Cuando Linden Lab comunicó que prohibiría los casinos en Second Life, para no enfrentarse a las autoridades de EEUU, hubo quien pensó que se había acabado el chollo y trató de salir corriendo. Cundió el pánico. Decenas de personas que guardaban sus ahorros virtuales -convertibles a dinero real- en el banco virtual Ginko Financial, trataron de retirar el dinero a la vez y el banco se quedó sin activos. Por eso, Ginko Financial cesó su actividad dejando a muchos sin acceso a sus ahorros.
Second Life es algo más que un juego. Tu puedes ganar dinero dentro -hay diversas profesiones y casinos-, y puedes convertirlo a Euros y recuperarlo en tu tarjeta de crédito. Las cantidades obtenidas, no suelen ser muy altas, para que engañarnos, sin embargo algunas «entidades virtuales» ofrecían grandes intereses a quienes los ingresaban en sus cuentas. Mucha gente lo hizo, esperando algún día poder recuperarlo, aumentado. Ginko Financial era una de esas entidades, aunque a decir verdad ya estaba en entredicho.
Partch grabando en el Ginko Financial
¿Pondrías tu dinero en manos de alguien que se esconde?
La agencia Reuters había publicado diversos artículos sobre la actividad de Ginko y en uno de ellos, en octubre de 2006, incluso advertía del peligroso modelo de ingeniería piramidal que parecía estar utilizando -es decir que los fondos de los clientes sólo podían garantizarse si iban incorporándose nuevos-.
En muchos de aquellos artículos ni siquiera figuraba el nombre real del propietario de «la entidad», sólamente conocíamos el de su personaje -avatar-. Siempre que Reuters hablaba de la misma, apostillaba los artículos con «Portocarrero -el avatar- declined to share his real life name» y solo recientemente, en el mes de julio, con la crisis desatada, leimos: Portocarrero «se ha identificado a sí mismo por primera vez -decía Reuters- como Andre Sanchez, de Sao Paulo Brasil». Fue cuando se empezó a hablar de problemas financieros en el mundo virtual.
Muy poca gente se había molestado en hacer estas pequeñas comprobaciones. Por eso, los ahorros que iban consiguiendo gracias a los negocios de SecondLife (trabajando como fotógrafo, prostituta, vendedor de terrenos, diseñador, programador, etc…) seguían siendo ingresados allí.
Algunos avatares habían acumulado pequeñas fortunas en esas cuentas e incluso se especula con que hubo quien metió ahorros no virtuales desde la tarjeta de crédito, ante la llamada de los altos intereses. Parecía un banco de verdad, con intereses muy apetecibles… pero sin control alguno.
El negocio incluso había sido elogiado publicamente por el creador de Second Life quien llegó a comparar a la entidad con el Grameen Bank, ganador del premio Nobel de la paz, «el banco de los pobres».
Está por ver ahora que posibilidades reales de recuperar su dinero tienen los avatares aunque la empresa se ha sacado de la manga un modelo con el que anuncia que devolverá paulatinamente las cantidades que todavía debe a los clientes.
Como Second Life es en apariencia un juego, habrá quien diga que los afectados simplemente han perdido el tiempo, como quien pierde la partida. Sin embargo la posibilidad que existió para muchos de convertir esa moneda en dinero real, y el nuevo concepto de «bienes virtuales/activos económicos», que está naciendo, hace que el asunto sea más complejo.
Coincide con una avalancha de artículos críticos
Pero los problemas financieros no han sido la única mala noticia para Linden Lab, la compañía propietaria. En las últimas semanas se han publicado una gran cantidad de artículos críticos con el mundo virtual: «una burbuja informativa», «cada vez más vacía», «una moda pasajera»…
¿El fin de Second Life? Un asunto más complejo.
Los internautas que exploran SL no han tardado en contestar:
Dice Tendencias 21- …Se «cita dos artículos, publicados en el Los Angeles Times y Wired que, lamentablemente, mezclan análisis parcialmente acertados con hechos equivocados […] Coca Cola sigue organizando promociones de alto perfil en Second Life, y a cadena hotelera Starwood & Resorts, ha cerrado sus puertas en SL simplemente por que, una vez alcanzados los objetivos de su campaña – acotada en el tiempo intencionadamente- en Second Life, ha decidido donar su isla a una ONG».
No les falta razón. Second Life está viviendo una cierta crisis pero los nuevos mundos virtuales no dejan de inaugurarse y las críticas recuerdan demasiado a las que recibieron google, los blogs o incluso Internet hace diez años.
No hay que olvidar que Second Life no es más que una marca, privada, de un fenómeno mucho más amplio: los mundos virtuales. Puede que desaparezca, antes o después, o puede que no; Pero eso no es importante porque de lo que no cabe ninguna duda es de que habrá popularizado una nueva forma de relacionarse en Internet con otras personas y formas de negocio. Si se llama así o de otra forma importa poco.