Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «nos queda una imagen para la historia. Desde el primer crimen de la banda, nunca se había despedido a un Guardia Civil con toda la solemnidad institucional. Ha ocurrido hoy, cuarenta años depués. Hemos necesitado pues cuatro décadas para entender lo fundamental. Esperemos que no lo olvidemos muy pronto.»

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Un reportaje de la TV pública de Canada, la Canadian Broadcasting Corporation, nos muestra el impacto de las drogas sobre las tropas nacionales afganas. Soldados que fuman marihuana, incluso poco antes de entrar en combate,  y que aseguran sentirse relajados gracias a ellas. Las cámaras graban, incluso, a uno de ellos entrando tranquilamente de lleno en la línea de fuego de un tiroteo. Una bala le golpea en el arma, aunque consigue escapar sano, salvo… y muerto de risa.

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La droga en Afganistán es algo más que un problema de salud pública, sobre todo porque se trata del proveedor del 75% del opio que se cultiva en el planeta. Y ultimamente la cosecha ha batido su propio record y amenaza con inundar de heroina el mercado occidental. Segun un informe del Real Instituto Elcano, este es un asunto que tiene capacidad para desestabilizar la viabilidad política de todo el país.

Y las cosas con las llamadas drogas blandas, tampoco están del todo controladas. Al hilo del video de los soldados colococados, el blog Danger Room recuerda también otro «incidente» de 2006 que envolvió a algunos de los mismos protagonistas, tropas canadienses, Afganistán… y la marihuana. Una unidad se encontró con una plantación salvaje de esta droga que parecía un bosque con plantas de 3 metros de altura.

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Los firmantes de este comunicado somos los cuatro periodistas españoles que testificamos en su día ante la Audiencia Nacional en la causa abierta por la muerte de José Couso. Los cuatro nos encontrábamos en el Hotel Palestina de Bagdad el 8 de abril de 2003, en el momento en que un proyectil disparado desde un carro de combate del ejército de los Estados Unidos acabó con la vida de Couso y del cámara de la agencia Reuters, Taras Protsyuk. Dejando claro el máximo respeto que nos merece la Audiencia Nacional, nos vemos obligados a emitir este comunicado por la utilización, a nuestro juicio, profundamente inexacta que el Tribunal ha hecho de nuestras declaraciones.

1.- Creemos que es inaceptable que el Tribunal haya utilizado de forma parcial y descontextualizada nuestras declaraciones para justificar la exculpación de los tres militares estadounidenses. De la misma manera, no entendemos por qué sin embargo se ha hecho caso omiso al grueso de nuestras declaraciones.

2.- Lo que declaramos en su día ante la Audiencia Nacional coincide plenamente con el testimonio del resto de las decenas de periodistas que se encontraban en el Hotel Palestina el día de los hechos..

2.1. El Hotel Palestina era el centro internacional de prensa en el que nos encontrábamos todos los corresponsales extranjeros que cubríamos la guerra desde el frente iraquí. Una circunstancia que conocían perfectamente los mandos del ejército de los Estados Unidos.

2.2. En el Hotel Palestina no había francotiradores, combatientes armados ni ningún otro tipo de amenaza para las tropas norteamericanas que ese día estaban procediendo a la ocupación de Bagdad.

2.3. En el Hotel Palestina sólo había funcionarios civiles y por tanto no armados del Ministerio de Información Iraquí que controlaban el funcionamiento del centro internacional de prensa

2.4. El 8 de abril de 2003 decenas de periodistas con nuestras cámaras de televisión nos encontrábamos ??a cara descubierta?? en los balcones del Hotel Palestina grabando las imágenes de los carros de combate norteamericanos que se encontraban encima de uno de los puentes sobre el río Tigris. Estuvimos varias horas grabando a esos carros de combate entre los que se encontraba el que finalmente disparó contra nuestro hotel. Igual que nosotros vimos y registramos sus movimientos durante horas, los ocupantes de dichos carros de combate estuvieron también durante horas observando como decenas de periodistas con sus cámaras trabajábamos en los balcones del hotel.

3.- Con estos datos, en nuestra humilde opinión y reiterando nuestro respeto por la decisión de la Audiencia Nacional creemos que:

3.1. Es insostenible la tesis de que los máximos responsables del Ejército de los Estados Unidos no sabían que el Hotel Palestina era el lugar en el que se encontraba toda la prensa internacional. Un lugar, por tanto, protegido por las convenciones internacionales.

3.2. Es insostenible la tesis de que los militares que se encontraban en el carro de combate norteamericano que disparó contra el Hotel, no supieran que estaban atacando un edificio en el que se encontraban trabajando decenas de periodistas.

3.3. Es necesario que siga adelante la investigación judicial para saber cuáles fueron los motivos que llevaron a atacar el Hotel Palestina y a depurar, en su caso, las responsabilidades penales derivadas de tan execrable acto.

