Es el nuevo escándalo político-sexual de los EEUU. Uno de los abanderados contra las libertades de los homosexuales, el republicano Larry Craig, fue sorprendido en junio tratando , según la policía, de seducir a un agente de paisano en los baños del aeropuerto de Minneapolis. El escándalo, ha provocado ahora el final de su carrera política.
Craig es aquel hombre que durante el caso Lewinsky, arremetió con dureza contra el ex presidente Bill Clinton, calificándole de «niño malo, travieso y guarro».
El policía que le detuvo afirma -según el Washington Post- que, tanto que el pie de Craig tocara el suyo por debajo de la separación entre los cubículos, como que el senador deslizara su mano hacia el compartimiento contiguo, constituyen señales entre hombres que usan los aseos para encuentros sexuales». El senador, sin embargo, ha negado las acusaciones.
Sin embargo las negativas del senador también tienen matices: el propio Craig se había declarado «culpable de una conducta desordenada» pero ahora señala que lo dijo equivocadamente para resolver la detención de una forma rápida y discreta. No es la primera vez , en todo caso, que se apunta a su homosexualidad. En 1982, -según EL PAIS- fue acusado de intentar aproximarse con intenciones sexuales a becarios en el Congreso
El caso ha desatado todo tipo de sátiras en el país. Los informativos bromean con la actitud del senador y los expertos se pasean por la prensa afirmando que «la búsqueda de sexo anónimo en lugares públicos es un comportamiento compulsivo»
Durante el interregotario, cuyas cintas se hicieron públicas, Larry Craig, niega los hechos y afirma que no sabe cómo llegaron a chocar los pies aunque sostiene que pudo producirse por su tamaño: «Soy un tipo bastante grande», dijo.
Audio del interrogatorio [Transcripción]
«Me siento en el váter y usted dice que nuestros pies chocan. Creo que lo hicieron, porque me incliné y miré hacia el otro lado. Lo primero que veo es que bajo la separación aparece una tarjeta en la que pone Policía«, explica Craig.
TAMBI?N:
OPINION EN RADIOCABLE.COM. «Por qué no se debe envidiar tanto a EEUU«