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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

Hoy ha vuelto «Memorias de África» a la televisión.

No recordaba bien el vuelo de Denys y Karen, pero Sidney Pollack rodó una de las secuencias de su vida con aquello.

La película entera, cada diálogo, pero estas imágenes en concreto, componen un poema sobre la libertad fascinante.

Para corazones tristes que buscan una ventana a la que asomarse.

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Estoy muy impactado con las fotografías del pueblecito indígena aislado que ha sido retratado entre Brasil y Perú. 

Hay una imágen, de las tres que se han distribuido, que me provoca una inquietud especial. Dos personas cubiertas de pigmento ocre tratan de proteger su pequeño mundo tensando sus arcos contra el helicóptero que les fotografía. Junto a ellos una tercera figura, en ademán defensivo, observa al aparato. Son tres guerreros, elegidos para defender a sus familias.

La imágen que se ve es impactante, pero la que no se ve, la que se deduce, lo es todavía más: un pueblo pequeño, abrazado por el terror, agazapado tras los árboles, observa la secuencia temeroso de su destino.

Este pasaje, breve para nosotros, casi minúsculo, formará parte de sus vidas para siempre generación tras generación.

Viendo la fotografía deberíamos recapacitar sobre la enorme responsabilidad que tenemos de escapar de las viejas creencias coloniales. Hoy, algunas de las tribus que permanecen aisladas han elegido permanecer así, seguir viviendo en armonía con la naturaleza pese a que día tras día, madereros, colonos y terratenientes tratan de robarles su elección.

Porque no hay que engañarse, los seres humanos autodenominados «del mundo desarrollado» somos la esencia de la destrucción: invadimos, esquilmamos tierras y recursos, robamos posesiones, y nos otorgamos autoridad para expulsar de sus hogares a esos moradores. Creemos que nuestra vida no es un modo, sino un modelo.

«hay más de 100 pueblos indígenas aislados en el mundo, y más de la mitad de ellos se encuentran en Perú y Brasil. Todos ellos corren el grave peligro de ser expulsados de su tierra, asesinados y diezmados por enfermedades desconocidas para ellos», dice Survival.

Nosotros, que expoliamos día a día sus posesiones, tenemos la responsabilidad de proteger su mundo. De lo contrario, como señala Ana Belén en el vídeo de Survival:

«otro pueblo otra forma de ser , otra pequeña pieza de la asombrosa diversidad humana se habrá ido para siempre».

Y no, no podemos permitir que esto vuelva a ocurrir.

«Elegancia, pureza y medida, que eran los principios de nuestro arte, se han ido rindiendo gradualmente al nuevo estilo, frívolo y afectado, que estos tiempos, de talento superficial, han adoptado.

Cerebros que, por educación y por costumbre, no consiguen pensar en otra cosa que no sean los trajes, la moda, el chismorreo, la lectura de novelas y la disipación moral; a los que les cuesta un gran esfuerzo sentir los placeres, más elaborados y menos febriles, de la ciencia y del arte. Beethoven escribe para esos cerebros, y parece que tiene cierto éxito si he de hacer caso a los elogios que, por todas partes, veo brotar respecto a este último trabajo suyo».

The Quarterly Musical Magazine and Review, 1825. Lo escribió un crítico tras escuchar la Novena de Beethoven, un año después de su creación, según cuenta Alessandro Baricco en «Los Bárbaros»

Algunos niños experimentan una sensación morbosa, adictiva, al reventarle a sus compañeros la ensoñación de los Reyes Magos. Esos niños están por todas partes, son dueños de empresas, periodistas, economistas, abogados… Están por todas partes, nos rodean, son agoreros, y no son pocos.

Haber acertado en el asunto de los Reyes Magos no legitima, sin embargo, para abordar el resto de la vida con el mismo espíritu. El asunto al que me referí el lunes en TVE, o en la discusión de ayer por la noche en la SER, tenía más que ver con la fé que con la utopía.

