En términos generales, con los nuevos movimientos del gobierno de Zapatero, se apuesta por reforzar el perfil político frente al puramente técnico. Se darán, eso sí, situaciones interesantes pues en la mesa de Ministros se producirá una conjunción peculiar: Leire Pajín, José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba. Gran carga de electricidad estática. El nombramiento de Marcelino Iglesias como Secretario de Organización del PSOE deja a buen recaudo la organización interna.
Pero si hay algo que caracteriza a los nuevos movimientos del gobierno de Zapatero eso es la lealtad. Lealtad de los nuevos Ministros hacia el Presidente y lealtad del Presidente para con ellos. Trinidad Jiménez, por ejemplo, encuentra en el Ministerio de Exteriores un buen acomodo tras las primarias de Madrid, a las que acudió con pasión por lealtad hacia Zapatero. Experiencia no le falta en exteriores, desde luego, tanto por la parte que se conoce, como por otras menos conocidas. Felipe González contó una vez que ella, siendo jovencísima para ese encargo, fue la designada para mediar discretamente con la Cuba de Fidel, en un asunto de la disidencia. Con éxito absoluto.
El caso de Ramón Jauregui es otro de los símbolos de esta lealtad a la que me refiero. Aceptó marchar a Bruselas, cuando estaba en plena cúspide política, y vuelve ahora a un cargo de envergadura mayor, el de Ministro de la Presidencia, más propio de sus posibilidades. Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba tienen un peso político indiscutible. Hay que recordar que a ellos les caerá el peso de las comparecencias ante la prensa. Es decir, que con la muralla de Rubalcaba y Jauregui, Zapatero se blinda de forma muy eficaz.
De Valeriano Gómez, me gusta saber que participó en la manifestación contra la reforma laboral, y aunque no secundó el paro, eso nos da una idea de sus inclinaciones.
Leire Pajín ve también premiada su lealtad hacia el Presidente y añade un componente muy progresista a la mesa del Consejo de Ministros, lo que sin duda es una noticia que debe ser celebrada. Pero que nadie se engañe: no hay solo un trasfondo de lealtad en esto. Leire Pajin es un activo político y un regalo para quienes pensamos que hay que mirar al sur, desde una óptica diferente.
Ella deberá hacerse también cargo de las competencias del Ministerio de Igualdad, un Ministerio que fue bandera del gobierno de Zapatero aunque, en mi opinión, no debería haber desaparecido. Era el Ministerio con menor dotación económica, pero era toda una bandera política. Hacerlo desaparecer es, como ha dicho Nacho Escolar, una cesión a la derecha. Una cesión injusta, pues Bibiana Aido ha recibido ataques mezquinos y sin embargo ha conseguido sacar adelante la Ley del Aborto, entre otras cosas, y crear una cierta conciencia de prioridades sociales en materia de género. La salida de Aido, no es una noticia triste.
El nombramiento de Rosa Aguilar es otro de los guiños a la izquierda, aunque, desde luego, no es la mejor noticia que podían darle hoy a IU. Pero es una esperanza renovada para el medio ambiente, asunto que fue denostado en la agenda socialista de la segunda legislatura.
Por tanto, mucha política, peso, guiños a la izquierda… y un Ministro de la Presidencia vasco.