El británico The Economist publica un texto titulado ??La fuga de cerebros fuera de España, le beneficiará?. El texto no está firmado. Dice así:
«La migración golpeará a muchos como un tratamiento desagradable, sin embargo, el auge de las ciudades industriales de Alemania, están desesperados por encontrar ingenieros cualificados y su población envejecida, requiere también de trabajadores del sector de sanidad y salud.
Los ingenieros españoles que trabajen en Alemania, beneficiarán no sólo a la economía alemana, si no también a la española.
A corto plazo, la migración quita presión sobre los presupuestos nacionales de desempleo. A largo plazo, habrá un grupo de trabajadores altamente cualificados que decidirán volver a España, contribuyendo a reactivar la economía española una vez superada la crisis. Lo que algunos llaman como ??fuga de cerebros?, de hecho puede ser una situación muy favorable para las economías europeas.»
La ecuación que hace The Economist es realmente extraña. La fuga de cerebros no solamente «quita presión a los presupuestos nacionales», también supone que todo lo que España ha invertido -dinero y tiempo- en formar a esos profesionales altísimamente cualificados va a dar sus frutos en otro lugar. Eso por no hablar de los costes sociales que tiene el hecho de obligar a alguien a buscarse la vida fuera de sus redes sociales, familiares, de amigos…
¿Tu como lo ves?
Lo dibujaré a mano, si hace falta, como hice esta mañana en Al Rojo Vivo o se puede extraer el gráfico de Eurostat e imprimirlo, como hice en el siguiente bloque del debate (min 14:40) , pero lo que no se puede es negar la realidad:
La sanidad pública española es de las más baratas de la Europa occidental, y de las más eficaces. Nos cuesta unos 1.500 euros por persona al año,» bastante menos de lo que pagan franceses, alemanes, holandeses o belgas».
¿Cual es el objetivo entonces de las descalificaciones, y del descrédito sobre el modelo sanitario español? Devaluarlo para privatizarlo. Tras el hundimiento del sector de la construcción solo quedan tres grandes sectores cuya explotación promete enormes beneficios: Sanidad, Educación y Servicios Sociales. No hay más que ver el número de constructoras que están metiendo la mano en la caja de los hospitales, incluso haciéndose con su propiedad.
Como recuerda Escolar.net, en porcentaje del PIB ??es decir, en proporción a la riqueza de cada país??, el gasto sanitario español sigue estando entre los más contenidos de Europa occidental. Son, insisto, datos de Eurostat.
Además, España, recuerda, está entre los mejores países en casi todos los indicadores de salud: «en esperanza de vida, en tasas de vacunación infantil o en trasplantes. Gracias a los sistemas de prevención, la mortalidad por cáncer de mama, por ejemplo, es casi un 24% inferior a la media de la UE».
Pero hay un gráfico especialmente relevante: El porcentaje de ciudadanos que perciben falta o ausencia de atención médica (porque no pueden pagarlo, por las listas de espera, por falta de un especialista?). España gana con mucho al resto de los paises. Y son, insisto, datos de Eurostat.
La grave crisis económica ha hecho que el ex presidente del Gobierno José María Aznar se haya detenido en su intenso periplo por universidades como Harvard o Georgetown, donde imparte cursos de política internacional, para escribir un libro en el que, desde su experiencia, propone soluciones. «España puede salir de la crisis», es el título.
XLSemanal acompañó a Aznar a EE.UU. durante sus cursos de política internacional en Harvard «y contó con su colaboración para una exclusiva sesión de fotos en la que posó con su nuevo perro, un labrador llamado Sam, nombre que, según explica, eligieron sus nietos. Aznar se mostró especialmente distendido y satisfecho tanto con su actual vida como con la que tuvo como presidente, periodo que recuerda como especialmente satisfactorio» -explicó la revista.
27/04/2012: El gobierno anuncia que subirá el IVA e impuestos especiales en 2013
14/03/2010 Mariano Rajoy: «la subida del IVA es el sablazo que el mal gobernante le pega a todos sus compatriotas que ya están muy castigado por la crisis», y que «tras fracasar en sus plantes, ahora pretende que lo paguemos todos los españoles». No fue el único líder del PP.
Imprescindible galería de fotos en flickr durante la campaña del PP «No mas IVA»
Álvaro Delgado-Gal, escribe hoy un editorial en ABC titulado «Autonomía en tiempos de penuria», donde cuestiona el modelo autonómico español. El artículo es muy crítico, pero hay un párrafo con el que es dificil de discrepar:
«Los defensores clásicos del federalismo han alegado que el desplazamiento parcial del autogobierno a unidades más pequeñas sirva para educar al ciudadano en las virtudes de la responsabilidad política. La participación en el gobierno de las cosas que se pueden tocar con la mano moviliza facultades que permanecen inertes o como dormidas cuando el centro del poder está distante».
Se da la circunstancia, -reconoce-, que eso lo defendían Constant, Tocqueville, y Ortega.
En el año 2004 viajé a Londres para encontrarme con profesionales de la BBC, corporación con la que acabábamos de firmar un convenio de colaboración. Aquellos días rugía la dimisión del director Greg Dyke. Abandonó como respuesta a las enormes presiones que estaba sufriendo la empresa por denunciar que el gobierno Blair había exagerado los informes sobre Irak.
El director se marchó pero ratificando lo publicado por uno de sus reporteros. El tiempo le daría la razón.
Como represalia a esas informaciones, el Gobierno británico intentó aumentar su control sobre los contenidos de la BBC. Blair, incluso desarrolló un plan para partir la cadena en cuatro partes. Y no era la primera vez que la BBC tenía que defender con uñas y dientes su independencia.
