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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El periodista Martin Dahms publica un artículo en el periódico aleman Frankfurter Rundschau titulado: ??Guerra sucia española?. El texto da cuenta de los casos de corrupción que salpican al PP y de la estrategiade ofensiva y de denuncias «demagógicas» emprendidas por el partido para defenderse.

??Parecería que el Estado de Derecho español está yéndose a pique: ??El país está convirtiéndose en un Estado policial??. El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero está viéndose obligado este verano a soportar declaraciones de este tipo. Los políticos líderes del Partido Popular de derechas ??entre ellos la secretaria general María Dolores de Cospedal y el jefe del PP andaluz Javier Arenas?? sacan a relucir nuevas acusaciones a diario. Y Mariano Rajoy, el jefe del partido, está de acuerdo con todo ello. También ha declarado quién es el responsable de ??todo esto??: el presidente del Gobierno Zapatero. ??Todo esto?? son las investigaciones de la policía, de la fiscalía y de los juzgados contra más de una docena de políticos del PP debido a supuestos casos de corrupción?.

[…] En lugar de bajar la cabeza con vergüenza, el PP pasa a la ofensiva. […]

??La corrupción está a la orden del día en España, pero generalmente tiene lugar a nivel municipal. Sin embargo, desde principios de este año numerosos jueces están realizando pesquisas en torno al caso ??Gürtel??, una supuesta red de favoritismos entre el jefe de una agencia de eventos y varios funcionarios del PP ?? en esta ocasión provenientes tanto de las esferas regionales como de las nacionales. Se trata del mismo patrón de siempre: encargos contra regalos privados. No es el Estado de Derecho español el que se encuentra en peligro sino, una vez más, la cultura política del país?. [aqui completo]

La conclusión con la que se cierra el texto no es menor. En efecto, las consecuencias de la actitud de nuestra clase política son inciertas, pero sin duda graves. Un poquito más de responsabilidad política no le vendría nada mal a nuestro país.

El editorialista Robert J. Samuelson publica hoy una columna de opinión en el Washington Post donde se menciona a España, sobre «el enredo de la alta velocidad».

España lleva meses realizando contactos de alto nivel para convertirse en uno de los proveedores del ansiado tren de alta velocidad de EEUU. Sin embargo, tal y como apunta Samuelson en el Washington Post, está por ver que el proyecto sea una buena inversión para un país como ese:

«…La Casa Blanca promete fabulosos beneficios. El tren de alta velocidad «aliviará la congestión que asfixia nuestras carreteras y sofoca nuestros cielos», afirma el Vicepresidente Joe Biden.[…] La opinión pública está dispuesta. Muchos estadounidenses adoran los trenes y califican las redes de ferrocarril de otros países (por ejemplo, los trenes rápidos de España entre Madrid y Barcelona, que viajan a una media de 250 kilómetros por hora) de prueba de la inferioridad tecnológica norteamericana.

Sólo hay una pega: la imagen es un espejismo. Los costes del tren de alta velocidad serán colosales y los beneficios de cara a la opinión pública escasos.

La red del Presidente Obama podría no construirse nunca. Sus dudosos inversores privados anticiparán los fondos y una vez que los funcionarios del gobierno admitan la totalidad del importe de la inversión, se echarán atrás[…]

Eso tan sólo sería el comienzo. Los precios de los billetes estarán subvencionados por fuerza, de lo contrario nadie viajará en los trenes. […]

Lo que funciona en Europa y Asia no tiene porqué funcionar en Estados Unidos. Incluso en el extranjero, los trenes de viajeros están subvencionados. Pero los subsidios están más justificados porque la orografía y las políticas energéticas son diferentes.

[…] la abundancia de suelo en los Estados Unidos ha conducido a casas, oficinas y fábricas periféricas. La densidad de población es de 86 habitantes por cada 2,5 kilómetros cuadrados. Los trenes no pueden recoger a la mayoría de los viajeros potenciales donde residen y trabajan y llevarlos a donde quieran ir. Los automóviles sí… [leela completa aquí]

David Simon, reportero de sucesos y guionista de la serie de culto «The Wire:

??Mire: el periodismo es una profesión. Yo mismo no era un buen periodista de investigación los primeros años. Lo único que hacía era intentar explicar al lector el quién, el qué, el cuándo y el dónde de una noticia, y quizá a veces el cómo. Pero tuve que patearme las calles durante cuatro años para conseguir mis primeras fuentes y, sobre todo, para entender los asuntos a los que me dedicaba y ser así capaz de explicar a los lectores el porqué de las noticias. (?). El porqué es lo que convierte al periodismo en un juego de adultos, y la única manera de explicar el porqué es mediante periodistas absoluta y enteramente comprometidos con la cobertura de un asunto determinado o una institución. Y para tener ese tipo de periodistas en plantilla, los periódicos tienen que pagarles lo suficiente. ?. [aqui la entrevista completa]

La Guerra Civil española sigue despertando un enorme interés en el extranjero. El norteamericano International Herald Tribune Editorial publicaba el pasado día 20 un artículo titulado ??El soldado caído?, sobre la fotografía de Robert Capa:

«El legado de Capa podría verse trágicamente minado en el caso de que se demostrara que una de sus fotografías más famosas fue producto de un montaje?. ,-dice el diario.

