En Cataluña se sigue demandando una solución política desde la perspectiva del encaje dentro de España, pero que esto no se planteé como una batalla constante con el Estado central y la amnistía va a contribuir a pasar la página de esta etapa y quizá a abordar una vía intermedia, que no pase por el referéndum. Este es el resumen del análisis que hace de la situación en Cataluña, Marta Pascal en esta entrevista de La Cafetera de Radiocable.com. La ex líder del PDeCat que fue clave en la moción de censura para echar a Rajoy también habla de este episodio, de la actual «competencia feroz» entre Junts y ERC y de las perspectivas electorales en Cataluña.

Además abordamos noticias como la acusación de Israel a UNRWA de colaborar con Hamas que ha coincidido con el fallo de la CIJ sobre la demanda de Sudáfrica que denunciaba un genocidio en Gaza, los problemas de Milei en Argentina y las protestas de agricultores en Francia. Y también entrevistamos a Alberto Estévez, de Amnistía Internacional sobre Gaza y la venta de armas a Israel y Palestina desde Europa. Finalmente en la Sobremesa Cafetera debatimos con la audiencia sobre si es real la perspectiva de que las jóvenes votan más progresista y los jóvenes, más conservador y qué motivos pueden explicarlo.

Marta Pascal asume que tuvo una trayectoria «corta pero intensa» en la política catalana ya que dirigió el PDeCat cuando se votó la moción de censura y jugó un papel clave a la hora de destronar a Rajoy y llevar a Pedro Sánchez a la presidencia: «Aposté fuerte por que creía que el cambio en el tablero político podía ayudar a que Cataluña pasara página». Recuerda asimismo que durante el procés, desde dentro, ella ya defendía dos cosas: que ir de la mano de la CUP no llevaba a ninguna parte y que la unilateralidad, sin buscar consensos amplios, tampoco. Y señala que de ahí viene su ruptura política con Puigdemont «por una discrepancia política de fondo».

Pero apunta: «Soy una catalanista convencida, de la singularidad de Cataluña y de la necesidad de que tenga un espacio propio, pero que esto no se planteé en términos de batalla constante con el Estado español». En este sentido hace una foto de la situación actual en Cataluña resaltando: «se sigue demandando una solución política desde la perspectiva del encaje de Cataluña en España. Y que España decida si quiere ser un estado plurinacional que no tenga miedo de las singularidades.»

La ex líder del PdCat enfatiza asimismo otra tendencia en la política catalana: «en la dinámica interna de los partidos independentistas, entre Junts y ERC, hay una competencia feroz y esto es lo que les lleva constantemente al rifirrafe». Explica que ahora, tras hacerlo Esquerra en estos años, la formación de Puigdemont está apoyando al gobierno de Sánchez, pero asegura: «no lo hace porque tenga vocación de gobernabilidad política española como tenía CiU. Lo hace aprovechando la coyuntura electoral y parlamentaria para conseguir la amnistía y con la vocación de vender la idea de que ERC apoyando estos años al gobierno, ha conseguido mucho menos que ellos».

Pascal también advierte de que en el espacio del independentismo hay una lucha por crear un cuarto espacio en torno a la Asamblea Nacional Catalana y configurar una posible candidatura de agrupación de electores. Y describe tensiones en el seno del propio Junts entre quienes defienden una visión más pragmática y los que apuestan por la unilateralidad, donde mete a Puigdemont o Laura Borrás. Todo lo cual «genera la sensación de que no esté claro que el independentismo pueda, tras las próximas elecciones catalanes, formar gobierno».

Explica que ha oído muchas veces en el entorno de Junts defender que PP y PSOE son lo mismo: «Recuerdo incluso conversaciones con Puigdemont cuando la moción de censura contra Rajoy, donde decía que no iba a servir para nada y se posicionó inicialmente en contra». Pero subraya que tras el apoyo brindado ahora a Sánchez «ha visto que para lo bueno y para lo malo, el PP representa unas cosas en el tramo más nacional y el PSOE, otras.» Aunque admite que la amnistía ha generado una respuesta política y social en parte de la sociedad que el PP y Vox están intentando movilizar.

Pero defiende que es la amnistía es la forma de poder pasar página a la etapa que se abrió con la sentencia del Estatut y que: «en general, no ha sido buena para Cataluña, a nivel económico, de polarización, pero tampoco para España. Porque la política catalana tiene un efecto importantísimo sobre la política española». Añade que cree que «la amnistía tendrá impacto sobre las preferencia electorales, va a contribuir a pasar página y también ayudará a ver que hay dos formas de gestionar: si España es un estado plurinacional o si tiene que ser más uniforme y centralista».

Con respecto a la posibles soluciones y vías para Cataluña y a las nuevas reclamaciones de un referéndum asegura: «Hay más vías. Hay una de gasolina, que es evidente que gusta a algunos en Cataluña y en el resto de España. Hay también una vía de cerrar la posibilidad de un referéndum con la amnistía, aunque tanto desde Junts como desde ERC sostienen que aún creen que podrán conseguirlo». Pero Marta Pascal afirma: «Es difícil que se pueda conseguir el referéndum desde el punto de vista de la voluntad política. De donde venimos y de la forma que plantean el referéndum Junts y ERC, no es asumible por parte del PSOE. No va a pasar. Pero veo una vía intermedia, que pasa por la protección de competencias, de desarrollo absoluto del Estatut, un blindaje de la lengua que es un tema muy sensible en Cataluña y de buscar también protección de la UE.»

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