[actualización 26-4-2008: liberados con éxito los rehenes del Playa de Bakio]
En términos periodísticos, esta es sin duda una de las noticias más interesantes de los últimos tiempos. El secuestro del pesquero español es una de las crisis militares y de política exterior más importantes de la etapa de Zapatero. Sin embargo, el tema, cuenta con una limitada presencia en los medios españoles ¿por qué?
El apagón informativo tiene razones. Una filtración podría poner en peligro la vida de los rehenes y la operación militar, sí, pero además la forma en que se resuelva este acontecimiento va a escenificar internacionalmente la política exterior y de defensa del presidente del gobierno. El mundo nos observa.
El precedente francés nos enseñó que los piratas fueron detenidos apenas pusieron un pie en tierra. La lección no solamente la aprendimos nosotros; también los piratas. ¿Que ocurriría si los secuestradores decidieran deshacerse de los rehenes en tierra, en lugar de huir del barco? ¿Puede España activar una acción similar a la francesa en territorio extranjero para detener a los secuestradores o, incluso, para tratar de liberar a sus rehenes?
Históricamente, Francia, ha tenido un importante protagonismo en la zona estableciendo protectorados y sedes. Por tanto, dejando al márgen la manera en que los franceses entienden su política exterior, lo cierto es que Francia está mucho más legitimada que nosotros para actuar militarmente allí. Por otra parte, Zapatero ha ofrecido al mundo una pólítica exterior basada en la cooperación internacional y en el peritaje de las Naciones Unidas ¿está en riesgo esa formulación?
Todos los gobiernos pagarían el rescate, ¿será el español la excepción?. La tesis del pago cobra fuerza desde el momento en que se decide el envío de un experto negociador, en crisis similares, acompañado de varios Geos.
Los militares, por su parte, no están quietos. Este es uno de los escenarios más delicados a los que se podía enfrentar Carme Chacón en su recien estrenado cargo. Defensa trata de mantener trazada la posición del barco con exactitud. Nada sería más nefasto que perder al pesquero en aguas en las que los piratas se mueven con soltura. De ahí la presencia de varios aviones equipados para el control, ¿pero está preparando también un escenario de intervención terrestre? ¿es un simple control táctico desde la distancia?
No son preguntas sencillas y podrían tardar en obtener respuesta. Los analistas temen que los piratas traten de dilatar el proceso de negociación porque saben que el paso del tiempo juega en contra de los gobiernos occidentales y porque son muy conscientes de que hoy, en occidente, la vida es un poderoso rehén. La cuestión es ¿debe el periodismo ser un rehén de unos y de otros?