La mezquindad
Impresionante. Todos los que pedían recortes se lanzan ahora al cuello. Así es la política, amigos.
Como si Zapatero estuviera feliz hablando de recortes.
Impresionante. Todos los que pedían recortes se lanzan ahora al cuello. Así es la política, amigos.
Como si Zapatero estuviera feliz hablando de recortes.
Captura enviada por José Manuel González.
Es Alberto Granados en pleno programa.
El pasado fin de semana hicimos un experimento en radiocable.com: emisión de vídeo en directo ¡en 3D!
Retransmitimos, como digo, desde la web de radiocable.com el programa «A vivir que son dos días, Madrid» de la Ser utilizando la técnica conocida como anaglifa.
Fue la primera vez, que sepamos, que un programa de radio es retransmitido en vídeo en directo con 3 dimensiones. Bien, no es que sea mucho decir, porque en efecto si saltas a la pata coja sobre un móvil también será la primera vez que alguien lo haga, pero así fue y es de justicia reconocerlo.
La emisión fue un tanto caótica porque el ordenador se cayó un par de veces. Sin embargo fue toda una experiencia que nos permitió pensar en el tipo de planos que mejor demuestran la perspectiva del 3D, el acceso a las gafas (se necesitan gafas de dos colores para verlo), el interés en la gente,etc… Digamos que, aunque no fue muy académico, nos sirvió para explorar jugando.
Imagen 3D del equipo del programa en la redacción, antes de empezar la emisión.
Avatar ha desatado una carrera hacia la tecnología 3D. Decenas de películas se estrenan ya con gafas en los cines, los anunciantes experimentan con esta tecnología y hay varios canales de televisión europeos que han anunciado emisiones con ese formato, entre ellos Canal Plus España que ya ha rodado un concierto de Enrique Bumbury.
En televisión, su penetración será algo más compleja que en cine, pues para ver el 3d polarizado se necesitará comprar un televisor específico y está por ver que la gente esté dispuesta a hacerlo (con la vieja tecnología de dos colores que empleamos nosotros el domingo no es necesario un televisor especial).
Creen los estudios de Hollywood que el 3d polarizado será su dorado. Permitirá durante algún tiempo, -según piensan-, evitar el golpe de las descargas ilegales y abrirá una nueva forma de entender el cine. Pero no es que sea precisamente nuevo, aunque lo sugiera James Cameron. El cine -especialmente en parques de atracciones e Imax- lleva años empleando esa tecnología, aunque ha mejorado algo con el tratamiento informático y la experiencia.
Lo malo es que no todo el mundo ve correctamente las tres dimensiones. Quienes llevamos gafas lo vemos con incomodidad y hay gente a la que le produce incluso dolores de cabeza.
En el cine en 3d, además, se pierde gran parte de la luminosidad y se obliga a los realizadores a reinventar el lenguaje cinematográfico. Por ejemplo: el espectador se fija más en los detalles y menos en la acción central y eso obliga a repensar narrativamente la historia, los desenfoques etc… Y pocos lo hacen… Podemos decir que quizá se trate «de un nuevo formato», pero no de «una nueva vivencia» para el espectador, algo en lo que Avatar si innovó. Pero quizá la conclusión sea que el 3d es un lujo que muchas películas no tienen por qué permitirse todavía.
Eso por no hablar de la complejidad técnica que supone hacer una buena grabación en 3 dimensiones, con cámaras dobles en horizontal y vertical y con contínuos recalibramientos -también hay procesos de ordenador para simularlo menos costosos, bautizados por EL PAIS como «El timo de la estampita«- .
Añadamos que nunca se ve igual de espectacular en la sala de montaje -siempre con tecnología punta y cara-, que en una sala convencional -que depende del asiento en que te situes y de tu vista- o en un monitor de los que se comercializarán de forma masiva…vamos, que el resultado es imprevisible.
Sea como fuere, la industria ya ha impuesto otras veces formatos de dudoso recorrido y no ha pasado nada, así que si creen que van a reducir la piratería con ello… nos podemos dar por tridimensionalizados para siempre. Empecemos entonces.
Marta Ramos, una oyente del programa, tuneó estas gafas
para ver nuestro primer programa en 3d.
¿Como fabricar unas gafas para ver imágenes en 3d?
Me estoy leyendo, fascinado, «Open Government».
El libro, coordinado por César Calderón, explica en qué consiste esta nueva forma de entender la política, llamada así, gracias a Internet y las nuevas tecnologías. César ha coordinado esta obra juntando a expertos de ambos lados del Atlántico.
¿Como serán las relaciones entre el Estado y la Sociedad, cuando ésta sea capaz de interactuar directamente sobre todos sus estamentos? Tecnológicamente estamos a un paso de que eso suceda, si es que no hemos superado ya esa posición, pero ¿como será entonces la actividad política? ¿en qué consistirá? A esta y otras preguntas tiene respuesta el libro de César Calderón.
