La crisis mundial por la expansión del coronavirus está siendo una examen para gobernantes y sociedades de todo el planeta. En España, Pedro Sánchez y el gobierno están recibiendo numerosas críticas, pero en otros países europeos eso no parece ser la norma. Aunque se trata de un aspecto difícil de medir, según encuestas y editoriales de los principales medios de comunicación, de forma mayoritaria, la sensación es que los ciudadanos de los países occidentales o de nuestro entorno están cerrando filas con sus responsables políticos ante la constatación de la magnitud de la crisis.
Esto es especialmente el caso en Italia y Francia -que incluso tiene la expresión «unión sagrada» para definir el respaldo que suele recibir el líder del país ante una gran crisis o atentado- donde Giuseppe Conte y Emmanuel Macron reciben, según los sondeos, un fuerte respaldo popular a sus respuestas, en algunos casos superiores al 90%. La gestión de Angela Merkel también está siendo bien valorada por los alemanes e incluso Boris Johnson, a pesar de haber cambiado casi «bruscamente» de estrategia, en general recibe más apoyos que críticas. La excepción es Donald Trump en EEUU, cuya gestión de la emergencia sanitaria ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la prensa estadounidense. Aunque en las última encuestas que miden el apoyo popular, el presidente estadounidense ha mejorado sensiblemente sus números.
En Italia, el 94% de los italianos apoyan las medidas de su gobierno y la figura de Giuseppe Conte se ha reforzado. Los primeros pasos en la gestión de la crisis por el coronavirus fueron descoordinados- Algo que señalaron los principales medios italianos y que incluso intentó aprovechar Salvini politicamente para forzar la caída del primer ministro. Pero desde que Conte aprobó los tres decretos que cerraban toda Italia y se adoptaron medidas mucho más estrictas, las cosas han cambiado.
La popularidad del primer ministro, convertido en protagonista absoluto de la lucha contra el coronavirus, subió 4 puntos en una encuesta del 14 de marzo. Y después incluso más. Otro sondeo del diario italiano La Repubblica hecho entre el 16 y 17 de marzo recogía que el 94% de los italianos juzgaban positivamente (47%) o muy positivamente (otro 47%) las decisiones de su gobierno para frenar la expansión del virus.
Las encuestas han reflejado además un apoyo a un jefe de gobierno en Italia «nunca visto en el país en los últimos años», ya que un 71% le daba a Conte una nota igual o superior a 6, frente al 52% que lo hacía en febrero. La cuarentena general decretada por el primer ministro italiano le ha dado además un aura de líder a nivel europeo, ya que ha marcado un poco la hoja de ruta de toda la UE. Y su tono e intento de despolitizar la gestión de la crisis ha sido bien recibido por la población. Aunque en los últimos días, la oposición ha redoblado sus críticas al gobierno.
En EEUU, Trump ha sido cuestionado por menospreciar la amenaza y ahora por plantear relajar las medidas de confinamiento. La crisis del coronavirus ha pillado a Estados Unidos en plenas primarias demócratas y en año de elecciones presidenciales, lo que está condicionando la valoración. Donald Trump empezó cuestionando la doctrina científica sobre la gravedad de la amenaza y la menospreció. Luego ha insistido en referirse al covid-19 como el “virus chino”. Y en los últimos días, el presidente de EEUU también se ha mostrado partidario de relajar las medidas de cuarentena aprobadas para no dañar a la economía.
La prensa estadounidense está siendo bastante crítica con su presidente en su gestión de la emergencia sanitaria. The New York Times empezó exigiendo en un editorial a Trump que «dejara de decir que todo estaba bajo control, cuando no lo estaba» y más recientemente le pidió que evite los prejuicos racistas que implica hablar de «virus chino». The Washington Post ha sido incluso más duro cuestionando la «respuesta de Trump en este tiempo de guerra» y calificando de enorme error su intención de relajar las medidas de distanciamiento social. El Wall Street Journal ha criticado la falta de liderazgo sobre la economía del Departamento del Tesoro de Trump, pero ha señalado que el confinamiento total en California y Nueva York es «insostenible» y aboga por «repensar» la cuarentena porque «no se puede salvaguardar la sanidad si el coste es la salud económica».
