Rafael Matesanz siempre ha defendido que el liderazgo mundial de España en donación de órganos y trasplantes ha sido un éxito colectivo y de organización. Pero cuesta creer que todo lo logrado en estos 28 años en que ha estado al frente de la ONT y España se ha convertido en referencia y ejemplo a seguir en todo el mundo, no tenga mucho que ver con él y con la manera en que ha «pilotado» el barco. En una país donde la tendencia al cainitismo es casi tan frecuente como la de intentar apropiarse de éxitos ajenos, la seriedad y la firmeza combinada con mano izquierda que ha demostrado han sido claves. El próximo mes de marzo, se jubila. Y aunque suele decirse que nadie es profeta en su tierra, quizá los méritos de Rafael Matesanz le valgan para ser también capaz de romper este otro molde.
Nacido en 1949 y médico nefrólogo de profesión, El Mundo se ha referido a Matesanz como el «español que ha salvado 100.000 vidas«, dado que España rompió esa simbólica barrera al cerrar 2016 con la cifra de 104.000 trasplantes acumulados en su historia. Un récord impresionante, aunque no más que haber logrado que España lleve 25 años ininterrumpidos liderando los rankings de donación de órganos y trasplantes, y siendo la referencia mundial en este campo. El modelo español se analiza en todo el planeta y ha sido imitado en un sinfín de países.
La lista de quienes han pedido ayuda a España, han imitado o se han inspirado en el modelo de la ONT es interminable. La UE y el Consejo de Europa recomendaron de hecho implementar total o parcialmente el sistema española y lo han hecho países como Alemania, Italia, Francia, Croacia, Portugal, Austria etc.. Pero también lo ha hecho buena parte de Latinoamérica e incluso China o Australia. Y el liderazgo español en trasplantes también ha sido enfatizado en medios de todo el mundo como BBC, Newsweek, Novye Izvestia, France 24, entre otros muchos. Hasta el punto que recientemente diarios de Irlanda, Francia, India o EEUU se preguntaban «¿Por qué es España tan buena en donación de órganos?»
Y el secreto del éxito español, como ha repetido Matesanz en las múltiples entrevistas que le han hecho, tiene que ver con la gran cantidad de tiempo y esfuerzo dedicados, la profesionalización de la red creada en la que se nombró a un coordinador de trasplantes en cada hospital público y la formación del personal para detectar a posibles donantes y para tratar con sus familias. Todo esto que suena simple, se fue gestando desde 1989, cuando se crea la ONT, dentro del Ministerio de Sanidad, y se elige a Rafael Matesanz para dirigirlo… aunque sin apenas medios, con una sala en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde trabajaba, dos secretarias y seis enfermeras.
El primer pilar del éxito fue de hecho la decisión de integrar la Organización Nacional de Trasplantes dentro del sistema sanitario nacional, a diferencia del modelo imperante en la época en el mundo que gestionaban ONG, fundaciones o voluntarios. Matesanz recuerda que el proyecto encontró rechazo entre los propios médicos que se fue suavizando al ver que las cosas se estructuraban bien y con profesionales y también a nivel autonómico. Ese es seguramente uno de los grandes logros de la ONT: haber sido capaz de convencer a las 17 autonomías en un sistema tan descentralizador como el español de ir de la mano y remar en la misma dirección. Esto se ha logrado sobre todo al fijar un sistema en el que todo se aprueba por consenso y gracias a la demostración de que los resultados son mejores en conjunto y nadie podría ni siquiera igualarlos yendo por libre.
(Foto: Flickr/La Moncloa)
Y aquí entra la política, donde Matesanz también ha sabido lidiar con las presiones. Porque si bien se suele señalar que la ONT ha sido un caso casi único en España en el que se ha logrado evitar las injerencias y la politización, su director señala que intentos y presiones, «ha habido» y de todos los colores. Rafael Matesanz lleva tantos años en su puesto que ha lidiado con todas los gobiernos que ha tenido España desde 1989 y con 14 ministros de Sanidad. Y pone de relieve que su experiencia con ellos no ha estado en absoluto marcada por la ideología, sino por las relaciones personales.
En este sentido señala que considera a Ana Pastor (PP) y Trinidad Jiménez (PSOE) como las dos mejores, por su eficiencia. Y en cuanto a con los que más problemas ha tenido también «reparte juego» entre los dos grandes partidos: Celia Villalobos (PP) y Bernat Soria (PSOE). La primera porque quiso «limpiar» a todo el equipo de su predecesor y obligó incluso a Matesanz a exiliarse a Italia, durante tres años y el segundo porque intentó ningunearle, nombrando a cargos por encima suyo y relegándole a nivel europeo en lo que el afectado considera fue un caso de «mobbing» para que se fuera.
En marzo, la ONT tendrá una nueva cara al frente. La elección dependerá de la Ministra Dolores Montserrat, pero Rafael Matesanz no ha dejado pasar la oportunidad de dar su opinión al respecto. Lo crucial, según él, es que sea un médico de dentro, que ya conozca la ONT y no alguien venido de fuera. También advierte de que sería un error que su sucesor se «durmiera en los laureles» ya que seguir siendo referencia en los trasplantes hay que seguir trabajando en innovando. Para finalizar recomienda dos cosas a quien le reemplace: «mano izquierda y que no se posicione políticamente«. Sea quien sea no será fácil que repita milagro. España siempre tendrá una deuda con Rafael Matesanz.