??La belleza de esta imagen podría verse horrible y trágicamente minada si se llegara a demostrar que la fotografía fue de algún modo manipulada por Capa que, por aquel entonces, tenía 22 años y cubría su primer trabajo como fotógrafo de guerra. Esta acusación se ha visto renovada por el descubrimiento de que el lugar que refleja probablemente no sea el correcto. Según Larry Rohter se refirió esta semana en el New York Times, aludiendo al libro ??Sombras de fotografía?? de José Manuel Susperregui, la instantánea fue captada en un pueblo llamado Espejo a finales del mes de septiembre y ésa, en opinión de Susperregui, es la prueba de que Capa arregló la imagen. No obstante, otros eruditos afirman que es auténtica siendo la explicación alternativa que el soldado fue asesinado por un francotirador más que en el campo de batalla?.

??La verdad sobre el ??Soldado caído?? es especialmente importante. Nos importa mucho a nosotros ?? y a la reputación de Capa ?? saber si este hombre cayó y nunca volvió a levantarse o si se levantó y volvió a caminar?.

Ya lo dijo el expresidente: «austeridad y recorte del gasto público» para superar la crisis. Pero al presidente que tanto le gusta la moderación salarial le acaban de subir uno de los sueldos. Murdoch le ha subido el sueldo a Aznar un 4,3%. El ex presidente ganará 100.000 euros pese a las grandes pérdidas de News Corp.

Como dicen en meneame.net, ¿Por qué será que de todos los que predican la moderación salarial, ninguno tiene un sueldo moderado… Y clausulas de rescisión para poder predicar también el despido gratuito?

El periódico ruso Nezavísimaya Gazeta publica un texto de Juan Cobo titulado ??Baltasar Garzón busca huellas de la ??mafia rusa???. Según el autor, ??la justicia española intenta encontrar materiales para un sonoro caso internacional?. El texto tiene un enfoque muy crítico con Garzón, apuntándose a las tesis de EL MUNDO, y sorprenden afirmaciones como esta: «Es sabido que en España los infrecuentes sonoros casos, incluidos los iniciados por Garzón, se han desmoronado tanto durante su instrucción como durante el proceso judicial.». Bueno, depende del caso. España se ha apuntado notabilísimos éxitos judiciales en materia de terrorismo, de narcotráfico e incluso de derechos humanos. Obviamente no todos los casos que llegan a magistratura terminan con una condena. De lo contrario la existencia de los abogados no tendría sentido. Pero esto no pasa solo en España sino en todo el planeta y España, desde luego, es un país en el que los acusados tienen muchas garantías procesales. Lo cual es, sin duda, un motivo de alegría.

El texto en todo caso apunta:

??El juez español Baltasar Garzón, que en su tiempo emprendió acusaciones contra el antiguo dictador chileno Augusto Pinochet, actualmente intenta descubrir lazos entre la criminalidad española y la mafia rusa. Garzón ha obtenido las confesiones al respecto de un reincidente de 67 años que cumple su tercera condena. El diario El Mundo informó este martes de un tal Luis Rodríguez Pueyo, encarcelado, que habría intervenido como testigo contra el diputado de la Duma de Rusia y presidente de su Comisión para los Mercados Financieros, Vladislav Reznik?.

??¿Cómo explicar la credulidad del muy experimentado juez instructor Garzón? Es conocida su característica debilidad por atraer atención sobre su persona. Entre sus manías, se incluye su aspiración por hallar en España el rastro de la ??mafia rusa??. Es sabido que en España los infrecuentes sonoros casos, incluidos los iniciados por Garzón, se han desmoronado tanto durante su instrucción como durante el proceso judicial. Pero de esto se escribe menos que de las operaciones con participación de cientos de policías. Esta es una de las causas por las que la mayoría de los españoles, tal y como muestran las encuestas, no se inclinan por confiar en la Justicia?