Madrid, 14 de mayo de 2008
Jon Sistiaga, Olga Rodríguez, Jesús Quiñonero y Carlos Hernández

-Mamá, tengo que estar aquí porque necesito decirle a la gente lo que pasa y lo que ocurre, porque mamá, van a entrar a saco…

José Couso, antes de morir en Irak.

Esta es una profesión muy noble, la mayor parte de las veces, cuando son nobles quienes la ejercen. En Israel, Cuba, Ruanda, Afganistan, Irak, Venezuela, el Pais Vasco o Birmania, los periodistas no pueden trabajar con libertad porque hay quien sabe que taparle los ojos al periodismo es tapárselos a la justicia, tapárselos a los que no tienen voz; Saben que callar un periódico, intimidar a un blogger, cegar una televisión o amordazar a un corresponsal es herir lo que nos hace libres.

José Couso murió a manos de militares norteamericanos y no fue la única víctima. En apenas hora y media, los militares atacaron las tres sedes periodísticas situadas en la ciudad: Aljazeera tv, AbuDhabi tv, y el Palestina. Su cámara grabó el criminal disparo. Lo grabó a él, pero pudo haber retratado cualquier otro crimen, de tantos que padece Irak.

España ha estado, varias veces, cerca de convertirse en referente mundial contra la impunidad pero siempre lo ha impedido una mano invisible, aunque oscura, una sensación no jurídica que insinúa su presencia y da calidez a los asesinos.

 La mirada pequeña de la fiscalía nos aleja del camino iniciado y sus efectos tienen consecuencias atroces: hieren a la familia Couso, que solo pide justicia, pero dejan ciego al periodismo y nos deja un poco ciegos a todos.
 

 

-¿Usted para quien trabaja, para los Demócratas o para los Republicanos ? – preguntó Juanra, de Caiga Quien Caiga, a un militar, de EEUU, del Pentágono.

-Yo trabajo para ambos, -contestó.

Cuando tenía 21 años y aun era estudiante de la Universidad de Nueva York el famoso director realizó un cortometraje de 9 minutos llamado ??What??s a Nice Girl Like You Doing in a Place Like This??. No está claro si fue el primer o segundo corto de Martin Scorsese, pero según algunos bloggers como Julian Gallo, ya puede verse en él, el gen característico del director.

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Monólogos en off ilustrados siempre con imágenes sorprendentes, la cámara avanzando hacia el protagonista, los ángulos inesperados y los detalles recortados de todo contexto… todos estos recursos habituales en las películas de Scorsese ya aparecen en este corto.

El periódico francés Le Figaro publica un artículo sobre nuestro país en el que afirma que algunos padres de alumnos musulmanes han reclamado clases para sus hijos acorde a «su confesión?. Lo hacen, dice Le Figaro, basándose en la ley de 1992 «que garantiza cierta igualdad de trato entre las diferentes religiones»:

??España, que en los últimos diez años ha conocido una aumento espectacular de su inmigración, es hoy en día el cuarto país de la Unión Europea con la comunidad musulmana más importante. En diez años, el número de fieles ha pasado de 500.000 a millón y medio de los que casi 50.000 son conversos?.

??El ejecutivo socialista ha guardado silencio sobre una de las grandes reivindicaciones de la comunidad islámica: la posibilidad de que los contribuyentes musulmanes destinen el 0,7% de sus impuestos sobre la renta al Consejo Islámico español, al igual que lo hacen numerosos católicos con la Iglesia?.

??Para su segundo mandato, el socialista José Luis Zapatero desea continuar con las reformas sociales. Una de ellas atañe a la ley de libertades religiosas que data de 1992. La comunidad islámica española se ha felicitado por la reforma aunque también confiesa temer la laicización entre el Estado y las comunidades religiosas?.

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Es necesario indignarse una vez más, aunque estemos ya cansados de indignarnos. Y es necesario precisar una vez más la naturaleza de esa indignación, aunque las palabras estén gastadas y parezcan vacías. Indignarse contra ETA, naturalmente, pero hacerlo al mismo tiempo con las decenas de miles de vascos que les apoyan. Curioso grupo humano éste. Vive en el corazón de la Europa próspera, amparado por las normas legales más avanzadas que el hombre haya inventado; pertenece a una comunidad con instituciones y símbolos propios y con un régimen económico exclusivo; cuenta con una excelente red de servicios sociales y opera en la vanguardia industrial y tecnológica; dispone de sus propios medios de comunicación y educa a sus hijos en su lengua vernácula…

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Quiere más, por supuesto, tiene derecho a querer más. Lo que le convierte en grupo humano extravagante, anacrónico y ridículo. No es que quiera más, sino que haya llegado a creerse una víctima y que se comporte, hable, clame como representante de un país perseguido. Sus cachorros más jóvenes incluso visten como ven que visten en las tierras desesperadas por la injusticia, hacen el gamberro, se sueñan en la Intifada y deliran que están en Gaza. Así se dan importancia y luego se van de vinos y, después? ¡a cenar! ¡Qué manera de ofender a los pueblos oprimidos de verdad! Y pensar que esta monumental pedantería les lleva a asesinar? Es tan grotesco que crean estar viviendo una situación política límite, de vida o muerte. Lo urgente en Euskadi no es el derecho a decidir, es decidir que esta vergüenza debe terminar.

