Nació en en la década de los 30 en Barcelona, ciudad en la que se licenció en Filosofía y Letras. La Guerra la llevó a exiliarse a Francia y antes de aprender castellano o catalán, hizo lo propio con el francés.
Es desde 2004 directora de la Biblioteca Nacional y en 2005 además de ganar la Legión de Honor recibió la Creu de Sant Jordi.
¿Qué tal andan las cosas por la Biblioteca Nacional?
¡Bien!
Una biblioteca con más de 300 años de historia.
¿Con cuántos?
¿300?
¡Ah si! Pensé que decías 700.
No, no (ríe), tanto no. ¿Y cómo se desarrolla la jornada para usted en el ámbito de la Biblioteca Nacional?
La Biblioteca Nacional tiene muchísimos departamentos: una parte cultural, otra técnica, otra de recepción, la gerencia, la organización y planificación, etc. Normalmente tenemos una reunión semanal del equipo directivo y allí se ponen en marcha todos los proyectos y se debate sobre cómo se realizarán. El trabajo de la Biblioteca Nacional es complejo, ya que recibimos 14 toneladas de papel impreso (libros, fotografías y cartas) cada mes y todo hay que catalogarlo, digitalizarlo y ponerlo a disposición del público.
¿Y quién suele visitarla?
Muy distinto. Hasta ahora teníamos sobre todo investigadores, pero ahora el público es mucho más amplio. Hemos puesto una sala con ordenadores de todas las edades.
La sra. Regàs lo ha dicho en múltiples ocasiones. Por fin hay igualdad de género en nuestro país, ¿no?
Sí, por lo menos desde el punto de vista jurídico. La Ley va por delante y la sociedad tiene que ir adaptándose.
Algunas personas defienden que con estas leyes lo que se hace es legitimar el hecho de que las personas estén en un lugar más por su sexo, que por sus capacidades.
Esto seguramente lo dicen los hombres. Las personas no están allí por su sexo. En la Biblioteca Nacional, tal vez porque el trabajo de bibliotecario ha sido tradicionalmente más de las mujeres aunque todas las profesiones empiezan a tener más número de mujeres, no hemos tenido que hacer nada para que haya más mujeres que hombres. En política, donde tradicionalmente había hombres, hace falta esa Ley sobre todo para empujar a las mujeres para que se atrevan a trabajar en un mundo de hombres.
Yo vivo en la provincia de Barcelona. Aquí el PP ha presentado una lista en la que los primeros puestos, los que tenían previstos que salieran para concejales, son hombres y las mujeres van después.
La derecha y la izquierda se complementan (ríe). La izquierda abre caminos de todas las ayudas y derechos sociales y la derecha se va poniendo al día. Lo podemos ver en lo que ocurría al final del s.XIX cuando la Revolución industrial en Barcelona, cuando las mujeres no tenían ningún derecho y si no hubiera sido por la izquierda nunca la derecha les habría dado los derechos y logros que fueron conquistando. Se complementan: unos luchan por el bien común y otros luchan por los beneficios de las empresas, porque creen que así se soluciona el problema de la igualdad. La derecha copia los logros sociales de la izquierda.
Está hablando de la derecha y la izquierda. ¿Quién cree que ha ganado estas Elecciones?
¿En poder o en votos?
En términos generales.
Si no fuera por Madrid las hubiera ganado completamente el PSOE. Madrid es un feudo tradicional de la derecha y el PSM (Partido Socialista de Madrid) ha tenido que luchar también contra una parte del Partido que siempre está en contra del poder establecido si no es el suyo.
Usted que sufrió, con el exilio, la Guerra civil, ¿qué valoración hace de la posibilidad de que se cree una Ley de memoria histórica?
Habrá que trabajarla mucho para que no sea una ley de punto y final. IU y el PSOE han llegado a un acuerdo que todavía no conozco, pero también habrá que tener en cuenta las valoraciones que hagan todos los demás partidos.
¿Pero qué cree que debería incluir esta ley para subsanar las heridas que pueda haber?
A la persona a la que le han matado el padre o la madre es difícil de subsanar. Tiene que haber un reconocimiento de que la Guerra fue producto de un golpe de Estado y que hubo una gente que defendió la ley y la democracia y tienen que ocupar el lugar que les corresponde.
¿Por qué cree que la derecha democrática tiene tanta alergia a este tipo de leyes? Se han manifestado en contra de que exista.
Es normal. También se ha manifestado en contra de la educación de valores en la escuela. A la derecha la entiendo poco, sobre todo a la española. Entiendo más a la francesa que tiene un alto nivel de ideología y que es capaz de defenderla. No sé qué ideología defiende la derecha española: sólo les he oído gritar y manipular la verdad.
¿Cree que en Cataluña es un lugar con una alta confrontación lingüística?
No, no lo creo (ríe). Es una acusación que no avanza. La mayoría de locutores de las televisiones nacionales son catalanes y no han tenido ningún problema. En la ONU hay muchos catalanes que han pasado el examen de traducción al castellano y no han tenido ningún programa y en el funcionariado hay mucha gente que ha hecho todos los estudios en catalán y sin embargo, vive en Madrid y habla y escribe el castellano correctamente.
¿Qué es para usted Cataluña?
¿Para mí?
Además del lugar en el que nació.
El lugar en el que nací es Barcelona. Para mi desgracia no nací ni en Lérida, ni en Tarragona, ni en Girona. Cataluña es una comunidad que tiene una historia específica y que habla una lengua y tiene una cultura. Eso es Cataluña.
¿Y en qué modelo de Estado cree? ¿Una República federal, Estado de las autonomías?
Creo que entre el Estado de las autonomías y la federación hay muy poca diferencia, pero todas las federaciones son muy distintas. El Estado federal que es EEUU tiene muy poco que ver con Alemania. Cada uno hace la federación a la medida de su tradición y de su manera de pensar. Las autonomías es una forma de federación, tal vez no completa, pero ya se verá en su momento.