Los problemas para encontrar sucesor al Dalai Lama
Este 2 de febrero se ha conocido la noticia del ingreso de urgencia en el hospital del Dalai Lama. Las primeras informaciones descartan una dolencia grave, pero este episodio, unido a los frecuentes problemas médicos que sufrió el lider espiritual tibetano en 2008, han reavivado el debate sobre la conveniencia de elegir a su sucesor. Casualmente el New York Times publicaba un reportaje este fin de semana sobre la forma en la que se elige al Dalai Lama y los problemas -casi todos políticos- que han surgido para seleccionar un sucesor al actual.
(Foto: Flickr/Ark-Angel)
Tradicionalmente, la sucesión no es hereditaria sino que cuando el Dalai Lama muere, se interpretan una serie de signos para buscar a un niño tibetano que se considera que es su reencarnación. Se nombra a un regente y se hace pasar una serie de pruebas al niño seleccionado hasta que se le considera apto.
Pero hace algo más de un año, China prohibió las reencarnaciones del Dalai Lama sin autorización gubernamental. Se interpretó la medida como la pretensión de un gobierno que se declara ateo de tratar de condicionar o controlar la sucesión de un lider espiritual de un territorio que ocupa. Entonces Tenzin Gyatso, el nombre verdadero del decimocuarto lider espiritual tibetano, anunció que estaba dispuesto a buscar nuevas formas para elegir a su sucesor. Incluyendo un cónclave similar al papal o un referendo.
Ahora se especula también con qué podría anunciar él mismo que ha encontrado al niño en el que se reencarnó su regente. Este se convertiría luego en el encargado de buscar al nuevo Dalai Lama, una vez que el actual falleciese. Y permitiría a los budistas tibetanos mantener algun control sobre el elegido contrarrestando la influencia china. Asimismo atenuaría la pérdida de notoriedad que la causa tibetana sufrirá sin duda cuando pierda a una figura tan carismática y respetada como el actual Dalai Lama. (Fuente: El selector)
Tenzin Gyatso fue proclamado Dalai Lama en 1940 en Lhasa. Un vídeo grabado por Sir Basil Gould entonces oficial político inglés en Sikkim, Bhutan y Tibet y que forma parte del Bristish Film Institute, permite contemplar algunos momentos de aquella ceremonia.