Para desarrollar las baterías del futuro que impulsen las energías renovables y los vehículos eléctricos, se van a necesitar grandes cantidades de metales como el cobalto, el grafito, las tierras raras o el vanadio. Hasta ahora estas materias primas se extraían principalmente de África, pero su demanda va a aumentar significativamente. Y según Primary Energy Metals, una compañía minera canadiense especializada en el negocio de algunos de estos metales, España está muy bien posicionada para convertirse en productor de referencia de estas materias primas, al ser el país más mineralizado de Europa.
(Foto: Flickr/Chrisfithall)
Según explica un artículo de Laura Ojea en El periódico de la energía, la diversidad del paisaje geológico español con uno de los sistemas de sulfuro volcánico más grande del mundo y un importante cinturón de pirita ibérica, han dotado al país de una amplia gama de importantes recursos minerales como el cobalto, el cobre, el zinc, el hierro, el níquel, el oro y el vanadio. Algunos se llevan explotando desde hace milenios y España es de hecho una de las regiones mineras más antiguas de Europa.
Pero ahora, justo cuando se acaban de cerrar las últimas explotaciones de carbón españolas y la industria minera nacional languidece, Primary Energy Metals, una compañía canadiense especializada en el negocio del cobalto, cobre, níquel y vanadio ha publicado un estudio en el que revela que España alberga una serie de metales importantes para el futuro energético verde que se impulsa. Ya es uno de los principales productores de cobre de la UE, pero ahora además podría distinguirse en cobalto y vanadio, dos de los metales más cruciales para el desarrollo de baterías.
Europa pretende ser líder mundial en capacidad renovable, almacenamiento estacionario y vehículos eléctricos para transformar la movilidad y el transporte de cara a un futuro energético más sostenible. Y si tiene una fuerte industria propia de baterías será más fácil y rentable. Y para ello puede ser interesante tener productores europeos. Por ejemplo con el cobalto, que es fundamental para la química del cátodo en la batería de iones de litio, los fabricantes no dependerían sólo de lo que se extrae en República Democrática del Congo, donde la situación política es inestable y hay además preocupaciones éticas.
La UE ha señalado como ‘metales energéticos’ al cobalto, al grafito, las tierras raras y al vanadio. La consultora, Roskill, estima que la demanda de vanadio, por ejemplo podría crecer hasta las 31.000 toneladas en 2025, un aumento del 3.100% con a 2015 si se impulsan las baterías de flujo redox de vanadio (VRFB) que almacenan grandes cantidades de energía y pueden recargarse miles de veces sin perder capacidad. Y en cuanto al cobalto, un informe reciente de la Comisión Europea, señala que la demanda mundial superará la producción anual en 2025.
De momento, Primary Energy Metals tiene ya una cartera de dos proyectos de explotaciones de cobalto-cobre-níquel-manganeso en el sur de España, una en Granada y otra en Almería y dos propiedades de vanadio en Extremadura. Y destaca que trabaja con el gobierno español para promover las inversiones necesarias. De momento los proyectos de extracción de estos minerales están atrayendo a la inversión extranjera, aunque en algunos casos, como el primer proyecto de mina europea de monacita en Torrenueva, Castilla La Mancha ha provocado cierta polémica y la división del pueblo.