El pasado domingo teníamos previsto volar a Barcelona para grabar una entrevista con Javier Cercas y con Delia, dentro del documental que estamos rodando sobre los «Héroes de los dos bandos«. Habíamos alquilado un camión similar a los de la Guerra Civil, que fue enviado a Barcelona, y nos desplazamos al aeropuerto a las 6 de la mañana, cinco de las personas del equipo. Como el aeropuerto de Barcelona fue cerrado por la nube volcánica, nos cancelaron el viaje y nos quedamos en tierra.
El equipo de rodaje del documental
que no pudo despegar el domingo.
Publiqué este mensaje en Twitter
despues de levantarme a las 5 de la mañana, con camion alquilado y todo, varias horas de espera sin explixaciones y cancelan el vuelo!!!
y alguien contestó
@ Y que esperabas? Yo alucino, ni que las cías aéreas fuesen las culpables…
En efecto tiene razón, aunque algo más de información durante la espera nos habría ayudado a reducir el daño.
Voy a explicarlo: comprendo que la situación es incómoda para todos, incluidas las compañías aéreas, pero también debemos reconocer que hemos permitido una conducta en la que, ante una crisis, siempre es la mayoría la que sale perjudicada en beneficio de las compañías.
Mientras nosotros veíamos con Internet en el móvil que el aeropuerto de Barcelona había sido cerrado, la compañía se negaba a declarar el vuelo «Cancelado» y simplemente estaba encuadrado dentro de los «retrasados«. La diferencia es importante puesto que una cancelación te da derecho a la devolución del billete, mientras que un retraso no. Eso es una gran injusticia. Se puede entender que a nosotros llegar a las 19:00 horas a Barcelona, sin camión, sin luz y sin equipo de rodaje nos era muy poco útil. Es decir, compramos un billete a las 6 de la mañana por una razón, aunque no tendríamos ni por qué dar explicaciones de esto.
El daño es importante -aunque seguramente muy inferior al que habrán sufrido cientos personas- por el coste económico y de tiempo que ha tenido para nosotros. El desplazamiento del camión de época ha tenido gastos que nos han cobrado y la compañía Air Europa se niega a devolvernos los billetes del vuelo de regreso de Barcelona puesto que ese si que despegó por la noche. Claro, no les importa mucho que nosotros nunca llegásemos a Barcelona para poder cogerlo.
Si la información hubiera sido buena, y rápida, quizá podríamos haber reaccionado y viajado en AVE. Si la cancelación se hubiera producido a tiempo, no nos habrían tenido esperando noticias en un aeropuerto rodeados de gente desesperada con problemas parecidos o peores.
Todo esto me sugiere, que va siendo hora de que los ciudadanos podamos esgrimir nuestros derechos sin ser tratados como unos caraduras. A mi se me ha cobrado por unos servicios que no he recibido, ¿quien es el caradura entonces?