La pasada semana en el programa «La octava planta» (Puri Beltrán, en la SER, lun-vie 21:00-23:00) tuvimos la oportunidad de conversar sobre la conveniencia o no de cobrar por los contenidos en Internet. Participamos Ícaro Moyano -tuenti.es-, Gumersindo LaFuente -soitu.es-,  Oscar Espiritusanto -periodismociudadano.com- y yo .

Resulta que el Grupo Murdoch ha anunciado que cobrará por el acceso a sus medios en Internet. Recordemos que entre sus posesiones están The Times, The Sun, News International, el americano The New York Post, la cadena Fox News, el estudio 20th Century Fox, My Space y The Australian, ¿le funcionará?

El debate no es sencillo. El sector está en pleno desarrollo y todo está por inventar. Las fórmulas que no sirvieron para unos quizá sí lo hagan para otros. Todas son posibles, y todas pueden convivir. Es, por tanto, un asunto en el que es peligroso ser dogmático y donde existen más preguntas que respuestas.

De lo que no cabe duda es de que en la crisis de la prensa se han solapado muchas crisis: la económica, la provocada por la evolución tecnológica, la de la aparición de nuevos operadores y la de la pérdida de poder político. Este último es un asunto francamente interesante. Los medios de comunicación están perdiendo el grado de interlocución que tenían entre la sociedad y la política o la empresa. Eso les proporcionaba no pocos réditos. Habida cuenta de que los medios de comunicación son cada vez más numerosos y atomizados, la prensa tradicional pierde gran parte de la capacidad que tenía para marcar la agenda política. La opinión pública es un nuevo poder, con herramientas propias, dificil de manejar.  Sea como fuere, «si los medios hubieran hecho bien sus deberes y hubieran invertido los beneficios logrados en estos años para prepararse, como señaló Gumersindo, ahora el escenario sería bien distinto».

La primera cuestión, eso sí, es que Murdoch tendrá que ofrecer algo verdaderamente diferenciador si quiere que sus medios sobrevivan. Tal y como apuntaba ayer Ícaro Moyano, «tendrá que ofrecer algo más que la información: el empaquetado, el tono, una marca solvente»…

Porque además con la irrupción del periodismo ciudadano, como ilustraba Oscar, los lectores tienen a su disposición miles de testigos directos, armados con una cámara en el teléfono móvil con capacidad para emitir en directo para todo el planeta.

Dice Murdoch que el buen periodismo es caro. Quizá sea verdad -y no será por lo que se paga por él- . Pero está por ver que los beneficios que generen esos medios se traduzcan en mejoras infromativas y no sólo sirvan para engordar el bolsillo de los accionistas. Es más probable que tenga más que ver con lo segundo.

Sea como fuere, en los medios de comunicación estamos viviendo una profunda transformación. En algunos casos provocará problemas a las empresas y sus accionistas, pero todo apunta a que los ciudadanos tienen mucho que ganar, así que deberíamos estar celebrándolo.

El periódico holandés De Volkskrant publica un artículo de Iñaki Honore Genovese que sostiene que ??el español se considera a sí mismo muy tolerante? . El texto es muy revelador porque cita importantes encuestas en las que, a pesar de que lo que nos gustaría parecer, lo cierto es que salimos bastante mal parados. Según el autor, un sondeo entre alumnos escolares señala que dos de cada tres alumnos españoles se niegan a compartir un banco de escuela con un marroquí o un gitano y la mitad de los alumnos se niega pertinentemente a colaborar con un compañero de clase judío. Lamentable y preocupante. Razón suficiente para que el gobiernose inquiete. Iñaki Honore Genovese continúa:

??Pobre Esteban Beltrán. El director de la sección española de Amnistía Internacional fue recientemente casi tomado por loco por sus observaciones sobre racismo y xenofobia en España. Beltrán osó advertir a sus compatriotas de que el racismo en España ??no sale a la luz?? debido a que el Gobierno no hace un seguimiento detallado de los datos. Para apoyar sus aseveraciones, Beltrán publicó cifras de la Agencia para los Derechos Fundamentales (FAR) de la Unión Europea. De esas cifras se evidencia que Gran Bretaña notificó a la FAR más de 55 mil casos de racismo y xenofobia, en tanto que España había registrado sólo unos diez a doce incidenteS?.

??Es consabido que en España en los siglos pasados se expulsaron del país a varios grupos de población ?? moroso, judíos, jesuitas, comunistas y republicanos ?? pero eso fue sobre todo porque España estuvo dominada durante siglos por Estados autoritarios donde la Iglesia Católica solía llamar al orden con mano dura a las personas que pensaban distinto. Pero España es entretanto una democracia moderna, que según los españoles merece respeto en lo que respecta a la tolerancia. Como prueba de ello, la mayoría de los españoles hacen referencia a las reacciones españolas contenidas, tras los atentados de terrositas musulmanes en varios trenes el 11 de marzo de 2004?.