Para concluir, dos notas. Hoy, por fin, el Parlamento ha estado unido, todos juntos, también el PP. Lo malo es que no sabemos si en el PP están todos juntos. Segunda nota: ¿cómo es posible que María San Gil, símbolo de la lucha antiterrorista, haya convocado a los periodistas en un día como hoy para hablar de sus problemas en el partido? ¿Se imaginan que hubiera dicho si la convoca otro? Patxi López, por ejemplo, u Odón Elorza. ¿Le ha parecido bien a Mayor Oreja?.»

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Los cuatro periodistas españoles que acompañaban a José Couso cuando murió a manos del ejército de EEUU, han emitido un comunicado denunciando la «forma parcial y descontextualizada» que se ha hecho de sus declaraciones para no culpar a los militares norteamericanos. Los periodistas contestan así a la  Audiencia Nacional que decidió ayer archivar la causa y revocar la decisión del juez Santiago Pedraz de procesar a los tres militares estadounidenses.

Los firmantes de este comunicado somos los cuatro periodistas españoles que testificamos en su día ante la Audiencia Nacional en la causa abierta por la muerte de José Couso. Los cuatro nos encontrábamos en el Hotel Palestina de Bagdad el 8 de abril de 2003, en el momento en que un proyectil disparado desde un carro de combate del ejército de los Estados Unidos acabó con la vida de Couso y del cámara de la agencia Reuters, Taras Protsyuk. Dejando claro el máximo respeto que nos merece la Audiencia Nacional, nos vemos obligados a emitir este comunicado por la utilización, a nuestro juicio, profundamente inexacta que el Tribunal ha hecho de nuestras declaraciones.

1.- Creemos que es inaceptable que el Tribunal haya utilizado de forma parcial y descontextualizada nuestras declaraciones para justificar la exculpación de los tres militares estadounidenses. De la misma manera, no entendemos por qué sin embargo se ha hecho caso omiso al grueso de nuestras declaraciones.

2.- Lo que declaramos en su día ante la Audiencia Nacional coincide plenamente con el testimonio del resto de las decenas de periodistas que se encontraban en el Hotel Palestina el día de los hechos..

2.1. El Hotel Palestina era el centro internacional de prensa en el que nos encontrábamos todos los corresponsales extranjeros que cubríamos la guerra desde el frente iraquí. Una circunstancia que conocían perfectamente los mandos del ejército de los Estados Unidos.

2.2. En el Hotel Palestina no había francotiradores, combatientes armados ni ningún otro tipo de amenaza para las tropas norteamericanas que ese día estaban procediendo a la ocupación de Bagdad.

2.3. En el Hotel Palestina sólo había funcionarios civiles y por tanto no armados del Ministerio de Información Iraquí que controlaban el funcionamiento del centro internacional de prensa

2.4. El 8 de abril de 2003 decenas de periodistas con nuestras cámaras de televisión nos encontrábamos ??a cara descubierta?? en los balcones del Hotel Palestina grabando las imágenes de los carros de combate norteamericanos que se encontraban encima de uno de los puentes sobre el río Tigris. Estuvimos varias horas grabando a esos carros de combate entre los que se encontraba el que finalmente disparó contra nuestro hotel. Igual que nosotros vimos y registramos sus movimientos durante horas, los ocupantes de dichos carros de combate estuvieron también durante horas observando como decenas de periodistas con sus cámaras trabajábamos en los balcones del hotel.

3.- Con estos datos, en nuestra humilde opinión y reiterando nuestro respeto por la decisión de la Audiencia Nacional creemos que:

3.1. Es insostenible la tesis de que los máximos responsables del Ejército de los Estados Unidos no sabían que el Hotel Palestina era el lugar en el que se encontraba toda la prensa internacional. Un lugar, por tanto, protegido por las convenciones internacionales.

3.2. Es insostenible la tesis de que los militares que se encontraban en el carro de combate norteamericano que disparó contra el Hotel, no supieran que estaban atacando un edificio en el que se encontraban trabajando decenas de periodistas.

3.3. Es necesario que siga adelante la investigación judicial para saber cuáles fueron los motivos que llevaron a atacar el Hotel Palestina y a depurar, en su caso, las responsabilidades penales derivadas de tan execrable acto.

Madrid, 14 de mayo de 2008
Jon Sistiaga, Olga Rodríguez, Jesús Quiñonero y Carlos Hernández

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