Al plantear que España se podría convertir en un referente mundial contra la impunidad no estaba hablando de una utopía, estaba haciendo un acto de fe; al hablar el lunes en televisión de la necesidad de replantearnos el asunto de la pobreza y la inmigración, como forma de proteger nuestra especie, no estaba siendo retórico, sino profundamente espiritual. Llámenme creyente, si quieren, porque no voy a permitir que me roben la fe.

Dicen, incluso en el PP, que esta no es una batalla por las ideas, sino por el poder. Desde luego tiene toda la pinta, pero eso es precisamente lo más preocupante: ¿quiere decir eso que no hay espacio para la autocrítica?

Porque de esas declaraciones se deduce que se sienten orgullosos de intentar impedir el matrimonio homosexual, -ellos que dicen defender la libertad individual-; de avalar la teoría de la conspiración, poniendo en cuestión toda la instrucción judicial; De vaticinar la ruptura de España hasta la saciedad -por renegociar un estatuto que era similar al que apoyaban en otros lugares-; Orgullosos de retratar a un PSOE arrodillado ante ETA y que «traicionaba a los muertos». Orgullosos de burlarse de la Alianza de Civilizaciones propuesta por Zapatero ante las Naciones Unidas y orgullosos de sus chistes sobre el cambio climático y el calentamiento global.

Desde luego, que más de 10 millones de votantes se encuentren políticamente huérfanos no es una buena noticia, pero quizá algunos de los dirigentes del PP deberían replantearse el grado de su propia responsabilidad en la derrota.

Vivimos en un mundo que deja cada vez menos tiempo para la utopía. La realidad avanza, con voracidad, conquistando posiciones, sometiendo incluso a la semántica. De representar un objetivo, la palabra ha pasado a ser una descalificación: «es sólo una utopía», dicen, sonriendo, quienes operan las marionetas. En efecto, es sólo una utopía…como todos los inicios.

Pensaba esto leyendo el discurso pronunciado por Zapatero ante Naciones Unidas en 2004 a propósito de la Alianza de Civilizaciones. Nunca debimos permitir que las críticas de los miopes, fueran una nana para dormir a la utopía.

Porque en esta segunda legislatura parece que están anestesiadas, se escapan como gotas de agua entre las manos. Ojalá no caigan en el error: ojalá no dejen que duerman las utopías. Son el alimento del futuro. 

Zapatero en las Naciones Unidas
21 de eptiembre de 2004 

«Hablo en nombre de un país al que no le han faltado las dificultades a lo largo de la historia, cuyas generaciones vivas han conocido una guerra civil, una dictadura de casi cuatro décadas y una democracia que ya ha cumplido veinticinco años. También conocemos el terrorismo, que nos lleva golpeando más de treinta años». […]

El periódico marroquí Al Alam, publica un texto donde denuncia  ??maniobras» del partido popular español para hacer fracasar la reunion del comité conjunto hispano-marroqui. Según el texto, Moratinos no ha aclarado tampoco la política diplomática que se con Marruecos, «sobre todo teniendo en cuenta que Zapatero no abordó este tema en su discurso de investidura ante el Parlamento, lo que ha dejado la puerta abierta a varias interpretaciones y rumores?, dice.

??Los miembros del PP de derechas en la oposición en España, y conocidos por sus posturas enemigas a la integridad territorial de Marruecos, su apoyo incondicional al Frente Polisario y por encender la mecha del conflicto entre los dos países vecinos, Marruecos y España, siguen emprendiendo campañas informativas, parlamentarias y diplomáticas para reafirmar la ocupación y la presencia española en los dos enclaves ocupados de Ceuta y Melilla. Pues el presidente de la comisión de exteriores de la Cámara baja del Parlamento español, José Antonio Gutiérrez, presentó una moción al presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, solicitándole la presencia de los presidentes del gobierno de Ceuta y Melilla ocupadas en la reunión de la Alta Comisión Mixta hispano-marroquí prevista para finales de este mes en Granada, con la presencia de los presidentes del gobierno de los dos países. Esto si no sucede un imprevisto que la aplace como sucedió anteriormente en más de una ocasión?.

