El Washington Times lleva a sus páginas un pesimista artículo sobre nuestro país al que titula ??¿La perdición de España?? . El texto es un apocalíptico análisis del Presidente del «Institute for Global Economic Growth» donde señalan a los problemas autonómicos como posible detonante de algo que no llega a identificar. Se olvida, sin embargo, de que los problemas de convivencia entre regiones es algo que nos viene de lejos a los españoles.
Para intentar arreglar esos problemas de convivencia Ortega proponía en 1927: ??Cada gran comarca se debe gobernar a sí misma a través de una Asamblea comarcana o regional ??compuesta por diputados elegidos por sufragio universal??, con función legislativa y fiscalizadora, un Gobierno regional y ejecutivo que emane de ella y una capital regional donde queden ubicadas las instituciones»
Ha llovido mucho desde entonces y por eso resulta extraño que algunos pretendan obviar las dificultades históricas que arrastramos. En todo caso, en el artículo de El Washington Times el autor simplemente hace suyas las tesis del PP y de hecho, entre alabanzas a Aznar, recurre de nuevo al asunto de la memoria histórica:
??El nuevo gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que inesperadamente accedió al poder en marzo de 2004 tras los atentados de Madrid, ha abierto innecesariamente viejas heridas proponiendo la Ley de Memoria Histórica, que pretende reescribir la historia del periodo franquista y eliminar el reconocimiento de muchos que sufrieron en ambos frentes durante la Guerra Civil. Esto es visto por muchos españoles como un intento de deshacer el contrato histórico implícito de no rememorar viejas batallas, y está alimentando un aumento del partidismo y de las tensiones políticas?.
…The new socialist government of Jose Luis Rodriguez Zapatero, which unexpectedly gained power after the Islamic terrorist Madrid train bombings in March 2004, has unnecessarily opened old wounds by proposing a Law of Historical Memory, which would rewrite the history of the Franco period and take away the recognition of many who suffered on both sides of the civil war. This is seen by many Spaniards as an attempt to undo the historical implicit contract of not retrying old battles, and is fueling an increase in political partisanship and tensions….
Eso es totalmente falso porque el PSOE cuando llegó al gobierno trató de bautizar su legislatura como la de la Segunda transición, intentando cerrar heridas que llevaban mucho tiempo abiertas. Tanto es así que en el desfile de la Hispanidad trató de que desfilaran juntos un militar de la División Azul y un militar republicano, lo que levantó no pocas ampollas en la izquierda. En todo caso el texto es interesante, y las menciones que se hace de Aznar explica muchas cosas:
??España ha forjado una de las historias de mayor éxito democrático y económico de las últimas tres décadas. Pero hay motivos para temer por su futuro. A pesar de ser ciudadanos de una de las naciones-estado más antiguas, muchos españoles se identifican más con sus regiones que con el estado central. El mundo exterior ha sido muy consciente de las acciones de los separatistas vascos de ETA. España, a diferencia de muchos países, ha llegado a estar cada vez más descentralizada durante las últimas décadas, con un gobierno central que se acobarda en relación con los gobierno autonómicos?. […]
??La política económica española marchó muy bien bajo la administración de José María Aznar, quien emprendió reformas estructurales y sonoras políticas fiscales. Incluso así, España aún padece muchas interferencias gubernamentales en materia económica, especialmente en la falta de flexibilidad del mercado laboral. La economía española se enfrenta a una pérdida de competitividad internacional y a un bajo aumento de la productividad, lo que no es una mala señal para su futuro?.
??Las preguntas que permanecen abiertas para España son: ¿volverá a las políticas de elevado crecimiento de los años de Aznar e incrementará la libertad económica o adoptará políticas más estáticas que acaben con el crecimiento? ¿Tenderá hacia una descentralización constructiva con tolerancia autonómica y lingüística, como ha ocurrido con éxito en Suiza, o las luchas sobre el poder autonómico (y las lenguas) paralizarán el país como está ahora ocurriendo en Bélgica??.