??Un estudio del centro de investigación estadounidense ??Pew Research Centre?? refleja que el 46 por ciento de los españoles piensa negativo sobre los judíos y que más de un 50 por ciento no quiere tener ningún trato con musulmanes. Y, según se expone en la variante española del instituto de investigación holandés ??Monitor Racisme en Extremisme??, el 27 por ciento de los españoles no estaría dispuesto a alquilar una vivienda a un extranjerO. Más escalofriante aún quizás sea el resultado de un sondeo entre alumnos escolares.[…]  ¿Cuántos casos de excesos similares a los mencionados se producen en España? Ningún español puede saberlo: no existen cifras oficiales sobre racismo y xenofobia. Y, ¿reciben acaso las víctimas de semejantes casos de discriminación la necesaria asistencia jurídica y el apoyo psicológico necesario? Eso tampoco se sabe. Y esto en un país como España, donde entretanto más del 11 por ciento de los 46 millones de habitantes es de procedencia extranjera., quizás sea lo más preocupante?

El periódico alemán Süddeutsche Zeitung publica un artículo de Javier Cáceres titulado: ??Actuamos en defensa propia?. El texto habla de las escuchas que el PP dice estar sufriendo: ??La oposición en España acusa de complot al Gobierno»:

??El Partido Popular español se defiende con todas sus fuerzas contra las masivas denuncias de corrupción a las que se ha visto expuesto. Diversos líderes del PP han acusado al Gobierno de querer destruir a la derecha en toda regla en un momento en el que están subiendo sus valores en las encuestas. ??Nos encontramos en un escenario de guerra y actuamos en defensa propia??, fue citado un miembro de la jefatura del PP por el diario La Vanguardia. En este sentido estaría considerándose la posibilidad de acudir al Comité de Peticiones del Parlamento de la UE. A pocos meses de la presidencia española del Consejo de la UE, que comienza en enero de 2010, esto arrojaría una imagen muy negativa de España?.

??El PP probablemente ha optado por esta huida hacia delante en vistas de unos indicios parcialmente aplastantes: no en vano, algunos líderes políticos de derecha arrojan una imagen de España que no le va a la zaga a la mala imagen de Venezuela y de Bolivia. El antiguo ministro del Interior y actual europarlamentario Jaime Mayor Oreja ha declarado que la prioridad del Gobierno no es la persecución de la organización terrorista vasca ETA, sino del PP?.

??El líder de la oposición Mariano Rajoy ha tildado al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero de ??inquisidor del siglo XXI??, mientras que Ricardo Costa ??un político de primer fila del PP valenciano que se ha convertido en comidilla debido a ciertos favores?? afirma haber destapado un ??complot de Estado??. Por su parte, Javier Arenas sostiene que ??la oposición sólo es perseguida por la Justicia en las dictaduras???.

En efecto, tal y como señala Javier Cáceres en su texto, una de las aristas más inquietantes de esta polémica es la que está relacionada con la imágen que proyecta España en el exterior. Las acusaciones del PP no perjudican al PSOE ni a sus militantes: perjudican a nuestro país, y por extensión a todos los que vivimos en él.

En términos de márketing político, la ofensiva del PP puede parecer eficaz para distraer la atención y evitar que los ciudadanos pongan el foco en los innumerables casos de corrupción que le salpican. Sin embargo hay algo más importante que el marketing político: La responsabilidad, el patriotismo y la capacidad para mirar al futuro. Conceptos que en el PP ni están ni se les espera.

La pasada semana seis personas lanzaron en facebook el grupo «De Cospedal debe ser demandada por injurias«. Hoy, a esta hora, ya forman parte del mismo 2.143, entre ellos yo. El número crece imparable.

Me he sumado al grupo, como tantos otros, por una cuestión de convicción democrática. En España parece que sale gratis lanzar acusaciones, por gravísimas que sean, y decir lo que a uno se le pasa por la cabeza en todos los medios de comunicación, sin prueba alguna y sin un solo ápice de responsabilidad.

De Cospedal se equivocó en el fondo y en la forma. En el fondo porque si acusa sin pruebas de algo de esta naturaleza debe probarlo o dimitir con toda la humillación que eso signifique. Y en la forma porque de un líder político cabría esperar algo más de solemnidad en una denuncia así. Hacerlo desde un video, desde las vacaciones de la playa, al más puro estilo Fujimori, es indigno de este país.

De un tiempo a esta parte, algunos líderes del PP han convertido la política en la puerta del cuarto de baño de un bar de carretera. Es hora de que actúen los tribunales, que para algo tenemos un sistema democrático que funciona.