La frase del titular de este post la pronunció Greg Dyke refiriéndose a esto, semanas antes de abandonar el puesto: «Lo importante no es que no haya presiones, sino que la corporación sea capaz de resistirlas».
Allí, paseando por el gélido Londres, Gemma Hayman, una periodista de la BBC, me regaló con orgullo una hoja de periódico que todavía guardo: era un anuncio publicado por los empleados de la empresa: presentadores, reporteros, colaboradores… un anuncio pagado por ellos mismos, página completa del Daily Telegraph, apuntalando su independencia frente a los ataques del poder y apoyando al dimitido director. En el texto se defendía el rigor de la información y su caracter de servicio público. Los empleados se sentían orgullosos de pertenecer a la BBC.
??No debe haber una relación cómoda entre los medios de comunicación y los partidos políticos en el poder porque ocupamos papeles distintos en la democracia? -dijo Dyke en otra ocasión.
Recupero este pasaje al hilo de la batalla iniciada por el PP para hacerse con el control de RTVE, alentada incluso por compañeros de profesión que reclaman de antiguo su cuota de poder.
Que haya sido el PP de Rajoy quien haya dado el primer paso no es muy significativo pues tampoco el modelo actual desataba pasiones en una buena parte del mismísimo PSOE, empezando por el propio Rubalcaba. De esto que comento podrán dar fe algún día directivos del Ente público, como Fran Llorente, o profesionales como Ana Pastor, que han tenido que lidiar con las presiones -en ocasiones realmente incómodas- de ambos partidos, e incluso de los propios consejeros. Pero RTVE es, ha sido, en los últimos años, reconocidamente independiente.
El nuevo intento de control político no ha pasado desapercibido ni siquiera a la prensa extranjera. Hoy Liberation afirmaba que Rajoy ha cambiado la norma para nombrar a quienes considere aptos para los puestos clave: ??molesto por la independencia de tono de la cadena pública española»-añade. Mientras que L´Express y Gazeta Wyborcza subrayan las características de ??golpe institucional? … Aunque como dijo Dyke, lo importante no es que no haya presiones, sino que la corporación sea capaz de resistirlas.
Pero si grave es la ofensiva política, mas grave resulta que algunos profesionales externos estén haciendo suyas esas intentonas, señalando incluso a sus propios compañeros de profesión con inquina. Es un espectáculo bochornoso. Porque RTVE será o no será, con los profesionales actuales o con otros nuevos, pero debe ser decididamente independiente. Así debería reclamarlo la profesión.
Deseo que los trabajadores de RTVE, -aquellos que de verdad creen en una empresa informativa al servicio de los ciudadanos y no de los partidos-, tengan fuerza y capacidad para defender un producto que ha hecho sentir orgullo a la mayor parte de la sociedad.
«…La marca España está sometida en los últimos años a una notable pérdida de reputación internacional. De hecho, España ocupa ya la decimosexta posición en el ranking mundial de países por reputación (el Country RepTrak Pulse), habiendo descendido en 2010 seis puestos respecto a su posición en 2008 ??a causa de la incertidumbre económica??, aunque según este indicador, aún está ligeramente por encima de países como Estados Unidos o Francia.En Futuralia 2011 se puso de manifiesto que existe una relación directa entre la reputación y la creación de valor económico tangible para un país. Por ejemplo, un 10% de incremento en la reputación del país conlleva un promedio de crecimiento similar (evaluado en el 11%) de la llegada de turistas, según el director del Reputation Institute Spain.Por contra, la crisis de solvencia que atraviesa la economía española, unida a la percepción de inestabilidad social (derivada de la política de durísimos recortes del Gobierno) impuesta desde Bruselas y los mercados, podría tener unos efectos claramente negativos tanto para la marca como el destino España….» [Leido en Nexotour]
La frase del titular la pronunció Greg Dyke, exdirector de la BBC, en un viaje a España, refiriéndose a su propio medio, años después de abandonar la dirección.
La historia de su dimisión es conocida, pero merece ser recordada. La BBC descubrió que los informes por Blair para justificar la guerra de Irak habían sido exagerados.
Durante meses la cadena británica mantuvo un fuerte pulso contra el ejecutivo defendiendo la veracidad de la información y negándose a revelar sus fuentes. Pero una filtración -que se intuía salió del gobierno- reveló el nombre del informador.
Se trataba de un científico llamado David Kelly, un asesor del gobierno. Se vió obligado a comparecer ante la comisión parlamentaria que investigaba el caso y poco después fue hallado muerto. Aquello derivó en otro juicio, en el que el juez Hutton exculpó a Blair de la muerte del científico. Por todo ello Greg Dyke abandonó la dirección de la BBC en enero. Se marchó defendiendo la versión de su medio.
También el periodista Gilligan, que firmaba la nota, sostuvo en reiteradas ocasiones que la información era veraz. Y el propio Dyke nunca ha desistido en su denuncia de las presiones que sufrió la cadena
Pero las represalias no cesaron con su dimisión. El Gobierno británico intentó aumentar su control sobre los contenidos de la BBC. Blair, incluso planteó partir la cadena BBC en cuatro partes.
Ya en 2007 Gordon Brown reconoció, por primera vez, que los datos sobre armas en Irak se habían exagerado. Daba así la razón a la acusación de Andrew Gilligan, de que Blair utilizó la inteligencia para justificar la invasión.
«No debe haber una relación cómoda entre los medios de comunicación y los partidos políticos en el poder porque ocupamos papeles distintos en la democracia», -sentenció Greg Dyke, exdirector de la BBC