En Irak está a punto de expirar el plazo de la tregua mantenida durante seis meses por el Ejército del Mahdi, liderado por el clérigo chií Muqtada Al Sáder.
En el plano político la agrupación liderada por Al Sáder apoyó el ascenso al poder del primer ministro chií Nuri Al Maliki en 2006 pero decidió retirar su respaldo al Gobierno en abril de 2007, después de que Maliki se negara a establecer un calendario para la retirada del Ejército estadounidense de Irak.
En el plano militar las milicias de Al Sáder han sido protagonistas de dos grandes alzamientos contra las tropas norteamericanas, así como de numerosos actos de violencia en todo el país. El Ejército del Mahdi ha sido temido por muchos y al menos una facción del mismo ha sido responsable de asesinatos sectarios contra suníes. Estados Unidos ha atribuido el descenso de la violencia en Irak, entre otras cosas, a la tregua impuesta por Al Sáder.
Ahora el clérigo chií tiene al país pendiente del futuro de dicha tregua.
Ayer uno de los portavoces del Ejército del Mahdi indicaba lo siguiente: «Todo es posible en los próximos cinco días. Al Sáder puede emitir un comunicado anunciando un nuevo periodo de tregua. Pero si Al Sáder no ve necesidad de hacer declaración alguna, su silencio será suficiente para que la tregua se dé por acabada».
Esta advertencia es un claro mensaje a las tropas de ocupación y a las fuerzas de seguridad del Gobierno iraquí para que cedan a la principal demanda de los líderes del Mahdi, quienes exigen que se ponga fin a los arrestos de sus seguidores y milicianos.
Varios portavoces del Ejército del Mahdi han expresado su malestar ante estas detenciones, realizadas durante el periodo de tregua, y han indicado que sería necesario el regreso a las armas al menos en algunas partes del país, donde ellos consideran que las autoridades llevan a cabo una campaña contra sus hombres.
También en las últimas semanas se han registrado acciones armadas que han sido atribuidas a grupos «subersivos» del Ejército del Mahdi. Se trataría de pequeños «avisos» de los sectores que no desean una prórroga de la tregua y que acusan a las fuerzas de seguridad de haber aprovechado el cese del fuego para detener a numerosos seguidores de Al Sáder, sobre todo en el sur del país, donde varias facciones chiíes luchan por el poder y por el control de la producción del petróleo.
Pero a pesar de las advertencias hoy se ha sabido que el líder chií ha entregado una declaración escrita a varios clérigos para que éstos la lean mañana viernes, día de oración, en las mezquitas seguidoras de Al Sáder. «Al Sáder ha distribuido a los imanes de las mezquitas sobres sellados para que los abran mañana. No pueden ser abiertos antes de mañana», ha señalado un portavoz del Ejército del Mahdi.
Algunos hombres cercanos a Al Sáder afirman que la tregua se prolongará. La existencia de una declaración del clérigo en sobres sellados y por lo tanto la ausencia de silencio apuntan a ello.