La semana pasada se aprobó la ley que obliga a las compañías de telefonía movil a guardar los datos para investigaciones criminales. En la práctica se persigue acabar con el anonimato de los móviles, ya que se obliga a 20 millones de clientes de tarjetas prepago a identificarse o arriesgarse a perder su número. Pero en Internet, además de criticar este recorte del derecho a la intimidad, denuncian que se trata de una medida muy poco eficaz en su anunciada lucha contra la impunidad de la Red.
Los argumentos para aprobar esta ley son los de siempre… «pensada para perseguir delitos de terrorismo o crimen organizado?», pero desde Microsiervos apuntan que demuestra la ignorancia de quien intenta cambiar cuestiones técnicas con leyes. El «anonimato en Internet» es y será siempre posible. Existiendo los cibercafés, locutorios, redes Wi-Fi abiertas, los sistemas de telefonía por Internet, por no hablar de otros países en que se puedan comprar (o clonar, o robar) teléfonos móviles sin identificación, la medida se antoja absurda e ineficiente.
En Error 500, hablan además del aumento de costes para los proveedores de sistemas de telecomunicación, que probablemente acabarán trasladando al usuario. Y advierten que ahora los delincuentes para hacer lo mismo que ya hacían, en lugar de adquirir una tarjeta prepago, tendrán que robarla, aprender a usar TOR y Wi-Fis abiertas o ir al cibercafé. Mientras que Caspa TV, a raiz de un comentario del representante del PP que lamentaba no extender la ley a los chat de Internet, se pregunta si los políticos saben lo que votan o algo de la red.
Versvs, por su parte, apunta a uno de los sectores que saldrá más perjudicados y al que se ha prestado poca atención, el de los inmigrantes sin permiso de residencia y Raul Mate se pregunta qué pasará en algunos casos de robo o usurpación de identidad. Finalmente Carletes, se fija en la escasa difusión de esta medida, que probablemente haga que se guarden datos personales de muchos clientes sin que ellos sean conscientes de ello.