculice algún día, pueda afirmar que Nancy Pelosi [presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos] va por un camino realmente prometedor. El presidente, desgraciadamente, es harina de otro costal.La historia de dos figuras políticas quedaba escrita un día de la semana pasada en el que Pelosi bajó al estrado de la Cámara y lanzó la propuesta de ley encaminada a gravar fiscalmente con saña a los malos de AIG que recibieron grandes bonificaciones. Utilizar el código fiscal para imponer un castigo por motivos políticos es a la vez muy mala política y muy mala norma -¿por qué no meter a los propietarios de armerías y a los de las tabacaleras en la horquilla fiscal de los que más impuestos pagan?- pero atravesó la rama del gobierno que preside Pelosi como una exhalación sin ninguna audiencia y pocas palabras desalentadoras, y sólo la más benigna de las sugerencias por parte del presidente de que la ley era en realidad una idea muy estúpida.

La presión para aprobar la legislación fue considerable. En apenas un día, Charlie Rangel, presidente del Comité de Financiación de la Cámara pasó de oponerse a la idea, a presentar la misma propuesta de ley que con anterioridad había denunciado. Rangel tenía preparadas todas las sentencias comunes -cosas sobre sueños rotos y ejecutivos avaros, lo cual se aproxima bastante a la verdad- pero acertó al decir primero que el código fiscal no se debe utilizar como «arma política. ???? Con tamaño cambio de postura, es un milagro que no saliera lesionado.

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En cuanto a Obama, más o menos al mismo tiempo que esta legislación extremadamente mal considerada atravesaba el Congreso a toda marcha y Pelosi se despachaba a gusto en televisión, el templado presidente acudía al programa de Jay Leno. Su comparecencia pública era histórica, se nos dijo solemnemente, pero también resultó ser útil para sacarle de la ciudad. El Congreso se está convirtiendo rápidamente en el activo más tóxico de Washington, donde la mayoría Demócrata amenazaba con enviarle una desagradable legislación que podría ser muy difícil de vetar. Con amigos así?

En los primeros días de la administración, la Casa Blanca autorizó al Congreso a redactar la ley de estímulo de 787.000 millones de dólares. Ya fue bastante malo que el candidato que prometía cambio no tuviera otra elección que apuntalar a parte de las instituciones más vilipendiadas o más anticuadas del país -instituciones financieras, fabricantes automovilísticos, etc.- pero peor es que en la ley llegara rebosante de gastos adicionales. Eso permitió que los Republicano se hicieran pasar por veteranos y apasionados detractores del gasto de tintes políticos, dando lugar a una nociva nube de hipocresía que se trasladó a la deriva del Congreso a la Casa Blanca. No era éste el aire fresco del cambio, sino el aire viciado del retorno a la normalidad.

Algo parecido sucedía con la ley de gasto multidisciplinar de 410.000 millones de dólares. Las partidas económicas eran autorizadas. ?sta no era ley del presidente puesto que se originó bajo la administración anterior, pero Obama no ofreció resistencia a las partidas ni pareció enfurecerse por ellas y en la práctica las declaró agua pasada. La presidenta, como es costumbre, se salió con la suya y, una vez más, el cambio quedó aparcado en algún paraje, esperando el momento oportuno para volver a Washington. Ya se hace tarde.

El presidente se está desplomando en las encuestas. El mes pasado tenía un índice de popularidad del 64%. Este mes era del 59%, pero añadiendo más leña al fuego, el astuto Charlie Cook, del National Journal, observaba que los independientes políticos se están decantando por los Republicanos. Algo de esto estaba destinado a suceder, pero parte es consecuencia de que Obama permanezca sin diferenciarse, más definido por aliados como Pelosi que por detractores como el Partido Republicano.

En política exterior, en donde el presidente es el rey, Obama ha sido un agente de cambio. Pero en temas nacionales, la imagen de Obama se ha visto mermada. Sigue siendo más popular que verosímil. ¿Dónde traza la línea? En delitos fiscales no, está claro, y en las partidas tampoco, claramente, y tampoco en una verdadera reforma educativa, la cual defiende pero ha hecho poco por poner en práctica. A veces dice estar enfadado, como con las bonificaciones de AIG, pero es una imagen paternal diseñada para convencer a los niños y no una emoción genuina. Obama evita a toda costa la política de símbolos.

Este no es el caso de Pelosi. Es una presidenta de la Cámara muy firme, al mismo tiempo ideóloga y pragmática, que disfruta de sus privilegios y protege su territorio -más al estilo de Newt Gingrich que de los anteriores presidentes Demócratas de la Cámara- pero su mensaje no es en absoluto el del cambio. Aún es pronto, pero ella ya ha dejado su huella en el gobierno -y por el camino, por toda la imagen de Obama.

Richard Cohen

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