«El Open Government es una propuesta de avance hacia la democracia deliberativa en la que los ciudadanos están llamados a asumir nuevas responsabilidades en la acción diaria de gobierno» -explica el autor.
Un libro lúcido, interesante, y muy provocador que debieran tener en la mesilla los políticos para comprender el mundo que les va a tocar gobernar.
Los mercados europeos reaccionan al plan de rescate y se disparan en la apertura
Si la caida fue culpa de Zapatero, ¿de quien es responsabilidad la recuperación?
¿Por qué Fabra ha sido operado en un hospital que no le corresponde? ¿Por qué le opera un médico que debía estar jubilado? ¿Como consiguió tan rápido un Hígado? ¿Cumplió Fabra el protocolo de transplantes? ¿Es casualidad que todo haya sucedido justo un mes después de que dimitiera como consejero de Sanidad Juan José Güemes, su yerno?
¿habría funcionado igual el sistema para ti o para mi? … y lo mas importante ¿Por qué tan poca gente habla de esto?
Hablábamos antes de algunos de los asuntos concretos a los que se refirió el expresidente Felipe González en su entrevista de ayer con Iñaki Gabilondo.
Fue muy interesante la acogida que tuvieron sus palabras, por ejemplo en mi perfil de facebook. Elijo unos pocos:
«no ha sido una entrevista de trámite, preguntas directas y respuestas directas, sin eufemismos ni abstracciones. Lo que se necesita escuchar. Lo habrán escuchado?» -decía Susana
No se puede votar por González? ¿Por qué Zapatero no habla así de claro? -Decía Manuel
Estuvo muy bien cuando comentó que los que ahora nos están diciendo que tenemos problemas con el déficit público, en parte, buena parte es por ir a rescatarles, y encima no camban el sistema que nos llevó a todo esto. -decía Miren.
Desde luego González tiene un carisma fuera de toda discusión. El expresidente, sin embargo, hizo reflexiones similares a las que hace Zapatero. De hecho respaldó su política, aunque fue capaz, eso sí, de marcar unos objetivos de autoridad:
«se mostró partidario -dicen las agencias de prensa- de que las comunidades autónomas que han planteado un recurso de inconstitucionalidad puedan quedar al margen de esta reforma, «pero no así del Banco de España» -lanzó a modo de advertencia.
Lo que significa que el gobierno debe amenazar solemnemente a las Comunidades Autónomas que no obedezcan a las nuevas necesidades del país, sean del PSOE -insinuó- o del PP.
Sería impreciso decir que Zapatero no tiene «autoridad». En tiempos de crisis ningún político tiene demasiada pues los ciudadanos exigen soluciones inmediatas imposibles.
No solo la economía está en crisis cuando la crisis acecha. Las instituciones, las empresas, la justicia, la vida interna de los partidos, los líderes…todo se tambalea a ojos de la opinión pública.
Añadamos a eso unos medios de comunicación sedientos de poder, y un sistema financiero que -como dijo Felipe González- se permite el lujo de decirnos lo mal que va nuestro déficit, cuando precisamente va así, porque hemos tenido que salir a su rescate… y el resultado es el que vemos.
Es, por tanto, un regalo contar con una figura como la de Felipe González, indemne a la crisis general de valores.
No creo que González deba presentarse a Presidente en lugar de Zapatero. De hecho creo que Zapatero es un buen líder político, que defiende la protección social hasta la extenuación. Un privilegio en un momento como este, que la historia le reconocerá.
Si pienso, sin embargo, que no estaría mal que Zapatero escuchara a Felipe González y capitalizara su capacidad de liderazgo. No hablo por supuesto de cargos, ni políticas de partido, ni de estrategias electorales. González jamás aceptaría una invitación de esa naturaleza, como es natural. Hablo de otra cosa.
Sr. Zapatero, llámele a Moncloa, escúchele. Aproveche su capital y sus conocimientos. Eso tranquilizará a mucha gente.
El expresidente del gobierno, que intervino en el programa de Iñaki Gabilondo «Hoy» en CNN+, sostiene que ya se está incubando una nueva crisis. Las razones que explican esto, según Felipe González, es que «no se han emprendido» las reformas necesarias en el sistema financiero.
Los ciudadanos no van a tolerar nunca más que se rescaten las malas prácticas financieras con dinero público -ha añadido.
Es toda una advertencia ante la que González tiene una receta: Hay que recuperar el poder soberano, «el poder de la política» -explicó.
En su opinión, a diferencia de la economía norteamericana, la europea soporta la crisis en peores condiciones estructurales: «Con una demografía muy mala, con una formación de capital humano muy baja. Tenemos retrasos de 10 años. Tenemos que hacer un esfuerzo de I+D+I.»
El periódico británico The Guardian publica un texto firmado por Miguel Anxo Murado que lleva ese titular y en el que se dice que ??nadie niega que España tenga un grave problema con su economía, pero es con el desempleo, no con la deuda, así que dejen de intimidarnos. El presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ha reaccionado con lentitud ante la crisis, pero la oposición no le ha ayudado?.