Aunque en las encuestas que miden su aprobación y su gestión de la crisis, el presidente estadounidense parece estar recuperando terreno. En las que se hicieron en torno al 20 de marzo. el 50% de los ciudadanos afirmaba que estaba haciendo un buen trabajo en la lucha contra el coronavirus mientras el 45% creía que lo estaba haciendo mal. Cinco días más tarde, sin embargo, el porcentaje de respaldo subió hasta el 60%. Y su ratio de aprobación general también ha subido hasta el 49%, que a pesar de estar por debajo de 50, es el mejor registro que ha tenido practicamente desde su llegada a la Casa Blanca.
En Francia, Emmanuel Macron consigue el apoyo de la mayoría de los franceses. En los primeros días tras el anuncio de las medidas de confinamiento, muchos franceses afirmaban no entender su necesidad y las incumplieron. Pero las noticias recientes de contagios y muertes y los diferentes discursos televisados del presidente de la República han dado un vuelco a la situación en un país en el que suele haber una «unión sagrada» incluso en política ante las grandes crisis como guerras o atentados.
Una encuesta en Le Figaro señalaba que el 96% de los franceses aprueba las medidas tomadas por el gobierno y el 65% aseguró que haber visto «convincente» a Macron. Por comparar, apenas el 21% consideró lo mismo tras su discurso de Año Nuevo y ahora logra el respaldo a su gestión del 78% de votantes socialistas, el 60% de los conservadores e incluso el 57% de los Insumisos de izquierda y el 45% de los seguidores de Marine Le Pen. Aunque el 85% afirmaba en la encuesta, que las medidas se deberían haber tomado antes.
Le Monde por su parte enfatiza en un editorial que Macron «poco amado en tiempos de paz, parece haber recuperado suficiente aura para ser escuchado» y está logrando reunir detrás suyo a la mayoría de los franceses. Destaca que su ultimo mensaje tuvo una audiencia de 35 millones y las encuestas indican que logro rebajar el miedo y el enfado. Pero aunque el diario cita otra encuesta que apunta que el 54% de los franceses se declara satisfecho con su gestión de la crisis y pide a la oposición que se eviten polémicas políticas, advierte de que a Macron aún le falta lograr la «unión sagrada» que en otras ocasiones ha surgido en Francia en tiempos de guerra.
Alemania: La gestión de Merkel está siendo bien valorada por la población. Aunque se ha rodeado de expertos y primero dieron la cara los ministros de Sanidad y Economía, la canciller ha estado dirigiendo desde Berlín la respuesta a la crisis por el coronavirus en Alemania y controlando a los distintos landers.
Y según los datos han ido evidenciando la magnitud del problema, Angela Merkel ha estado omnipresente en las ruedas de prensa y ha protagonizado un inédito mensaje por televisión en el que usando su habitual tono comedido advirtió de la gravedad de la situación pero reclamó serenidad.
Una encuesta del diario «Bild» reflejaba un aumento de intención de voto de su partido, la CDU, de cuatro puntos y le otorgaba un 28%. Otro sondeo de la televisión pública ARD la situaba incluso más alta, en el 32%. Las crítica que ha recibido Merkel han sido principalmente de algunos Landers -estados federales- que se quejaban de que la toma de decisiones estuviera centralizada en Berlín y reclamaban poder decretar cada uno sus propias medidas de aislamiento.
En Reino Unido, Boris Johnson recibe más apoyos que críticas. El primer ministro británico se caracterizó al inicio de la epidemia por un intento de desmarcarse de la estrategia imperante en Europa de adoptar medidas de aislamiento y defendió dejar el virus fuera creando la llamada “inmunidad del rebaño” incluso a costa de provocar numerosas muertes. Pero su reticencia a decretar medidas de confinamiento fue desapareciendo según los datos de contagios iban creciendo al igual que las proyecciones de muertes y finalmente ha adoptado restricciones.
Su gestión ha sido señalada por medios como The Guardian que han acusado a Johnson de complacencia y de haber tardado demasiado en tomar medidas. Pero en general está recibiendo más apoyos que críticas. The Times ha afirmado que ha hecho lo correcto al decretar el confinamiento, cuestionando más a sus asesores científicos que al propio primer ministro y en sus últimos editoriales incluso The Guardian ha indicado que el gobierno «ha hecho muchas cosas bien y algunas mal«.