El caso Gurtel es un escándalo gigantesco que puede llevarse por delante al PP tal y como lo conocemos. No ha hecho más que empezar.
No se trata de un caso de corrupción más. La corrupción es algo intrínsecamente unido al poder; existe en todos los partidos políticos, en todas las organizaciones. De hecho el Psoe debería extremar todas las precauciones.
Es muy grave que en el PP hayan fallado todos los órganos internos de control, y que no se hubiera detectado lo que ocurría. Síntoma inequívoco de que deben rehacerlo todo. Eso, en caso de que no se hubieran detectado, porque también cabe la posibilidad de que sí lo hayan hecho y que simplemente sean incapaces de resolverlo.
Pero todo eso podría ser disculpado. De hecho, en mi opinión, en el PP hay gente honesta. Rajoy puede que lo sea, como tantos otros. Pero eso no significa que sean capaces hoy de liderar un partido y mucho menos un país.
El problema es que este gigantesco caso se produce en un partido que había hecho de la honestidad una bandera, y que incluso aprobó un Código ?tico que hoy es papel mojado. No sólo eso. Recordemos que hace unos días el PP pedía «un minuto de silencio por la democracia».
Pues tenemos frente a nosotros un caso que salpica a varias comunidades autónomas, que imputa a diferentes altos cargos del PP y cuyo sumario llena 17.000 folios de lindezas antidemocráticas. Es, probablemente, el mayor caso de corrupción desde la transición.
El asunto, decía, puede terminar con el PP como lo conocemos, obligar a una refundación, porque golpea en tres bases fundamentales del partido: la ética, la moral, y la que afecta a su capacidad de gestión.
De la ?tica: políticos que aceptan regalos: coches, relojes, trajes,…Otros tantos que lo niegan, lo ocultan, le dan la espalda..
De la Moral: En el sumario aparecen fiestas con prostitutas, juergas para comprar políticos, orgías para hacer negocios.
Sobre su capacidad de gestión: Inevitable que esté en cuestión cuando se está hablando de que una buena parte del partido haya podido meter la mano en la caja.
En estos tres asuntos se sostiene toda la base filosófica del partido. Algunos de ellos pueden terminar en los tribunales, otros no, pero son demoledores si golpean desde las portadas de la prensa.
Por otra parte la capacidad de reacción de Rajoy es lamentable. Hoy sabemos que lo que llamaban «acusaciones sin rigor» «filtraciones policiales» «campaña de acoso de Garzón» , y otras tantas cosas, era en realidad corrupción pura y dura, como decía un comentario de elpais.es.
Y resulta que ese partido no gobierna, pero ¿imaginais lo que hubiera pasado su hubieran ganado las elecciones hace 6 años? ¿alguien duda de que esos personajes no hubieran sido piezas fundamentales en el gobierno?..