Ignacio Escolar: «Las deudas que deja Bush»
«…Cuando el ego es tan grande que no cabe en el yo, se refugia en el plural mayestático para parecer más alto. Viene de la retórica romana, del latín: pluralis maiestatis, plural de majestad. Lo usaron los reyes y los papas, la sangre azul y el purpurado de Roma. Consiste en cambiar la primera persona del singular por la del plural, nosotros en lugar de yo, y así hacer multitud donde sólo hay una persona más, otro mortal. La lengua es arquetipo de la cosa y en la letra del plural mayestático se suele esconder la soledad. Cuando un líder se sabe respaldado, no necesita de estas trampas. Ahora que los reyes se llenan de orgullo y satisfacción ellos solitos, el plural mayestático sólo lo usan los fanfarrones; los que presumen de lo que carecen.
??Lo que le debemos a Bush?, tituló el viernes un artículo José María Aznar en el diario francés Le Figaro. Debemos, primera persona del plural. ¿Nosotros? Como no me reconozco en la deuda, miro al Aznar mayestático. Sus compromisos pendientes con el peor presidente de Estados Unidos que vieron los tiempos son muchos. Le debe, entre otras cosas, una plaza en la Universidad de Georgetown, los pies encima de la mesa del rancho Crawford, la inspiración para unas frases dignas de esculpir en piedra (??siempre tendrás un bigote a tu lado?) y un puesto en el consejo de administración de la mayor compañía de medios del mundo, News Corp. Las deudas son suyas, pero las letras las pagamos nosotros….»