La publicación norteamericana City Journal lleva un interesante artículo titulado ??El otro terrorismo?.  En él, la periodista Judith Miller sostiene que la ??visión tipo túnel?? de Madrid en materia de terrorismo, su «obsesión» con ETA, ha permitido que la amenaza yijadista internacional se asiente y «florezca» en territorio español. El texto señala:

??Dado que gran parte del mundo se ha centrado en Al Qaeda y sus grupos aliados, es fácil para los de fuera pasar por alto el continuo peligro que representa ETA (una fuerza de liberación nacional aparentemente anacrónica en un mundo cada vez más globalizado). A pesar del progreso de España en la lucha contra ETA, numerosos analistas sobre terrorismo y agentes policiales ??tanto en España como en Estados Unidos- se muestran preocupados por el conjunto de esfuerzos antiterroristas del país. […]

??La policía y los servicios de inteligencia españoles cometieron graves errores en la lucha contra la yijad. España, por razones buenas, se ha mostrado reacia a volver a algo que pueda recordar -aunque sea remotamente- a la dictadura de la era Franco. Por tanto, la campaña antiterrorista del país tiene deliberadamente un bajo perfil. La policía española no lleva metralletas o armamento pesado en las calles, estaciones de tren o aeropuertos. La policía se resiste a realizar búsquedas aleatorias incluso en las zonas donde ha habido atentados en el pasado. La condena a cadena perpetua por terrorismo es de 40 años (no hay pena de muerte en España ni en el resto de Europa), y con frecuencia termina siendo recortada. Algunos de los arrestados en incursiones antiterroristas vuelven pronto a la calle y ??lo que es peor- se esconden rápidamente?.

Hay un artículo muy interesante en soitu.es donde se plantea este asunto: ¿Dónde están los inmigrantes con uniforme de policía?. Y es cierto, nunca se me había ocurrido pero ¿alguien ha visto alguna vez a un Policía Nacional negro? ¿a un Guardia Civil de origen marroquí? .

Lo cierto es que la pregunta destapa muchos perfiles de nuestra política de inmigración y de integración. A pesar de que los inmigrantes que residen en España ya constituyen un porcentaje de nuestra sociedad que ronda el 10%.
  
Según el artículo, la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia, dependiente del Consejo de Europa, ya ha advertido en dos ocasiones a España sobre sus carencias en la incorporación de inmigrantes a los organismos policiales.  Y es curioso, o tristemente inquietante, porque esa integración sí se ha dado en colectivos como las Fuerzas Armadas.
 
Las ventajas de su incorporación son múltiples:  legitimaría a la policía ante la sociedad y las comunidades minoritarias y tendría ventajas prácticas, por ejemplo, a la hora de relacionarse y conseguir la colaboración de esos colectivos en asuntos relacionados con la seguridad. Y por último un componente filosófico: nos enriquecería como país, como sociedad. 

¿Debería, por tanto, el gobierno crear políticas de discriminación positiva con los inmigrantes en áreas como esta?

El periódico italiano Corriere della Sera publica una entrevista con Aldo Bonomi en el que el sociólogo afirma: ??Madrid se ha equivocado. Tienen los mismos problemas que nosotros?:

??La polémica de los últimos días me resulta totalmente engañosa -dice- ya que tanto Italia como España tienen el problema de tener que reestructurar su relación con la inmigración. Por lo demás, tanto los españoles como los italianos necesitan mano de obra e inmigrantes?.

Aldo Bonomi no se equivoca en el análisis, pero sí en la conclusión. Claro que España e Italia tienen los mismos problemas. Sin embargo la forma en que se aborden es donde debemos marcar la diferencia. Hoy tengo dudas de que vaya a ser así, pero la izquierda de Zapatero tiene una oportunidad de oro para encabezar un movimiento mundial que se replantee lo que queremos hacer, como especie, para abordar la pobreza y la inmigración de una forma revolucionaria. Hay mucha gente que necesita una solución de forma urgente, pero no hay que engañarse: la izquierda también.