??No es nada personal -explica- y, de hecho, España es muy partidaria de que su ayude a Atenas, pero España, definitivamente, no es Grecia. Ni siquiera Standard & Poor??s optó por anunciar su ligera rebaja de la calificación de la deuda española el mismo día que la severa bajada de la griega. El resultado: una pérdida del 3% en la Bolsa de Madrid, que fue golpeada por la palabra que más suena a griego: pánico. España se siente intimidada en ocasiones. El apilar a Portugal, Irlanda, Gracia y España en el acrónimo de mal gusto Pigs, como un graffiti garabateado en una puerta, sólo es un añadido a ese tipo de intimidación escolar. Además, no es verdad?.
??España sí tiene un serio problema con la economía y nadie lo niega, pero no es un problema de deuda, sino de paro, que el viernes superó el listón del 20%. Es cierto que el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero se enfrentó con lentitud a la crisis (y ha recibido críticas por ello, incluso desde filas amigas), pero no es menos cierto que está ante una oposición conservadora menos interesada en ayudar al Gobierno que en su derrota (bien, así es la política). La todopoderosa patronal, la CEOE, por su parte, ve en la situación actual una oportunidad de avanzar su propia agenda con la reforma del empleo. No está claro qué tipo de reforma desea. Aun así, resulta poco tranquilizador el hecho de que la CEOE esté ahora encabezada por un empresario en bancarrota que debe muchos meses de salario a sus empleados. No es, pues, extraño que los sindicatos sean escépticos?.
Aun así, ??se están haciendo los deberes??: acaba de anunciarse un nuevo plan de austeridad y el Gobierno prevé segur adelante con la reforma laboral con o sin los sindicatos y la CEOE. Queda por ver si será suficiente. No obstante, en lo que atañe a la deuda nacional, hasta S&P reconoce que no hay el mínimo riesgo de quiebra y que, de ser preciso, España podría fácilmente pedir el dinero que precisa para cubre el déficit de este año?.
??¿Cuál es, entonces el problema? El problema es que S&P piensa que España puede cambiar su modelo fiscal e incrementar la productividad si espera llegar al objetivo de déficit del 3% establecido para 2013. Bien, pero es precisamente ese tirón de orejas lo que complicará a España ??aprobar el examen??. En 2009 sucedió exactamente lo mismo, cuando otra rebaja de S&P de nuestra deuda causó más que evitó otra ralentización. Lo que nos lleva al argumento que estos días se hacen muchos españoles: el excesivo poder de las agencias de calificación.»
Más allá del asunto concreto de Grecia y de la rebaja en la calificación, Murado apunta sutilmente a algo que, en mi opinión, se está tolerando con demasiada ligereza: la responsabilidad del PP y sus satélites en la solución de esta crisis. Porque los pesimistas, los agoreros y los cenizos, son gasolina para la crisis. La gente no consume porque tiene miedo y tiene miedo porque los mensajes que se lanzan en todos los medios de comunicación conservadores invitan al pánico. Pregunten a cualquier analista financiero y verán como lo reconoce.
Ya lo vivimos durante el proceso de paz con ETA. Es la peor clase de patriotismo, la del «cuanto peor mejor».
Y cuanto antes lo denunciemos, mejor.
«…Mienten y manipulan quienes afirman que en los ??dos bandos? se practicó ??una enfurecida limpieza étnica? y añaden que hablar de víctimas y verdugos es ??perpetuar la división?. Basta con leer a medias dos libros de historia para saber que no se puede hablar de ??dos bandos?. La guerra fue entre unos señores que defendían la legalidad democrática y una banda de sublevados que querían imponer una dictadura fascista. Y el hecho de que los republicanos cometieran atrocidades durante la Guerra Civil, que claro que las cometieron, no es argumento para equiparar a unos demócratas con unos golpistas. ¿No fueron acaso una atrocidad los bombardeos aliados de Hamburgo o Dresden? ¿No fueron acaso una atrocidad las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki? Y resulta imposible encontrar a paniaguados y piomoas que pongan al mismo nivel a estadounidenses y japoneses o que mantengan que en la Alemania de los años treinta había ??dos bandos?, los nazis por una parte y los judios y defensores de la República de Weimar por otra…»
…¿Que va a pasar con el euro? Hasta hace poco, la mayoría de los analistas, incluso yo mismo, pensaban que una ruptura del euro era prácticamente imposible, dado que cualquier Gobierno que se atreviese siquiera a insinuar que se estaba planteando abandonar el euro estaría fomentando una retirada masiva de depósitos de sus bancos. Pero si los países en crisis se ven incapaces de pagar sus deudas, probablemente se enfrenten a graves espantadas de los bancos de todos modos, lo que les obligaría a tomar medidas de emergencia como restricciones temporales a la hora de retirar dinero de los bancos. Esto dejaría abierta la puerta a la salida del euro. [Sigue el Nobel Paul Krugman en EL PAIS]
[gracias Irene!]